El ventilador de techo está girando lentamente sobre mi cabeza, mis piernas están sobre la base de la cama mientras que lo de más de mí esta acostado sobre el suelo de mi habitación. El calor del domingo es agobiante y el que mi aire acondicionado no funcione solo empeora las cosas pues el viejo ventilador está en sus últimas, giro mi cabeza a la izquierda y veo (al lado de mi closet y sobre mi mesa en donde estudiaba por las noches hace tiempo) La playera de Willow y algunas cosas de ella.

Con pereza "gatee" hacia la playera y la tome con las fuerzas inhumanas que mi apagado cuerpo me dejo. La mire detenidamente en mis manos y recordé que la noche anterior ella se quedó en mi departamento a dormir, como toda una puberta respire el olor dejado por Willow.

"Te amo" recordé vagamente sujetando con más fuerza la playera.

-Willow- pensé mirando la puerta de mi habitación

Regrese a mi posición inicial solo que sin soltar mínimamente la playera pues sentía que Willow estaba conmigo de alguna manera. No recuerdo exactamente el momento en el que me volví "dependiente" de tal manera hacia ella.

-Estas tardando- me queje mirando la puerta –Demasiado-

-Café- me queje tomando el café helado que me dio amablemente la mesera -¿Qué tienes con el café Noceda?-

-Nada en particular- respondió dándole un gran trago a su expreso de cappuccino –Cuando era niña lo tomaba para esperar a mi mamá en las noches, luego por temores nocturnos y al final por el insomnio- dijo como si nada de eso me debiera sorprender –Luego se convirtió en un habitual para mí-

Dejando de lado el hecho de sus claros problemas, tome de nuevo de mi café y suspire al tragar la helada bebida que dentro de todo caía de maravilla en un día caluroso. Me acomode en mi silla y finalmente comencé por lo que vine en primer lugar.

-No somos amigas- dije trazando una línea imaginaria en la mesa –Pero a veces Boscha parece un tanto perdida, como si no te dejara ir-

Noceda me miro confundida pero antes de que siquiera ella hablara la interrumpí de inmediato.

-Quiero que hables con ella... Ella me dice que todo está bien pero sé que es mentira de cierta manera- confesé un tanto molesta al decirle eso –No sé qué pueda pasar, pero sé que ella cofia en ti-

-¿Y quieres que te ayude a que mi ex me supere... Seguro pensaste todo bien?-

-La verdad es que no- respondí enojada al darle la razón en algo tan lógico que mi pedido es visto de forma estúpida –Entonces dime, Noceda. ¿Qué propones?-

-... No soy muy lista pero, puede que tenga esa respuesta-

-Llegue-

Anuncio Willow a lo que yo me pare alegre, con un ligero mareo camine hacia la puerta solo para encontrarme con Amity la cual me miraba nerviosa. Confundida mire a Willow que de igual manera estaba acompañada de Luz. He de admitir que Luz no se ve tan demacrada a la última vez que la vi pero esas ojeras aún continúan en su rostro aunque me saluda con una sonrisa.

-Hola Boscha- saludo alegre –Vino Willow a hablarme de algo pero...- paro mirándola –Resulta que no es la mejor planeando-

-Púdrete Noceda-

-Por eso vino Amity en mi lugar- dijo sujetando a esta por los hombros la cual me miraba de forma incrédula –Bueno, las dejamos- ordeno llevándose a Willow y dejando a Amity

Ninguna de las dos dijo algo siquiera hasta que fui directo a la silla frente al escritorio, Amity me siguió con la mirada y con un "Solo siéntate" esta se sentó en mi cama mirándome fijamente. Sonreí para alivianar la tensión lo cual ella contesto al instante y con un suspiro dijo:

-Willow se preocupa mucho por ti- aclaro jugando con la sabana de la cama –Incluso le pidió ayuda a Luz, y eso ya es algo grande para ella. Ya sabes que esas dos se quieren matar entre si- comento riendo al decir eso ultimo lo cual me dio gracia

-Sabes- dije jugando con un lápiz que estaba a mi lado –Willow, se preocupa de más. Realmente no tengo nada-

-Por eso Luz me pidió que viniera, ellas dos son un tanto... Ya sabes-

-¿Torpes?- pregunte con una sonrisa –Dime algo que no sepa de ellas-

-Las dos se preocupan por ti- respondió acostándose en la cama estirando una mano al aire como si quisiera tocar el techo –Pero eso ya lo sabemos. Lo que quiero saber en realidad es si tu estas bien, Boscha-

Mire incrédula a Amity, mi amiga, mi vieja amiga está pidiéndome hablar con ella. Si fuera otra persona estaría molesta pues justamente es esta persona la que me quito a Luz, la persona que espere por tanto tiempo y que cuando tuve el valor y su amor. Se me fue arrebatado en nada por ella, pero, dentro de todo...

-Sabes, estoy molesta; Asustada, confundida pero sobre todo dolida- dije –No con Luz, no por Willow... Sino por ti-

-Lo sien-

-Pero no me puedo enojar, por lo menos no como debería... Willow se me confeso, no hace mucho realmente. Quiero aceptar pero-

-"Aun no puedo decir un te amo"- dijo Amity al pararse de mi cama y tomar mi mano –Te entiendo Boscha, más de lo que crees. Sé que Willow te ama desde hace años pero jamás intervine por pedido de ella. No sé qué sientes por ella, que sientes ahora por mi o que sigues sintiendo por Luz, pero debes de darle una oportunidad, no por ella. Sino por ti-

-... Gracias Amity- dije agarrando su mano –Te extraño. Enserio extraño el estar contigo y quejarnos de todo-

Noceda está sentada frente mío con las piernas abiertas mientras mira su celular, sin decir nada trato de entender por qué tanto Amity como Boscha sintieron algo al mismo tiempo por ella; Sus ojeras cubren gran parte de sus ojos mientras que su cara parece más perdida en el sueño que en la realidad; Es delgada pero no de un aspecto saludable sino todo lo contrario pues se nota en sus larguiruchos brazos.

Noceda Bostezo y con una sonrisa sínica dijo:

-Tú tampoco te ves del todo bien-

-Por lo menos me veo más sana... Al parecer sano tu moretón-

-Ojala pudiera decir lo mismo de mi espalda- se quejó levantando su dedo medio –Oh, lo siento tanto. Solo se levanta al estar frente a tipas como tú-

Estuve a nada de gritarle algo cuando las dos captamos las risas provenientes del cuarto de Boscha, me relaje al escuchar la risa de Boscha y me senté de nuevo. Noceda me miro y con una sonrisa e inicio la charla:

-Willow- llamo –No hagas lo que yo, ella vale más que tú y yo juntas. Las dos lo hacen realmente... La cague como no tienes idea y las lastime a su manera a las dos. Solo cuídala-

-Claro- "obedecí" al ver esa mirada de Noceda, sincera y sin gracia o su típica perdida de la realidad

-¿Las vamos a ver o las dejamos un rato más?- pregunto mirando la puerta

-Déjalas, les hace falta más a ellas que a nosotras. Además... Ya pasamos demasiado tiempo con ellas-

-Cierto, cierto- dijo riendo –Un amigo quiere ir a tomar algo, ¿Te gustaría?-

-¿Tienes amigos?-

-Golpe bajo enana-

-Es broma- dije riendo pasando por alto su referencia nuestra altura –No me vendría mal unos leves tragos

-Puede que nos llevemos bien- bromeo Noceda

-No tientes tu suerte-

-Lo que fácil viene- dijo marcando de su celular –Fácil se va-

Coloque la última foto de la última caja, en esta aparece una Luz de no más de cinco años sonriendo con la cara batida de helado. Recuerdo ese día lo cual ma parece una locura pero no lejos de la realidad. Suspiro mirando la foto, tomo el teléfono de casa que está a mi lado pero solo puedo marcar la mitad del número de mi hija.

-Sera mañana- me mentí como el día anterior, o el anterior o mejor dichos como; La semana, meses y años anteriores

Regrese a la pequeña oficina que hice en donde sería el cuarto de Luz, una bolsa con esas estrellas luminiscentes que tanto le gustan están descansando sobre mi CPU. Me siento sin ganas en la silla reclinable y dejo de pensar en mi hija, pero por más que lo intento eso no cambia. Su risa, su llanto... Más llanto que risas, sé que mal le he hecho en los años con la excusa de hacerla fuerte pero en este punto de mi vida no me queda nada más por el que trabajar largas jornadas más que para evitar llegar a casa y confirmar que nadie me recibirá al decir un simple: "Ya llegue" como lo hacía Luz antes de irse de casa.

-La llamare- dije a la nada

Busque entre mis números y vi el viejo número de Eda el cual estaba decorado por corazones y luces pues Luz lo dejo de esa manera hace mucho tiempo cuando todavía tenía esperanzas con ella.

<-Tanto tiempo- dijo antes de un típico "Hola" o un "¿Bueno?"

-Hola Eda- salude apenada

-¿Problemas?-

-Siempre tan perspicaz- respondí entre risillas -Quiero llorar en un hombro conocido- confesé apenada de que, o las lágrimas salieran o ella me negara ese gran lujo

-Bien- suspiro –Te veo en un rato, te mando mi ubicación y eso-

-Gracias Eda-

-Es Luz, ¿Cierto?-

-Si...-

-Esa chica- dijo riendo –A veces hacemos las cosas mal, ¿No lo crees?-

-Es cierto-

-Nos vemos en un rato, Camila- se despidió colgando>

-Nos vemos, Eda-

Me pare de mi silla, apague la computadora y tome mis llaves en donde llevo la última foto que me tome con Luz (antes de que se fuera de casa) Mire la pequeña foto y con los ojos humedecidos comprendí a Lilith finalmente.

-Lo siento hija, lo siento tanto- me disculpe a la misma nada sin esperar respuesta alguna, solo yo y nada más...