6.- Fuego
Nos dirigimos en los autos hacia el club que frecuentamos. Esta noche hay mucha más actividad que de costumbre pues hay música en vivo de un famoso DJ noruego que a Alice le gusta mucho.
Nos acomodamos en un banco acolchado de color rojo y negro. Más allá, la pista está desbordada de personas bailando al ritmo de la intoxicante música electrónica. Vali mira todo a su alrededor.
—¿Nunca habías estado en un club nocturno? —le grito por encima de la música.
—¡NO! —me responde gritando también.
Me pongo de pie para ir por las bebidas y Alice me acompaña.
—¡Una jarra de margarita y 4 cervezas! —le grito al bartender que me hace una ceña.
—¿Cres que sea seguro dejar a Vali solo con Helen? —me pregunta Alice conteniendo la risa.
Miro en dirección de nuestra mesa y los observo conversar.
—Esperemos que se sepa defender. —respondo mientras reímos.
—¿John no te ha llamado? —me pregunta mientras nos giramos de frente a la barra.
—Lo hizo.
—¿Y?
—Dijo que mañana necesitaba hablar conmigo.
—¿Te pidió perdón?
—Más de diez veces. —comento sonriente.
—¿Por qué no lo invitaste a venir con nosotras esta noche?
—Porque aún no sé si perdonarlo, no creo que pueda con un hombre celoso.
—¿Y con uno que no deja de mirarte? —pregunta mientras yo la miro confundida.
—¿Cómo dices? ¿Quién me está mirando?
—No mires hacia allá, pero Vali no aparta su mirada de mí.
—Es por culpa de este vestido Alice, ya sabes lo que sucede cada vez que me lo pongo.
—Los hombres babean por ti y tu ni caso les haces, así que da igual.
Pero no da igual. Me giro hacia Helen y Vali y lo sorprendo mirándome. Pero hay algo diferente en su mirada. No es la de un depredador hambriento. Es de algo más que no sé identificar. Recogemos nuestro pedido y regresamos a la mesa. En cuanto me siento tomo una cerveza y me la bebo de una sola vez.
—¡Hey! ¡Ve despacio! —me reprende Alice mientras ella y Helen no dejan de reír.
—Estaba comentando con Vali lo afortunado que fue de que lo encontraras cerca de tu cabaña. —comenta Helen.
Eso me confirma que estaban hablando de mi mientras no estaba en la mesa.
—Sí, estoy eternamente agradecido con ella por haberme salvado la vida, en dos ocasiones.
—Es mi deber. —murmuro sonriente.
No me pasa desapercibido el cambio en el semblante de Vali y ahora luce algo más serio.
—¿Siempre quisiste ser cirujana? —pregunta mientras le da un sorbo largo a su cerveza.
—Sí. Desde que tengo uso de razón, siempre he querido poder ayudar a los demás.
—Curioso. —murmura en voz baja.
—Desde pequeña veía a mi padre atender a los animales. Al principio quería ser como él, pero a medida que fui creciendo, mi pasión cambió a ayudar a las personas.
—Es una nerd. —responde Alice riendo a carcajadas y yo la golpeo por el hombro conteniendo la risa.
—¿Nerd? —inquiere él sin entender.
—Terminó los estudios mucho antes que cualquiera y es una enciclopedia con respecto a medicina, lo que le preguntes, lo sabe.
—Interesante.
Vali se bebe toda su cerveza y se queda mirándome fijo. Sé que no debo mirarlo a los ojos, pero me encuentro atrapada por su mirada que hace que mi sangre hierva en las venas.
—¡Hora de bailar! —grita Helen mientras tira de mi mano para levantarme.
Su distracción, es justo lo que necesito en este momento. Alice se pone de pie también, pero Vali se queda sentado.
—¿No vienes? —inquiero curiosa.
—No gracias, bailar no es lo mío. —murmura mientras se recuesta al sofá acolchado.
Me encojo de hombros y salimos rumbo a la muchedumbre que mueve sus cuerpos al suave ritmo de la música.
—¡Me gusta esta canción! —le grita Helen a Alice por encima de la música.
—Es su nuevo tema, Fire. Tiene una letra muy profunda.
Escucho con atención la letra de la intoxicante melodía que comienza a retumbar en mis oídos. Habla sobre el fuego que sientes cuando tocas a alguien. Cierro los ojos y a mi mente viene el rostro de Vali. No sé porque pensar en fuego, me hace evocarlo a él. No es como si sintiera algo por él. Sí, es muy atractivo, pero nada más. John también me hace sentir el mismo calor cuando me toca, aunque aún pensar en él me molesta un poco. Su comportamiento celoso espero que solo haya sido momentáneo y me pida perdón.
—¿Por qué el vestido que llevas está prohibido? —Vali susurra las palabras en mi oído y su aliento cálido me hace estremecer.
Me giro y me quedo congelada mientras me encuentro atrapada por su mirada y la sonrisa seductora que les brinda a todas las mujeres sin siquiera saber lo que provoca en ellas. Y Justo ahora, estoy comenzando a sentir el efecto. No se si ha sido producto de la bebida, pero mi corazón se acaba de desbocar y estoy comenzando a hiperventilar. Y justo ahora, mientras me pierdo en su mirada, puedo sentir las chispas saltar entre nosotros como una electricidad impalpable que nos rodea.
—¿Dónde escuchaste eso? —pregunto nerviosa mientras mi mirada se dirige hacia su boca de labios turgentes que desde que lo conocí, me invita a besarla.
—Tu amiga Helen no paraba de hablar y me entró la curiosidad.
—Porque es un imán para atraer a hombre pervertidos y peligrosos—respondo sin pensar y Vali ríe a carcajadas mientras se acerca a mí y comienza a moverse lento al ritmo de la música electrónica—. ¿Pensé que bailar no era lo tuyo? —comento mientras retomo mis movimientos ahora más lentos.
—No lo es, pero estás atrayendo mucho la atención con esos movimientos que estás haciendo.
Miro a mi alrededor y puedo ver a varios hombres mirándome con deseo y lujuria en sus miradas. Nunca me ha gustado que me miren de esa forma, como si fuese un pedazo de carne destinado a satisfacer sus deseos carnales y nada más.
—¿Has venido a protegerme? —inquiero curiosa alzando una ceja.
—Tengo que pagarte de alguna forma el que me hayas salvado la vida en dos ocasiones.
—Bien—no sé porque lo hago, pero subo una de mis manos hacia su cuello —. Sigue el ritmo entonces.
—No me gusta cómo te miran los hombres a nuestro alrededor. —susurra acercando su rostro al mío y enredando una mano en mi cintura mientras frunce el ceño mirando hacia la multitud.
Cada vez que nos tocamos mis dedos arden y siento el fuego por dentro, justo como dice la letra de la canción. No puedo dejar de mirarlo a él. Me he quedado atrapada por el calor de su cuerpo contra el mío. Bajo mi mirada hacia su cuerpo escultural que se asoma por la camisa entreabierta. Me muerdo el labio inferior mientras mi mano curiosa se acerca hacia su pecho bronceado y acaricio el contorno de su tatuaje. No sé que estoy haciendo, solo sé que su piel es como el fuego y me siento irrisiblemente atraída por él.
—Eres tan caliente. —murmuro mientras levanto mi mirada hacia la suya.
—Brenda, ¿qué haces? —me pregunta mirándome a los ojos y aferrando mi mano curiosa lejos de su cuerpo.
—No lo sé. —confieso mientras me es imposible apartar mi cuerpo o mi mirada de él.
Lo que hago no es correcto, lo sé. Pero cuando estoy junto a él, pierdo el control de mis acciones y no pienso correctamente.
—¿Tu novio no se pondrá celoso si nos ve así?
—No es mi novio—respondo algo enojada al recordar que aún estoy disgustada con él.
—Pero estás en una relación con él.
—Sí. —susurro, pero justo ahora comienzo a replantearme si de verdad quiero esa relación.
—Creo que ha sido demasiado para ti. —murmura mientras me aferra protectoramente contra su cuerpo y me saca de la pista de baile.
Solo me he tomado una cerveza, nada más, dos si cuento la de la cena. Tengo una alta resistencia a las bebidas, no suelo emborracharme con tanta facilidad. Sé que no estoy borracha. Es solo el efecto que el produce en mí que me afecta de una forma inexplicable.
—No estoy borracha. —murmuro mientras intento apartarme de su abrazo.
—Lo sé. Vamos afuera, necesitas tomar aire y apartarte de mí.
Caminamos entre la multitud hacia afuera del club. El aire fresco de la noche revuelve mi cabello y Vali se separa de mi poniendo varios metros de distancia entre nosotros. A medida que se aleja hacia un callejón oscuro, siento como la electricidad desaparece y la atracción que sentía por él también. Ya no siento ese irrefrenable deseo de tocarlo. Sé que esto tiene que tener alguna explicación. Camino en su búsqueda. Doy unos pasos dentro del callejón y agudizo mi visión.
—¡Detente! —siento su voz desde lo más lejos.
—¡Vali! ¿Qué es lo que acaba de suceder?
Puedo verlo bien lejos de mí, dándome la espalda y con la mirada agachada hacia el suelo.
—Acabas de ser víctima de uno de mis poderes. —doy varios pasos silenciosos acercándome a él.
—¿Qué? —acaso yo escuché bien.
—Se supone que no debo estar cerca de los mortales. Al menos no tanto. —no estoy entendiendo nada.
—¿Mortales? ¿De que estás hablando? —me acerco rápidamente a él y lo giro por el brazo.
Entonces me enfrento con su mirada y doy un paso atrás. Sus ojos, antes color café, ahora relucen con fuego crepitante. Y una vez más no puedo apartar mi mirada de la suya.
—No debes estar tan cerca de mí. —murmura mientras yo doy otro paso en su dirección y él no se mueve.
—¿Qué eres? —inquiero curiosa deteniéndome a escasos centímetros de distancia.
—Un ser peligroso. —responde con voz grave.
—¿Me harás daño? —inquiero preocupada por el tono de su voz.
Sus manos suben hacia mis mejillas y me acaricia. Puedo sentir mucho calor en su contacto.
—Nunca le haría daño a una persona que me haya salvado la vida.
Sus palabras se pierden en el oscuro callejón. No escucho nada más que mi respiración acelerada. No siento nada más que el calor abrazador de su contacto en mi piel. No aparto mi mirada de la suya mientras me pregunto, ¿qué criatura fantástica puede ser?
—¿Cuántos años tienes? —inquiero curiosa.
—Dos milenios. —sus palabras me dejan en shock.
Debería pensar que estoy tratando con una persona con problemas de cordura. Pero tengo las pruebas justo delante de mí.
—Mencionaste algo de que no puedes estar cerca de los mortales, ¿eres inmortal? —hay algo que no entiendo.
—Lo soy.
—¿Y porque necesitaste que te curara las heridas?
—Este no es lugar para tener esta conversación.
—De acuerdo, espérame aquí.
Regreso dentro del club y busco a Alice y a Helen y las encuentro en el centro de la pista moviendo sus cuerpos y disfrutando de la música y el ambiente.
—¡Me tengo que marchar! —les grito por encima de la música.
—¿Dónde está Vali? —pregunta Helen mirando hacia todas partes.
—No se encuentra bien, creo que no esta acostumbrado a la cerveza. —murmuro con una sonrisa.
—Te lo dije Alice, te dije que Brenda se lo iba a llevar a la cama. —las ignoro mientras comienzo a reír junto a ellas.
—Me lo llevo, pero para que descanse, nos hablamos mañana. —me despido de ellas y salgo en busca de Vali.
Lo encuentro en el mismo lugar que lo dejé.
—Vamos, hablaremos en mi apartamento.
Le tiendo la mano y él duda antes de tomarla. En cuanto su piel hace contacto con la mía, vuelvo a sentir el intenso fuego quemándome. Ahora sé que no es normal que sienta esto y que tiene un explicación lógica y científica.
Vali no es de este mundo.
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Este capítulo está dedicado a Michi987 CarmenAscanio7 Estherlopez21 SherCanepa
¿Que creen que sea?
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Xoxo🐦⭐
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