𝐘𝐁
"Si el que te gusta es SooBin, envíale flores; si es YeonJun, nudes"
Había una vez, dos tipos de chicos idiotas en esta universidad donde las niñas -y niños- sufrían.
Estaba YeonJun, un imbécil que se creía la gran cosa.
— Lo es.
— Cállate, BeomGyu hyung.
— Ok, ok, lo siento.
El veinteañero coqueteaba con media universidad, y media universidad caía en sus redes. No era nada diferente a cualquier otro fuckboy que se conociera en la vida cotidiana, en realidad, el estilo imbécil de YeonJun ya hasta podría considerarse que estaba pasando de moda.
— Pero aún le gusta a muchas personas.
— Te he dicho que te calles.
— Ok, ok, lo siento.
Vistendo siempre con ropa que resaltaba su casi trabajado físico, porque se debía admitir que YeonJun aún tenía una ligera papada.
— Lo hace ver tierno.
— ¿Tierno? El imbécil jugó con mis sentimientos.
— Ok, ok, lo siento.
Pero eso no bajaba en ninguna milésima el gran magnífico cuerpo y rostro que llevaba como obra maestra. Muchas chicas sabían y olían a distancia la alerta de "imbécil que te romperá el corazón" pero aun así lo miraban a los ojos y caían a sus pies. Idiotas, eso es lo que pasaba.
— Jaja, te estás diciendo idiota.
— Solo me gustó por un mes —Huening respondió ya fastidiado, robándose una galleta del refrigerio del mayor—. Y ya deja de interrumpirme si quieres que te cuente el chisme.
— Ok, ok, lo siento.
De todas formas, no se podía culpar a YeonJun de todas las desgracias de los corazones de la universidad, porque recuerden que solo era la mitad de esta, la otra mitad tenía a otro monstruo: SooBin.
— ¡Pero si SooBin es una cosita!
— Nunca te dejes llevar por las apariencias, que por él lloré una semana completa.
SooBin era demasiado diferente a YeonJun, en la mayoría de los sentidos.
Él en vez de vestir ropa negra o sexy, usaba prendas holgadas y de colores pasteles; en vez de dedicarte una sonrisa de lado, te dedicaba sonrisas con hoyuelos bonitos; en vez de hacerte sentir mierda, te hacía sentir como un dios; en vez de ofrecerte condones, te ofrecía flores.
Pero aun así no era completamente diferente a yeonjun.
SooBin también te hacía llorar de impotencia.
Un día podía tratarte como la persona más linda del mundo, como si en serio le importaras, y al otro, ignorarte como si no te conociera.
Y así era este reglamento. Si a SooBin le dabas flores, él te las regalaba también; si a YeonJun le dabas nudes, él probablemente también te mandaría algunos.
SooBin solo quería llamar la atención y divertirse, así como YeonJun. Ambos eran igual de rompecorazones y populares.
Pero el karma existía.
— Les rompieron el corazón —intentó adivinar.
— Ugh, ya quisiera.
Hubiera sido mejor eso, claramente. Pero no, de alguna rara forma, ambos habían dejado de coquetear y enamorar a los corazones de la universidad.
Y con la única intención de enamorarse entre ellos.
Aún no se sabe realmente como fue que pasó, pero ahí estaba YeonJun quejándose de su mala nota al pelimorado en la puerta del salón, y el último parecía muy atento mientras formaba un puchero porque también había reprobado.
Parece que habían hecho un complot, porque lo único que saben los alumnos es que al siguiente día el auto del profesor tenía grafitis por todos lados, algo muy de YeonJun, pero eran dibujos de flores y corazones, algo muy de SooBin.
A ambos los enviaron a dirección, y desde ahí fueron titulados como los chicos "dolor de culo" del director.
Dicen algunos pajaritos chismosos que los suspendieron por una semana, lo cual pareció unas vacaciones para ambos jóvenes que nunca habían cruzado palabras antes de la charla fuera del salón.
Las redes sociales de ambos se habían llenado de fotos de paseos improvisados, las de yeonjun en discotecas, las de SooBin en pícnics al aire libre, pero en ambos, siempre estaba el otro como parte del paisaje.
Fueron suspendidos juntos, y volvieron juntos también.
Tal vez por dos meses se veían más unidos, y eso era un poco sorprendente para los nuevos del ciclo que aún no habían caído a las redes del par, porque supuestamente, ellos eran demasiado diferentes.
— Y sí.
— Deja de interrumpirme.
— Ok, ok, lo siento.
Pero luego de ese tiempo dicho, habían cosas que iban cambiando. Ya no estaban muy unidos, ambos se envolvían en un silencio incómodo frecuentemente.
Dice HyunJin que los vio en la discoteca comiéndose la boca un domingo en la noche.
— ¡¿Qué?!
Pero JeongIn dice que ese mismo domingo en la tarde los vio tomados de la mano por el parque.
—¡¿Qué?!
Nadie sabe a quién creerle. No se sabe cual declaración es falsa, o si ambas lo son.
También podían ser ambas verdaderas, pero era difícil de creer esto último, porque dios, qué extraño. ¿Por qué luego de eso no pueden actuar como una pareja normal y ya?
— Porque ambos son diferentes —respondió Bemgyu con la boca abierta, acertando.
— Exacto.
Y todos dicen que no pueden ser una pareja, porque para eso SooBin debería ser un fuckboy; o YeonJun, un softboy.
Era algo demasiado gracioso ver a soobin morderse el labio de forma "sexy" o guiñarle a YeonJun, este último siempre se reía.
Pero también era divertido ver como el rostro de YeonJun enrojecía cuando le regalaba una flor a SooBin, este último también se reía.
Y fue casi por polos opuestos no tan opuestos. YeonJun no obligaba a SooBin enviar fotos "sexys", simplemente SooBin lo hacía por él, y tampoco este último obligaba a YeonJun darle ramos de rosas en ocasiones desprevenidas, simplemente YeonJun lo hacía por él.
Si todos se quitaban el odio creado en una época inmadura de ambos, podrían asegurar que eran una pareja perfecta por ambas partes. Pero ya estaban los platos rotos, por lo que no era sorpresa que las niñas sigan enviándole nudes a YeonJun, o cartas románticas SooBin.
No había problema, porque la pareja aún con todo el pasado desastroso que los seguía, confiaban el uno en el otro. Ellos no querían romperse el corazón, porque lamentablemente (felizmente para el par) estaban enamorados, y esperaban seguir de esa forma por mucho tiempo.
— Awww —Beomgyu sonrió encantado, para luego bajar la mirada con un puchero—. Y a mi que me gustaba ambos.
— ¿Acaso quieres que te rompan el corazón? —Kai tenía una mirada incrédula, y el mayor rodó los ojos por la exageración.
— No, pero definitivamente ambos son... —Trató de buscar alguna forma de describirlos, pero no la encontró—. No lo sé, me gustan. Me gusta cómo YeonJun puede irradiar confianza con una simple sonrisa, o cómo SooBin da ternura por sus faces avergonzadas. Y no quiero ninguna relación amorosa, solo... experimentar.
— Oh, debiste empezar por ahí —Hueningkai le guiñó un ojo antes de tomar un pequeño sorbo de su jugo de uva—. Softboy, fuckboy, pero existe uno más, el fuckbuddy.
— ¿FuckBuddy?
— Sí, o mejor dicho, Kang Taehyun.
— ¿Kang Taehyun?
— Sí, el chico de ojos lindos.
BeomGyu abrió su boca asombrando.
— Cuéntame de él.
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