Stiles

No me he acostumbrado a hablar con Mia, no es que sea difícil hacerlo, de hecho es genial conversar con ella. Este fin de semana en el hospital habría sido un infierno si ella no hubiera estado aquí. En especial porque Lydia solo dejó que la viera una vez y solo porque Mia la convenció.

El problema ahora mismo era que Lydia se había ido del hospital, probablemente porque su mujer loba interior hizo que se fuera o algo así. Robé su camisón para que Scott pudiera rastrearla. No queríamos que cometiera alguna locura mientras estuviera sola.

― ¿Esto es lo último que estaba usando? ―preguntó Scott. Yo asentí. Tenía miedo por lo que pudiera pasarle a Lydia―. No dejaré que nadie la lastime. No otra vez.

―Está bien. Refriégate eso en la cara y busquémosla.

Me estaba dirigiendo al Jeep cuando una voz me detuvo. Una voz que por años me atormentaba, pero que últimamente me había empezado a agradar.

― ¿Irán a buscar a Lydia? ―preguntó Mia.

No esperaba que ella estuviera aquí. ¿Cuánto había escuchado? Era una suerte que no haya dicho las palabras "hombre lobo" en voz alta.

― ¿Mia? ¿Qué haces aquí? ―preguntó Scott.

―El alguacil me pidió que me cerciorara de que fueras a casa ―dijo viéndome a mí.

¿Por qué mi papá haría eso? ―No necesito niñera.

―No me importa si vas a casa o no ―respondió ella―. Solo quiero encontrar a Lydia y si ustedes están yendo a buscarla, entonces iré yo también. Es mi mejor amiga.

Aun no podía creer que Mia sea la mejor amiga de Lydia.

―No vas a venir con nosotros ―dije rápidamente.

― ¿Por qué no? Puedo ayudar.

Porque es probable que tu mejor amiga sea una mujer lobo o cualquier otra cosa... es probable que si te ve te quiera lastimar. No podemos dejar que corras peligro, menos si no sabes nada sobre la situación.

―Porque no ―respondí en lugar de todo lo que pensé―. No necesitamos ayuda.

Allison apareció y empezó a hablar con Scott. Escuché algo sobre que los Argents habían salido en busca de Lydia. No, la palabra correcta sería que habían salido a cazar a Lydia.

No tenemos tiempo que perder.

―Allison vendrá con nosotros ―dijo Scott y yo asentí.

― ¿Por qué ella puede ir y yo no? ―preguntó Mia, parecía molesta. Lo entiendo, yo lo estaría también, pero igual no podía dejar que ella viniera con nosotros―. Soy yo la que conoce a Lydia desde hace muchos años. Soy yo la que tiene más probabilidades de encontrarla.

Mia no se da cuenta que solo nos está retrasando.

―Suban al auto ―les dije a Scott y a Allison. Luego me acerqué a Mia, esperaba hacerla reaccionar―. Mia, no puedes venir. Solo no puedes venir.

―Dime una buena razón para no hacerlo.

Podrías morir si vienes.

―No voy a dejar que entres al Jeep.

Ella rodó los ojos y sacó las llaves de su Volkswagen. ―No necesito entrar a tu Jeep, tengo mi propio transporte.

Maldita sea... olvidaba que su papá le había devuelto el carro.

―Mia, no vas a venir.

―No necesito tu permiso, puedo salir a buscarla yo sola.

¿Por qué tiene que ser tan obstinada?

Le quité las llaves de las manos fácilmente. Ella pareció sorprenderse ante mi acción, así que empezó a forcejear para quitármelas. Ella trataba de treparse en mí para alcanzar las llaves que las tenía en lo alto. Ella era más pequeña que yo, así que jamás podría alcanzarlas. Era tierno verla tratar de alcanzarlas. ¿Dije tierno? En fin, ella parecía cada vez más frustrada.

―Dame mis llaves.

Por alguna razón estaba disfrutando esto.

Antes de decirle que ni en un millón de años se las daría, Allison habló.

―Stiles, tenemos que irnos ahora ―eso me regresó a la realidad. No podía seguir jugando con Mia, teníamos que irnos a buscar a Lydia.

Recordé que ella había preguntado porque no podía venir. Sabía que tenía que ser duro con ella, era la única forma de obligarla a quedarse.

― ¿Sabes por qué no puedes venir? ―ella asintió―. Porque no te queremos con nosotros ―porque aunque deberías de venir, no podemos arriesgarte―, tú no eres nuestra amiga ―te has vuelto importante para nosotros, al menos para mí, no podemos perderte―, y no te necesitamos ―eres a la que más necesitamos, porque sé que podrías encontrarla.

Su expresión cambió completamente. Noté cómo le dolió todo lo que le dije. Hace un año habría saltado de la alegría por haber lastimado a Mia, pero ahora no. Me sentía una mierda. Pero era por su bien. No importa que me odie, necesito que se mantenga alejada de lo supernatural.

No le dije nada más, solo me subí al Jeep y nos alejamos del hospital.

―Fuiste muy duro con ella ―dijo Scott.

―Era necesario ―respondí.

―No, no lo era ―dijo Allison―. ¿Sabes cuán duro ha trabajado para entablar amistades todos estos meses? Acabas de arruinar todo, ella piensa que no somos sus amigos.

Tal vez me pasé demasiado de la línea.

―No importa, ella no debe de saber nada sobre los hombres lobos o cazadores ―miré a Scott por un momento―. O, ¿prefieres contarle todo?

Él se enderezó en su asiento y no respondió.

―Huele el camisón y busca a Lydia ―dije.

Mia

Estaba en el estacionamiento del hospital, probablemente habían pasado varios minutos en los que no me había movido de mi lugar. Las palabras de Stiles se repetían una y otra vez en mi cabeza.

"Porque no te queremos con nosotros, tú no eres nuestra amiga y no te necesitamos."

Traté de apartar cada una de esas palabras de mi mente, pero no podía.

―Mia, ¿qué haces aquí? ―me preguntó el alguacil Stilinski. Al parecer había pasado mucho tiempo desde que Stiles se había ido con Scott y Allison.

―Perdí las llaves de mi Volbee, las he estado buscando, pero no aparecen ―dije rápidamente, esperaba que no se diera cuenta de la mentira. Odiaba mentirle, pero... ¿cómo le digo que su hijo me quitó las llaves y me dijo palabras que aún estaban apuñalando mi corazón?

― ¿Volbee?

―Mi Volkswagen, así le digo ―sonreí débilmente. No tenía ganas de nada.

― ¿Quieres que te lleve a casa? ―preguntó.

Eso sería genial, pero sabía que él tenía cosas más importantes que hacer que llevarme a casa. Por ejemplo, buscar a Lydia.

―No, llamaré a Jackson para que venga por mí ―dije.

Él asintió y se subió a su coche patrulla.

Para: Jackson 5 ♪
Perdí las llaves de Volbee y estoy en el hospital, ¿podrías venir por mí? Por favor.

Cambié el nombre de contacto de Jackson luego de lo que hablé con él el otro día. Aunque estaba considerando seriamente cambiarlo de vuelta, ya que no había venido a ver a Lydia ni un solo día. Era un completo idiota.

De: Jackson 5 ♪
No es una manera de convencerme para que vea a Lydia, ¿no?

Había estado tratando de que venga a verla, pero él jamás aceptó. Así que dejé de tratar. No iba a obligarlo a hacer algo que él no quisiera. Era un idiota, pero no podía forzarlo a nada.

Para: Jackson 5 ♪
En verdad perdí mis llaves. Además, Lydia ha desaparecido. La policía la está buscando. ¿Puedes venir o no?

De: Jackson 5 ♪
Llego en diez minutos.

💛

― ¿Por qué desapareció? ―me preguntó Jackson una vez que habíamos salido del estacionamiento del hospital.

―No tengo idea, estoy preocupada por ella... simplemente escuchamos un grito y ella ya no estaba.

―Siempre supe que Lydia estaba loca ―dio una vuelta a la derecha y luego una a la izquierda. No sabía cómo responder a lo que acababa de decir sin golpearle en la cabeza.

―No lo digo en mala onda, Lydia es especial... tal vez reaccionó a la mordida...

― ¿A qué te refieres? ―pregunté.

Pude notar que se puso nervioso.

― ¿Jackson? ¿A qué te refieres? ¿Qué tipo de reacción?

―Nada, solo digo que la atacaron, si alguien te ataca, es normal que te vuelvas un poco loco, ¿no? Es normal.

Había algo más y estoy segura que él sabe lo que Stiles y Scott ocultan. ¿Cuándo voy a enterarme de todo lo que está pasando?

La incertidumbre me mata.

―Pensé que habías estado todo el fin de semana en el hospital con Stilinski ―dijo.

Suspiré.

―Lo estuve.

― ¿Por qué no le pediste que te lleve a casa?

―No quiero hablar de Stiles.

― ¿Qué pasó? ¿Te hizo algo? Si te hizo algo lo mato, sabes que puedo matar a ese pobre bueno para nada.

―Jackson, tranquilo. Solo no quiero hablar de Stiles.

Se estacionó en mi casa y yo salí del Porsche. Al menos el asiento del copiloto era cómodo.

― ¿Quieres que te recoja mañana? ―preguntó.

Oh, Volbee está en el hospital y mañana no tendré cómo ir a la escuela... ¿cómo no recordé ese detalle? Después de clases tendré que ir a recogerlo.

―Sí, eso sería genial. Nos vemos mañana.