17.- Hermanos
Paseamos por los alrededores de las granjas y le muestro todo a Vali que no deja de sonreírme. Nos detenemos debajo de un gran manzano a comer lo que he traído. No sé como he resistido tanto tiempo sin comer nada. La sola presencia de Vali inhibe mi apetito.
Esta atardeciendo cuando regresamos por la costa y le enseño a lo lejos donde viven mis hermanos.
—¿Cómo son tus hermanos? —me pregunta cuando nos detenemos en el mirador, cerca de la casa.
—Molestos y odiosos—respondo mientras nos bajamos. Atamos las riendas a un poste y caminamos hacia la orilla de la costa por el pequeño muelle de madera.
—Como todos los hermanos.
—No hay nada peor que tenerlos de hermanos, ya te lo digo.
—¿Son sobreprotectores contigo? —pregunta mientras nos sentamos en el muelle a la orilla del mar, yo entre sus piernas.
—Ni te imaginas.
Vali aparta el cabello de mi cuello y me da un beso en el hombro. Me baja la manga de la camisa que llevo anudada y me sostiene por el cuello. Giro mi rostro hacia él y veo clara su intención. Acerca su boca a la mía y yo cierro los ojos ante su cercanía. Su barba roza mis labios y su lengua se desliza con suavidad por estos.
—¿Puedo besarte? —susurra contra mi boca.
—¿Tienes que pedir permiso? —pregunto de regreso.
—Ya sabes lo que sucederá si lo hago—responde con voz ronca.
—¡Bebé! —el grito hace que empuje a Vali lejos de mí.
—¡No puede ser!
Vali cae acostado riendo a carcajadas y yo me pongo de pie a toda velocidad.
Observo a mis hermanos bajar de sus caballos con un salto y correr hacia mí. Anders llega primero, me carga y me da vueltas por los aires. Cuando me suelta Fredrik me aprieta contra él sin darme tiempo ni siquiera a respirar.
—Te hemos extrañado mucho hermanita—afloja su agarre de mi pero no me aparta de su lado.
—Sí, extrañábamos molestarte—Anders se acerca y me aprieta por el otro lado.
—Que pesados son. ¡Déjenme respirar!
—Sabes que no podemos hacerlo.
—Le harán daño si no la sueltan—la voz de Vali hace que mis hermanos miren hacia allí.
Aún está sentado en el muelle, ni siquiera se ha inmutado por ponerse de pie. Anders y Fredrik me sueltan y se acercan a él.
¡Oh dios!
Se detienen junto a él y lo miran desde arriba.
—Papá nos dijo que habías traído un amigo de la ciudad contigo—comenta Anders.
Papá no tiene ni idea de nada. Quizás sospeche algo y quizás mamá le esté contando justo ahora. Así que dejaré que continúen pensando eso.
—Te apuesto lo que sea que es actor—replica Fredrik.
—Y yo te apuesto que no sabe montar. ¿Mi hermana te está enseñando a montar?
Vali y yo intercambiamos una mirada y él sonríe con diversión. No puedo creer que mis hermanos le causen gracia. Ni siquiera se siente intimidado por ellos.
—Hace lo que puede, no puedo ser bueno en todo—responde encogiéndose de hombros.
—Veamos si has aprendido algo, ¿una carrera hasta la casa?
Vali suelta una risa contenida, se apoya en un brazo en el muelle y se pone de pie. Observo como mis hermanos intercambian una mirada ante el imponente físico de Vali. Creo que sentado no le calaron bien las medidas. Contengo la risa mientras Vali los mira a ambos de forma alterna.
—Que vamos a apostar—no puedo creer lo que estoy escuchando.
—Vali, no creo que eso sea...
—Bebé, deja que arreglemos esto entre hombres—intenté advertirles y detener esto, pero que va.
Me callo la boca. Ellos no tienen idea de lo que están haciendo y mucho menos contra quien están apostando. Así que doy un paso atrás y dejo que mis hermanos se las arreglen como puedan.
—Si ganas—comenta Anders—, no te molestaremos durante toda su estancia aquí.
—Trato—le tiende su mano.
—¿Qué apostarás tu? —inquiere Fredrik.
—Si gano, tratarán a su hermana como un adulto a partir de ahora y no la molestarán más.
—Muy bien. ¡Vamos!
Mis hermanos comienzan a caminar hacia los caballos y yo detengo a Vali.
—¿Estás seguro de lo que haces? —le susurro.
Él mira hacia mis hermanos que caminan henchidos y orgullosos delante de nosotros.
—Tus hermanos necesitan alguien que les dé una lección.
Cuando llegamos junto a mis hermanos ya estos están sobre sus caballos. Vali toma las riendas del suyo y lo detengo.
—Viniste en Dark, ¿recuerdas? —Vali se me queda mirando fijamente.
—Ah, sí. Para mi todos lucen exactamente iguales.
Mis hermanos ríen a carcajadas y yo contengo la risa.
—Buena suerte—me acerco y le doy un beso en la mejilla—. Dark es el campeón regional de velocidad—susurro en su oído.
Vali me devuelve la sonrisa con diversión antes de subir de un salto sobre Dark.
—Pero si al chico le enseñaron trucos en Hollywood.
—Hay cosas que no se aprenden en Los Ángeles—murmura mientras yo subo sobre el caballo conteniendo la risa. Se colocan uno junto al otro y observo como Vali acaricia el cuello de Dark y le dice unas palabras en la oreja. ¿Qué hace?
—A la de tres. El primero en llegar gana.
—Contaré yo, ustedes son unos tramposos— replico mientras ellos se ríen. Me coloco junto a ellos—. Uno, dos y tres.
Los tres salen disparados a toda velocidad rumbo a la casa. Y yo hago lo mismo detrás de ellos. Esta carrera ya tiene un ganador y ni siquiera mis hermanos se percataron de eso. Llego a la casa unos segundos detrás de mis hermanos. Observo a Vali bajar del caballo de un salto y caminar hacia mí. Me tiende la mano y me ayuda a bajar, a pesar de que sabe que no lo necesito.
—¡Pido la revancha! —grita Anders detrás de nosotros.
—¡Eso no es justo! —replica Fredrik.
—Dejen de comportarse como adolescentes—los regaño mientras Vali enreda una mano en mi cintura— Acepten que perdieron.
—Ganó porque le diste a Dark, de otra forma hubiese perdido, te lo aseguro.
—¡Pero serán ignorantes! Que no ven que él monta caballo a la perfección—ambos se miran percatándose de eso.
—Estaban tan ilusionados con la carrera que no quise decirles nada. Prácticamente nací sobre un caballo—contengo la risa. Seguro que alguna Valkiria lo enseñó. Además, que con la edad que tiene, no creo que nadie pueda enseñarle mucho sobre caballos.
—¿Que le susurraste a Dark en la oreja? —le pregunto en un murmullo.
—Que le daría una manzana si ganábamos—comienzo a reír a carcajadas—. Y ahora voy a reclamar mi premio.
—No sabía que había un premio—susurro pero el no me da tiempo a nada.
Une su boca a la mía. Intento apartarme, pero sus labios ardientes y tentadores barren con mi autocontrol y me derrito entre sus brazos olvidándome de mis hermanos. Le devuelvo el beso encantada mientras enredo las manos en su cuello.
—¡Hey! ¡Es nuestra hermana! —replica Anders en tono furioso.
Siempre ha sido muy celoso y protector con respecto a mí. Vali aparta su boca de la mía y se enfrente a ellos sin soltarme de la cintura.
—Recuerden nuestra apuesta. Traten a su hermana como a un adulto y con el mismo respeto que la trato yo—los mira a ambos muy serio y ellos solo asienten con la cabeza.
Vali se gira hacia mí y entrelaza sus manos con las mías.
—Has intimidado a mis hermanos—le sonrío con cariño.
—En realidad solo les he hecho ver que no eres una niña pequeña—susurra mientras desliza su nariz contra la mía.
—Ah, ya han llegado—intento separarme de Vali al escuchar la voz de mi padre, pero él tira de mi contra su cuerpo—. Veo que ya conocieron al prometido de Brenda—les habla a mis hermanos.
Sí, justo como pensé. Ya mamá le ha contado.
—¡Prometido! —exclaman ambos mirando en mi dirección.
—Espero que se comporten como adultos, aunque sea una vez, ¿de acuerdo? —no creo que se les ocurra desobedecer a mi padre, o desafiar a Vali una vez más.
—Sí papá.
—Está bien.
—Bien, ahora suban a bañarse que el almuerzo está casi listo. Ya saben que su madre no soporta el olor a caballo en la mesa.
Mis hermanos entran en la casa y Vali contiene la risa. Mi padre se acerca a nosotros y le tiende la mano.
—Veo que no te has dejado intimidar por los hermanos de Brenda—Vali toma la mano de mi padre.
—Solo les dejaba claro que ella ya no es una niña.
—Un hombre que sabe defender a su mujer, eso me gusta. Ven conmigo, charlemos un rato.
Mi padre da media vuelta y se encamina dentro de la casa.
—Dale su premio a Dark—me susurra antes de darme un rápido beso y seguir a mi padre.
Me acerco a Dark y lo acaricio en el hocico. Este relincha y mueve su cabeza.
—Sí, ya lo sé, vamos a darte tu premio—tiro de sus riendas y lo llevo hacia el establo para darle una manzana.
Después de eso entro en la casa y saludo a mis cuñadas que están en la sala de estar. La barriga de Rebeca es enorme, le debe quedar poco para dar a luz.
—¿Dónde están mis sobrinos? —inquiero al no verlos gritando y corriendo por toda la casa.
—¿No te lo imaginas? —deben estar en la piscina.
—Iré a saludarlos—salgo rumbo al patio donde se encuentra la enorme piscina.
Y allí están, jugando con sus enormes escopetas de agua. Me detengo cerca de la piscina mirando como se divierten.
—¡Tía! —exclaman al unísono al verme.
Salen corriendo de la piscina y me abrazan con fuerza.
—Pero que grande están—les revuelvo su cabello sin importarme que me mojen toda.
—Tienes que venir más seguido, la abuela te extraña mucho y nosotros también.
—Lo intentaré cariño—le revuelvo el cabello a Víctor.
—Tía, ¿te quedaras unos días con nosotros? —me pregunta William con sus hermosos ojos azules.
—Cariño, no puedo, pero te prometo que regresaré la próxima semana y estaré con ustedes más tiempo, ¿de acuerdo?
—¡Si! —grita William eufórico—. ¡Víctor! Tenemos un invasor en el territorio.
—¡Oh no! ¡No se les ocurra! —les grito retrocediendo.
Pero no tengo tiempo a escapar y comienzan a lanzar agua contra mí mientras yo grito y río intentando evadirlos.
—Chicos salgan y cámbiense que vamos a comer—les grita mi madre y solo entonces dejan de lanzar agua contra mí.
Dejo de correr y camino hacia la puerta mientras el agua gotea de mi cuerpo. Mi madre me mira con una sonrisa divertida.
—Iré a darme un baño rápido.
Subo hacia la habitación y me dirijo hacia el baño. Siento el agua corriendo dentro y empujo la puerta con lentitud. Vali está metido en la ducha y se gira hacia mí al sentir la puerta.
—Ven—me pide con voz seductora.
Entro y cierro la puerta. Me deshago de mi ropa y me uno a él en la ducha. Me quedo mirando sus tatuajes y acerco mis manos hacia su pecho. Las deslizo por su abdomen esculpido y vuelvo a subirlas hasta enredarlas en su cuello.
—¿Por qué estabas mojada?
—Mis sobrinos me han disparado con las escopetas de agua—Vali me sonríe.
—Debes pasar más tiempo con tu familia, se nota que te quieren mucho.
—¿De qué has hablado con mi padre? —inquiero curiosa.
—Le prometí que no te lo contaría.
—¿Cómo dices?
—Me ha dado el anillo de la familia para que te proponga matrimonio de verdad.
—¡Y lo has aceptado! —exclamo incrédula.
—No podía decirle que no, ¿cierto?
—Tienes razón.
No sé qué hacer. Mis padres se están ilusionando con Vali y esa ilusión va a terminar pronto. Tuve que inventarme una historia sobre el compromiso, y cuando él se marche tendré que inventarme otra sobre nuestra ruptura.
—¿Qué sucede?
—No me gusta mentirles a mis padres.
—¿Lo dices por lo del compromiso?—asiento—. No te preocupes, todo se solucionará.
—Mis padres te están cogiendo cariño y apenas te están conociendo, no quiero que se hagan ilusiones con algo que no durará mucho.
—¿Porque dices que no durará?
Lo miro a los ojos y el cierra la ducha.
—Tu regreso a Asgard es inminente.
—Pero no permanente—Vali me toma por las manos—. Tu y yo tenemos algo intenso y profundo. Que vivamos en mundo diferentes no va a ser un obstáculo para nuestro amor.
«¿El acaba de decir amor?»
Creo que mi corazón no va a resistir sus palabras.
—¿Amor? —inquiero nerviosa sin poderlo creer. Coloca nuestras manos juntas sobre su pecho.
—Brenda, seamos honestos uno con el otro. Necesito que seas honesta contigo misma y con lo que sientes por mí, ¿de acuerdo? —solo soy capaz de asentir como una muñequita—. Desde anoche no dejo de pensar en ti ni un segundo. Tengo la edad suficiente para saber que la forma en que me siento no es normal y solo hay una palabra que describa esto. Amor. Se que sientes cosas por mí, pero también sé que mi magnetismo no te influencia como al resto, así que solo me queda preguntarte, ¿tú me amas?
Quería esperar a estar segura de mis sentimientos por él, pero aún no lo estoy. Ni siquiera estoy segura de que su magnetismo no me afecte pues desde el instante en que lo conocí, siento cosas por él. Debajo de nuestras manos unidas, puedo sentir el golpetear acelerado de su corazón esperando mi respuesta. Lo deseo con locura y estoy enamorada de él. No creo que esto sea un momento de pensar en respuestas, debo seguir lo que me indica mi corazón acelerado y lo que siento cada vez que estoy junto a él. No siempre todo debe llevar una respuesta lógica. Mi cerebro no debe decirme lo que debo hacer, en las cosas del amor, este no manda. Así que sin pensarlo más le doy mi respuesta, aunque me arrepienta más tarde.
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Este capítulo está dedicado a Rosyvera491 marixui04 bettymr1992
¿Que creen que ella responda?
No olviden dejarme sus comentarios y su voto.
Xoxo🐦⭐
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