Todo marchaba normal tras lo ocurrido de hace una semana. La Muerte del anterior "Rey" Desmond Matthews ha dado alegría al pueblo.

Ruby mandó deshacer la muralla, gritos de alegría se escuchó una vez empezaron a ver la caída del muro que los dividía al mundo exterior. La pelirroja ordenó expandir el pueblo ya que se sabe que con el pasar del tiempo los habitantes se multiplicarán en cualquier momento.

En ello decide salir a hacer su pequeña caminata por el pueblo para asegurarse de que todo esté en orden, mientras caminaba veía como ahora los niños podían jugar con total libertad. Los Sin Don ayudaban gustosamente en todo lo que podían sin ser expulsados, veía como unos salían hacia el bosque en busca de nuevos frutos y más.

Una sonrisa se formó en los labios de la Reina, algunos de sus súbditos se acercaban a ella para dar sugerencias de lo que les gustaría que halla, ella gustosamente acepta los pergaminos con aquellas sugerencias y los guarda en su bolso.

Ruby se sentía libre de ser ella misma, en su caminar escuchó a alguien correr hacia tras suyo, apenas iba a voltear cuando sintió un gran abrazo helado y sabía quien era.

-Crystal.. Me asustaste -rió bajo la oji-verde-

-Perdona, es que me alegra de que recuerdes.. Además que te necesitan en el cuartel un momento -comentó y se despidió para ir a su puesto-

Ella solo asintió, Crystal cambió de Liga, ahora en la Liga de Vigilancia como Capitana puesto que ella era buena liderando.

La pelirroja fue hacia el cuartel, en su camino iba aceptando los pedidos, los pequeños regalos y ayudando un poco. De repente, la oji-verde cayó al suelo ya que una pequeña niña había tropezado por ella.

Todos sorprendidos y con temor a que se enoje, pero Ruby solo soltó una pequeña risa mientras se levantaba, ayudó a la niña acomodando su pequeña capucha que tenía puesto.

-¿Estas bien pequeña? -preguntó de forma dulce-

-Uh, ¡Si! -se quitó la pequeña capucha sonriendo feliz-

Ruby se sorprendió al verla, una niña de cabellos rojos y ojos color miel. Una infante de Fuego, su madre corrió hacia ella y la cargó.

-Mi niña me preocupaste, no vayas a correr así..  -se notaba la preocupación el la voz y enseguida le puso la capucha, dirigió la mirada y se notó sus nervios- Majestad.. Como lo lamento de verdad.. Y-yo..

-No sé preocupe, no es nada solo un pequeño tropiezo -interrumpió con una suave voz- Su hija es muy hermosa. Veo que es del Don de Fuego, ¿o me equivoco?

-Si, así es.. -parecia haber miedo en su voz-

-Eso es bueno, se que seras alguien fuerte pequeña -habló a la niña, movió la mano en despedida yéndose-

La oji-verde estaba más que feliz, empezaba a haber niños/as de Fuego, en este lugar ya no habrá más diferencias ni tampoco habrá odio. Todos nos querremos por igual.

Con el paso del tiempo, el Pueblo del Reino creció, iban y venían con total libertad, niños pudiendo disfrutar explorar junto a unos guardias que lo acompañaban. El cuartel tenía cada vez más reclutas incluyendo a jóvenes de Fuego.

Ruby era una Reina diferente, segura de sí misma y además, no vestía con un vestido elegante y con joyería. No, al contrario, vestía con una ligera armadura que había usado cuanfo fue a la Liga de Cacería y Expedición, ella era una Reina y una Guerrera a la vez.

Todo en el Reino era Paz y Armonía como fue en un principio de cuando era una niña, esta vez si podrá cumplir el propósito de sus padres. Mantener esa tranquilidad mientras ella esté viva.

Soy Ruby Gardner, Reina de Relok y también una Guerrera a sus 27 años de edad.

Mi propósito, poder cuidar de mis súbditos, diría que daría mi vida por ellos pero... Yo viviré por ellos, para su bien.

Pues cualquier mal sentirá el Fuego en mi Interior .

Esta fue mi historia.

———【♠︎】———

-Es así como concluye la historia de la Antigua Reina -terminó de leer aquel Diario-

-Wow... La Reina Ruby ha vivido una vida dura pero increíble! - chilló un niño pelirrojo-

-¡Sí! Voy a esforzarme y ser fuerte como ella! -gritó una pequeña rubia-

-Bien, es hora de volver al pueblo -guardó el diario en una vitrina-

-Yo quiero entrar a su Liga! Capitana -sonrió una niña castaña viendo a la Capitana guardando el diario-

-Cuqndo seas más grande lo harás, ahora a casa.

Los niños se levantaron y corrieron con alegría hacia el pueblo junto a una joven chica de cabellos castaños con puntas blancas. Ella estaba en sus pensamientos junto a una sonrisa melancólica.

-¿Podemos ir al parque a jugar? Por favor!! -dijeron todos al unísono-

-Esta bien, pero solo será un momento, tengan cuidado de no lastimarse con sus Dones -al decir eso todos fueron corriendo al bosque-

Notó como una niña pelirroja corría de última hacia los demás, una triste sonrisa se formó en los labios de la chica y miró al cielo.

-Haces mucha falta aquí... Por qué tuviste que irte de ese modo. -susurró para sí misma con un hilo de voz-

-Señorita Crystal, ¿se encuentra bien? -preguntó un niño albino-

-Si si... Solo pensaba, anda.. Ve a jugar -se secó la pequeña lágrima y sonrió dulcemente-

El niño asintió y fue a jugar, ella fue junto a los niños para cuidarlos acomodándose su ligera armadura y su espada en la funda.

Es así como concluye todo, La Reina dió su vida acabando con otro peligro dando de ahora en más una gran Paz y Armonía a sus súbditos.

Nadie ha tomado ese mando de Reinado, el Castillo se volvió un lugar más para los habitantes que no pudieron obtener una vivienda junto a sus pequeños retoños.

FIN.