Capítulo 2
Estaba sentada sobre el césped bajo la sombra de uno de los tantos enormes robles que rodeaban la universidad y no podía concentrarme ni siquiera en poco en libro de filosofía que reposaba sobre mis piernas no lograba comprender el primer párrafo mi mente divagaba desde mi cumpleaños. Eche una mirada hacia mi pecho donde descansaba el collar aun a través de mi blusa sentía como este emitía un calor extraño no quemaba, pero era una cierta calidez que se supone que un collar no debe de dar.
Alguien se dejo caer al lado mío gire el rostro para ver quien era el que se atrevía a interrumpir mis pensamientos y unos ojos color avellana me devolvieron la mirada.
-Hola pequeño fuego-hablo Beck con una ligera sonrisa en el rostro.
-Así que hace unos días era pequeña flor y ahora soy pequeño fuego, déjame decirte que eres muy malo para los sobrenombres-puse los ojos blancos.
-¿Qué te sucede? Déjame decirte que es un excelente sobrenombre, es perfecto para ti.
-¿Enserio? Sabes muy bien que el fuego esta relacionado con el rojo y a menos que seas daltónico mi cabello no es rojo-tomé un mechón de mi cabello castaño y lo moví frente a sus ojos.
-Cierto tu cabello no es rojo pero que me dices de ese hermoso collar con ese impresionante rubí que esta alrededor de tu cuello. Es imposible no notarlo así que ya esta dicho pequeño fuego así es como te voy a llamar-me dirigió una sonrisa socarrona.
-¡Vaya! ¿y como te voy a llamar a ti entonces?
-Mmm buena pregunta-acaricio lentamente su mentón-que tal Sr. Sexy.
-¿Alguna vez te han dicho que tienes el ego muy alto? -mencione burlonamente- estas loco si crees que te voy a llamar así ricitos.
-Nunca está de más tener la autoestima alta-guiño un ojo en mi dirección había que admitir que era realmente guapo, pero no iba a ser yo la que se lo confirmara, había que admitir que esa ligera barba lo hacía verse realmente irresistible.
Unos murmullos hicieron que detuviera mi escaneo sobre Beck a unos cuantos metros a en la orilla de la pista de correr se encontraba Margaret con unos cortos shorts guindas, camiseta blanca y una coleta alta que sostenía sus tirabuzones rubios de muñeca, a su lado estaban su par de amigas Lilian y Olivia ambas con el mismo uniforme que Margaret, pero había que admitirlo ninguna de las dos se veía tan bien como ella. Los rosados labios de Margaret estaban en una mueca que iba dirigida hacia mi y sus amigas a su vez me dirigían miradas despectivas examinándome de arriba a abajo.
-Sera mejor que me vaya-dije a la vez que guardaba mis libros en mi mochila.
-¿Qué por qué? ¿dije algo malo? -hablo Beck mientras se ponía de pie al mismo tiempo que yo.
-Tengo cosas que hacer en casa-intente rodearlo, pero me tomo de la muñeca impidiéndomelo.
-Si es por ellas solo ignóralas-cabeceo en dirección a Margaret y sus amigas.
-Debes de saber que a esas tres no se puede simplemente ignorarlas, están en la cima de la cadena alimenticia.
-Solo te miran así por mi culpa, he ignorado por semanas a Margaret al parecer espera que la invite a salir lo cual obviamente no hare porque no estoy interesado-hablo a la vez que acariciaba con su pulgar mi muñeca. Un silbatazo hizo que retirara mi vista del hipnótico movimiento que hacia Beck en mi muñeca.
-Lo siento, pero en serio tengo que irme, mi auto se descompuso y tengo que caminar a la parada del autobús-me aleje sin pensarlo mucho, tenía que caminar varias cuadras para llegar a la parada del autobús.
Bendita fue mi suerte cuando empezó a llover a cantaros cuando solo me faltaban pocas cuadras para llegar a mi destino, me refugié en un callejón que había entre dos edificios y vi correr a la gente intentado protegerse de la lluvia. El sonido de botellas estrellarse en el piso hizo que diera un brinco en mi lugar, talvez un gato había tirado por accidente esas botellas di unos cuantos pasos en dirección del sonido. Si había un gato ahí no podía permitir que se siguiera mojando podría meterlo fácilmente en mi mochila para resguardarlo del agua, justo cuando me acercaba mas al contenedor de basura de donde había provenido el sonido, una criatura se alzo frente a mi media casi dos metros aun a pesar de estar ligeramente encorvada su piel era negra la textura de su cuerpo era como la de carbón áspera y dura, unos ojos con las pupilas dilatadas oscuras me observaron y me hipnotizaron sin darme tiempo a reaccionar cuando sus manos con dedos largos como garras me tomaron del cuello y me alzaron varios centímetros del suelo.
Encaje mis uñas en su muñeca y brazo en un intento desesperado que me soltara, pero no lo lograba, puntos negros empezaron a nublar mi visión y pensé que ese sería mi fin pensé en la abuela, papá y Kat, no sabía cómo mi padre se recuperaría del golpe si algo me pasaba de pronto oí el filo de una espada ser desenvainada sobre el ruido que yo hacía al intentar llevar más aire a mis pulmones sin mucho éxito. La criatura alzo la vista mostrándose molesta y me arrojo con fuerza contra el contenedor de basura, mi espalda impacto duramente contra el metal empecé a toser por el aire recuperado en mis pulmones y dirigí mi vista a quien había logrado que la criatura me soltara.
Las gotas de lluvia nublaban un poco mi vista, pero no era tan ciega para darme cuenta que frente a mi se encontraba Beck con una enorme espada que se veía tan afilada que con tan solo el echo de mirarla podías cortarte. El horrible monstruo se abalanzó sobre Beck, pero este fue más rápido y se movió a un lado a la vez que le cortaba un brazo a esa horrible bestia, la criatura dio un grito chillante no dándose por vencida y aun mas furiosa por la perdida de su extremidad volvió a intentar otro movimiento con el brazo que le quedaba, pero de nueva cuenta Beck fue más rápido y clavo su espada en el pecho del monstruo acabando con él, este se empezó a desvanecer como humo como si nunca hubiera estado ahí.
Beck guardo la espada en una funda que estaba sujeta a su cintura y corrió hacia mí, se arrodillo frente a mí, sus manos me ayudaron a sentarme y sus manos empezaron a palpar mis brazos, torso y piernas en busca de alguna herida. Finalmente, sus manos tomaron delicadamente mi rostro entre ellas y me dirigió una mirada culpable y llena de preocupación.
-¿Qué rayos fue eso? -hable con voz ronca pues mi garganta aún seguía adolorida.
-En serio lo siento, fui demasiado descuidado no debo de dejarte por ahí sola cuando aún no estas entrenada-hablo ignorando mi pregunta.
-Beck no ignores mi pregunta, ¿Qué era eso? ¿y de donde sacaste esa espada? ¿Cómo sabias que estaba aquí?
-Haces demasiadas preguntas, ven aquí tengo que llevarte a un lugar seguro para curar ese rasguño en tu cuello-respondió a la vez que pasaba ligeramente su mano por el lugar donde seguramente estaba herida.
Beck se levanto a la vez que con sus brazos rodeaba mi cintura y me daba el suficiente impulso para ponerme de pie. Tropecé torpemente con mis pies y recargué las palmas de mis manos sobre su ancho pecho.
-Despacio yo te sostengo-dijo con una media sonrisa en el rostro.
Salimos del callejón yo aun recargada en Beck por el dolor de mi espalda las calles se encontraban casi vacías debido a la lluvia al parecer nadie había sido testigo de lo que paso ahí y personalmente creo que era lo mejor.
Beck me subió en el asiento de copiloto de un Jeep negro que estaba estacionado a unos cuantos metros de nosotros, el rodeo la camioneta y cuando abrió la puerta del conductor se quitó el cinturón con la espada y la arrojo al asiento trasero, subió a mi lado y metió las llaves en el contacto de la camioneta. Me relaje un poco en mi asiento viendo pasar las calles frente a mi sin notar a donde nos dirigíamos, lo único que quería era respuestas y no podía alejarme de Beck hasta que el me diera algunas de ellas.
Hola a todos, nuevo capitulo de Fuego Helado espero les guste y déjenmelo saber dejando su estrellita. Se que dije que las actualizaciones iba a ser dos veces por semana pero creo que lo voy a cambiar a solo una vez por semana por cuestiones de trabajo y escuela.
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