Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1

Me bajé con ilusión del bus, acomodé mi ajustado vestido blanco, de pequeñas flores celestes y sostuve mi monedero rojo.

El sol lanzaba fuerte sus rayos. Buscaba una dirección, la que nadie hasta el momento había sabido darme y sin más, me metí a un tocador a refrescarme un momento y acomodar la rosa blanca junto a mi oreja.

Miré el reloj y ya estaba muy atrasada. Aceleré mis pasos con mis sandalias y solo deseé encontrar aquella dirección.

De pronto, me di cuenta de que se me había extraviado mi monedero y me entró la preocupación y angustia.

Comencé a buscarlo desesperada. Me devolví por el mismo camino, que había tomado, y hasta entré otra vez al tocador, por si lo había dejado olvidado allí, pero mi monedero no estaba.

<< ¡Llegaré tarde a mi trabajo el primer día! >>

<< ¡No puede ser! >>

Muy angustiada, había perdido mi monedero y sin saber que hacer, estuve a punto de llorar y doblé a una calle y choqué de frente con un hombre.

Él me miró deslumbrado y a mí casi se me salió el corazón. Su rostro se me hizo conocido de alguna parte. Era muy guapo, de piel blanca, melena cobriza y unos ojos muy celestes, casi como el cielo, y muy alto.

_ Perdón. No fue mi intención...

_ Descuida, no pasó nada... - me sonrió.

Yo sin poder evitarlo, me perdí en sus profundos ojos celestes, en su sonrisa y recordé que había perdido mi monedero y pasé por su lado, pero él me detuvo.

_ ¿Estás bien? - me volteé.

_ No, la verdad...

_ ¿Qué te ocurre?

_ Es que perdí mi monedero y ahí tengo todos mis datos y dinero

_ Oh vaya

_ Y si no lo encuentro, no tengo como pagar el bus, para volver a mi casa

_ Tranquila. Yo te ayudaré a encontrarla

_ ¿De veras? – le pregunté y le sonreí al instante. Él contempló mi sonrisa.

_ Por supuesto ¡Vamos!...

Lo seguí y él caminó junto a mí.

Me miró y sonrió...

_ Por cierto ¿Cómo te llamas?

_ Me llamó Stephanie

_ Stephanie – dijo y volvió a sonreír.

_ ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?

_ Soy Joey

_ Joey, que lindo nombre - me sonrió aún más.

Caminamos con urgencia por las largas calles, solo buscando mi monedero. Él

no dejaba de mirarme, y observaba los detalles de mi ajustado vestido blanco y la rosa junto a mi oreja y sonrió.

Preguntamos en unos puestos, buscamos en las plazas, pero nada. Era como si mi monedero se lo hubiera tragado la tierra.

Me acerqué hasta una señora y le pregunté por mi monedero. Joey me miró anhelante y luego reaccionó y corrió a preguntarle a otro señor por él.

Preocupados, solo queríamos encontrar mi monedero y lo seguimos buscando por todas partes...

Nos miramos y yo me angustie aún más, puesto que no tenía dinero para regresar a mi hogar.

Joey lo advirtió.

_ No te angusties Stephanie. Lo encontraremos

_ ¿Y si no? Creo que ya no hay nada más que hacer

_ Claro que sí y si no lo encontramos, no te preocupes. Yo te daré dinero para que puedas volver a tu hogar – lo miré sorprendida.

_ ¿En serio? ¿Le prestarías dinero a una extraña, que recién, apenas vienes conociendo? – me sonrió.

_ Pero ya no somos extraños. Además, necesitas dinero, como para poder volver a tu casa – le sonreí más que agradecida y él me miró con destellos.

_ Gracias, de verdad muchas gracias

_ Tranquila, ahora solo sigamos buscando tu monedero

_ Si...

Nos metimos a otra calle y caminamos juntos.

Aunque estaba muy preocupada y nerviosa por encontrar mi monedero, me sentía maravillosa y feliz, acompañada y protegida a su lado. Jamás me había sentido de esa manera, y sin poder evitarlo, lo miré caminar a mi lado y miré sus facciones. Era mucho mayor que yo, pero muy atractivo.

Lo encontré tan guapo, y él de pronto me miró, y yo me sentí avergonzar. Joey sonrió.

Entramos a una tienda de libros; Joey se acercó a la vendedora y le preguntó por mi monedero y yo tras suyo, miré su enorme espalda.

Me temblaron las piernas y el corazón casi se me salió del pecho. Inevitable, sonreí de dicha.

Joey me miró con una dulce sonrisa, yo lo miré y vi mi monedero en sus manos y estallé de alegría.

_ ¡Es mi monedero! ¡Es mi monedero, Joey!

_ ¿Es este entonces? – preguntó y sonrió.

_ Si

Joey me entregó mi monedero y los dos nos sonreímos perdidamente.

Salimos, juntos, de la librería y yo con mi monedero, Joey me miró y los dos volvimos a sonreírnos.

_ De verdad muchas gracias por haberme ayudado a recuperar mi monedero, Joey

_ De nada. Qué bueno haber podido ayudarte – me dijo sin dejar de sonreírme y yo feliz por su amable gesto, me sentí tan maravillosa y recordé lo de mi nuevo trabajo, que ya era demasiado tarde.

_ Bueno, ahora debo irme

_ ¿Te vas?

_ Si, ya se me hizo muy tarde... Otra vez muchas gracias por haberme ayudado - me sonrió con ternura.

_ Fue un placer. Que te vaya bien- le sonreí.

_ Gracias, a ti igual. Adiós...

_ Adiós...

Los dos sin dejar de sonreírnos, yo me volteé y continué con mi camino.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro