《13: FINAL》
Luego de una larga caminata para encontrar los caballos, montaron y cabalgaron hacia el Reino, Ruby iba en la cabecera, ya que ella era la Capitana de ahora en más.
Estaban en una buena formación, cada que avanzaban veían como el manto negro se desvanecía con ahora los visibles rayos del sol asomándose por las montañas.
La mayoría estaban felices de saber que la Princesa no había muerto y que ahora podrían dar la cara al "Rey", pues nunca le agradaron, en el camino Ruby empezó a contar todo lo que recordó con sumo detalle.
Todos estaban sorprendidos ante sus palabras, no quisieron creer pero su mirada fría y llena de venganza los hicieron confirmar que aquellas palabras eran verdaderas.
A mitad de camino hicieron una pausa para dar descanso a los caballos y de paso, planear como atacar y asesinar al Rey. Puesto que de algún modo u otro, un soldado sabía que ese mismo día se el que regresaban... Se haría una pequeña Fiesta, pues se recuerda los 8 años de Reinado del Canciller, ahora Rey Desmond Matthews.
La mitad de los pueblerinos no estaban a gusto con el nuevo Rey por ser alguien muy Cruel, pero nadie quiso dar la cara o terminarían fuera de la Muralla, o asesinados a sangre Fría. La otra mitad, hacían algunas que otras teorías de que la Princesa si está viva pero no tenían pruebas suficientes.
Puesto que vieron los cuerpos del Rey y la Reina muertos, más no de la Princesa, varios hicieron protestas exigiendo la verdad pero nadie decía nada, la única respuesta que tuvieron fueron La Muerte.
Los de Fuego hacían lo posible en ocultarse, pero siempre eran encontrados y asesinados. Dirán, ¿Por qué no usan su Don para defenderse?, la respuesta es... Que no quieren dañar a nadie, aunque hay algunos que si llegaron a usar para defensa propia intentando proteger a los suyos.
Pero siempre terminaban muertos, unos congelados y luego rotos, otros electrocutados, otros por un collar de espinas en el cuello y los últimos... Siendo cortados. Asesinatos de formas tan crueles que al Canciller se le ocurría y le divertía.
Odio puro es lo que reflejaba en aquellos ojos ámbar apagados, odio a los Fuegos por lo que le había sucedido en su pasado. Su esposa e hija era lo único que tenía y fueron arrebatadas de sus manos de una cruel Forma.
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Los habitantes del Reino estaban en la preparación de aquel Festival, a muchos no le gustaban puesto de que siempre pensaban... ¿Por qué se festeja algo absurdo?. Si, para ellos es absurdo por qué no querían Festejar a un Monstruo, siempre eran arrebatados de las manos. Ya sea para sacarlos de la muralla a morir o para obligarlos a ir a aquel cuartel y sacarlos al mundo exterior a dar sus vidas.
Desde el balcón, el Rey Matthews miraba con una media sonrisa los preparativos, se acomodó la corona que traía puesto y llamó a uno de sus guardias.
-Si mi Rey? -preguntó en reverencia-
-Refuerza la seguridad en todo el Reino, no queremos intervenciones -comentó con seriedad-
El guardia asintió y fue de inmediato al cuartel a dar la orden para el refuerzo de guardias. . . Una vez dada la orden, vió como una gran formación iba a sus posiciones.
Cuándo estaba por entrar se dió cuenta de algo, la negrura se estaba desvaneciendo y con ello escucharon un gran estruendo en la gran puerta de la Muralla.
Gritos entre alegría y susto se escucho en el pueblo, la alegría era al poder ver de nuevo los rayos del sol y el susto por el estruendo que hubo.
Volvió a mirar desde su balcón viendo como un mediano grupo de soldados con caballos quedaron en medio del pueblo.
El Rey no tuvo opción alguna en ir a ver que sucedía, el por qué tanto escándalo. Una vez en frente de ello vieron bajar al Capitán de la Liga de Cacería y Expedición.
-Capitán Hawkins, me puede decir a que se debe tanto escándalo? -preguntó con seriedad el Rey-
El Capitán Hawkins no respondió, ayudó a bajar a una chica encapuchada de su caballo y se vió acercarse hasta estar frente a frente con el Rey.
-¡HE AQUÍ A LA PRINCESA DE RELOK! -gritó el capitán como para que todos los habitantes escuchen-
Ruby se quitó la capucha, dejándose ver por todos y una expresión de gran sorpresa había en el rostro del Rey, lo mismo para cada uno de los pueblerinos. Su cabellera roja cayendo por sus hombros y ojos verdes ligeramente oscuros.
Murmullos se empezaron a escuchar de parte de cada persona.
"¿Acaso es verdad?"
"¡La princesa esta viva!"
"¿¡Es de Fuego!?"
"¡Sabía que no había muerto! ¡Tenía razón!"
"Se parece a la Reina"
Y más, en aquellos ojos verdes se podía ver la frialdad y venganza ante el mirar ámbar del Rey. Quien aún no podía creer que seguía viva a pesar de tenerla en frente.
-Usted, no merece la corona -soltó de repente un Soldado desde su caballo-
-Ustedes, ¿Creen que voy a caer? .... Esta chica de seguro es solo una farsante queriendo quitarme lo que tengo. -escupió con furia-
-¡Si dice ser la Princesa, donde esta la prueba! -exigió de repente un pueblerino-
-¡Es verdad! ¡Puede ser solo una copia para parecerse a la Reina! -soltó seriamente una pueblerina-
-¿Quieren pruebas? -preguntó la pelirroja mirando seriamente a todos los presente recibiendo a gritos un SI- Bien, ustedes lo pidieron.
Se puso a mejor vista de todos, extendió sus manos al frente y estas fueron rodeadas de un Fuego brillante.
La sorpresa volvió a todos, bajó las manos y empezó a acercarse al Rey lentamente, quien empezó a retroceder con algo de temor hasta que dos guardias se interpusieron.
-Usted ha asesinado a mis padres a sangre Fría, mandó matarme pero no pudo, se autodeclaró Rey sin preguntar a los habitantes. -soltó de repente de forma fría- Usted, Canciller Desmond Matthews, no merece ser Rey de este Reino y tampoco merece ser un Canciller.
Murmullos se volvieron a escuchar al haber mencionado sobre la muerte de los Reyes y sobre el intento de asesinato de la Princesa. Los dos guardias que estaban en medio de ambos, se miraron entre sí.
-Si usted dice ser la Princesa. Diga el apellido de los antiguos Reyes y el suyo, a ver si es verdad. -exigió el guardia-
Nadie sabe el apellido de los Reyes pero si el nombre, incluso sabían algunos el nombre de la princesa, todos se miraban entre sí volviendo de nuevo los murmullos.
-Rey Marcus Gardner, Reina Isabella Gardner -comentó mirando a los ojos de ambos guardias- Y mi nombre, Ruby Gardner.
-Una bruja de oscuridad nos contó la verdad, quien también se ha desvanecido con una gema que ocasionó nuestra casi pérdida del Reino. -comentó el Capitán de la Liga- La Soldado Ruby Gardner fue quien nos ha salvado a mi y mis soldados, también fue quien acabó con este mal.
-Pero falta un mal por exterminar. -soltó fríamente la pelirroja-
-¡No es verdad lo que dicen! ... Tú eres solo una incompetente que me quiere quitar la corona. ¡No mereces...!
Fue callado por un golpe en el estómago sacándole una bocanada de aire, los guardias quisieron detenerla pero ellos mismos fueron detenidos ante su sombría mirada.
-Suelte la verdad ante todos o yo lo haré con sumo detalle. -amenazó al Rey que yacía en el suelo-
-No sé de... qué verdad hablas... niña.. -miró con enojo- Todos aquí.. ¿Me creen? O ¿Creen a esta mocosa de aquí?
Miró a sus "súbditos" quienes se miraron entre sí, todos y cada uno de ellos empezaron a ir detrás detrás Ruby confiando en su palabra. Hawkins miró con indignación a todos los habitantes.
Un gran enojo emanaba en él, se levantó haciendo que Todos, incluyendo los caballos, retrocedieron excepto la pelirroja. En sus manos se creó unas lanzas de Rayo y las lanzó con remordimiento a la oji-verde quien logró esquivarlos de manera rápida.
-Sólo te pedí decir la verdad y ¿Me atacas? -preguntó con frialdad-
Hawkins no respondió, sin piedad empezó a lanzar Rayos hacia los habitantes, pues no quería que haya nadie quien ya sepa casi todo.
Todos empezaron a correr por sus vidas, Ruby ordenó a grito que saquen a todos de aquí y ponerlos a salvo. Obedecieron, la oji-verde rápidamente se fue corriendo al lado contrario siendo perseguida por el "Rey".
No quería que nadie salga herido así que fue a un lugar apartado. Detrás del Castillo.
———【】———
Al estar detrás del gran Castillo, que a duras penas llegaron ya que estuvo esquivando las lanzas de Rayo que venían detrás de ella.
-Me habían dicho que tú has muerto... ¿¡Cómo es que sigues viva!? -preguntó con notorio enojo-
-Te informaron mal. Aquí me ves... Totalmente Viva.
Eso hizo enojar más al hombre quien tenía en frente, quien volvió a atacar a la pelirroja. Ella empezó a esquivar y atacar cuerpo a cuerpo con una daga en mano, a veces usaba el fuego para despistarlo.
Llegó un momento donde una lanza de Rayo se incrustó en el brazo de Ruby, quien soltó un grito de dolor seguido de recibir un golpe que la hizo caer al suelo.
-Últimas palabras? Princesa. -escupió con frialdad-
-No dejaré que apaguen mi Fuego Interior. -con un tono profundo-
Ante esas palabras, antes de que el hombre atacara Ruby se le adelantó lanzando una gran llamarada hacia él. El grito de dolor puro se hizo presente, la pelirroja sólo seguía quemándolo sin piedad alguna.
Los gritos pararon y un golpe seco se escucho, detuvo el fuego encontrándose con el cuerpo del hombre ya calcinado en el suelo. En aquellos ojos verdes no había señal de arrepentimiento, se encontraba bastante herida físicamente.
Se levantó a duras penas, sacando aquella arma de humo, la cargó con un Humo diferente. Disparó a aire dejando a la vista de todos una línea Dorada rojiza... Eso solo significa una cosa.
-El Rey Matthews ha muerto. -soltó de repente el Capitán-
Una alegría se desató entre los habitantes y soldados, pues ya no iban a sufrir y más fue la alegría cuando la claridad se hizo presente dejando ver el Sol con sus fuertes brillos.
Todos felices de ya no más sufrimiento, los guardias igual sentían un alivio de ya no ser explotados por órdenes que no querían obedecer más, ya que por dentro les dolía ver a todos sufrir. Pero... Algo estaba mal, se escuchó otro disparo viendo a lado del humo dorado, uno de color rojo negrizo.
Los soldados de la Liga de Cacería recordaron las palabras de Ruby en ese instante. Dispararé un Humo Dorado Rojizo cuando asesine al Maldito Canciller, pero... Si salgo herida en gravedad, disparare un humo rojo negrizo que es muy probable, cuento con ustedes.
-¡Detrás del Castillo! ¡AHORA! -gritó el capitán y todos los soldados fueron allí-
Trotes de caballos se escucharon ir en dirección al Castillo, Ruby hacia lo posible de mantenerse consciente y que la herida no sangre demasiado. No podía aguantar, su vista se volvió borrosa y lo último que vió, fueron a la caballería acercándose hacia su dirección... En ese momento todo se tornó de color negro.
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Poco a poco fue abriendo los ojos, pero los cerró de nuevo, aún se sentía algo cansada pero los volvió a abrir viendo el techo de color blanco. A medias se sentó en la camilla donde se encontraba, miró a su alrededor y se percató que traía un vestido blanco nada más. Un gran vendaje rodeaba el brazo izquierdo, desde su hombro hasta el codo.
Otro vendaje cubría el muslo derecho de la pelirroja, otros más pequeños en su otro brazo y uno en su mejilla por las raspaduras.
-Ya despertaste, eso es bueno -comentó con una media sonrisa el Capitán Hawkins entrando a la habitación-
-Capitán Hawkins... ¿Cuánto tiempo llevo dormida? -preguntó confundida-
-Solamente cuatro días, no es mucho Majestad -hizo una leve reverencia-
-No creo acostumbrarme a esto.. -susurró para sí misma-
Se iba levantando de a poco pero el capitán la detuvo.
-Es mejor que descanse más, Majestad. Aún no se encuentra en condiciones...
-Estoy bien, me siento mejor, no sé preocupe -miró al hombre quien tenía en frente asintiendo-
Se retiró así que Ruby empezó a cambiarse de ropa, poniéndose su típica blusa corta blanca junto a un vestido granate, su calza granate y sus botas, acomodó su cinturón donde acomodó su daga.
(Nota: El diario, el carcaj con las flechas y el arco son todo lo que Ruby posee... Exceptuando las pequeñas cargas de balas)
Una vez lista salió de aquel cuarto y caminó por el largo pasillo, se dio cuenta que estaba en aquel bar donde inició todo. Empezó a bajar las escaleras lentamente notando que no había nadie, caminó hacia la puerta y al abrirla dando un paso afuera, se llevó la sorpresa viendo a todos los habitantes.
Todos hicieron una reverencia ante ella... Ante la Nueva Reina de Relok.
-Con ustedes, la Reina Ruby Gardner. -comentó con una sonrisa el Capitán Hawkins-.
De ahora en adelante... La confianza creció ante ella al ver que no era como aquel Monstruo, si no como sus padres lo eran. Ruby cayó al suelo al recibir una gran cantidad de abrazos de parte de varios niños, en ese momento ella... Soltó una risa de alegría correspondiendo esos abrazos.
-¡Ruby!
Ante el grito, se levanto y volvió a recibir un gran abrazo de parte de Crystal. Se notaba preocupada y a la vez sorprendida por el cambio de apariencia.
-Crystal... Estas aquí. -Sonrió al ver a su amiga-
-¿Me...Recuerdas? -lagrimss inundaron leve aquellos ojos-
Asintió con una sonrisa y ambas se envolvieron en un gran abrazo. Los sentimientos de Ruby estaban saliendo a flote, pues ya podía ser ella misma.
Felicidad es lo que más sentía, pues ahora sus habitantes no sufrirían más, la pesadilla acabó... A esto es lo que llaman...
La calma después de la tormenta.
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