Fuegos Artificiales
—¿Estás bien?—Conner le pasaba una taza de café a Tim, quien se notaba demacrado y con las ojeras de un panda.
—No sé ni cómo me siento—Tim tomó la taza caliente entre sus manos, el olor del café llega hasta su nariz logrando relajar sus músculos.
—Es Stephanie—el chico solo asintió con la cabeza dejando más malhumorado a superboy—. Nuevamente se fue antes de que te levantaras.
Tim solo aparto la mirada, odiaba que Conner pudiera leerlo muy bien, era como si estuviera con Cass en la misma habitación.
—Ella parece que se quiere alejar de mí, pero no me dice nada. No entiendo si se está tomando un tiempo, si solo no me quiere ver o quiere romper conmigo—se supone que él es uno de los mejores detectives de Gotham, ¿cómo es posible que no pueda resolver esto?
Conner solo escucha a su mejor amigo en silencio, no era la primera vez que sucedía eso y él dudaba que fuera la última. Tim necesita que le levanten el ánimo; ya le dió café eso significa que ya le levantó un poco el ánimo.
—"Kon, recuerda que vamos a la feria, mamá dijo que me llevarás"—recuerda la voz fastidiosa de Jon y eso le da una idea.
—Vamos a la feria de Metrópolis—era más una orden que una sugerencia, Tim solo levantó una ceja por lo que dijo Conner—. Es domingo y necesitas distraerte, qué mejor forma que la feria.
Probablemente Lois use kriptonita contra él por no llevar a Jon. Pero Tim vale más la pena.
Una sonrisa pequeña apareció en los labios de Red Robin.
—Está bien, vamos a la feria.
Superboy pensó que su plan era horrible y demasiado improvisado, como su proyecto de bimestre, pero salió mejor de lo que pensaba.
Tim y él iban a todas las atracciones que ofrecía el lugar y jugaban esos juegos con trampa típicas de una feria.
—Derriba los envases y te llevas el peluche—fue lo que dijo el señor al ver cómo ellos se acercaban, Tim y Conner se veían a los ojos con complicidad.
—Deme un juego—fue lo que dijo el más alto dejando diez dólares en el mostrador.
—Tienes tres oportunidades muchacho—dejo tres pelotitas de color rojas a la par del billete de diez dólares mientras tomaba ese mismo.
—Solo necesito una—fue lo que dijo el chico. Tim tomó la otra pelota.
Con un movimiento con un poco de su súper fuerza, Conner logró derribar su objetivo.
—¿Y mi premio?—el señor estaba todavía saliendo de un estado de shock, había pegado las botellas, era imposible derribarlas.
—Mi turno—Tim arrojó la pelota que tenía en sus manos, haciendo que rebotará en varios lugares del puesto hasta que topó en un lugar estratégico en la otra pirámide de botellas haciendo que estás cayeran.
—Serían dos premios—Superboy sonreía triunfante al señor. Hasta que notaron la última pelota que habían olvidado—. Bueno ahora pueden ser tres.
Conner no tomó mucha importancia a la última pelota así que con solo con dos dedos la lanzó dando en el blanco.
—Deme el peluche gigante—la voz de Tim sacó a Kon de sus pensamientos viendo como el chico agarraba un oso de peluche enorme de color blanco, la sonrisa de Red Robin era una de las más brillante que había visto. No sabía cuánto tiempo se había quedando viendo a su amigo hasta que dijo:
—Conner, ¿estás bien? Tienes las mejillas sonrojadas y estás sonriendo como un idiota—Superboy reaccionó y se recompuso rápidamente.
—Estoy bien, solo pensaba en que podíamos ir a comer algo.
Jackson no le dió mucha unos la respuesta y dijo:
—Por mi está bien, creo que Robin también tiene hambre—dice entre risas refiriéndose al oso de peluche.
Caminaron por un par de puestos antes de ver una figura familiar.
—¡Bart!—dijeron al mismo tiempo haciendo que ellos rieran. El mencionado solo los volteo a ver y con una sonrisa grande saludo con una mano. Impulso estaba comiendo unos cinco hot dogs, un par de churros y manzanas acarameladas.
—¿Cómo están, chicos?—Fue demasiado imprevisto su encuentro pero aún así disfrutaron juntos la tarde de juegos. Superboy sonreía como tonto casa vez que Tim lo hací, mostrando aquella sonrisa que tanto adoraba y quedaba fascinado con las estructuras mecánicas de los juegos.
Impulso noto eso, así que ideó un plan rápidamente diciendo que tenía otro compromiso y que ya llegaba tarde, pero podían quedarse juntos viendo los fuegos artificiales. El chico solo le guiñó un ojo a Conner antes de irse sin contar que se llevó al Robin oso con él, dizque para que no lo perdieran.
El momento quedó algo incómodo, pero aún así quedaron juntos a buscar un lugar para ver los fuegos artificiales.
Cuando buscaban un lugar Tim quedó paralizado en su lugar, su mirada azul se apagó, su respiración comenzaba acelerarse, Conner podía escuchar como el corazón de Drake latía rápidamente parecía que… Y cuando lo noto, Tim estaba corriendo del lado contrario con un sollozó atrapado en su garganta.
Superboy comenzó a buscar a su alrededor lo que había causado que Red Robin actuará de esa manera. Era Stephanie, estaba con…
La sorpresa y la decepción cruzaron por su rostro rápidamente. Spoiler: Estaba con Cass, ellas se estaban besando. No sabía si estaba decepcionado por el actuar de la rubia o que le estaba siendo infiel a Tim con la hermana de este.
Luego iba a arreglar ese problema, ahora tenía que ir con Tim.
Uso súper oído para localizarlo rápidamente. En la feria había ruidos de todo tipo, pero pudo escuchar el llanto de alguien junto con el ritmo cardíaco demasiado elevado de su amigo.
Corrió hasta encontrarse con Tim, estaba alejado de la multitud, detrás de la carpa de la venta de churros. Por lo menos agradece que Impulse no estuviera aquí o iría directamente por la comida.
—Tim—el chico levantó la cabeza al escuchar su nombre.
—Ella… ella—Drake no encontraba las palabras pero Conner no las necesitaba, solo lo abrazo fuertemente mientras Tim se lo devolvía con fuerza dejando salir más fuerte su llanto mientras con sus manos tomaba con firmeza la tela de la camisa negra de Superboy.
Conner solo dejó que Tim se desahogará hasta que se calmó lentamente. Sus sollozos comenzaron a parar, los latidos se tranquilizaron y solo recostó su cabeza en el hombro de él para dejar de arrugar el tema entre sus manos.
—Soy patético—fue lo único que dijo Drake siendo su voz amortiguada por el hombro del clon.
—No lo eres.
—Entonces, raro.
—Tampoco lo eres—los dos se vieron a los ojos un tiempo.
—Claro que sí, yo…— se señaló a sí mismo varias veces—solo soy un impostor, alguien que se viste como chico, actúa como uno, usa el pronombre de uno, ¡Soy un bicho raro! Tal vez por eso Stephanie prefiere estar con Cass que es alguien normal y femenina… mientras yo.
Tim solo abrazó sus piernas mientras escondía su rostro en ellas.
—Entonces yo soy peor que un bicho raro—Conner se sentó a su lado, Tim levantó un poco la cabeza para ver qué decía—. Soy mitad alien y mitad humano, eso es raro, sin contar que hijo de dos hombres que biológicamente es imposible, nací en una laboratorio, eso es más raro.
—Claro que no… solo te hace interesante.
—Voy a hacer como que te creo—fue lo único que dijo el mitad kryptoniano—. Además me gusta un bicho raro, entonces eso tiene que ser más raro.
El silencio entre ellos se hizo presente no fue incómodo, solo disfrutaban del silencio. Pero las mejillas teñidas de rosado y la sonrisas fugaces de ambos delató algo.
—Entonces, ¿te gusta un bicho raro?
—Yo lo considero la estrella más brillante de todas las galaxias, pero básicamente si. Me gusta—se acercaron al otro lentamente. Superboy con la sonrisa coqueta con la que se caracteriza dice—. Me gustas.
Antes de darse un beso, Tim se aparta y le da un beso en la mejilla. Conner queda sorprendido, pero aún sin así sonríe como un tonto cuando ve como Drake vuelve a su lugar con las mejillas sonrojadas con las lágrimas secas en ellas.
—Vayamos lento, aún tengo que arreglar cosas de mi relación fallida—dice el chico maravilla con la mirada baja esperando una respuesta del contrario.
—Entonces vamos a ir con, ¿pasitos de bebé?—preguntó Conner recordando las palabras que escuchó de Lois decirle a Jon cuando él apenas aprendía a manejar la bicicleta, no sabía muy el significado, pero queda muy bien la situación.
—Mejor las de un niño ya grande—sonrieron al contrario cuando el ruido de los fuegos artificiales interrumpen el ambiente que crearon y rompe su burbuja — Pero por ahora, disfrutemos este momento.
Se tomaron de las manos fuertemente para ver la pirotecnia en el cielo. Tim colocó su cabeza en el hombro de Conner disfrutando la comodidad y Conner colocó su brazo alrededor de su chico maravilla para que Tim se sienta mejor.
Sonrieron al cielo disfrutando el espectáculo juntos.
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