CAPÍTULO 17
*Capítulo 17*
Paso las manos por mi pantalón repetidas veces tratando de ahuyentar los nervios, pero es casi imposible.
— ¿Estás segura de que no quieres que vaya contigo?— niego casi imperceptible.
— Es mejor que yo le diga sola, papá es...
— Complicado, lo sé. Lo conozco— asiento y su mano aparta mi cabello para poder acariciar mi cuello— No tienes porque preocuparte, todo saldrá bien.
— Eso espero— susurro bajando la mirada— Bueno, mejor entro ya...
Con un último apretón en mi hombro por parte de Logan, bajo del auto y camino hacia la casa de mi padre.
Hace como una semana no lo veo y estoy más nerviosa por eso, puede que le agrade la noticia como puede que no y eso me preocupa demasiado.
Toco la puerta con mis nudillos e inhalando profundo espero a que abran, mi hermano entra en mi campo de visión y sonrío inevitablemente.
— ¡Amor!— me abraza y me refugio allí— ¿Cómo has estado?.
— Bien, hace una semana no nos vemos— ruedo los ojos y entro a la casa— Tu tono es como si no me vieras desde hace años.
— Trato de ser cariñoso contigo y no te dejas, ingrata— ruedo los ojos otra vez— ¿Qué es eso que vas a contarnos?.
— ¿Y los demás?— cuestiono.
— Papá y mama están en la cocina— señala y yo lo sigo, cuando entramos estos están intentando cocinar— Sol está aquí.
— ¡Cariño!— Angélica llega hasta mi y me abraza— ¿Cómo estás?.
— Muy bien, veo que están cocinando— digo y papá asiente.
— Sabíamos que vendrías y queríamos hacerte una comida— ahora me siento mal por venir a decir esto. ¡Jesús!.
— Linda, ¿Estás bien?— Angélica pregunta y yo asiento— ¿Segura?. Estás pálida.
— Estoy bien— murmuro sonriendo a medias.
¿Y ahora como hacemos?. No lo sé.
No quiero que se molesten, pero tampoco quiero ocultarlo.
Solo dilo. No puedo.
Si, si puedes. ¡No!.
¡Solo dilo!.
— Estoy embarazada— digo de repente y todo se paraliza a mi alrededor.
Angélica deja caer una cuchara, Andy abre los ojos a tope y papá solo me observa.
Mi corazón comienza a palpitar como loco cuando todo queda en silencio.
— Digan algo antes de que muera de un infarto— casi ruego en un susurro.
— ¿Eres estúpida?— la voz de papá es un siseo y me estremezco.
— Arnol...
— No, Angélica— corta— Es mi hija y le hablo como yo quiera.
— Pero...
— ¿Se puede saber que tienes en la cabeza?— cuestiona elevando el tono de su voz— Acabas de entrar a la universidad y...
— Papá...
— Cállate, Andy. ¿Qué ocurre contigo, Sol?.
Siento un nudo en la garganta, nunca pensé escuchar esas palabras de su boca.
— Te creía más inteligente— su mirada de decepción me cruza el corazón como un cuchillo.
Cielos...
No pensé que lo tomara tan mal, creo que me equivoqué.
— ¿Y ahora que se supone que harás?— veo las venas marcadas en su cuello— ¿Cómo se supone que cuidarás de un niño?— mi pecho duele y retengo la respiración— No puedes ni siquiera cuidar de ti misma.
Y eso es todo, un sollozo escapa de mi boca y retrocedo. Seco la lágrima que bajó por mi mejilla y me alejo cuando Andy quiere acercarse a mi.
— Estoy embarazada— repito con la voz ronca— Es pronto... lo sé. Pero es mi bebé y yo voy a cuidar de él, incluso más de lo que hago conmigo misma— afirmo con severidad aún cuando quiero llorar— Si ya no quieres pagar mi universidad, está bien... siempre puedo volver a trabajar, después de todo nunca he necesitado nada de nadie.
Veo que mis palabras lo golpearon, pero no me retracto. Solo tomo una respiración profunda.
— Lamento haber venido y querer contagiarte de mi alegría— me doy la vuelta y camino hacia la salida.
Salgo a la calle y escucho como Andy llama mi nombre, pero aún así no me detengo.
Dejo que mi corazón se estruje, no pensé que papá dijera eso.
Desvío mi camino para poder llegar más rápido y llegar a casa.
Las palabras de papá dolieron, en realidad no pensé que sería tan duro conmigo. Fue muy cruel.
Palmeo el bolsillo de mi jeans y saco la llave para abrir la puerta, entro a la casa y voy en busca de Logan.
Voy hacia su estudio y me encuentro con él concentrado en unos papeles.
Su mirada se eleva y sus ojos chocan con los míos.
— ¿Todo bien?— cuestiona y siento mis ojos cristalizarse. Niego y la primera lágrima resbala— Ven aquí.
A paso rápido voy hacia él y me siento en sus piernas para después esconderme en su pecho. Sus brazos me rodean y soy incapaz de retener los sollozos.
— Está bien, amor— siento sus besos en mi coronilla— Todo está bien.
.
.
.
¡Otro capítulo!
¿Que les parece?.
Hoy subiré un solo capítulo, pues, se viene una nueva historia.
¡Estén atentos!
¡Voten y comenten mucho!
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