Capítulo 23
- 66?
Se asustó de ver nuevamente a aquel albino. Cómo es que nunca lo sentía venir hacia él?
Intento escaparse pero las palabras de Ink lo frenaron.
- No te escapes! Por favor… no me acercaré a ti… de hecho no puedo verte…
Aquel niño observó mejor al mayor. Efectivamente no parecía verlo fijamente, más que mirar hacia un punto en particular.
- Mira… te hice algo de comer, y puse un refresco en la bolsa… no quiero asustarte… de hecho… yo estoy muy asustado, sabes? Tampoco me gusta que me persigan… pero tú ventaja es que yo no veo… jaja así que… dejaré esto para ti y me iré… esta bien?
Ink siguiendo las indicaciones de Gradient, se alejó bastante. Lo suficiente al menos, para hacer que aquel niño se sienta seguro otra vez sin su presencia.
- Puedes decirme que hace?
- Está… mirando lo que trajiste.
Ink sintió que aquel niño comía con desesperación. Sonrío y a la vez se preocupó de que no fuera suficiente.
Al día siguiente tenía una discusión con Error, quería volver al pueblo y éste no se lo permitía.
- No puedes tenerme encerrado aquí si yo quiero ir!!!
- Ink, entiende que sin custodia no puedo mandarte, además de que acordamos dos veces por semana.
- Cambie de opinión, quiero ir todos los días…
- Pues no será posible.
- Por qué no??
- Porque no te arriesgare, ni a ti ni a los que te acompañen.
- Iré por mi cuenta entonces, no te necesito.
Ink empujaba al azabache que intentaba contener aquel capricho.
- Suéltame!!! Yo puedo ir solo!!
- No te dejaré ir, además de que ya es tarde.
Ambos forcejeaban mientras Ink seguía desesperado apartando al mayor. Hasta que Error llegó al límite de su paciencia, apretó tan fuerte los brazos del menor haciéndolo soltar una mueca de dolor.
- Basta!! Se acabó! No irás a ese estupido lugar nunca más, me oyes? Me cansé de tus estupidos caprichos…
Cuando se dio cuenta de su mala reacción, ya era tarde. Ink lo miraba asustado.
- Lo siento… no quise… te lastime? Déjame ver tus brazos...
Ink lo apartó temblando y aún sin Gradient tanteó la pared hasta encerrarse en la habitación que ambos compartían.
Golpes suaves en la puerta se sentían minutos después.
- Ink?... Inky… puedo pasar? Lo siento si? N-no quise
Ink abrazo sus piernas enterrando su cara en ellas mientras no dejaba de llorar. Aún sus brazos le dolían.
Recordaba correr asustado para luego encerrarse mientras Nightmare lo corría por detrás. Su ropa desaliñada teniendo golpes en su cuerpo que adornaban aquella discusión.
- INK MALDITA SEA! ABRE LA MALDITA PUERTA! te crees mejor que yo!?? Crees que puedes engañarme con cualquiera!? ABRE O TE IRA PEOR, ME OYES?
Su cuerpo temblaba por completo, y sus gritos eran ahogados cuando el mayor lograba abrir la puerta.
Tantas veces pensó que moriría…
Porque seguía en esa situación? Se preguntaba cómo pudo aguantar tanto… como había podido amar a alguien tan despreciable y despiadado.
Lo peor era que luego de esa discusión, dormían juntos. Nightmare le pedía disculpas, besaba las heridas que él mismo había provocado, prometiendo que no volvería a pasar…
Y él siempre le creía… sonreía y disfrutaba el tiempo luego de aquella tormenta. Nightmare se volvía atento, cariñoso, protector… era adicto a esas pequeñas demostraciones de amor.
Abrió sus ojos, no sabía qué hora era… pero sí tenía mucha hambre. Inmediatamente el aroma a comida recién horneada invadía su sentido.
Tomo a Gradient y ambos bajaron a la mesa.
- Hice la cena…
Ink se sentó y a pesar de tener hambre, no probó bocado alguno, preocupando más a Error.
- Ink… prueba aunque sea solo un poco.
- …
- Por favor... De verdad lamento lo que dije…
- Me lastimaste…
- Lo sé, no tengo justificación, pero enloquecí… tu no me escuchas, no negocias, simplemente te encaprichas!!
- No soy tu mascota Error. El que no pueda ver no me hace perder mi voluntad de decidir.
- Lo sé, pero no entiendes que esa gente es peligrosa. Me odian, y con tal de verme sufrir… te harían cualquier cosa…
Ink se levantó de la mesa.
- No me extraña que te odien… tu les diste cada motivo y razón para hacerlo. Y si es verdad que estas arrepentido, entonces déjame solo. Comeré cuando tenga hambre, y también te hablaré cuando lo considere necesario.
- Ink…
- Buenas noches Error.
Dormir en el sillón no fue nada cómodo. Sentía que era injusto aquel enojo. Solo se preocupaba por el menor…
Esa misma noche, recostado mirando las estrellas, 66 tenia en la mano un pincel que aquel extraño albino había olvidado.
Lo agitaba en el aire como si uniera puntos con las estrellas, formando un dibujo.
Hacía días que no se sentía tan a gusto. El sabor de aquella comida era indescriptible para su paladar. Y había comido más cantidad de lo que en su vida siquiera existiera tal proporción.
Le dolían los pies de caminar, descalzo todos los días. Pero de tanto sangrar, ya se iban acostumbrando sus pies.
Entró a su casa con precaución, ahí estaba, rodeado de alcohol y roncando, su cuidador.
Subio las escaleras para encerrarse en su habitación. Rompio una de las maderas del piso, para guardar aquel pincel. Tenia diversos objetos escondidos que para él eran pequeños tesoros.
Antes de unir aquella pieza a su colección, observó las letras que para él eran garabatos, sin poder leerlas.
"Ink Comyet"
Tal vez le devolvería aquel objeto a ese extraño monstruo para observar cómo funcionaba. Luego se lo robaría y asunto arreglado.
Saco una hoja y de su mano formó gotas de tinta de sus falanges para plasmar en aquel papel, el dibujo que antes había imaginado.
Poder dibujar era su gran secreto… nadie sabía que aquel pequeño monstruito podía hacer eso.
Dibujó a aquel albino. Por alguna razón, en sus ojos dibujó estrellas en vez de pupilas...
Recordó que el mayor le dijo que su ventaja hacia él era que no podía verlo...
Se preguntó como sería su mundo, su día a día, si él no pudiera ver...
Cerro sus ojos quedándose dormido, el cansancio lo había ganado de tal forma que ahora la tinta adornaba en su pómulo apoyado sobre la mesa...
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