CAPÍTULO 12
*Capítulo 12*
Logan
7 meses después.
Apartó los mechones rubios que caen desordenadamente sobre el rostro completamente dormido de Sol, su ceño se frunce ligeramente cuando mis dedos recorren su mejilla. Sonrío al notar su sonrojo.
Desde que conocí a Sol eso fue lo que más me llamó la atención de ella, por casi todo se sonroja. Cuando se molesta se nota más y eso me vuelve loco.
Es impresionante todo lo que ella ha generado en mi, en veintinueve años de vida nunca fui capaz de ver más allá de mis ojos y ella llego a cambiarlo todo.
Aún es increíble saber que, en menos de dos semanas ya se cumple un año desde que nos topamos en aquella esquina.
Un año que pasó como un rayo, como cada momento junto a ella.
Un año en el que, creo que mi madre recapacitó y comprendió lo que tengo con Sol, no insistió más y ahora todos estamos en paz.
Sol se remueve como siempre lo hace, como un huracán. Sonrío cuando la veo dar una vuelta completa y terminar boca abajo, todo su cabello queda sobre su cara y escucho un pequeño suspiro escapar de sus labios.
Definitivamente no cambiaría a esta mujer por nada del mundo.
— Esto es horrible— susurra mientras se sienta junto a mí en el sofá.
— ¿Qué tienes ahora?— le pregunto viendo su rostro pálido, su cabello está recogido en una coleta.
— Tengo el estómago revuelto— murmura cruzándose de brazos y haciendo un puchero— Odio absorber todos los virus del ambiente.
— ¿Tus medicamentos?.
— Me los he tomado todos, a excepción de las vitaminas— hace una mueca— Saben horrible.
— Ahí lo tienes— paso mi brazo por sus hombros y ella no duda en recostar su cabeza en mi hombro— Debes tomarlas, eso te ayuda a no contagiarte de los virus y mantiene tu hemoglobina alta.
— ¡Lo sé!— exclama y río a lo que Sol me mira mal— Pero no puedes culparme, es demasiado asqueroso y sumamente molesto recordarlas. Es una cada ocho horas y no tengo mente para todo. La universidad, las famosas clases que le estoy dando a Andy, Meg... es frustrante.
— ¿Y yo no estoy en tus tareas diarias?— cuestiono con una ceja arqueada.
— No eres una tarea, Logan— su mano se posa en mi mejilla y sus ojos se fijan en los míos— Te amo.
— Yo te amo más.
Observo mi reloj por tercera vez en menos de cinco minutos y mi entrecejo se frunce al ver que son las tres de la tarde, desde que dejé a Sol en su casa hace más de veinte horas y no tengo señales de ella.
He estado llamándola y no ha respondido a ninguno de mis mensajes tampoco, puede que esté muy ocupada con lo de la universidad puesto que, está a finales de semestre.
Sin embargo, me preocupa que no se haya comunicado conmigo en todo el día.
Cuando estoy por marcar su número, el nombre de Sol se lee en la pantalla.
«Debemos hablar».
«¿Dónde has estado?, Te he llamado todo el día».
La respuesta no tarda en llegar.
«Estuve con Meg, me estaba ayudando hacer... en serio, necesitamos hablar».
Mi ceño se frunce automáticamente.
«¿Está todo bien?».
«Si, todo está bien.».
«Ven a la empresa».
«En diez minutos estoy ahí».
¿Hablar?, Esto no suena del todo bien.
Espero que Sol suba y así salir de todas las dudas que ha formado mi mente, un golpe en la puerta me hace saber que la rubia ya está aquí. Le digo entre y ella sin objeción lo hace, la seriedad en su rostro me dice que algo no está bien y eso me inquieta demasiado.
La observo removerse sobre sus pies, abrir y cerrar su mano libre. Está nerviosa, su ceño se frunce levemente y muerde su labio inferior.
— ¿Vas a hablarme?— cuestiono y ella asiente casi imperceptible— Ven aquí.
Dubitativa camina hacia mi y coloca la bolsa de papel sobre el escritorio, toma la mano que tiendo hacia ella y hago que se sitúe en medio de mis piernas, sus ojos están más abiertos de lo normal y un extraño brillo cristalino está fijos en ellos.
— Yo... — traga forzado y muerde el interior de su mejilla— No sé cómo... esto es...
— Sol, respira y habla con calma— sugiero y Sol suspira— ¿Qué sucede?.
— Hace dos semanas me enfermé, ¿Recuerdas?— asiento— Pues resulta que he seguido con los mismos malestares... — lleva una de sus manos a su cabello y lo pasa tras su oreja— Estuve estresada está semana y pensé que tal vez podría ser eso pero no...
— Espera, Sol. Con calma— le recuerdo porque habló muy rápido— ¿Aún te sientes mal?.
— No— niega rápidamente.
— ¿Entonces?.
— Lo que pasa es que... yo estoy... — toma aire y sus ojos azules se cristalizan más, mi ceño se frunce— Meg me ayudó y... me hice una... pero quise salir de dudas y también...
— Sol, no te estoy entendiendo— la interrumpo y fija su mirada en la mía.
La rubia se gira un poco y toma la bolsa blanca para vaciar su contenido.
De la bolsa saca una cajita pequeña y unos papeles, sus manos tiemblan y eso hace que mi corazón comience a bombear.
— Yo... — suelta un suspiro tembloroso— Estoy embarazada.
.
.
.
Chan, chan, ¡¡CHAN!!.
Esto no se lo esperaban, ¿oh si?.
¿Que les parece?
¡Voten y comenten mucho!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro