*Capítulo 15*

— ¿Tuviste que alquilarlo todo?— cuestiono mirando el restaurante vacío con una ceja arqueada y la sonrisa de niño malo de Logan me hace sonreír.

— Sé que no te gusta estar rodeada de muchas personas, Sol— explica y sus ojos se fijan en los míos— Entonces creí que era mejor estar solos.

— El dinero va a volverte loco— río y su sonrisa no se borra, al contrario. Se intensifica.

— Es solo un detalle— dice encogiendo sus hombros.

— No me quiero imaginar otras cosas...

— Si, mejor no lo hagas— murmura y trago en seco.

¿Y si de verdad quiere pedirte matrimonio?. No, es muy pronto.

Claro, y un bebé no lo es.

— A Meg le gusta el tipo que estaba en tu casa hoy— digo para alejar la tensión de mi cuerpo.

— ¿Ethan?— cuestiona y me encojo de hombros.

— Es el único que llegó a tu casa, así que debe ser él— digo viendo cómo dejan un gran plato de espaguetis frente a mi— Gracias— agradezco al mesero y este se retira— Si es él, a Meg le gusta.

— ¿En qué momento lo vio?— niego sin saber— ¿Qué edad tiene Meg?.

— Veinticuatro— digo.

— Es muy grande para ella— aclara y frunzo el ceño.

— ¿Y eso que?, Yo tengo veintidós y tú veintinueve— ladeo la cabeza.

— Ethan tiene treinta y cinco— abro los ojos y él ríe— Es muy grande para ella.

— Bueno... en ese caso... — cierro la boca sin saber que decir— ¡Pero eso no importa!.

— Come— señala el plato y con el ceño fruncido empiezo a comer— Además, él no vive aquí.

— ¿Entonces?.

— Es ruso, Sol— mi expresión de sorpresa no pasa desapercibida y Logan lo nota— Su estadía es en Rusia.

— ¿Y como lo conociste?— pregunto con la curiosidad a flor de piel.

— Estudiamos juntos en la universidad— explica— Su nacionalidad es rusa pero se crío aquí en Alaska. Pero tuvo que irse luego de graduarse, un inconveniente familiar. Luego de eso construyó su propio imperio en Rusia.

— Vaya... ¿Por qué está aquí?— cuestiono.

— Voy a hacer negocios con él, quiero abrir alguna sucursal en Rusia... aún no estoy seguro— dice eso y mi corazón comienza a palpitar.

— ¿Y quién se hará cargo de esa sucursal?... Digo, si es que llegar a abrirla— mis ojos están fijos en su expresión y él solo se encoge de hombros.

— Reuniré a mis mejores socios, muchos tienen potencial— dice— Pero aún no es seguro, el mercado empresarial está muy elevado en Rusia y es difícil invertir en él.

— Oh... — es todo lo que digo.

¿Y si tiene que irse?. No, no la hará.

— No piensas irte... ¿Cierto?— susurro jugando con el tenedor.

— No, no pienso irme— levanto la mirada y su comisura izquierda se eleva— En todo caso, si me voy... vendrás conmigo.

— ¿Eh?— mi mente hizo corto circuito y su melodiosa y ronca risa no se hizo esperar.

— No iré a ningún lado— toma mi mano por encima de la mesa— De Igual forma, cuando tenga reuniones tendré que ir y si quieres puedes venir conmigo. No iré a ninguna parte porque mi empresa, tú y mi hijo están aquí. No tengo razón para irme.

Mi corazón se quiere salir de mi pecho y mis ojos se aguan.

— Te amo... pero tienes que dejar de decirme esas cosas porque... me dan ganas de llorar— trato de retener las lágrimas y su sonrisa me hace saber cuan divertida me veo— ¡No te rías!.

— Lo siento, amor— acaricia mis nudillos y suspiro para tranquilizar mi respiración.

Este hombre va a matarme de un infarto.

La noche está cálida y la poca brisa que sopla no es tan fría.

— ¿Tienes frío?— Logan cuestiona a mi lado y niego.

— No, no hace tanto frío— digo y veo las estrellas en el cielo— Estos días no ha hecho tanto frío— él asiente concordando conmigo y sonrío.

Después de cenar decidimos caminar un rato, no quería ir a casa tan temprano.

— Bonito vestido— murmura atrayendo mi cuerpo al suyo.

— No me recuerdes que lo llevo puesto— ruedo lo ojos e inclino mi rostro para recibir su beso en mi mejilla— Meg puede ser fastidiosa a veces.

— Ella te hace bien— susurra en mi oído— Se ve te quiere.

— Y yo a ella— digo cerrando los ojos cuando sus labios besan el punto tras mi oreja que siempre me estremece— Es mi única amiga.

— Es la única que me agrada— murmura y una risa tonta me ataca.

— Porque es mujer— me alejo un poco y observo su rostro— Se que no te cae bien Tom...

— Le gustas...

— Pero él no me gusta— afirmo con firmeza— Lo sabes, es mi único amigo en la universidad. Te lo he dicho varias veces...

— No puedes culparme, eres mía — besa mis labios y trato, en serio trato de retener la risa pero termino alejando mi boca de la suya para poder reírme.

— Que posesivo— me burlo y rodeo su cuello con mis brazos— No tienes porque estar celoso, tu mismo lo acabas de decir. Soy tuya.

— Y por esa razón... — se aleja de mi y mete la mano en el bolsillo de su chaqueta. Mi corazón se detiene y mi piel se eriza cuando lo veo sacar una cajita rectangular de terciopelo negro— Tenía pensando pedirte esto mucho antes, luego creí que sería prudente esperar a que cumpliéramos un año— explica y mi corazón vuelve a bombear, pero está vez más rápido— Entonces llegaste a mi oficina y me diste la mejor noticia, creo que ha sido lo mejor que me

han dicho en toda la vida— da un paso hacia mi y su gran mano sujeta mi mejilla— Si, puede que las personas piensen que es muy pronto para tener un bebé... pero a mí no me importa, ¿Sabes por qué?— niego con los sentimientos palpitando— Porque es contigo con quién voy a tenerlo y si es contigo... todo es mejor, Sol— su pulgar limpia una lágrima que baja por mi mejilla sin mi consentimiento— Por eso quiero que abras está cajita.

Su mano deja mi mejilla y toma la mía, dejando la caja sobre mi palma abierta. Miro sus ojos y con un asentimiento de cabeza me indica que la abra.

Con manos temblorosas sujeto la cajita y quito la tapa, mis ojos se empañan a un nivel extremo y mi corazón inicia una carrera como si estuviera en una maratón.

Una llave que conozco a la perfección descansa sobre el terciopelo de la caja, llevo una mano a mi boca para impedir que un sollozo salga de ella.

Él quiere que vivamos juntos.

Sus manos acunan mi rostro y sus ojos azules reflejan los míos empañados.

— Quiero que vengas a vivir conmigo— murmura dejando un húmedo beso en mis labios— Quiero dormir contigo cada noche y despertar junto a ti cada mañana— cierro mis ojos sintiendo su sonrisa en mi mejilla— Te quiero junto a mí, Sol. Los quiero Junto a mi.

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¡Otro capítulo!

¿Que les parece?

(Los quiero activos en Instagram: @Valeryn_caceres2)

¡MARATÓN!

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