Jimin y Hoseok se hallaban en el hospital, esperando pacientemente su turno en el consultorio, el menor con cara de culo a simple vista.

Claro que Hoseok tuvo un esfuerzo en llevarlo literalmente del cabello para que deba asistir a hacer su análisis ya que el genio de Jimin colocaba excusas como "me van a inyectar cosas" "Hyung ¿y si el doctor me hace empeorar?" "Soy un bebé aún y los bebés no van al doctor porque yo lo digo" "¡No voy a ir ni aunque me lleves a rastras" y ya saben como terminó.

—¡¿Estás bien, bebé?! —exclamó Jin entrando escandalosamente, irrumpiendo el silencio de la sala y haciendo que el resto de personas lo mire mal luego de hacer ruido.

Jimin no dudó en abrir los ojitos como dos estrellas, extendiendo muy grande los brazos y yendo a abrazar a su mayor como un niño pequeño mientras que Jung Hoseok simplemente existía.

—¡Seokjin Hyuuunng! —chilló Jimin, apegándose al alfa en un gran abrazo—. ¡Sí, sí estoy bien!

Jin parpadeó por sorpresa recibiendo la muestra de afecto por parte Jimin.

—Me alegra que estés bien, Jimin—dijo suavemente el alfa correspondiendo el abrazo—. Pero me refería a Hoseok.

Jimin se alejó de el con un puchero y Hoseok simplemente carcajeó escandalósamente obligando que el resto lo calle con el típico "shhh".

—Saquénlo de la sala —dijo Jimin frunciendo el ceño y el omega z
azabache le tiró un manotazo.

—Yo estoy bien, Kim. Gracias por preguntar —le contestó Hoseok, haciendo sonreír a su novio como idiota.

Hubo un silencio entra los tres.

Paz.

Tranquilidad.

Momento de meditación perso-

—¡Pero yo no! —interrumpió Jimin—.  ¡Ya quiero irme!

Esa voz, la reconocía.

Dios mío, ¿Ese no es...?

—Vamos, Jimin. Mi mamá te atenderá de maravilla —Hoseok tomó la temblorosa mano de el otro omega llevándolo hacia la puerta.