Estaba asombrada al ver la escena, ¿mi mamá en casa de mi papá?, ¿Dónde estaba la esposa de mi padre?, Louis lucía muy normal a comparación de mis hermanos y yo.

Creo que mi hermano menor, le podría pasar una vaca voladora sobre la cabeza y aún seguiría estando en su mundo de tranquilidad, cosa que me hacia sentir un poco de envidia, porque él sí podía evitar las situaciones bien afectuosas o en este caso creo que fuera de sí.

Aún sin poder creerlo ella se levanto de donde estaba sentada y camino hasta mi sonriendo, me rodeo con sus brazos y me abrazo.

—Hola, pequeña.

—Madre...—salude medio correspondiendo su abrazo.

Me solté un poco de su agarre.

—¿Cómo está mi bailarina favorita? —me miro sonriendo tomando mis manos, seguía en mi estado de confusión.

—Mmm b..bien.—le respondí con una sonrisa pequeña.

—Me alegra saber eso cariño, y no sabes cuánto te he echado de menos.

—Yo también te he extrañado mucho, mamá. —Salí del trance en el que estaba y fije mi vista en ella.—Mamá, ¿y papá?

Ella estaba abrazando a Peter cuando medio se giró.

—Esta en su estudio, hija.—me respondió y asentí, camine al patio queriendo desesperadamente aire, apenas salí respire profundamente, sentía que me estaba ahogando, no sabía porqué me estaba ocurriendo esto.

Me agarre de una de las columnas del patio aferrándome.

Un suspiro tembloroso se escapo de mis labios, y cuando me sentí normal de nuevo me alisé el vestido caminando dentro de nuevo, mi papá estaba con un vaso en su mano al lado de mi mamá.

—Vee, que bueno que viniste hija.—me miro con una sonrisa que le intenté devolver, me senté al lado de Eros y estos nos miraron a todos.

—Hijos se que les resultara algo extraño vernos juntos esta noche, en especial que se sentirán confundidos pero su madre y yo queremos decirles que... hemos decidido que sería bueno que pasáramos las vacaciones de otoño juntos.

—Primero que todo queremos saber algo, ¿por qué de repente quieren estar cerca ustedes dos? —Eros es el primero en mirarlos a ambos, mis hermanos asienten estando de acuerdo con él, ahora son ellos los que nos miran como sí estuvieran nerviosos.

Noches de pasión.

Oh no, por qué pensé eso?, ew.

—Porqué queremos pasar tiempo con todos ustedes. –Responde ella mirándonos, asentimos y nos hacen pasar a cenar.

Tome un pequeño sorbo de mi taza de chocolate mirando a mis padres de lejos.

—Siguen sintiendo amor, aunque lo nieguen, el amor verdadero es duradero cuando encuentras a ese alguien, llamado tu mitad.—La voz de Ares me hace dar un pequeño respingo, pero me quedo tranquila después de escucharlo terminar de hablar.

—Tú crees que se siguen amando a pesar de odiarse? —lo miro curiosa y este asiente.

—Sólo hace falta ver como se miran y les brillan los ojos, pero nunca van a querer estar juntos o tal vez el destino no los quiere juntos.—toma de su taza después de mirarlos y volver su mirada a mí.

—Así que el amor es así? —me rió levemente sentándome en un sofá.

—Es mucho mas loco de lo que piensas, Vee.

Este se quedo mirando su taza y levanto su casi dorada mirada hacia mí.

—Sin importar a quién sea la persona sólo pasa, eso lo entiendo.

—A veces esta más cerca de lo que parece, por eso, nunca pienses que te libras de la maldición de la vida, dónde sea que vayas vas a encontrar a alguien que te saque de tus planes, literalmente vuele tu mundo.

—Querrás decir que te haga dar vueltas a tu mundo.—reí y este rueda los ojos en lo que asiente.

—Sí también eso, pero a lo que quiero llegar, es que cuando eso pase, todos tus sentidos se nublaran y esa persona podrá o destruirte o amarte.

>>Puede que te equivoques en algunas cosas, porqué créeme que por muy nublados que tengas tu sentido tú también puedes decidir, o lo destruyes o lo amas.

>>Muy rara vez sabrás sí hacerlo o no. Porqué por mucho que se peleen se quieren, así como mamá y papá, ellos se odian y se aman, es una cosa que va más allá de la pasión, una cosa mas loca de lo que puedes llegar a hacer o así.—su mirada se quedo fija en la ventana. –Sólo depende de cómo lo veas, pequeña.

Se levanta del sofá, y camina hacía la cocina, me quedo mirando un rato por la ventana y observo la luna.

—O tal vez ese alguien jamás llegue y le entregues todo de ti a la persona equivocada.