—Puedes hacerlo, no seas cobarde.

Odiaba las agujas, había superado su miedo a ellas hace años y se habían convertido en viejas aliadas, sin embargo no apreciaba en lo absoluto recibir una inyección. 

Jake suspiró y con mucho cuidado dejó que la aguja se enterrara en la piel. Era un experto, una inclinación de cinco a quince grados, justo sobre la glándula de alfa. Empujó el émbolo intentando encontrar un punto medio entre lentitud tortuosa y rapidez irresponsable pero el líquido del somnipresor ardía con fiereza mientras invadía su cuello de todas formas, la piel en la zona de inmediato se enrojeció y un momentáneo pero agudo dolor de cabeza lo invadió (cortesía de su lobo resistiéndose). 

Era algo que hacía casi toda la semana y le ayudaba a lidiar un poco con las interacciones diarias, lo dormía por dentro. Con molestia Jake tomó un pequeño spray, no medía más de quince centímetros y lo roció por todo su cuerpo, era perfectamente consciente de que apestaba y esperaba que esta nueva marca de supresor en spray le ayudara a ocultar el aroma de su alfa rebelde. Olía a eucalipto y menta, fuerte, como medicina, Jake odiaba ese aroma profundamente pero entendía que era preferible oler a farmacéuticos y no a "odio". 

Dejó caer su dosis de supresores inyectables en la parte trasera de la mochila junto al spray y tras asegurarse de que su ropa estaba perfectamente lisa, sin arrugas molestas salió de su apartamento y apresuradamente se dirigió a las escaleras. Vivía en un tercer piso, el último departamento al final del pasillo y sus vecinos de piso eran todos betas, el  edificio tenía siete plantas y había un elevador; sin embargo, Jake no lo utilizaba si le era posible. 

No estaba vetado de usarlo, pero cuando el dueño del edificio le dijo "Por favor usa a discreción el elevador durante horario familiar", el muchacho simplemente ya no tuvo deseos de subirse. Era demasiado joven y demasiado sensible para enfrentar más miradas de desagrado y siendo muy honesto no deseaba darles una excusa a otros inquilinos para ir a quejarse con el dueño. Casi nadie usaba las escaleras, estaban mal iluminadas y eran demasiado estrechas, era perfecto para Jake.

Con los auriculares puestos, Jake emprendió su viaje a la universidad. Quedaba a sólo una hora de distancia: Tomaba un bus, unas cuantas estaciones en tren subterráneo y caminaba por diez minutos antes de toparse con el enorme encercado de la escuela. El viento le golpeaba el rostro esa mañana, el otoño llegaba y el clima estaba templado. La noche anterior la lluvia golpeteando contra la ventana lo arrulló hasta dormir y un agradable olor a tierra húmeda aún prevalecía en el aire. 

Faltaban quince minutos para su primera clase cuando Jake llegó al salón S-36, los asientos de la ventana estaban ocupados, por lo que esta vez tomó un asiento cerca de la puerta. «Entre más cerca, más rápido podré huir», pensó. 

Su decisión parece alterar la disposición de los alumnos a sentarse al frente y Jake cae en cuenta que aunque el salón se llenaba rápidamente, los asientos a ambos lados de él están vacíos. Sentía un pequeño pinchazo en el pecho cada que alguien entraba, ponderando que asiento usar y pasaba de largo buscando un lugar al fondo o lo más lejano posible a él; Jake pretendía no prestar atención y repasaba los apuntes de la clase pasada, hacía pequeños  garabatos en las zonas sin cubrir de su cuaderno y entonces... algo cambió.

Su estuche cae, regando por el piso algunos bolígrafos y útiles que se encontraban dentro. Jake levantó la vista con fastidio, por su mente pasa la idea de quizá había sido a propósito, pero Park Sunghoon le devuelve la mirada con nerviosismo y mágicamente, la expresión de Jake se suaviza y con arrepentimiento abre la boca con intención de disculparse pero la voz no le sale.

—Disculpa. la boté con la mano sin querer —Dice Sunghoon, Jake se pregunta porqué sintió la necesidad de disculparse en primer lugar si era él quien había golpeado su estuche. 

Sabía quién era Park Sunghoon, no recordaba a todos sus compañeros de clase pero a Park lo tenía presente gracias a su primera interacción en los pasillos del edificio, no salió huyendo ni se notó incómodo con él cuando hablaron por primera vez. Incluso se permitió sentirse esperanzado cuando le pidió ir juntos al salón de clase antes de que una omega que siempre se encontraba a su alrededor lo arruinara. 

Jake se congela en su sitio cuando Sunghoon se agacha y recoge sus cosas del suelo, le entrega el estuche y aunque Jake lo toma silenciosamente, sus ojos siguen a Sunghoon por más de lo necesario.

—Gracias. —Murmura Jake.

Sunghoon se acomoda el cuello de tortuga de su camisa y fuerza una sonrisa. Jake ya no necesita otra señal para saber que el contrario no quiere continuar con la conversación, pero Sunghoon se deja caer en el asiento a su lado y Jake no puede evitar que el bolígrafo que estaba usando para dibujar se le escapara de entre los dedos por el desconcierto. 

Sunghoon vuelve a mirarlo, enmarcando una de sus oscuras y pobladas cejas. Jake volvió la vista de inmediato a sus apuntes, garabateando y fingiendo que Sunghoon no estaba ahí. La mayoría de sus clases las tomaban en ese salón, pero si Sunghoon podía evitarlo lo hacía. 

Jake odiaba cuando alguien perfectamente dispuesto a hablar con él (en su mayoría betas) terminaba por distanciarse una vez la influencia de los otros subgéneros los alcanzaban, lo cierto era que Jake sólo quería un amigo para pasar las clases pero no se sorprendió cuando Sunghoon no volvió a saludarlo después de que Zhou Xinyu comenzara a llegar con él todos los días.

Sólo entonces notó que Sunghoon estaba solo. La valentía que había sentido el primer día cuando hablaron por primera vez ya se había desvanecido, Jake sentía una presión por mantenerse callado durante clase que era muy difícil de combatir. 

El profesor llegó.  La clase de "Introducción al proceso de la investigación científica" empezó. Jake no tenía problemas si se trataba de participar en clase o responder preguntas, pero en el momento en el que tenía que acercarse e interactuar con otro estudiante dentro de esas cuatro paredes sentía que todos lo miraban y contenían el aliento. 

Jake sacudió la cabeza de forma apenas visible para despejar su mente y se propuso concentrarse en la clase, a fin de cuentas, que Xinyu y Sunghoon se estuvieran evitando no era algo que le incumbiera.

Aunque hubiera pasado un mes, ambos eran desconocidos para Jake, era algo de una sola vez... o al menos, eso es lo que Jake pensó, sin embargo al día siguiente Jake tomó su asiento habitual cerca de la ventana y sorpresivamente Sunghoon volvió a dejarse caer a su derecha sin decir ni una sola palabra. 

El tercer día consecutivo con Sunghoon en el asiento contiguo, Jake comenzó a estar sorpresivamente incómodo. No le hablaba, no interactuaba en lo absoluto con él, miraba al frente y si un profesor llegaba ligeramente tarde, sacaba los auriculares y el teléfono y no le dirigía la palabra a él o a nadie en la cercanía. Más allá de la interacción que habían tenido el Miércoles Sunghoon parecía evitarlo aunque Jake se convenció de que no era algo exclusivo con él.

Sin embargo, por más que Jake lo intentó, el Lunes por la mañana ya no pudo disimular su confusión. Sunghoon se encontraba rebuscando en su mochila, una rodilla apoyada en la pared y su mochila recargada en su muslo, sus ojos chocaron una milésima de segundo cuando Jake pasó a su lado pero este rompió el contacto. No tan sorprendido, unos segundos después Sunghoon también entró, con los auriculares puestos se sentó junto a él y se perdió en la pantalla del celular.

El Martes llegó más tarde de lo habitual, aunque Jake no disfrutaba de llegar tarde tuvo que comprobar si las ligeras sospechas de que Sunghoon se estaba sentando a su lado a propósito eran de hecho reales. Si lo analizaba no era tan sorprendente porque Park era un beta que aparentemente no se veía afectado en lo absoluto por su aroma, pero era extraño que buscara sentarse a su lado específicamente tomando en cuenta que no interactuaba con él... antes nadie había actuado de esa forma y Jake estaba habituado al desprecio. La confusión lo estaba carcomiendo. 

Durante ese tiempo, Zhou y Park no habían hablado en lo absoluto. Los amigos que parecían ser de Xinyu se habían distanciado de Sunghoon. Jake notó entonces que tampoco nadie hablaba con Park, y aunque tenía mucho miedo de mal interpretar la situación,  sólo quería comprobar lo que estaba pasando. Una pequeña esperanza crecía en su pecho, una que intentó enterrar profundamente apenas la notó porque lo hacía sentir intranquilo. 

Sólo tenía diecinueve años, no era un pecado que Jake quisiera sentirse aceptado. Era joven, quería hablar con Park Sunghoon. Cinco minutos antes de iniciar la clase, Sunghoon se apoyaba contra la pared al lado de la puerta. Esa vez Jake se detuvo a su lado y aunque le costó toda su determinación, le sonrió.  Sunghoon no le devolvió la sonrisa, no parecía disgustado pero igualmente se desanimó un poco. 

Por supuesto, por la hora ya no habían muchos asientos disponibles, Jake decidió seguir las normas no verbalizadas de su clase y se sentó en el último asiento al fondo de la primera fila, justo en la esquina. Había un asiento vacío frente a él  y uno a su izquierda. Park Sunghoon entró al salón, por un momento Jake pensó que escogería uno de los asientos dispersos pero no, Sunghoon se sentó a su lado y el corazón de Jake dio un vuelco. 

Qué incómodo era, que pequeño se sentía. No veía bien desde tan lejos, por eso siempre se sentaba el frente. 

Entrecerraba los ojos y estiraba el cuello buscando entender lo que había en el pizarrón. Por única ocasión usaba lápiz porque al no tener a nadie a quien pedirle los apuntes más tarde, sabía que tendría que investigar por su cuenta. Unas cuantas veces se giró un poquito, mirando a Sunghoon, el cabello oscuro le cubría un poco el rostro pero, demasiado tímido para preguntar simplemente se quedó callado. 

Borraba, escribía, borraba y volvía a escribir. 

El timbre sonó, no pasaron ni cinco minutos y el siguiente profesor ya había entrado. Jake se sintió derrotado de una forma en la que no había sentido en mucho tiempo, contempló la idea de pasar todo el día batallando con letras pequeñas y se arrepintió de haber llegado tarde a propósito a sabiendas de que nadie guardaba un sitio para aquellos que no eran sus amigos. 

Para la hora del almuerzo, el salón comenzó a vaciarse, Jake se tomó su tiempo para guardar sus cosas en completa derrota. Se propuso ni siquiera salir de ahí porque no iba a volver a cometer la estupidez de llegar tarde y el salón quedó desierto. 

De pronto, un cuaderno  cayó suavemente sobre la paleta de su butaca y Jake saltó, sorprendido. 

—Tómales foto.

—¿Disculpa? —preguntó Jake, reacio a tocar el cuaderno.

—Te vi batallar para tomar apuntes, no me puedo concentrar sabiendo que apenas puedes ver el pizarrón. Por favor toma fotos. 

Jake guardó silencio un segundo, pero al ver que Sunghoon no lo miraba directamente a los ojos terminó por sacar su teléfono y empezó a sacar fotos de los apuntes del día. Cuando terminó con esa materia le devolvió el cuaderno y Sunghoon le extendió el siguiente hasta que finalmente estuvo al día. 

 —Gracias.

—La próxima vez busca un asiento en el frente. 

Sunghoon se dirigió a la puerta pero Jake no pudo evitarlo y tomó su muñeca.

—Espera, ¿porqué buscas sentarte a mi lado?

Sunghoon se soltó de su agarre. 

—Estás imaginando cosas, Sim. 

Sin embargo, Sunghoon volvió a sentarse a su lado cuando volvieron del almuerzo. ¿Qué diablos estaba pasando?

Somnipresor: Combinación de supresor y somnífero, se usa para dormir los instintos de un omega/alfa e impedir lo más posible que un lobo reaccione a los estímulos del ambiente. Jake los usa para dormir a su alfa y los combina con supresores en spray (especiales para camuflar olores) y supresores inyectables que en este caso Jake mantiene cerca en todo momento en caso de emergencia. 

Los supresores para omega y alfa no tienen la misma composición químicamente.

Los somnipresores son un concepto que me inventé, no los he visto en otro lado pero si encuentran un concepto similar háganmelo saber jsjsjs.

...

N/A: Disculpen si tiene algún error por ahí, la ortografía y yo no somos amigos. Debo decir que va a pasar un ratote hasta que se sepa porqué Sunghoon está actuando así, pero definitivamente tiene sus motivos.

Espero que les haya gustado y viva Jake top. 

Sin más que decir, Robin fuera.