Desperté escuchando el trote de los caballos, por escuchar sabia que se dirigían a las puertas de las murallas, me levanté con la mirada algo borrosa, me froté los ojos logrando ver mejor, tomé mis botas poniéndomelas seguido de ponerme mi chaqueta de cuero y mi cinturón, salí de mi habitación mientras acomodaba mi cabello un poco, en lo que iba bajando los escalones me fijé que esta vez había pocas personas en el bar... Eso es muy extraño.

Arqueé una ceja confundida, en lo que me iba acercando a la pequeña cantina miraba alrededor un poco aunque la verdad no me interesa mucho.

-Lo de siempre? -pregunto con una ligera sonrisa aquel señor-.

-Esta vez solo voy a querer pan con mermelada, por favor  -respondí con cierta frialdad-.

Vi que el señor asintió aún sin borrar esa sonrisa, ser amable no es lo mío... A pesar de mi actitud, varios pueblerinos suelen ser amables conmigo, incluyendo los de hielo.

Una vez me entregó el pan con mermelada, agradecí empezando a comer en pequeños bocados, unos sollozos me llamó la atención a lo que volteé viendo a un niño llorando, me levanté caminando en dirección a aquel pequeño peli-verde.

-Que sucede niño? Y tus padres? -me puse de cuclillas para hablar mejor, miré alrededor buscando lo que serían sus padres pero mi vista se dirigió a al niño de nuevo-.

-Ellos... Mur-Murieron... -con una cortada voz contesto a la vez haciendo que sus sollozos se conviertan en llanto-.

-Ya veo -Suspiraba pesadamente, ahora que haré con este niño, no podía pensar con claridad por sus llantos-  Oye, deja de llorar, con eso no vas a traerlos de vuelta -añadí con cierta seriedad-.

Vi como se me quedó viendo, raramente dejó de llorar seguido de secarse las lágrimas, me puse de pie.

-Cómo te llamas y cuántos años tienes? -pregunté mientras sentaba al niño en una silla-.

-Me llamo Isaías... Tengo 10 años.. -dijo con desánimo-.

-Bien, Isaías, el señor de aquella cantina te cuidará, esta bien? -comenté mientras dejaba el otro pan con mermelada frente al niño- Come, te ves hambriento -agregué, en lo que el pequeño peli-verde comía me dirigí hacia el señor-.

Comenté lo sucedido y sobre el cuidado del niño, gustoso aceptó, fui de nuevo junto al niño diciéndole que aceptó cuidarlo, pude notar un brillo de esperanza en sus ojos y una dulce sonrisa.

Cuando terminó de comer, le guié a mi habitación ya que no estaré allí por un largo tiempo por el entrenamiento en aquel cuartel... Si es que logró ingresar, eso me hizo tragar seco pero sacudí mi cabeza borrando ese pensamiento.

-Tu habitación es bastante ordenada  -comentó con cierta sorpresa- Te unirás a la Liga de Arquería? -preguntó tocando mi arco-.

-Eso no te incumbe -Solté con cierta frialdad, tomé mi carcaj lleno de flechas, algunas dagas poniéndolas en sus fundas que estaban en mi cinturón y por último mi arco poniéndomelo en el hombro- Te quedas aquí, voy a salir.

El niño solo asintió, salí de mi habitación caminando por el pasillo, bajé las escaleras notando como la gente llegaba al bar, algunos posaban su mirada a mí, ignoré aquello saliendo esta vez por la puerta trasera con dirección a cierta parte de la muralla donde iba a practicar.

En el camino me escondía de algunos que andaban patrullando por ahí, al llegar empecé a practicar lo que haría en las pruebas de mañana.

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Cayó la noche, estaba caminando de vuelta al pequeño bar del pueblo, me puse mi capucha ya que no me gustaba mucho la luz de la luna, es raro lo sé pero tengo mis razones, noté como algunos de la liga de Cacería caminaban por las calles, como mi capucha tenía una media capa logré cubrir mi arco al igual que carcj aunque se notaba un poco.

Choqué un poco con un guardia de vigilancia, para mi mala suerte mis flechas hicieron un pequeño sonido que hizo poner a aquella persona que tenía en frente se ponga en alerta, rápidamente me fui corriendo de allí, no quería que piense que iba a atacar a alguien, escuche gritos y pasos acelerados a mí,  Me están siguiendo, debo esconderme. Pensé, me metí aún callejón oscuro, me oculte allí escuchando pasos corridos pasar de largo, solté un suspiro de alivio quitándome la capucha.

-Por poco... Nota mental, a la próxima volver temprano así evitar a esos guardias -se dijo a sí misma-.

Se levantó sacudiendo su ropa, acomodo su cinturón a igual que su carcaj para que no caiga y al igual acomodo bien su arco, volvió a ponerse la capucha seguido de asomarse para ver si no había algún guardia, al notar que no salió de allí yendo al pequeño bar que vió a lo lejos.

Al llegar fue directo a su habitación, al entrar se topó con el niño que estaba dormido en su cama, suspiró pesadamente mientras se quitaba la capucha capa colgandola por la pared, acomodo todas sus cosas, luego de eso se quitó el cinturón y luego su chaqueta de cuero colgandola  lado de su capucha.

Mañana será un duro día.

Pensó a la vez pensaba que hacer con el niño, no tuvo otra opción más que sentarse en su silla junto a su escritorio, escribía algunas cosas en mi pequeña libreta sobre lo que aprendí yo misma hoy, siempre hacia eso así a tener en cuenta todo lo aprendido en el transcurso del tiempo.

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Desperté sobresaltada, me había quedado dormida en mi escritorio, miré la ventana y el sol se iba asomando por la muralla dando solo media luz, me levantaba estirándome, me acomode bien mi ropa, me puse mi chaqueta seguido de mi cinturón, me acomodé el cabello y salí en silencio ya que aquel niño aún dormía, bajaba con cuidado las escaleras. Hoy es el día en donde mi lugar será decidido, si ir a las tropas de la liga de Arquería o si ser expulsada permanentemente del pueblo. Ante mi pensamiento tragué seco, me estaba poniendo nerviosa haciendo que el calor de mi cuerpo aumente un poco, sacudí la cabeza intentando calmarme, con ponerse nerviosa no logrará nada.

Salí del bar encaminando hacia el cuartel mie tras iba despejando mi mente, el calor en mi fué disminuyendo poco a poco, por poco y se estaba por manifestarse, notaba como algunos ya salían a hacer sus labores matutinos, algunos me saludaban, a lo que les devolvía el saludo.

Llegué al cuartel, varias tropas de las diferentes ligas estaban marchando a formación para su salida y/o defensa, la artillería estaba siendo preparada, mis oídos se agudizaron de repente al escuchar un leve estruendo. Los seres de sombra están intentando entrar. Eso me alteró un poco pero logré calmar mis instintos defensivos, mire en la dirección notando como los equipos de artillería se movían con rapidez.

Bajé la mirada viendo a las tropas de Arquería correr para apoyar a la artillería, estaba bastante concentrada que no me di cuenta que me estaban llamando.

-Señorita, se le solicita asistir a la formación -dijo con seriedad un guardia a lo que camino guiándome al lugar-.

Solo me dediqué a asentir y seguirlo a su mismo paso.... Una vez llegamos a la arena de pruebas, fui a formarme en mi lugar con firmeza, mire un poco arriba notando solo media luz, esto será un pequeño problema para el equipo de artillería.

Pasaron los minutos y llegaron dos Generales, todos quedaron en completo silencio, estaba observándonos, analizándonos con extremo detalle.

-¡Atención!, Hoy es el día de pruebas, quien logre sobresalir en todas, se unirá principalmente a la Liga de Entrenamiento! De ahí se decidirá a cuál Liga lograrán entrar! Las pruebas durarán cuatro días, en esos días demostrarán de lo que son capaces de hacer! -comenzó a dar las indicaciones-.

Luego de una hora de sermón, comenzó a pasar de fila en fila preguntando nombres, edad y Don, lo último ponía un poco nerviosa a aquella peli negra, pero fue calmándose de a poco... Llego el turno de su fila, fue preguntando a cada uno hasta que llegó a la última y era ella.

-Nombre, edad y Don, soldado! -dijo con bastante firmeza-.

-Ruby Gardner, 18 años, no poseo ningún Don, Señor! -comenté con firmeza-.

-Escuché bien?, No posee ningún Don? -Me miro con extrema frialdad, todos posaron su mirada a lo que sucedía-.

-Así es Señor, pero soy buena en puntería, esquivar, defender y atacar Señor -mantenia mi seguridad, ante como me miraba aquel Gerente, cualquiera sería intimidado, pero a mi no me intimidaba para nada-.

-Eso veremos soldado, si no, será expulsada permanentemente -me miró a los ojos-.

-Entendido, no le fallaré Señor. -dije con firmeza-.

Luego pasó a las siguientes filas, aquella peli negra pensó que la sacarían de ahí al decir que no poseía ningún Don pero si poseía habilidades.

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Pasó como dos horas, todos se encontraban en un comedor almorzando, la peli negra estaba sola en una esquina de una mesa al fondo, todos al parecer hicieron amigos en instantes exceptuando ella, que no le importaba hacer ni quería hacer, sería solo una carga o pérdida de tiempo, en lo que comía iba pensando en todo lo que entrenó a escondidas.

-Atención! -gritó un soldado, indicando que el General estaba entrando-.

Todos se pusieron de pie con firmeza guardando silencio, al parecer y más bien era un Teniente, quien miró con detalle cada lugar.

-Escuche que hay alguien quien no posee un Don pero si Habilidades -mirando cada sitio- Da un paso al frente y reportese en este instante! -añadió mirando a su alrededor-.

La peli negra salió de su lugar quedando a la vista de aquel Teniente.

-Ruby Gardner, reportándose Señor! -miro seriamente a quien tenía frente lejos-.

-Señorita Gardner, venga conmigo a la arena de prueba, veremos si las habilidades que menciono son verdaderas o falsas -dió media vuelta caminando-.

La de ojos azules siguió a aquel Teniente a la arena de pruebas, aunque aquella chica mostrara neutralidad, por dentro sentía los nervios además de miedo a manifestarse.

-Bien, primero Puntería -entregó un arco con tres flechas-.

Tomé el arco junto a las tres flechas, al frente había un muñeco de paja pequeño y los otros dos medianos, posicioné la flecha en el arco apuntando, solté un suave suspiro disparando dando directo al centro, mismo procedimiento, apuntó y disparó dando de nuevo en el centro de la Diana del muñeco, mismo procedimiento, apunté pero alguien quiso desconcentrar a la chica, logró dirigir su vista a lo sucedido justo al momento de disparar... Pero no se esperaron que igual diera en el centro.

-Tienes buena puntería a pesar de distraerte -soltó con seriedad, camino a la otra prueba siendo seguido por la peli negra-.

Al llegar, notó que había un chico al parecer dos años mayor que la chica, el Teniente le indicó que se ponga frente a aquel muchacho a lo que obedeció esa orden.

-Bien, en esta prueba veremos tu agilidad de pelea, defensa, ataque y contraataque -comentó con seriedad-.

Dió un silbido indicando el inicio, aquel chico fue directo a la peli negra comenzando a atacarla ella solo esquivaba con ligera dificultad  analizando los movimientos de su contrincante, luego de esquivar y defenderse, comenzó a contraatacar.

Pasó media hora y la de jos azules logró vencer al chico con dificultad, todos los soldados estaban sorprendidos.

-Vaya, por fin un sin Don no es inútil, sobre todo una chica -con una media sonrisa en una simple burla-.

Chasqueó la lengua un poco frustrada ante tal comentario, fueron llevados a las demas pruebas. 

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Llegó el día de saber quiénes fueron negados y aceptados, empezó a pasar lista junto a ser aprobado o no.

-Ruby Gardner! Aprobada! -se escuchó del soldado-.

Aquella mención sorprendió a todos incluyendo a la mencionada, todos murmuraban entre preguntas en lo que la peli negra iba en dirección a los que fueron aprobados.

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-Atención! -gritó a lo que todos se pusieron firmes guardando silencio- A partir de mañana iniciarán con La Liga de Entrenamiento, así que más les vale descansar lo suficiente que mañana será un día pesado! Entendido?! -preguntó mirando a todos los presentes-.

-¡Si Señor! -respondieron con firmeza-.

-Rompan Filas! -indicó seguido de retirarse-.

Todos y cada uno fueron dirigiéndose a sus habitaciones seleccionadas... Una vez dentro acomodaron sus cosas que habían traído antes de  llegar a formar, la peli negra compartía habitación con otra chica de cabello castaño claro y ojos color chocolate, para su mala suerte, era muy parlanchina y eso irritaba a la oji-azul.

Su nombre es Crystal Short, Don: Luz, par la oji-azul estar con la chica de cabellos castaños sería una tortura por lo habladora que era.

-Por favor, podrías callarte de una vez -escupió con furia la peli negra-.

-Ah... Perdona -dijo cabizbaja terminado de acomodar sus cosas y fue a acostarse-.

Suspiró aliviada, terminó de guardar todo y fue a acostarse en la cama no sin antes quitarse las botas, acostada miraba el techo.

Logré ingresar, pero un largo recorrido está por venir y debonestsr preparada para cualquier cosa.

Pensó apretando sus manos, soltó un suspiro semi pesado y fue cerrando los ojos hasta caer en completa oscuridad.

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Crystal Short

Edad: 18

Don: Luz

Habilidades: creación de esferas luminosas, lanzas brillantes y apoderacion de la luz que se encuentra poseyendo la a su gusto.