Sebastian despertó envuelto en los brazos del rubio, un pequeño rayo de luz entraba entre las cortinas alumbrando los labios rosados de Chris. El castaño lo miraba sumergido en sus pensamientos o mejor dicho, sus recuerdos.

— Sebastian Stan, Capitán América —sonrió nervioso y pasó las manos por su sedoso cabello.

Recordaba el día en el que se presentó en las oficinas de Marvel para hacer una audición para el papel del héroe de América. Se dio la vuelta desnudo mirando a la nada con una sonrisa ligera mientras acariciaba suave los brazos del rubio que lo sujetaban por el abdomen.

— Muy bien.... ¿Sebastian?, te llamaremos en los siguientes días.

— Muchas gracias, espero no haberlos defraudado —dijo amable y salió hecho un manojo de nervios del pequeño cuarto en el que cinco "jueces" analizaban minuciosamente a los candidatos.

— Creo que el chico tiene bastante potencial, aunque... hay algo oscuro en él —habló uno de los hombres concentrado mientras miraba el currículum del castaño. — ¿Sabes para quién sería bueno...?

Bucky —asintió una mujer de lentes con una sonrisa cómplice.

— Solo... míralo, sus expresiones... —el hombre señaló una pantalla en el que corría el video de la audición del chico de ojos grises con un ligero azul.

La mujer asintió y anotó en su libreta— ¡Siguiente!

Un hombre rubio entró a la habitación.— Chris Evans, Capitán América —tenía un porte carismático y relajado.

Los jueces miraron anonadados al chico que acababa de llegar, era perfecto para el papel— ¡Excelente!  Te llamaremos lo antes posible para darte a conocer los resultados.

— Muchas gracias —sonrió emocionado y salió. Caminó rápido por el largo pasillo hasta chocar con un chico que estaba parado frente a una mesa preparándose un café. —¡Oh Dios mío! Lo... lo siento mucho —dijo bastante apenado, había hecho que el chico se tirara el café encima. — No... no era mi intención —tomó varias servilletas y le ayudó a limpiarse en un toque suave.

—No te preocupes, fue un accidente —lo miró unos segundos y sonrió— ¿Estás aquí por el papel del Capitán América?

Asintió con un ligero sonrojo en las mejillas— Acabo de salir de la audición, creo que me fue bien.

Seb abrió grande los ojos y asintió, ya había analizado al hombre de pies a cabeza— Estoy casi seguro que ya te lo llevaste, te pareces demasiado, y eso que es solo la audición, no puedo imaginarte con el traje —rió con un tono de resignación. No había duda de que el papel ya no sería suyo, no después de ver a ese rubio alto, con esa sonrisa tan deslumbrante y ese cuerpo tan atlético digno de un gran héroe americano.

— !Chris! —una chica rubia llegó detrás del hombre tomándolo por el hombro amigable— ¿Cómo te fue?

—De maravilla —le sonrío amable con las manos en los bolsillos y regresó la mirada al castaño— Ugh, él es...

Cayó en cuenta que no se había presentado y extendió la mano caliente por el café a la chica— Sebastian Stan, mucho gusto.

— Scarlett Johansson —lo analizó unos segundos con los ojos entrecerrados— Creo que te conozco... ¿No eres el chico de "The covenant"?

Sonrió y asintió— Ese mismo—miró al rubio— y... tú debes ser Chris Evans, no hace falta la introducción —rió suave con un ligero sonrojo. — Es un honor estar frente a dos buenos actores —su mirada delataba toda la emoción que guardaba en él.

La rubia miró a Steve y regresó la vista al castaño— ¿Estás aquí por la audición?

Asintió— Aunque veo que ya es caso perdido, frente a mi tengo al gran Capitán, se nota— miró su reloj e hizo una mueca— Lamento cortar tan rápido pero tengo que volver a casa, le prometí a mi madre que estaría antes de las 6:00 pm con la cena. La desventaja de ser hijo de mami, aún... —suspiró resignado, hace un tiempo se había mudado con su madre a la gran ciudad y apenas se estaban adaptando. —Fue un gusto y mucha suerte, Chris —estrechó la mano de ambos y se fue dejando el café tibio en la mesa.

Chris lo siguió con la mirada y vio a la rubia con una ligera sonrisa de complicidad— Un agradable sujeto.

— Sí, aunque dudo mucho que se quede con el papel, él y tú no tienen ningún parecido —dijo de brazos cruzados en un ligero tono arrogante, realmente deseaba que su mejor amigo se quedara con el papel ya que ella se había confirmado para el papel de "La viuda negra". — Anda, vamos a la tienda de helados de la otra cuadra.

Seb pasó a una tienda de frutas y a una pequeña fonda de comida casera. Llegó justo a las 6:00 a su casa, dejaba una estela de sudor entre los jadeos, realmente había volado para estar puntual en su hogar. — Hola, mamá —gritó exhausto dejando las cosas en la mesa.

La mujer de ojos grises salió de su cuarto dando un pequeño quejido por el dolor de espalda que hace varias noches atrás no le dejaba conciliar el sueño— Hola pequeño, ¿cómo te fue? —le dio un beso dulce en la mejilla y revisó curiosa la comida en las bolsas.

— Pues... —dio un suspiro largo para lanzarse al sofá y prender la TV— Lo perdí, estoy 100% seguro de que jamás conseguiré ese papel.

— Nunca digas nunca, tú no sabes que cosas pueden llegar a pasar.

El castaño se acostó quitándose los zapatos— Había un chico... —dijo con la mirada perdida en las pequeñas manchas del viejo techo— Era perfecto para el papel, mamá... y eso que no viste su actuación —se cruzó de brazos— Fue una mala idea venir a este lugar, no hay algo real para mi, jamás seré un buen actor.

— Bueno pero no te han llamado para rechazarte ¿o si? —se acercó a él con las manos en la cintura, le hacían recordar esos regaños de la infancia por comerse todas las galletas que la mujer solía esconder especialmente de él.

[...]

Las semanas pasaron, la rutina de un sábado tranquilo comenzaba hasta que su celular sonó como loco— Ugh... Bu... bueno —contestó adormilado.

—Buenos días, hablamos de Marvel Studios ¿Se encuentra Sebastian Stan?

Su corazón dio un vuelco por completo y se sentó en la cama con una voz más viva— S...sí, soy yo

— Necesitamos que venga a nuestras oficinas el día de mañana a las 11 am la dirección es...

Sebastian apuntó todo con una emoción inmensurable— Ahí estaré —colgó y salió corriendo de su cuarto— !Mamáaaa! —comenzó a bailar y brincar en la sala.

— ¿Qué pasa hijo? —salió la mujer de la recámara arrastrando los pies.

— ¡Mamá, me llamaron de Marvel... ¡Me aceptaron!

La señora Stan pegó un grito y corrió para apapacharlo y llenarlo de besos— Estoy muy orgullosa de ti, sabía que ibas a poder con esto, solo mírate, eres un chico muy guapo.

Al siguiente día, Sebastian ya estaba muy arreglado afuera de la oficina de Stan Lee, un frío le recorría la piel por los nervios hasta que llegó el rubio que se había encontrado el día de las audiciones.

— ¡Hey, hola! ¿Te llamaron? —el rubio se sentó a su lado con mucha seguridad.

— Sí, ¿tú qué haces aquí?

— También me llamaron

— Pero... ¿no habías hecho el casting para el capitán?

— Así es, y por lo que recuerdo tu también—dijo pensativo, no podía haber dos Capitanes.

La secretaria los hizo pasar al mismo tiempo— Por aquí, por favor.

El hombre los saludó con una gran sonrisa, no podía creer que el par estuviera frente a el— Son... perfectos.

Ambos sonrieron y se miraron entre si con un poco de confusión.

— Christopher Evans para Steve Rogers y Sebastian Stan para James Buchanan —dijo en alto mirando unos papeles. Hablaron por un rato y Stan Lee les entregó su respectivo contrato. "Christopher Robert Evans, contrato para once películas." "Sebastian Stan, contrato para nueve películas." Ambos salieron un rato después de la oficina, Stan lee con una gran sonrisa.

— Me alegra mucho que hayas conseguido el personaje —le dijo con una sonrisa amigable— El otro día que te vi en el pasillo... sentí que eras una gran persona y realmente lo merecías.

El castaño hizo un saludo militar— Gracias Capitán—rió sonrojado— ¿Te gustaría ir a tomar algo? Ya sabes... para conocernos mejor, mínimo estarás 8 años atorado conmigo.

El rubio asintió y lo siguió.