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Una "gran" salida

Miro el reloj y ruedo los ojos no puedo creer que se estén tardando tanto tiempo, ni estoy tan lejos como para que parezca que están cruzando la ciudad entera para llegar, detesto la impuntualidad.

Apoyo la cabeza en la pared y suspiro, debería estar caminando por ahí para distraerme pero poco se puede hacer en un centro comercial, obviamente idea de Nayeon, no es que no me gusta salir y comprar solo que en mi cabeza estaba la playa o algo por el estilo, no un lugar al que vengo casi a diario porque Mina me obliga.

"Que chico tan guapo". Hay que ver qué hay chicas que siempre andan con sus estupideces hablando de personas que nada que ver en sus vidas, las redes sociales las han vuelto tan superficiales que estoy segura que si le toco la mejilla me daré cuenta que tiene cincuenta kilos de maquilla, no sé cómo no se van de cara por el peso.

Doy unos cuantos pasos y por no darme cuenta del camino choco de frente con alguien, casi me caigo a no ser porque me toman de los brazos, abro un ojo para ver quién es y me encuentro a un chico que me está sonriendo como si esto fuera una película de terror o no entiendo el por qué está tan feliz.

"Ten más cuidado". Le digo y se cruza de brazos como si he dicho la cosa más ofensiva del mundo. "¿Qué?".

"Tú fuiste la que chocaste". Bufo sin poder creerme lo que este patán me está diciendo.

"Yo iba por el mismo lugar de siempre, tu andabas con el teléfono". Me fastidia las personas que no están al pendiente del camino, les puede pasar algo grave y luego se andan lamentando cuando fue su culpa por no estar al pendiente.

"Como buena persona que de seguro eres". Ese tono, se está burlando. "Te hubieras apartado".

Volteo y veo las escaleras no tan lejos. "Cierto, así a la sociedad le restamos un pendejo". Antes de que pueda decir algo diviso a las chicas por encima de su hombro, parece que ya me vieron por como Jihyo está intentando enfocar. "Ya vete, estorbas".

"¿Ahora eres dueña de esto o cómo va la cosa?". Me muerdo el labio y la lengua para no decir nada más, no quiero que las chicas pasen un mal rato por esta conversación sin sentido.

"Mira, agradece que pasó esto y no te caiste". Lo miro a los ojos, ¿por qué está sonriendome?

"Gracias por no hacer que caiga por las escaleras y me mate". Detesto el tono sarcástico qué está usando, abro la boca y me rindo, no tengo nada más que hablar con una persona así. "Estoy tan agradecido que toma mi número". Me pasa una tarjeta y se va luego de hacerle señas a alguien, miro hacia atrás sin entender nada pero ya es demasiado tarde se ha ido el ser más estúpido que he conocido en toda mi vida.

"¿Te dió su número?". Me quedo congelada, no tuvieron que ver eso, rápidamente meto la tarjeta en el bolsillo. "No conocía esta faceta bisexual".

"No soy bisexual". Aprieto los dientes cuando Jihyo se comienza a reír. "Tú si, deberías aceptarte". Camino hacia delante y choco con su hombro. "Otra pendeja". Mascullo con enojo y voy directo hacia Mina que parece estar algo nerviosa, supongo que es por la cantidad de gente que nos está rodeando, a ella no se le da muy bien eso de estar con mucha multitud, al verme casi se le salen los ojos. "¡Minari!".

Imaginense una escena en la que están enojados y no pueden más, que tuvieron que aguantar a un idiota ser lo que es y que te esté echando la culpa de algo en la que no lo tienes que luego actúe como que te gustó y que una de tus amigas bromeé con tu sexualidad sabiendo que es complicado ese tema y que siempre lo ha sido en tu vida, es un mal día ¿Verdad?

Sumenle que ahora mismo están viendo a la persona que le cae tan mal que sienten que lo mejor que les puede pasar es que de la nada se caiga un helicóptero y que las hélices te corten el cuello.

"¿Por qué hiciste eso?". Pregunto al llegar y traga saliva. "Era un día de chicas como siempre lo hemos hecho y te traes a esa".

"Lo lamento pero es que...". Me cruzo de brazos, sabe que no me gustan las excusas y aún así por esa tiene las ganas de hacerlo. "No tenía a dónde ir y está algo afectada por una situación familiar algo grave entonces quería que se despejará".

"Para ella de seguro despejarse es tener sexo o que le enseñes una te-...un pecho". Murmuro casi a gritos.

"¿No puedes ser algo empática con las personas a tu alrededor que no sean tus amigas o algo por le estilo?". Niego con la cabeza. "Bien, me iré". Ahora de enoja conmigo por culpa de Sana.

"Quédate, la que se va soy yo". Tengo suficiente con todo como para tener que aguantar a alguien que le gusta hacerle sentir con ganas de matar personas, supongo que tengo que tener nuevas amigas lejos de Sana porque si no siempre estará en mi vida y no es algo que quiero.

"¿Para dónde vas?". Dahyun me agarra del brazo.

"Lejos de la gente que no se da cuenta de lo que me afecta estar cerca de personas como Sana, gracias por todo". Me zafo del agarre y levantando el mentón bajo las escaleras con los puños apretados. Este no era el buen día en el que estaríamos las chicas y yo, más bien están ellas con Sana, entiendo que se sienta mal pero no están pensando en mi, en lo mal que me hace sentir estar con ella.

"Yo voy contigo". Bajo la mirada y suspiro, Dahyun sabe cuándo me siento mal o bien, antes no éramos muy cercanas pero ahora me doy cuenta de que me apoya y lo agradezco. "Con una sola condición". Volteo para verla. "Tienes que decirme el por qué odias tanto a las personas como ella".

Y en ese momento me doy cuenta que hay veces en las que uno tiene que explicar.

Tener a alguien mirándote fijamente nunca ha sido la cosa más relajante del mundo sobre todo cuando sabes que te está mirando así porque quiere saber algo que tú no eres muy buena explicando ya que todavía te duele aunque hayan pasado los años, y muchos, una década entera y todavía me sigo lamentando por mi primer amor uno que no resultó bien por culpa de las personas y el prejuicio, muchos prejuicios.

"Cuéntame". Es de las pocas personas que me conoce a la que no se lo he contado en un día de borrachera y es que me he limitado a ya no tomar porque siempre pasaba.

"Cuando tenía dieciocho años me enamoré de la profesora que estaba haciendo las pasantías en mi colegio". Asiente. "Estaba en último año así que ya estaba cerca de los dieciocho, recuerdo que no podía verla o estar cerca porque me sonrojaba mucho". Suspiro. "Escribía en un diario lo que sentía por ella y un día me descubrió haciéndolo así que me encaro y al final terminé besándola, ella acepto y pensé que era el mejor día de mi vida cuando en realidad estaba a punto de firmar un contrato de mierda".

"¿Literalmente te hizo firmar un contrato?". Asiento.

"Recuerdo que en una parte decía algo como...yo puedo fingir estar con alguien más para protegerte pero tú no puedes". Niego con la cabeza con una sonrisa amarga que expresa lo que estoy sintiendo. "Se amaba tanto que no se daba cuenta de cómo me estaba sintiendo, quiero decir, las personas se deben amar pero no ser egoístas, ella podía hacerlo todo y yo si hacia algo tenis algún tipo de castigo o lo peor que me podía hacer". La miro a los ojos, detrás de sus lentes que cubren casi todo su rostro está una chica a punto de llorar. "Ignorame tanto que a veces sería que era una piedra minúscula que ha sido pisoteada, alguien sin importancia". Todavía me duele y siento que una parte de mi sigue pensando que lo soy. "Me engañó tantas veces que los dedos de mis pies y manos si los cuento no hacen ni la mitad".

"Lo siento mucho, Tzu". Sonrío un poco antes de abrazarla.

"Yo también lamento haber caído". Le acaricio la espalda y ella hace lo mismo conmigo. "Así que te podrás imaginar no quiero a nadie que me recuerde a ella y por alguna razón en particular todas las profesoras con las que me he cruzado que son de educación física tienen cosas que me recuerdan a ella, supongo que eso también se lo dan en la universidad". La escucho reír. "Como ser una perra, así se debe llamar la materia".

"Ella no te merecía y entiendo que te sientas así pero...de seguro Sana no es igual". Ahora me siento algo mal por lo que he dicho.

"Es que ella me recuerda mucho a...". Parece que quiere que le diga cómo se llama. "No importa". Me levanto y ella me sigue. "Hagamos algo divertido". Tengo que despejar mi mente de todo lo que he dicho, no es un buena día para llorar y mucho menos estar cerca de Sana porque será peor para mí...

Y para ella.

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