Ink se apresuró a llegar a su segunda cita. La anterior había sido muy tranquila. Se habían conocido un poco más. Pero ahora estaba tan nervioso… debió cambiar su blusa dos veces debido a que su torpeza era un peligro inminente para todo recipiente cercano.

Al llegar al lugar se alivio de ser el primero de los dos.

Se sentó y pidió un vaso de agua.

El tiempo pasaba y Error no aparecía.

Media hora había pasado... fue apresurado al baño para ver que todo estuviera en su lugar.

Una hora… y Error seguía sin llegar.

- Disculpe señor, va a ordenar?

- Estoy esperando…

- Sí… eso dijo hace casi dos horas… si no va a usar la mesa.

- Ya está en camino, de acuerdo?

El mesero se fue molesto.

Ink seguía enviando mensajes y ninguno parecía ser contestado.

Sería de mala educación llamar? Después de todo, algo podría haberle pasado.

Pero aquella llamada no parecía ser atendida.

Cuando parecía por fin rendirse, Error llegó arreglando su corbata y pidiendo disculpas al albino. Había tenido un pequeño percance con Lust.

- Basta por favor!!!! Am-amo!!! Eso duele… quema!!

Lust tenía su cráneo siendo presionado contra la pared, mientras sentía su cara arder por dicha presión.

- Eres tan despreciable para mí…

- Solo… s-solo dime que hice mal amo…

- Necesitas una razón?

Un día malo, eso es lo que Nightmare estaba teniendo. Demasiadas descargas negativas contra el único ser que tenía cerca en ese momento…

Soltó a Lust que se abrazó así mismo aterrorizado.

Nightmare sonreía. Su teléfono seguía sonando.

- Espero que todo siga acorde al plan… porque si algo sale mal… te juro que recibirás mucho dolor.

Lust no lo miraba, tenía miedo de hacerlo…

Error en el cuarto de al lado parecía estar inmerso en un sueño profundo.

- Te prometo que compensare esta tardanza.

- Esta bien… por un momento creí…

- Si?

El Albino suspiro algo frustrado.

- Creí que te habías arrepentido…

- Eso jamás pasaría Ink. Y perderme tu hermoso rostro?

Y ahí estaba el rubor nuevamente.

Tenía la deliciosa sonrisa del albino toda para él. La cena transcurría y más disfrutaban aquella cita.

Después de cenar juntos, Error llevó a Ink a su casa.

Ahí estaban ambos sonriendo y recordando tonterías.

Nightmare se perdió por completo al sentir los dulces labios de Ink tocar los suyos. Era un beso suave, que hacía al crea pesadillas perder la cordura lentamente.

Intento subir un poco la intensidad al saborear con su lengua la boca del pintor pero fue peor. Los años habían pasado desde que habían sido pareja, Ink ya no era tan inocente… y correspondió aquel beso tocando su lengua con la del destructor. Sus manos iban hacia la cintura del albino, queriendo meterse por su blusa.

Se detuvo… simplemente ver ese rubor en el rostro de Ink no lo ayudaba.

- Debo… debo irme.

- Puedes quedarte si quieres…

- Es mejor ir despacio.

Ink sonrió. Era lo que esperaba de Error y Nightmare lo sabía. Sabía que debía ser paciente.

- Buenas noches Error…

- Hasta mañana Inky.

Ink cerró la puerta suspirando muy feliz. Toco sus labios, aún sentía aquella cálida sensación de creer que era su primer beso con el azabache.

En la oficina Ink seguía tratando fríamente a Nightmare al trabajar juntos. Error se preguntaba porque el Albino había llegado a odiar al mayor tanto.

- Estás haciendo todo mal! Esos papeles así no van…

- Lo siento.

- Lo haces a propósito, verdad?

- No Ink, no lo hago.

La actitud de Nightmare había cambiado y el albino lo había notado. Pero como siempre, optó por no prestar atención.

Al menos ahora hablaban un poco más…

- Lo siento, está bien? Ya te pedí disculpas por esto, no es necesario que me trates tan mal si yo te trato con respeto.

Ambos estaban agitados de discutir. Ink se sentía muy extraño, por qué ahora él era el malo en aquellas peleas?

Suspiro frustrado. Y salió caminando hacia la puerta.

- No hagas que pierda mi tiempo y te trataré con respeto Nightmare.

Error se sentía mal de que Ink lo tratara de esa manera, pero tenía en claro que no era precisamente hacía él esa falta de respeto.

Y para el destructor las cosas no eran nada fáciles tampoco.

La noche anterior había discutido con Lust…

El morado lo había esperado con un traje muy sugerente, y este lo había rechazado, provocando gritos e insultos por parte del menor.

Nightmare le había dado una nueva tarea a Lust: enamorar a Error…

Al menos tenía el incentivo de que si la relación entre él y el albino avanzaba, podría ver a Horror.