Es el cumpleaños de Im Nayeon, mi novia desde hace un año y algunos meses. Es extraño, me gusta contar el tiempo pero no lo hago cuando estoy con ella.

Honestamente no sé qué regalarle, sé que no le he dado todo en el mundo, pero se siente como sí lo fuera. Im Nayeon merece todos y cada uno de los cuidados y buenos regalos.

Desde antes de nuestra relación me ha cuidado, y hoy en día no es diferente. Es una persona muy especial para mí, a pesar de que la "especial" sea yo.

- ¿Qué tal un collar? - propone mi hermana, Jihyo. Nos arreglamos hace tiempo, ya no me trata como inútil, me deja ser libre aunque algunas veces olvida que puedo ser independiente por mí misma.

- Ya le regalé uno cuando cumplimos seis meses.- recuerdo, fue uno con la forma de un corazón, simbolizando así que ella tiene el mío.

Bueno, no es literal, no puedo darle mi corazón porque podría morir pero supongo que ustedes pueden entenderlo.

- ¿Ropa? ¿Un peluche? - definitivamente Park Jihyo es malísima para regalos.

- ¿Qué le regalaste a Chaeyoung? - pregunto con bastante curiosidad.

Jihyo tenía una especie de relación con Son Chaeyoung, pero al mismo tiempo le gustaba Yoo Jeongyeon, no entiendo de ese tema. Es una historia a parte.

- Eso... mh, eso no te importa.- según mi diccionario corporal ella estaba avergonzada, sus cachetes de un color rosa lo afirmaban aún más.

- Park Jihyo.- la reté.- ¿Qué le diste?

- Algo de grandes.

- Tal vez seas un año mayor que yo y ya hayas terminado la secundaria pero eso no significa que puedas tratarme como a una nena.

Jihyo se sonrojó todavía más sí es posible, así que yo esperé pacientemente a que me dijera algo.

- Yo le di... uh, le di mi virginidad.- confesó en voz baja, a pesar de que nuestros padres estaban afuera y nosotras en mi cuarto.

- ¿Virginidad?

- Sí, Mina, no lo digas tan alto.

- ¿Qué es eso?

Jihyo se fue después de eso, no quiso explicarme lo que era porque, según sus palabras, es algo que debería charlar con otra persona.

Supuse que es algo que se charla con tu novia, así que tendría que mencionarlo a Nayeon más tarde.

Bien, le daría mi virginidad a Im Nayeon, lo que sea que eso signifique.

🍓🍓🍓

Es mi último año, Nayeon lo terminó junto a Jihyo así que estoy sola. Bueno, no tanto. Chaeyoung ha sido una gran compañía para mí, desde que sucedió aquello y ella se disculpó, las cosas han mejorado. Ésta vez confío en ella, y sé que no me defraudará.

O eso me gusta creer.

Lo de Tzuyu fue algo fuerte, mi familia la detesta y no volvió a verme. Yo aún sigo esperando que todo se trate de un chiste, mas sé que no es así.

Nayeon dice que tengo un corazón demasiado lindo. No lo entiendo, los corazones bombean sangre, no son lindos.

Bien, hablando de Nayeon, la encuentro en la salida del colegio. Troto hasta ella, saludándola con un pequeño beso.

- Hola, Minari.- me dice tratando de separarse de mí, pero es su cumpleaños, quiero estar cerca de ella todo el día.

- Im Nayeon.- digo abrazando su cuello, ella es más alta que yo por unos centímetros, lo suficiente para que tenga que ponerme de puntitas para llegar.

- Estás cariñosa hoy.- ríe.

¿Han escuchado la risa de Im Nayeon cuando es feliz? Podría jurar que es el sonido más hermoso del mundo, y es algo literal, porque ni siquiera el piano me gusta tanto como ella.

- Hoy es un día especial porque cumplís 19.

- Me siento vieja.

- Lo sos.

- ¡Hey! - me empieza a hacer cosquillas, suelto una carcajada cuando pasa sus dedos sobre mi torso, soy sensible ante esos movimientos.

- ¡Im Nayeon, basta! - sigo riendo, la verdad es que no quiero que pare pero estamos en medio de la vereda y la gente se nos queda mirando.

- Pero decime que no soy vieja.

- No sos vieja, sos joven.- acomodo lentamente su pelo, el día de hoy hay bastante viento.- Y muy linda, a pesar de que traes ese pantalón ajustado.

- ¿No te gusta? - pucherea. Bien, eso es muy lindo, Im Nayeon, pero no te voy a besar.

Bueno tal vez un poco.

- Me encanta.- no lo pensé, sólo lo dije.- Pero los demás te están mirando y eso definitivamente no es de mi agrado.

Ella ríe de nuevo, y me siento feliz.

Im Nayeon tiene auto hace dos meses, su familia se lo regaló. No es algo lujoso, no es un cero kilómetro, tampoco ultimo modelo, pero está bien para nosotras, ella sacó su licencia hace tres días y estamos contentas de poder ir a pasear cuando queramos.

- ¿Vamos a mi casa? - propuse, sabía que estaría vacía. Mis padres trabajan, y Jihyo volvería a salir con Chaeyoung según lo que me dijo en el almuerzo hoy.

- Bueno.- ella asiente y gira a la derecha.- ¿Qué vamos a hacer?

- Te voy a dar un regalo.- no soy buena escondiendo secretos, es por eso que en fechas especiales me gusta darle su regalo primero.

- No hace falta, estoy bien así.- me mira por un segundo.- Mi mayor regalo sos vos.

- Yo no soy un regalo, Im Nayeon, soy una persona.

- No es literal.- me explica paciente.- Significa que aprecio más tenerte a vos que a un regalo.

- De todas formas te lo voy a dar.- doy la última palabra y miro por la ventana.

🍓🍓🍓

Cuando llegamos a casa, todo está silencioso.

- ¿No está nadie?

- No.- otra vez mi diccionario corporal me dice que ella está nerviosa, sus manos transpiran y la veo tragar saliva.- Ya estuvimos solas muchas veces, ¿no? Es algo normal.

- Si, claro.- ella asiente, sé que sigue nerviosa así que le doy un beso para calmarla.

- Nada malo va a pasar.- le aseguro.- Sólo te doy mi regalo y vamos a ver películas, las que quieras.

- ¿Nada de terror?

- No.

- ¿Ni anime?

- No.

- Oh.

Está sorprendida, sí, muchas veces cuando vemos películas en mi casa las elijo yo, pero hoy es un día especial.

- Vení, vamos.- subimos las escaleras con cuidado, tenemos nuestras manos entrelazadas y eso me hace sentir más segura.

Cuando entramos a mi cuarto, ella se sienta en la cama, y yo a un lado de ella, pensando como sacar el tema.

¿Cómo puedo regalarle mi virginidad?

- Im Nayeon.

- ¿Sí?

- ¿Querés tu regalo?

- Bueno...

Me preparo para decirlo, así que me arrodillo frente a ella, todavía con mis manos en las suyas, y simplemente lo suelto.

- Mi regalo para vos es... mi virginidad.

Su cara se pone blanca, y sus ojos se agrandan mirándome con asombro, abre la boca para decir algo pero nada sale, así que vuelvo a hablar.

- ¿No te gusta?

- No, ¡sí!, o sea, no pero sí. A ver.- sacude la cabeza, se tropieza con sus palabras.- Es hermoso que me quieras dar eso pero, ¿estamos listas? ¿Tiene que ser hoy?

- Cuando vos quieras está bien.- levanto los hombros ligeramente.

Im Nayeon me mira por unos segundos, está pensando, lo sé porque se muerde el labio, un gesto que suele hacer inconscientemente.

- Yo... mmh, Minari, creo que estoy lista sí vos lo estás.

- Claro que lo estoy.- asiento rápidamente.- ¿Sí estoy lista para qué?

- Sí sabes lo que es virginidad, ¿no? - ella de repente está dudando.

- Claro que lo sé.- no quiero que me lo tenga que explicar, no quiero parecer una tonta e inútil frente a ella. Aunque Jihyo dijera que lo tengo que hablar con Im Nayeon, de todas formas quiero parecer experta en esto.- Ya vengo.

Me levanto y voy al baño del pasillo, saco mi teléfono y busco lo que sea que es la virginidad, tal vez debí hacer esto hace tiempo para tener una idea.

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¡Le propuse a Nayeon... hacer esas cosas!

Oh, Dios.

Creo que debí pensarlo mejor, ahora entiendo el porqué de su reacción.

Salgo del baño con los cachetes calientes y colorados, sí, tengo vergüenza ahora porque no pensé que la virginidad fuera eso.

- Im Nayeon, yo... - entro al cuarto mirando al piso, este es un nuevo sentimiento, no quiero mirarla a la cara.

- ¿Qué pasa? - escucho como se levanta y agarra mi cara entre sus manos, obligadamente tengo que mirarla.- Estás caliente, ¿tenés fiebre?

- No, es vergüenza.- admito.

- ¿Por qué?

- No sabía qué significaba virginidad. - susurro triste, sí, lo estoy. Lo estoy porque sí no fuera porque me protegen de todo no estaría en esta situación. Nunca he visto esos... videos, no sabía de las relaciones sexuales hasta que mamá me habló de ellas cuando empecé a salir con Im Nayeon.

- Mina... amor.- ella rió, no entiendo la gracia.- Vení.- me acercó más a ella y pude abrazarla, escondiéndome en su pecho como cada vez que me siento mal.

Este es mi lugar seguro.

Es Im Nayeon.

- No tenemos que hacerlo.- dice entre pequeños susurros.- ¿Sí? Está bien, cuando estemos listas va a pasar.

- Pero yo... mh, yo quisiera hacerlo.

- ¿Qué? - se separa levemente de mí y me mira a los ojos.- ¿Querés hacerlo?

- Sí...

Y ese día, por primera vez en mi vida, sentí el amor de Nayeon, y yo, al mismo tiempo, pude hacerle sentir el mío.

Ella era tan dulce como las frutillas.

🍓🍓🍓

estuve debatiendo mucho sí escribir
"esa" escena, pero creo que eso le
quitaría la escencia inocente y soft
de la historia, so, acá tienen esto.

no sé cuántos extras van a ser, pero
supongo que no muchos, tengo que
soltar esta historia algún día.

love u. ♡

- wen.