Erick

Dejamos solo a mi padre para que se calmara, mi tía y yo bajamos a la sala, todo era silencio ninguno de los dos sabia que decir pero eso me ayudaba a pensar.

Mi primer observación sobre esta situación es que es horrible ver a mi padre llorar así, nunca lo había visto tan derrotado siempre había sido fuerte, mi segunda observación es sobre ese tal Bill, la ves que lo encontré en el bosque llamo mentiroso a mi padre, supongo yo por haber roto la promesa de amor eterno y de regresar al siguiente verano, lo cual lleva a mi tercer observación... son unos idiotas... aunque uno es mi padre.

Los dos aun se quieren pero gracias a que mi padre nos espero a que ese chico lo volviera a buscar y se fue, jamás pudieron arreglar las cosas y ahora que los dos están en el mismo lugar uno no va a buscar al otro y el otro no hace nada para que lo encuentre.

— tía Mabel... — rompí el silencio

— si Erick...

— tu sabes como invocar a ese tal Bill... — mi tía me miro sorprendida

— si... pero para que quieres invocarlo, yo creo que ya hizo bastante como para...

— estoy absolutamente seguro de que él amaba a papá y que todo esto ha sido un malentendido y si no vas a llamarlo tu, yo iré al bosque y así tenga que buscarlo en cada hectárea del lugar lo voy a traer aquí a que arreglen las cosas entre ellos — yo estaba decidió

— estas seguro de lo que dices — asentí— iré por algo para dibujar

Cuando regreso tenía un gis en la mano y se agachó para dibujar un círculo con un triángulo con un solo ojo en medio y diez símbolos alrededor de la rueda, dijo unas palabras que no entendí bien y después todo se puso gris, la sala se partió en dos y apareció el chico de test morena de la otra vez.

— oh vaya ahora quien demonios quiere hacer un... estrella fugaz? y... tú — me señaló e hizo una mueca de desagrado — que quieren ustedes dos seres tan desagradables en especial tu el mocoso

— Cipher

— y sabe mi nombre, que desagradable sorpresa

— necesito que me respondas algo

— a ti es a la única persona a la que le voy a negar un trato, me voy tengo mejores cosas que hacer — como puede gustarle un sujeto tan desagradable a mi padre

— oh vamos Bill, este niño quiere salvar tu noviazgo con mi hermano y tu te niegas a escucharlo — se detuvo y mi tía me indicó que le preguntara

— tu de verdad quieres a mi papá...— soltó un gruñido — a Dipper...

Esperaba una respuesta llena de furia, indignación o algo que mostrará lo egocéntrico truco que aprenda ser pero no fue así — si...— en realidad fue una respuesta melancólica, con un tono triste...

— en tonces porque aún no arreglan las cosas

— porque el no quiere verme y mas que nada debe ser porque el dejo de amarme y como ahora te tiene a ti... yo ya no soy nada en su vida — mi tía Mabel volteo a verme con cara de sorpresa y yo igual, estoy casi seguro que escuche un sollozo por parte de él

— pues mi padre aun te quiere... y aunque te odio por ser un completo idiota, quiero ver feliz a mi papá... no quiero volver a verlo llorar — volteo a verme su cara mostraba felicidad peros espuela paso a desconfiar

— cual es el truco, no creo que ustedes sean tan amables

— no hay ningún truco Cipher, ahora — mi tía lo rodeo y empezó a empujar para que fuera a las escaleras — has correr el tiempo y ve a hablar con Dipper si, esta en su habitación

Solo espero que salga bien

— crees que funcione — me dijo mi tía en el odio

— tiene que, o tendré que sacar una tabla para agarrarlos a tablasos a los dos — mi tía se empezó a reir

— yo quiero ver eso

Bill

Estaba hablando con Alsiel y se estaba haciendo  bastante tediosa la platica y el pretexto perfecto para sacarme fue que alguien me estaba invocando así que fui a ver al pobre ingenuo pero vaya sorpresa era el enano y estrella fugaz.

No tenia muchas ganas de discutir con ellos y mucho menos col el renacuajo pero todo lo que el decía me molestaba y era inevitable contestarle, hasta que toco lo de Dipper... no pensé que el lo supiera.

Resultó que el renacuajo quiere que hable con su padre y Mabel me empezó a empujar para que fuera a su habitación... a demás de que el dijo o aseguro no se bien, que Dipper aun me quiere... realmente no se si creerle o no, aunque lo de la otra vez me dice algunas cosas pero tal ves es calentura o algo. 

Y ahora estoy frente a la puerta...

Narrador omnisciente

En el ático se encontraba el castaño, recuperando la postura para poder salir del cuarto sin volverse a desmoronar cuando escucho que alguien tocaba lentamente la puerta

— ya estoy por bajar Erick... espera un momento — no recibió respuesta pero unos segundos después volvieron a tocar — Erick... ya voy si...solo dame un momento — volvieron tocar y el castaño decidió abrir la puerta — Erick... se que aun debes tener dudas pero... — se detuvo al ver que a quien tenia enfrente no era a su pequeño niño, sino a un chico de test morena mas bajo que él

Dipper era más alto que Bill en estos momentos, pero hace siete años el que era mas alto era Bill ya que Dipper tenía diecinueve y media uno setenta y Bill que aparentaba los veintitrés media uno setenta y seis, pero ahora Dipper tiene veintiséis años y mide uno ochenta mié tras el demonio sigue aparentando los veintitrés  y mide lo mismo

— Cipher — tomo un tono serio

— Mason

Estuvieron frente a frente sin decirse nada durante cinco minutos, hasta que el rubio empujo un poco al castaño para que entraran a la habitación y cerrará la puerta

— se puede saber que haces aquí, creo que fui claro cuando dije que no quería volver a verte Cipher — se oía molestia en el tono del castaño pero a la vez estaba reprimiendo las ganas de volverse a soltar a llorar, había llegado en muy mal momento el demonio

— creo que lo que quedo claro la otra noche es que aun te encanta que juegue con tus tetillas mientras lamo y beso tu cuello  — la cara del castaño se empezó a poner roja — pero no vine a eso

— podrías callarte, Mabel y Erick están aya abajo y podrían escucharte así que harías el favor de largarte

— no pienso irme de aquí hasta que me des una explicación Mason

— yo no tengo nada que explicarte a ti Bill, a demás no se supone que lo sabes todo

— mira Mason yo vine aquí para saber algo de tu propia boca así que me lo dices o voy y armo un escándalo aya abajo

— que quieres para dejarme de una buena vez por todas Bill

— solo quiero que me digas el porque

— porque que Bill

— porque te fuiste ese dia sin dar una sola explicación Dipper, cuando fui a buscarte ya no había rastro de ti, solo tus últimas palabras y lágrimas

— porque yo se que fue mi error el haberme enamorado de ti, cuando tu jamás lo estuviste de mi, por favor Bill yo no quería salir lastimado, yo sabia que tu ibas a decirme que tu jamás me quisiste que todo fue gracias a los polvos de cupido que te eche en la cara por accidente... que como un demonio podría estar enamorado de un nerd como yo... — Dipper dejo de verlo, volteo hacía la ventana estaba a punto de ponerse a llorar otra vez y eso es lo que menos quería que el demonio viera... que había logrado herirlo

— eres egoísta... y cruel, pero en parte tienes razón... realmente cuando volviste a aventarme de esa cosa morada... estaba bastante aturdido, fue como bajarme de una nube que vomita arcoiris para bajar a la realidad, no voy a negar que al principio si me sentí molesto contigo por hacerme eso, pero después por mas que intente sacarte de mi cabeza no pude hacerlo... pensé que te odiaba, ding dong no era verdad, pensé que quería venganza ding dong tampoco, en tonces que diablos era... a si, ding dong en realidad me había enamorado de ti estúpidamente, espere al siguiente año para que pudiéramos hablar pero no regresaste, ni siquiera cuando murieron tus tíos, te espere y te seguí esperando hasta ahora... y sabes con que me encontré, con el simple echo de que tenías un hijo, no pude evitar pensar que ya habías echo una vida al lado de otra persona, pero después decidí que a lo mejor era hijo de Mabel, quise maquillar las cosas pero no, a la maldita realidad le encanta golpearme — Bill estaba detrás de Dipper pero no lo hizo voltear, el castaño estaba intentando reprimir sus sollozos y lágrimas y el demonio se había dado cuenta — si ya no me amas lo entenderé... voy a dejarte en paz, solo dímelo en la cara y yo desapareceré de esta dimensión para siempre

El ambiente era tenso y dos personas que están detrás de la puerta escuchando estaban tentados en interrumpirlos pero decidieron escuchar la reparta del castaño

— Bi...Bi...Bill... yo...— el castaño tartamudeaba y empezaba a darse la vuelta para verlo frente a frente, sus ojos otra vez estaban llorosos e hinchados, su cara estaba roja y no le salían las palabras de la boca, eso le rompía el corazón al demonio — yo... yo... aun te amo

A penas pronunció esas palabras y se dejó caer de rodillas al suelo, llevo sus manos a su cara para intentar parar las lágrimas que bajaban sin control, sin éxito, el demonio miro hacia el techo y soltó un largo suspiros, se puso de rodillas frente a Dipper y lo abrazó, el castaño dejo de intentar secarse las lágrimas y abrazo al demonio y siguió llorando en su hombro, aunque el también sintió como este posaba su cabeza en su hombro y empezaba a llorar igual.

Bill fue el primero en separarse, limpio aún las lágrimas que bajan por las mejillas del castaño y le dio un tierno beso en los labios, al cual Dipper no dudo en corresponder.

Los dos polisones que se encontraban fuera y habían escuchado todo, abrieron un poco la puerta para ver en que había terminado la discusión, pero la cerraron en cuanto vieron que ese beso estaba por convertirse en algo más apasionado y caliente, aunque a cierta castaña le hubiera encantado verlo.

— debemos guardar las tablas señor

— debemos guardar las tablas y darles espacio, MABEL ni se te ocurra subir a espiarlos de nuevo

— pero... tu también subiste a espiarlos— le replicó la castaña

— pero eso fue por si necesitaba agarrarlos a tablasos, y ahora que todo se arreglo ya no tenemos asuntos aya arriba

— pero — volvió a replicar

— nada de peros, no es sano espiar a tu hermano cuando sostiene relaciones con su pareja así que te sientas, te callas y sube el volumen de la tele... o vámonos a otro lado...

Fue un error no acordarse que había más personas en la casa.