Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 24

*Capítulo 24*

— Solo serán tres días— digo mientras bajo del auto.

— ¿Y decides avisarme que te vas justo antes de subir al avión?— cuestiona, tengo que apartar el teléfono de mi oreja a causa de su grito.

— Apenas estoy bajando del auto— Logan toma mi mano y me guía dentro del aeropuerto.

— ¡No importa!— otro grito— ¿Qué clase de amiga eres?.

— La mejor— me burlo, un grito de exasperación se escucha al otro lado de la línea— Relájate, volveré.

— Ni siquiera me despedí de frijolito — solloza y yo río— Mala amiga.

— Te amo— exclamo.

— Yo también, adiós.

— Adiós— cuelgo.

Me acerco a Logan y él no duda en rodearme con sus brazos, besa mi frente y yo dejo caer mi cabeza en su pecho.

— Creo que estoy libre— murmuro.

— No debiste hacerlo por teléfono— su pecho vibra por su risa— Va a golpearte.

— No puede— me separo de él y lo miro con una ceja arqueada— Estoy embarazada, eso sería un crimen.

— Loca— muerde mi mejilla.

— Bobo— me separo de él completamente— ¿Falta mucho?.

— Veinte minutos— dice mirando su reloj— ¿Por qué?.

— Tengo que ir al baño— me muevo incómoda.

— ¿No fuiste antes de salir?— cuestiona.

— Es culpa de tu hijo— le saco la lengua y me giro para ir a buscar un baño.

Esto de estar embarazada, no es malo pero si estresante. Sobretodo porque me dan muchas ganas de ir al baño y eso no me gusta.

Aunque todo sea por mi frijolito.



— ¿Ya llegamos?— cuestiono fastidiada, Logan niega y una de sus manos se pasa por mi cabello.

— Ya falta poco— dice, sonríe cuando me quejo otra vez.

— Me duele el trasero— me siento de lado y de ese modo estoy de perfil.

Una de las manos de Logan va hacia mi vientre y este se mueve de inmediato, arrancándome una risita.

— Voy a acostumbrarme a esto— murmura.

— ¿Qué harás cuando esté afuera?— arqueo una ceja divertida— ¿Qué harás cuando no te deje dormir?.

— Acostumbrarme a él— afirma con voz suave— Ya me acostumbré a tus ataques de locura, no creo que haya algo más difícil.

— Cállate— pellizco su brazo— Pero en serio, hay que cambiar muchas cosas. El bebé llegará a volvernos locos.

— Así como llegaste tú— acaricia mi mejilla, cierro los ojos— Llegaste como un huracán.

— ¿Cuándo te diste cuenta?— cuestiono.

— De que estabas loca, desde el primer instante en el que te vi— se burla, lo golpeo— De que estaba enamorado de ti… ese día afuera del restaurante. Cuando te negaste a mi oferta de llevarte a tu casa— relata.

— Ese día nos conocimos— digo un nudito en la garganta.

— Exacto— sonríe, limpia una lágrima que salió de mi ojo sin permiso— Estoy enamorado de ti desde el primer día.

Un leve lloriqueo sale de mi garganta y la sonrisa de mi novio se hace más grande.

— No llores, amor— seca las pequeñas lágrimas que salen de mis ojos.

— Entonces no me digas esas cosas tan bonitas— frunzo el ceño y hago un puchero, a cambio recibo un beso en los labios.

— Dramática— susurra en mi mejilla.

— Culpa de tu hijo— murmuro.

— Aún no ha nacido y ya lo estás culpando de todas tus escenas— ríe— Te amo.

— Yo también me amo— me cruzo de brazos, su sonrisa me hace sonreír— Yo también te amo.

— ¿Hace cuánto no vas a la playa?— cuestiona.

— Si te soy sincera… creo que desde los catorce o menos— pienso— Si, cuando vivía con mamá en Brooklyn, solo fui un par de veces y pues en Alaska— río— Por Dios, es una locura.

— Estás muy pálida— toca mi mejilla.

— Es normal— abrocho mi cinturón y tomo la mano de Logan para apretarla.

— Hasta que no parezcas un tomate no regresaremos— afirma y sonrió con los ojos cerrados.

— Eso quisieras— el vacío en mi estómago se hace intenso cuando él avión va aterrizando— Ya me dio mareo.

— Respira profundo— dice, trato de hacerlo.

— No, apenas esto se detenga… vaciaré mi estómago— asiento.


— ¿Estás bien?— me pregunta cuando salgo del baño.

— Ahora si— sonrío, uno de sus brazos me rodea y lo dejo guiarme por el pequeño pasillo del avión. Cuando salimos, la brisa fresca golpea con mi rostro— Okey… esto es raro— sonrío y él también lo hace.

— ¿Te gusta?— pregunta, asiento.

— Es muy bonito— observo todo a mi alrededor— No había visto tanto sol desde hace mucho.

— ¿Estás cansada?— asiento.

— Y tengo hambre— hago una mueca.

— Bueno, vamos al hotel y pedimos algo ligero— asiente— No quiero que vomites todo.

— Yo tampoco quiero vomitar— concuerdo. Un último beso es dejado en mis labios y luego soy encaminada a un auto.

Van a ser unas extrañas mini vacaciones.




.
.
.
¡Otro capítulo!

Seguimos con el maratón.

2/4

¡Voten y comenten mucho!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro