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Con este capitulo llegamos al final de esta belleza, pero no se preocupen, les regalo un poco de suculencia entre mis niñas y por supuesto un bello epilogo el día de mañana  junto con una pequeña sección de datos sobre la historia y sobre mi  ( ésta la publico el viernes) que seguro les va a aclarar algunas dudas del porque puse lo que puse. y sin más preámbulos, comencemos.

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"Aún recuerdo el día que llegaste a mi vida, tú sin avisar y yo sin sospecharlo; desde entonces me gusta pensar que también existen los accidentes bonitos"

Así con lágrimas en los ojos se lanzó a sus brazos, rodeo su cintura, a atrajo a su cuerpo como si fuese la última vez que le vería, Marín hizo lo mismo, un rencuentro conmovedor, como si hubiesen pasado siglos sin verse, como si fuese la última vez, como si de eso dependiera su vida, un reencuentro que conmovería hasta a los mismos dioses que observaban complacidos aquella escena.

Ya no era la novia infeliz que parecía muerta en vida, ya no era la princesa masacrada de hace unos minutos, había vuelto a la vida y recuperado todo el brillo, aquellos bellos ojos verdes tenían de nuevo ánimo, sus labios se hicieron uno solo, la mirada de los presentes estaba sobre ellas, pero no les importaba, no despues de verse de nuevo, Milo sonreía como si delante suyo estuviese un diamante, sus padres estaban perplejos pero a la vez conmovidos.

—Es hora de irnos, Shaina. — dijo Marín al separarse de aquel beso.

—Tienes razón, vayámonos. — Los orbes verdes se dirigieron hacia las tres personas — Muchas gracias.

Shion les sonrió al igual que Yuzuriha y Milo, había sido una idea demasiado alocada y arriesgada pero al final todo se había resuelto, tal y como lo sospechaban, tal y como lo habían planeado, aquellas manos volvieron a entrelazarse, bajando las escaleras, haciendo eco entre las paredes de esa casa, aquella calle infinita que se había terminado, ahora recobraba su infinidad, quizá para siempre, quizá hasta que alguien más comenzara una historia sobre ella; el último escalón bajo sus pies.

— ¡Shaina! — La voz de Milo hizo que si vista se girara hasta encontrar el rostro de aquel muchacho, no hubo otra palabra, simplemente un movimiento rápido, las llaves junto a un sobre amarillo llegaron a sus manos.

—¡¿Qué es esto?! — pregunto al darse cuenta del contenido del sobre.

— ¡Mi regalo adelantado de bodas! —Dijo Milo para despues darles la espalda volviendo a entrar en su habitación.

Shaina y Marín sonrieron y salieron de ese lugar, abordaron aquel auto que hace un par de horas había llevado a la de ojos verdes a aquella casa, el motor se encendió y las llantas se pusieron en marcha, ¿A dónde? A donde el destino las llevara, ciertamente irían juntas, como lo habían prometido, despues de encontrar un lugar seguro, no cabía duda que llevarían a la madre de la castaña con ellas.

"Vayamos a donde moran los dioses, llenemos el Olimpo con risas y poemas de amor. Vayamos donde reina Odín, llevemos para Asgard el cálido sentimiento que crece entre tú y yo. Vayamos a las profundidades oceánicas, enseñémosle a Poseidón el poder que tienen las almas al juntarse con su otra mitad. Vayamos donde la regente de la humanidad mora, hagamos que Atena conozca el verdadero poder de la paz y el amor. Vayamos donde el sueño y la muerte habitan, llevemos a los campos Elíseos la flor más bella que crece en nuestros corazones, hagamos que Thanatos e Hypnos vean que ni el descanso eterno nos podrá separar. Pasemos de largo por Aqueronte y en la corte ignoremos nuestra sentencia, calmemos con nuestras dulces palabras al temible Cerbero. Vayamos donde hay oscuridad, llevemos el brillo de nuestros enamorados ojos a donde Hades. Desatemos una guerra de mil días en nuestras bocas, que Orfeo y Eurídice se pongan celosos de nuestro querer, hagamos que Ares deje la guerra y que Era vuelva a creer, que aún existe el verdadero amor. Detengámonos en el Tártaro solo para volver a tomar tu mano con firmeza, pongamos felicidad en el corazón de Deméter e ilusión en Afrodita y Eros. Que Perséfone vea ilusionada como secuestro tu corazón y que Apolo se sonroje con nuestras declaraciones de amor. Hagamos que Yggdrasil crezca como el fruto de nuestra desbordante pasión, que Loki se maraville al admirar la pureza de la verdad, que los dioses queden anonadados al presenciar el poder de nuestras manos entrelazadas. Hagamos que la tierra, el océano, el Olimpo, Asgard, Nun y el Inframundo sepan que hasta que las estrellas dejen de brillar será el día en que yo te dejaré de amar."

Aquel blanco auto aparco sobre la acera de una posada, las estrellas y el suave brillo de la luna adornaban aquel manto azuloso de la noche que apenas se hacía presente, mientras en el horizonte los últimos rayos del sol se escondían detrás de las inmensas montañas, con la determinación de dormir llegaron hasta donde la posadera esperaba por ellas, pidieron la habitación más alejada y para suerte suya, eran las únicas en aquel lugar.

La puerta de madera se abrió, Shaina rodeo la cintura de Marín y la atrajo hacia ella en un beso demandante y lleno de pasión, invitando a unir sus lenguas en aquella cavidad, los brazos de la castaña rodearon el cuello de su pareja, sus pies se movían solos, unos cuantos pasos más y ambas cayeron sobre el suave colchón, quedando la castaña bajo la de ojos verdes, sin deshacer en ningún momento aquel beso las manos pálidas de Shaina viajaron debajo de la blusa subiéndola de a poco, deleitándose con la blandura de aquella piel, despojando finalmente de la prenda a la castaña.

Se miraron, perdiéndose entre los orbes de la contraria, perdiendo la noción del pasar del cruel tiempo que ya jamás osaría en separarlas, perdiendo la cordura entre las más bellas declaraciones de amor, perdiendo la razón entre los brazos y los labios de la musa dueña de sus deseos, perdiendo la cabeza entre el amor más puro de la tierra.

Una nueva ronda de besos húmedos dio inicio, descendiendo sobre el desnudo cuello de Marín quien preparaba su garganta para comenzar a expulsar notas de placer, leves y tímidas como las gotas de lluvia que caen sobre la flor que recién abre sus pétalos, las manos de Shaina rompieron cuidadosamente el broche de aquel rosado sostén; el pincel de la vergüenza estaba haciendo estragos en ambos rostros, delineando aún más la belleza de ambas, sin inmutarse siquiera por lo que pasaba a su alrededor, en ese instante solo existían ellas.

Aquellas ansiosas manos recorren la belleza creada por la madre naturaleza, deteniéndose en el par de senos, ahora desnudos de Marín, tocándolos con delicadeza desesperada, rozando de vez en cuando el punto exacto que ha de hacer explotar la corriente eléctrica que ahora recorre su espina dorsal, mientras sus bocas se juntan nuevamente, acallando un poco la música erótica que desea escapar de sus gargantas para desgarrar el cielo y pintarlo de color pasión.

Los blancos dedos de Shaina fueron remplazados por sus labios, devorando toda la piel a su alcance, todo aquel néctar que estaba a su disposición, las manos de Marín acariciaron demandantes el cabello de su musa, viajando más allá de la nuca, buscando el inicio de la cremallera del vestido, encontrándolo poco despues, despojando a su amada de la tela que cubría aquel delicado pero fuerte cuerpo, su fuerza fue suficiente para cambiar la posición, sin cuidado y con finura sus belfos recorren la dermis de Shaina, del cuello hasta el inicio de sus senos, donde la blanca tela los cubre, pero no por mucho tiempo.

Los roces de su lengua con aquella piel, la sinfonía obscena que ha escapado sin aviso de su boca, las manos que han viajado hasta sus muslos, apretándolos, prestándoles atención, admirando con devoción la estatua viviente esculpida por los dioses para su deleite, sus dedos despojan de la última prenda a Shaina y dos de ellos hacen un hueco en su interior, buscando el punto dulce de aquella que ha arqueado la espalda como sinónimo de goce, su nombre sale de aquella garganta en una armoniosa melodía que hace sonreír a sus oídos.

Aquellos labios ahora recorren las blanquecinas piernas de Shaina, mientras el par de dedos no deja de moverse, aquella boca sube y baja a lo largo de ambas extremidades, deteniéndose un poco en el hueco poplíteo, ascendiendo con suma paciencia hasta los muslos que son furiosamente marcados, aquellas falanges salen y dejan su tarea, la de ojos verdes se incorpora para luego recostar a Marín y de nuevo, volver a devorar aquel abdomen mientras sus manos arrancan las prendas inferiores.

Sus manos a la par de su boca recorren la longitud de la espinilla, ascendiendo de la misma manera sobre la dermis del fémur, recorriendo la parte interior de este acercándose más a su paraíso, a ese que ha creado ella misma y del que jamás la alejaran; o mismo hace con la otra pierna escuchando las notas eróticamente obscenas que se escapan de la boca de Marín, por fin llega hasta el centro, a su objetivo, probando cada gota que se le presenta, deleitándose con el sabor, pasando su húmeda lengua por el clítoris, ayudándose por un par de falanges que entran y salen con diplomacia del interior de la castaña.

Se separan solo para volver a juntar sus bocas y sus intimidades, los movimientos se vuelven frenéticos y bulliciosos, las gotas de sudor comienzan a perlar sus cuerpos dando a los dioses una fascinante vista de aquello que no pudo ser separado por un celoso dios, sus labios levemente separados, dejando escapar canciones de placer, las pieles se rozan y se devoran una a la otra, fusionándose en una danza antigua, el estruendoso choque de ambos puntos dulces hace que la bomba máxima estalle en la nota final más alta de aquel sinfónico concierto erótico.

La cabeza de la castaña ahora reposa en los pechos de su pareja, intentando que ambas respiraciones se calmen, aquellos acelerados corazones se han hecho uno solo para toda la eternidad, los dos puntas del hilo están juntas, el brazo derecho de Shaina rodea la fina cintura de su pareja para entregarse ambas en brazos del sueño para despertar al día siguiente con la firme e inocente promesa de seguir amándose.

"dicen los rumores que nuestro amor es un pecado y que el lugar merecido para nosotros es el fuego eterno; pero los dioses dicen que, en asuntos del corazón, no existen reglas de dos, que podemos amar a quien nuestra razón dicte, dicen los dioses que, nosotros los mortales tenemos derecho a elegir a quien amar"

—Shaina — La nombrada vuelve su mirada hasta encontrarse con los ojos de su amada — ¿Por cuánto tiempo estaremos juntas? — la inocente pregunta le hizo sonreír.

—Por toda la eternidad, Marín, es una promesa, amor mio.

Un último beso antes de que ambas sucumbieran ante la seductora voz del sueño, y ahí, abrazadas bajo el manto de la benevolente y hermosa Nixx prometieron estar juntas, así tuviesen que enfrentarse cara a cara con el incierto destino, así tuviesen que ver a la cara al egoísta dios que alguna vez quiso separarlas. Por fin estaban juntas y juntas permanecerían

La hora había llegado, la hora de saberse amada, la hora de atreverse a amar con todas sus fuerza, la hora de seguir comiendo del fruto prohibido en su propio paraíso, la hora de respirar nuevos aires entrelazando sus manos con las de aquella que dormía a su lado, la hora de vivir libre.

"Si algún día yo lograra volver a nacer, pediría a los dioses conocerte y amarte otra vez"

FIN

Dan R

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MUCHAS, MUCHAS GRACIAS POR LEER, POR COMENTAR Y POR VOTAR EN ESTA HISTORIA, de nuevo me disculpo por si llegue a ofender a alguien, nunca fue mi intención hacerlo, espero de todo corazón que les haya gustado, no solo la historia y la shipp, si no también mi estilo al escribir.

Datos utilizados en el capitulo:

1) la frase inicial del cap le pertenece a Efrén Gutiérrez

2) Las posadas eran muy comunes en los siglos pasados, aproximadamente en el siglo I hasta el siglo X, son una especie de cabañas que se rentan a los viajeros o bien, solo habitaciones en una sola casa.

 3) el hueco poplíteo es la parte trasera de la rodilla, ahí reciden una serie de nervios que hacen de ese lugar un punto sensible a la hora del acto sexual

4) belfo es sinonimo de labio 

5) el Fémur es el hueso de la pierna, lo que comúnmente se le conoce como muslo. 

6) (este debería ir en lugar del dos pero es igual) Milo les entrego las llaves del coche y una suma de dinero por petición de Shion, no lo puse porque no me parecío importante, además ellos en este fic, son ricos y no tienen de que preocuparse.

Dan R

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