CAPÍTULO 18
*Capítulo 18*
Logan
Su mirada está perdida en la calle, su mano está entrelazada con la mía y la aprieta cada vez que puede.
Sé que quiere ocultarlo, pero está triste y lo noto desde lejos. Desde hace días está así y no me gusta para nada.
— Sol— su rostro se vuelve hacia mi y me observa— ¿Tienes hambre?.
— Acabo de comer, Logan— ríe y eso me hace sonreír a mi— No seas paranoico, el hecho de que esté embarazada no significa que tenga que comer cada dos segundos.
— Pero tienes que comer...
— A este paso estaré como una vaca cuando tenga cinco meses— me interrumpe— Relájate, ahora solo concentrémonos en ir a hablar con tu madre.
— No importa lo que ella diga, ¿Bien?— arqueo una ceja y sé que ella me está mirando— Si no le agrada la idea, pues que se mude o no sé. Pero no te vas a separar de mi.
— ¿Estás escuchándote?— sus ojos están más abiertos de lo normal— Es tu madre.
— Y tú la mujer que amo, solo no importa lo que mi madre diga, ¿Está bien?.
— Voy a tratar de ignorar sus comentarios sarcásticos— hace énfasis en tratar y sonrío llevándome su mano a mis labios y dándole una mordida a su dedo índice— ¡ Ay!, No hagas eso. Aún puedo golpearte.
— Lo sé— sonrío al ver sus mejillas sonrojarse.
Mi madre me observa, incrédula. Casi a tal punto que sé perfectamente que está pasando que es un broma de mi parte, Sol sujeta mi mano. Su piel está fría y temo que en cualquier momento vaya a desplomarse, giro mi rostro hacia ella y veo que su rostro está pálido.
Paso una de mis manos por su cabello llamando su atención, sus ojos tienen un brillo extraño. El cual solo he visto cuando quiere llorar, trato transmitirle tranquilidad, pero no funciona. La rubia desvía la mirada hacia mi madre nuevamente.
— Vaya... no sé que decir... — mi madre se aclara la garganta y trata de no fruncir el ceño.
— No tienes que decir nada, mamá— la interrumpo— Solo vinimos a informarte...
— No es eso, hijo. Solo... ¡Vaya!, Felicidades— dice y no luce feliz, pero por la mirada que le obsequio no dice nada más— Y, ¿Cómo te has sentido, Sol?.
— Yo... eh, bien— la veo tragar duro— Me he sentido bien.
— No tienes que estresarte, ya no eres solo tú— dice y la rubia a mi lado asiente bajando la mirada— Logan, ¿Puedo hablar contigo?, A solas.
Asiento y Sol se coloca de pie de un salto.
— Yo voy al baño— murmura y desaparece en el interior del restaurante.
— Embarazada— su voz ya no es tan sutil como hace unos segundos— No pensé que estaban tan estables como para pensar en un bebé.
— Fue inesperados para todos— aclaro— Ninguno de los dos esperó que esto sucediera.
— ¿Y que harán?— cuestiona.
— ¿Qué haremos de qué?— arqueo un ceja.
— No piensan... tenerlo, ¿Cierto?— su pregunta me desconcierta y creo que mi rostro lo demuestra porque la expresión de Carol cambia— Hijo, yo pensé que...
— ¿Qué pensaste?— ya mi lado calmado desapareció— ¿Qué Sol abortaría?.
— No... pensé que... darían en adopción o algo así...
— No, mamá. No haremos nada así— la severidad en mi voz la hace parpadear— Es mi hijo de quien hablamos, Sol no va a abortar y mucho menos a dar en adopción— explico— Y mucho menos creas que se va a separar de mi.
Me pongo de pie y ella hace lo mismo pero trato de ignorarla.
— Logan, lo siento ¿Si?— se disculpa y veo como Sol sale del baño— No creí que fueran tan en serio.
— Pues ahora lo sabes y te pido que no te metas— me alejo y voy en busca de Sol, quién me observa sin entender absolutamente nada cuando la sujeto del brazo.
— ¿Está todo bien?— cuestiona cuando estamos afuera, pero no sé cómo mirarla después escuchar las palabras de mi madre.
— Si, todo está bien— digo, abro la puerta del copiloto. Sol no se mueve— Sol, sube al auto.
— No— se zafa de mi agarre suavemente— ¿Qué sucedió?, Tu madre dijo algo, ¿Verdad?— sus ojos azules me mirar desde abajo con preocupación— No está de acuerdo con el bebé, ¿cierto?.
La decepción en sus ojos me hacen querer golpear algo, que su padre no lo acepte le afectó y esto lo hará mucho más.
— ¿Tan malo fue lo que dijo?— su voz en un susurro— ¿Por eso estás tan molesto?.
— No importa eso...
— ¡Si importa!— lleva las manos a su cabello— Se supone que los bebés traen felicidad y... ¡Oh por Dios!— tira de las hebras de su cabello y sus ojos se cristalizan— Nadie va a amar a mi bebé, sus abuelos no lo van a querer y... ¡Dios mío!, ¿Qué voy hacer?.
— Sol, basta— sujeto su rostro con mis manos y hago que me mire— Nosotros vamos amarlo...
— ¿Y si a mamá tampoco le gusta la idea?— sus ojos se abren aún más— ¿Y si no...?.
— Sol...
— No puedo respirar— dice y mi alarma se enciende— Ay Dios...
— Sol, basta. Respira despacio— veo como intenta hacer lo que le digo, pero su rostro se torna pálido— Maldición, Sol. Respira.
— No... puedo... — su respiración se vuelve errática y sus ojos se van cerrando a medida que su cuerpo se desploma entre mis brazos.
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Nuevo Capítulo
¿Que piensan de nuestra suegra?.
¡Voten y comenten mucho!
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