Capítulo 21
- Bueno Ink cuéntame un poco de lo que pasó ayer.
- Me levanté, hice el desayuno para Error y para mi. Cuando voy a despertarlo para comer juntos… él… no me recordaba.
- Ya veo, y mencionaste que esto. - el psicólogo volvió para ver sus anotaciones.
- Ya me había pasado.
- Si, con una ex pareja, verdad? Salias con alguien muy enamorado los dos y de repente, te olvidó. Su nombre, como era?
- No lo mencioné. Su nombre era Dream.
- Bien Ink. Quiero que escuches esto atentamente. Todos podemos traumarnos con algo. Sea en mayor o peor grado, no querer repetirlo es un comportamiento normal. Ahora, dejar de vivir por no querer repetirlo… es algo malo. Entiendes eso?
- Eso creo, si.
- Mandé hace una semana a revisar tu vista y no ven problema alguno. De tu accidente no quedan secuelas ya. Sabes qué significa eso?
Ink negó haciendo sonreír a aquel terapeuta.
- Que todo está en tu mente. Podemos ver ahora claramente un patrón. En tus sueños, cuando tienes intimidad con Error, usas tus ojos. Puedes verlo cambiar de forma hacia tu pesadilla. Cuando haces el desayuno, y lo despiertas para luego, él no recordarte, es exactamente lo mismo. Tienes miedo de ver con tus ojos.
Ink se quedó impactado por eso.
- Entonces…
- Tienes miedo de volver a ver y con esto perder a Error. Debemos trabajar en tu trauma, vencerlo y así estoy seguro que volverás a ver.
- Vaya… es usted muy bueno en esto.
Aquel psicólogo dejo las cosas a un lado y se sentó más cerca de Ink.
Una mano se apoyó en una de sus piernas…
- Te pondrás mejor muy pronto, estoy seguro de eso.
Ink comenzó a temblar al sentir como la mano de aquel terapeuta subía hasta su entrepierna.
- Sabes bien que mientras guardes este pequeño secreto a Error… todo estará bien, cierto?
- Por favor… no lo haga.
- Relájate Ink, solo será un momento.
Las embestidas eran profundas y bruscas. Le dolía la boca y el cuello debido a la presión que este ejercía.
Tener a aquel ser encima, jadeando era una completa pesadilla.
Cuando su boca fue liberada le imploraba que se detuviera.
- Eres tan perfecto… tu piel… necesito corromperla…. Quiero llenar tu interior de mi esencia...
- P-por favor… n-no…
- Desde que lleg-gaste... (~embestida) ...que me v-vuelves (~embestida) muy muy loco... te gusta esto, verdad Ink? Es terapéutico, cierto? (~embestida muy brusca).
- a~ah!
- Y podremos hacerlo las veces que quieras~ si no alcanza una sesión puedes venir m-más días...
Las embestidas cada vez eran más rápidas. Ink lloraba mientras su boca era nuevamente presionada. Sentia como un líquido viscoso ardía en su interior debido a estar lastimado.
- Aahh~ Ink... quiero más de esto... pero mírate... tan duro. Acaso lo estás disfrutando? No voy a ser egoísta, es tu tu turno de disfrutarlo.
Ink se retorcía queriendo salirse del agarre mientras era masturbado.
- Lo disfrutas verdad?
Ink asintió asustado. Correspondía el beso que aquel ser le daba.
- Me extrañabas, verdad? Falta muy, muy poco para que nos volvamos a ver. Ink?
….
- Ink!! Despierta!!
Su cuerpo estaba completamente empapado de aquella pesadilla.
- Tranquilo… tranquilo aquí estoy. Solo fue otro sueño.
Ink lloraba desconsoladamente en los brazos de Error. El teléfono de aquel destructor sonaba sin parar.
- Es tu trabajo? - dijo Ink sobándose los ojos, ya más calmado.
-Si, pero llamaré para avisar que hoy no iré.
- No, está bien. Es lo que quedamos cierto? Estaré bien.
- Pero Ink…
- Debo avanzar.
Error le preparo el baño y lo llevó en brazos para que se relajara.
Mientras Ink disfrutaba del agua bien caliente en su cuerpo, Error decidió cambiar las sábanas.
Un poco de sangre había en ellas. Lo cual le extraño mucho al azabache.
Limpio todo y al terminar de hacer el desayuno, Ink con ayuda de Gradient ya se había cambiado. Ahora secaba su pelo con una toalla.
- Vaya… lo pudiste hacer solo.
- Te dije que podía hacerlo. - dijo aquel Albino sonriendo victorioso.
- Nunca lo dude shorty…
La sonrisa de Ink era tan deliciosa ante el mayor. Cuando llegó el momento de despedirse, Error no quería hacerlo.
- De verdad estarás bien solo?
- Por supuesto. Configure a Gradient para que cuente los pasos y estaremos juntos todo el día. No estoy solo.
- Insultas mi presencia, Error.
- Veo que también su personalidad se volvió algo insolente.
- Modifique un poco eso también. - dijo Ink soltando una risita cómplice. - creo que por alguna razón te odia.
- Bueno me alegro que sean amigos. Voy a extrañarte.
- Yo tambien ruru…
- Kiki…
Se besaron suavemente. Ink con sus brazos en el cuello del mayor, deslizó los mismos hasta tomar el rostro de su amado.
[Foto perteneciente a Shigxx~]
- Si me besas así… dan ganas de cancelar mis juntas.
- Jajaja vete de una vez…
No había pasado un par de horas que Error corría desesperado de regreso a la casa.
Su mente había sido atormentada con las mil formas en que había visto a Ink sufrir o peor aún, morir.
Quemado, ahogado, caídas, cortocircuito y un sin fin de ideas extremas en las cuales aquel Albino por no ver tropezaba y moría.
- Ink!!
Corrió desesperado hasta entrar al living.
Ahí estaba el Albino sonriendo muy feliz mientras pintaba y cantaba junto a Gradient. Era gracioso verlo con algunas gotas de pintura en sus mejillas. Giro asustado al sentir a Error tan desesperado.
- Ruru, eres tu? Paso algo?
- Ink… - Error jadeaba y le costaba mucho respirar. Cayo al suelo más tranquilo de disipar todo lo que había pensado camino a casa.
- Error! Estas bien? - Ink tanteando con sus manos, fue a auxiliarlo. - Gradient chequea los síntomas!
- Solo esta descansando de tanto correr.
- Error, que fue lo que pasó.
- N-no…. No p-podía… dejarte solo.
- Amor, estabas preocupado por mi?
- Si…
- Debiste haber llamado!
- Lo siento kiki… no es que no confie.
Ink lo interrumpió para besarlo. Error sonreía por los suaves besitos en todo su rostro.
- Me llevaras al pueblo mañana?
- Por supuesto kiki. Hasta creo que te llevaré a mi trabajo.
- O puedes comprar una caja de cristal a medida y encerrarlo para que nada le pase…
- No es mala idea Gradi.
- Para ti soy Gradient…
- Te dije que te odiaba.
- Seguro es tu culpa porque le hablas mal de mi.
Ink reia mientras era abrazado. Desde el piso, Error podía ver la pintura que el menor estaba haciendo. Se quedó asombrado por el talento que tenía incluso sin poder ver.
- Son… las flores del pueblo.
- Si! Te gusta? Se ve muy mal? Trate de ser prolijo y plasmarlo como lo recuerdo.
- Ink… es perfecto. Es como estar ahí…
- Recuerdo nuestro primer beso.
- Creo que lo olvidé… podrías darme otro?
- No creo que lo merezcas.
- Oye!
Ink volvió a besar al pobre de Error que ahora era peleado por dos. Bueno uno y medio si contaba con la altura de Ink.
Aquella tarde, transcurrió la sesión junto al psicólogo muy normal. Aunque Ink temblaba un poco, aquel terapeuta casi le dijo lo mismo que en aquel sueño.
Pero porque lo había sentido tan real?
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