Capítulo 26
Lust sonreía mirando hacía la ventana. Solo en su cuerpo cubria unas sábanas que se había enredado. Horror detrás de él, le deba suaves besos en su hombro y cuello mientras acariciaba su vientre. Apenas había crecido un poco, lo cual era buena señal.
- No me gusta este universo para criar a nuestro bebé aquí.
- Y donde te gustaría? - pregunto dulcemente Lust.
- No lo sé… mi universo es algo violento pero crecerá fuerte. Y en el tuyo… aprenderá cosas que prefiero que no lo haga aún.
- Jajaja! por qué crees eso?
- Lust… en tu universo casi caminan sin ropa.
Aquel morado giró su cuerpo para pasar sus brazos por el cuello del mayor.
- Cualquiera sea el universo que elijamos… mientras estemos juntos yo lo acepto.
Suaves besos se presentaban. Horror iba desenredando aquel nudo de las sábanas para poder sentir la suave piel de su morado. Un ruido en la puerta los interrumpió.
Nightmare veía a aquellos amantes perplejo, mientras que Horror protegía a Lust. Cuando el de ojos carmesí iba a atacar, Dream apareció calmando a todos.
~ ☆
Lust ya cambiado, tomaba un té mientras hablaba con Dream en la cocina.
- Entonces… no nos recuerda?
- No. A nadie más que a mi y a Ink. Le mencioné a Error pero lo considera muerto.
- Vaya…
- Creí que al traerlo aquí ayudaría a que recuerde pero aún nada.
Nightmare se quedó en la puerta al escuchar el nombre de Ink.
- Sabe que Ink está viviendo con Error ahora?
- No… ni sabe lo de empresa, ni de ustedes…
- Y por lo que veo, tampoco habla.
- No puede hacerlo…
Cuando Nightmare iba a volver a la sala se detuvo al escuchar algo que lo puso aún más nervioso.
- Y ya Ink sabe que él está despierto?
- No…
El crea pesadillas pensando en que lo estaban engañando, apretó sus puños.
Ink era su esposo, vivían juntos! él lo recordaba muy bien. Porque lo alejaban de Ink?
Se había arriesgado a visitar el pueblo para encontrarse a aquel niño y a Ink casi muriendo. Si no fuera por él, ambos estarían muertos. Y parecía que Ink no podía ver…
Tenía tantas preguntas y a su vez no confiaba en la respuesta de nadie…
Pero sabía que en el fondo, la respuesta de todo la tenía aquel pintor.
Sólo necesitaba recordar dónde vivía Error ahora, recuperar su voz y el momento justo para hablar con Ink.
~ ☆
Ink pestañeaba mientras el psicólogo revisaba sus ojos.
- Increible, revise tus estudios y cada día pareces mejorar. Me arriesgo a pensar que en poco tiempo recuperarás la vista.
En aquel pintor se soltó una pequeña sonrisa. El mayor sostenía del mentón suavemente a Ink mientras seguía revisando sus ojos. Mordió sus labios al disfrutar tenerlo cerca.
- Y por casa… cómo va todo?
- Un caos… pero, me encanta.
- Siéntate y cuéntame mas de eso.
- Bueno verá, Error y 66 siguen llevándose mal… aún no tengo un nombre apropiado para él. Pero me siento en familia con ambos...
- Eso es algo normal, aún no conoces la verdadera personalidad del niño, por lo que creo que el nombre les saldrá a ambos natural.
- Usted cree que alguna vez Error lo acepte? - preguntó temeroso Ink.
- Es una pregunta algo extraña. Puedes decirme a qué se debe esa ansiedad?
- Bueno… si algo llega a pasarme, dudo que Error quiera seguir cuidando de él…
El psicólogo anotaba mientras Ink continuaba hablando sobre el niño. En la sala de espera, Error de brazos cruzados, miraba muy mal a 66.
El niño sentado en el otro grupo de sillas, frente a él y de brazos cruzados, también lo miraba mal. Estaba algo aburrido por lo que se levantó para tomar una revista pero Error lo detuvo.
- Siéntate… ahora.
- Solo quiero leer una revista.
- Tú no sabes leer mocoso.
- Pero podría aprender!
- Siéntate!
66 apretó sus dientes ofendido. Volvió a sentarse y agitar sus piernas debajo de la silla. Al balancearlas, golpeaba parte de las patas delanteras.
El ruido molestaba a Error pero el niño no lo hacía a propósito.
- Basta.
- Si no estoy haciendo nada!
El niño suspiró. Segundos pasaron y volvió a patear las patas de la silla.
- Se acabó mocoso, me cansaste.
Ink reía con el psicólogo por contarle las travesuras que ambos se hacían.
- Estoy perplejo por la reacción de Error ante esto.
- Lo se! el debería ser el adulto.
- Ink…
- Si?
Aquel psicólogo tomó su mano suavemente manteniendo una distancia prudente.
- Quiero decirte que estoy muy orgulloso de tu avance… creo que tienes la capacidad de superar cada trauma.
- Eso es gracias a usted.
- No, yo solo guio tu camino, tu decides transitarlo.
Aquel profesional se asombró cuando Ink lo abrazó.
- Gracias… dejé de tener esas pesadillas por usted…
- Sobre eso… hay algo que quiero comentarte Ink.
Un fuerte ruido hizo que ambos se asombren. Aquel psicólogo salió a la sala, pero ni Error ni 66 se encontraban en aquel lugar.
- Suéltame! quiero volver con Ink!!!
Error lo metió al auto, casi atándolo con el cinturón y sus propios hilos. Encendió el auto y lo llevó hasta salir de la ciudad mientras aquel niño intentaba zafarse.
- A dónde vamos!! quiero volver con Ink!!
- Vaya… ya te encariñaste? eso es bueno… así me prestaras más atención.
Estacionó en lo que parecía campo, a lo lejos estaba lleno de árboles.
- Conoces este lugar?
66 negó asustado.
- Bien haremos un trato tú y yo. Quieres volver a ver a Ink? A partir de ahora vas a obedecerme. Vas a ayudarme con Ink y cada vez que él te pregunte como te sientes con respecto a mi, le dirás maravillas!! al psicólogo también. Si por alguna razón no cumples nada de lo que te pido… te traere aquí. Sabes que hacen aquí?
- No.
- Se comen a niños como tú. Quedó claro?
- …
- Fui claro mocoso!?
66 asintió.
- Bien.
Cuando volvieron, Ink los esperaba preocupado.
- A donde fueron! la sesión terminó hace media hora.
- Lo lamento amor, 66 tenía hambre y lo llevé a tomar un helado.
Error miró al niño que con un helado derritiendose en la mano lo miraba muy mal y con profundo odio. Error le hizo señas y éste suspiro.
- Gracias Error…
- Lo oíste? Me ama, todos felices. Ahora volvamos a casa.
- Aaaww, pequeño!
Ink abrazó al menor y éste se aferró a sus brazos.
- Los veré la semana que viene.
Aquel psicólogo se despedía hasta que su teléfono sonaba. Era su colega desde el hospital. Como ahora aquel niño iba a ser su paciente, necesitaba tener más información. Pero su colega le traía más sorpresas que solo información.
- Hola… si soy yo.
- Tengo la información que me pediste sobre ese niño.
- Y bien?
- No te va a gustar lo que averigüé…
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro