Sebastian lo tomó de la mano y lo llevó al cuarto que Scarlett les había señalado. Ambos entraron y se encerraron con la música de fondo. Todos estaban platicando y riendo mientras esperaban los "cinco minutos" del par.

El castaño cerró la puerta y se dio la vuelta para ver al rubio bastante borroso— ¿Estás seguro de querer esto? —le dijo con la lengua arrastrada y una sonrisa boba.

Lo miró unos segundos y sin pensarlo más dio un paso para quedar peligrosamente cerca a sus labios— Estoy seguro —le susurró ligeramente más sobrio mientras veía esos labios rosados y perfectamente hechos, era como si brillaran entre esa luz azul neón que inundaba el cuarto.

Seb lo tomó por la cintura y le dio un ligero roce en los labios, era como si los estuviese buscando con los suyos que se encontraban ligeramente abiertos.
—Seb... —susurró el rubio con deseo de por fin encontrarse con el castaño.

Sus respiraciones se encontraron y finalmente entrelazaron sus labios en un ligero beso. Ambos centraron todos sus sentidos en ese calor que ambos sentían recorrer sus cuerpos, como si fueran víctimas de un rayo feroz.
Chris lo tomó de la cintura y lo pegó más a su cuerpo sin soltar su suave mejilla, la cual acariciaba levemente . El castaño dio un paso en falso el cual hizo que ambos cayeran a la cama sin dejar de besarse. ¿Qué estaba sucediendo?

—¿Chris, Seb? Ya pasaron los cinco minutos —tocó la rubia al otro lado de la puerta.

Los chicos hicieron caso omiso y continuaron entre los besos y las caricias, estaban completamente centrados el uno en el otro.

Scarlett abrió la puerta finalmente y al verlos rió ligeramente— Vamos, no van a coger así —les dijo separándolos.

Chris se levantó tambaleante con una sonrisa de oreja a oreja y señaló al chico— N...no te me escaparás... Stan —lo señaló amenazante.

La rubia lo jaló fuera del cuarto— Vamos, ¿qué esperan?

Seb miró su creciente erección y negó sonriente— El mejor día de mi puta vida —dio un suspiro y esperó a que se le bajara para poder volver a la pista de baile.

Sure there be wrong
Look at me run
Doesn't it on
They hit the ground...

Todos bailaban al ritmo de la música con los ojos cerrados. Seb miraba a todos como si el tiempo se hubiese hecho más lento.

Chris estaba sentado en el sofá con una cerveza en la mano notando que el castaño ya había salido de su escondite. Sin quitarle la mirada de encima, le dio un trago a su cerveza, haciendo que la tensión fuera cada vez más grande.

Los ojos del castaño se clavaron directamente en los ojos azules del muchacho, se quedó ahí parado, observándolo, no pensaba, simplemente estaba entregado a sus sentimientos por completo.

You carelessly love
You carelessly love
You carelessly love
You carelessly love

Chris se levantó y se acercó lentamente a él. El mundo había desaparecido, las críticas, la gente, todo se había esfumado menos ese sentimiento que había surgido y había estado creciendo desde el día que un tonto rubio le tiró el café encima al castaño.

[...]

— ¡Buenos días! —dijo Hayley abriendo las cortinas— Ya casi está el desayuno, dormilón —miró por encima del hombro al rubio que parecía muñeca de trapo en el sofá.

— Ugh... —se sentó lentamente y tocó su cabeza con dolor al ser víctima de una espantosa resaca. —¿En dónde estoy? —dijo confundido con los ojos entrecerrados por la intensa luz que pasaba por la ventana.

— Estás en mi casa, tonto —le dijo la rubia con una sonrisa, extendiéndole una charola con el desayuno.

— Fuiste de los últimos que quedó ayer —comentó Hayley mientras se cepillaba el cabello mojado por el baño de la mañana. — Yo ya me tengo que ir, pero cualquier cosa me llaman al celular —tomó su bolso y le dio un beso en la mejilla a la rubia— Gracias por lo de ayer.

Chris siguió con la mirada a la castaña y cuando por fin se fue, miró a la rubia— ¿Qué pasó ayer?

— Tengo la mente en blanco —rió recordando cómo se estaba "comiendo" a Seb.

— Ugh... yo tampoco recuerdo algo... —miró a la nada haciendo un esfuerzo pero ninguna imagen venía a su mente— ¿En dónde está Sebastian? —miró a su alrededor.

— Se lo llevó Dominic Cooper en su moto.

Asintió desconfiado, no le gustaba que el castaño se fuera así como así.

— Estaba más borracho que tú, ni siquiera pensé que él tomara.

[...]

Pasaron tres días y ninguno de los dos mandó mensaje al otro. Habían algunos recuerdos de la fiesta pero ambos lo negaban y culpaban por completo al alcohol.

— ¿Puedo pasar? —Chris se asomó al camerino con el traje del Capitán para grabar las últimas escenas con Stan.

— Hola, claro —Seb le sonrió mientras ajustaba su cinturón.

—Ya es el último día...

— Sí... —lo miró de reojo. La tensión estaba tan presente que casi se podría cortar con una hoja de papel.

— Escucha... con respecto a la fiesta...

— No pasó algo, yo no recuerdo nada de esa noche —dijo interrumpiéndolo.

— Sí, solo demasiado alcohol en nuestras venas ¿no crees?

— Así es, no hay más...

Chris tronó los labios— Bien... pues... vamos, Buchanan —le sonrió y salieron para grabar la caída del tren, la cual tuvieron que repetir varias veces ya que ambos estaban bastante "tensos".

Ambos iban a entrevistas y se desenvolvían bien pero ya no tuvieron tanto trato por fuera.

[... 2013 ...]

— ¡Ya es hora, Chris! —gritó la chica de maquillaje desde afuera.

Se miró en el espejo nervioso y salió del camerino. Era el primer día de grabación de "Captain America: The winter soldier", eso significaba que tendría que pasar más tiempo con Sebastian.

— ¡Acción!

— ¡A tu izquierda!

Mientras grababan, le llegó una nota al director.

— ¡Corte, Evans, ven acá!

— ¿Qué ocurre, señor? —jadeaba un poco ya que lo habían puesto a correr.

Extendió el papel con la dirección y la hora del lugar— Mañana te toca ensayar con Stan, es para la parte de la pelea así que mañana no te veo.

— Muy bien, señor —su corazón dio un vuelco, no podía creer que volvería estar tan cerca de Sebastian, realmente amaba actuar con él.

[...]

Chris llegó listo y en cuanto cruzó la puerta se encontró con el castaño jadeando y lanzando golpes con un entrenador.

El corazón le dio un vuelco, había pasado mucho tiempo y no podía creer que tenía al castaño en frente de nuevo.

El entrenador se detuvo y le dio diez minutos de descanso.

— Hola, Chris —se acercó lleno de sudor mientras tomaba agua— ¿Ya estás listo? —actuaba como si jamás se hubiesen dejado de ver.

El rubio metió las manos en su bolsillo bastante nervioso— S...sí, cuánto tiempo ¿no?

— Ha pasado un poco —asintió y lo abrazó sin decir más.

El rubio se quedó sorprendido y finalmente le siguió el abrazo. Se sentía extraño, el chico siempre lo sacaba de su zona de confort, no entendía porque se le aceleraba el corazón al verlo.

— Primero te enseñarán lo básico y en dos horas nos veremos. Espero que aprendas rápido, los Russo dijeron que no tendríamos tanto tiempo para ensayar —le dio una palmada y se fue sin decir más.

El rubio pasó con los entrenadores y estuvo dos horas ahí. Intentaba concentrarse mientras luchaba a la par del castaño, pero le parecía imposible.

— Te toca con Stan, espero que se coordinen bien, él lleva semanas ensayando —dijo el entrenador jadeando. Estrechó la mano del rubio y fueron con el otro "equipo". —Ya está, sabe lo básico pero aún tiene que perfeccionar todo.

— Gracias, Erick — le dijo el otro entrenador y le hizo una señal a Chis para que se acercara— ¿Cómo te sentiste?

Asintió con las manos en la cintura— No está tan difícil, solo tengo que practicar más.

— Bien, inténtalo con Stan —miró al castaño y se alejó.

— ¿Estás lista, princesita? —dijo desafiante con una sonrisa burlona.

— Puedo hacer esto todo el día —rió fingiendo estar en el papel.

Los golpes comenzaron. Stan era muy rápido para Evans, no había coordinación de tiempos así que Seb se movió más lento.

— ¡Un poco más rápido, Evans! —gritó el entrenador mientas analizaba cada movimiento.
— Bien, paren —se acercó y ajustó el brazo del rubio— Cuando Seb dirija el puño a ti, tú debes hacer esto —movió su brazo para crear una barrera.

— Ugh... ok.

— Comiencen de nuevo.

Ambos empezaron un poco más rápido. En un movimiento, Chris manejó mal su peso y se abalanzó contra Seb, haciendo que ambos cayeran de manera estruendosa.

— Creo... creo que me sacaste el aire —dijo Seb en un tono apenas audible.

El rubio quedó sobre él— Lo... lo siento —dijo mirándolo a los ojos.

Los ojos grises se clavaron en los azules, una tensión enorme se creó en la sala, pues el rubio no hacía un esfuerzo en quitarse. Sus rostros estaban separados por centímetros bastante peligrosos.

— Chris... —susurró el castaño sin quitar la vista.

¡Hola! Espero les esté gustando la historia. Recuerden votar si les gustó. ❤️