especial: jihyo
Cuando tenía 15 años, Jihyo conoció lo que era el infierno.
Su hermana, Mina, iba a un colegio para gente especial como ella. Pero eso la deprimía, así que sus padres decidieron mandarla a la misma escuela que Jihyo para hacerla sentir más normal.
En ese entonces, la hermana mayor estaba descubriendo lo que le gustaba y lo que no, por lo que tenía una amistad un poco extraña con una chica llamada Chaeyoung. No sabía qué sentía por ella, pero no importaba mucho.
Cuando Mina entró en su escuela, al mismo tiempo lo hizo una chica llamada Sana.
Al principio, Jihyo la había saludado con mucho entusiasmo, le gustaba integrar gente nueva a la escuela, así que también intentó eso con su hermana. Sana era dulce, incluso linda y tímida.
Después, Sana conoció a Chaeyoung.
Empezaron a verse sin Jihyo y Mina, publicaban fotos juntas y se volvían muy cercanas con el paso del tiempo. Eso realmente no le molestaba a Jihyo, pues al mismo tiempo ella estaba feliz con la nueva amiga de su hermana, Tzuyu. Ella ya estaba en la escuela hace tiempo, al entrar Mina a su año decidió ser su amiga.
Y toda felicidad que alguna vez sintió, cayó tan rápido que no pudo verlo.
Jihyo recuerda muy bien como fue la primera vez que Sana y Chaeyoung molestaron a Mina, ella estaba presente.
Comían con Tzuyu tranquilamente en el patio, Mina estaba callada pero a veces soltaba comentarios ante las anécdotas de Jihyo. De repente, las molestas chicas aparecieron y tiraron jugo de naranja sobre Mina, riéndose como desquiciadas.
Mina lloró mucho cuando volvió a casa, Jihyo la ayudó a limpiarse antes de que volvieran sus padres. No quería que ellos vieran eso, no quería preocuparlos. Ella y su hermanita eran fuertes, podían contra todo.
Pero a veces, todo era demasiado.
Mina no decía nada de los abusos a los adultos, Jihyo le había dicho que no lo hiciera porque eso los pondría tristes. Y Mina no quería ver a su mamá llorar. Sin embargo, a veces las chicas se pasaban, haciendo que Mina no quisiera volver a la escuela.
Jihyo siempre estuvo ahí, y le prometió que así seguiría por siempre.
Cuando cumplió los 16, Chaeyoung apareció en su casa.
"¿Qué haces acá?" la gente todavía estaba atrás en el patio, por lo que estaban solas.
"Es tu cumple, vengo a saludar." respondió sin más.
"Sí, bueno, hola, gracias, chau." intentó cerrar la puerta.
"Jihyo, ¿podemos hablar?" su suave voz ya no tenía efecto en la mayor.
"No, Chaeyoung. Sos una estúpida y no quiero volver a verte."
"Esto es culpa de Sana, ella me-"
"Tenés los ovarios para molestar a una piba que no te hizo nada pero no los tenés para aceptar que todo es tu culpa, vos la jodes porque querés." Jihyo miró hacia atrás, viendo que Mina estaba con un pedazo de torta sentada en las escaleras, probablemente estaba esperando para poder dárselo.
"Jihyo, en serio, ella me amenaza."
"Sí, bueno, qué triste." volvió a verla. "Qué injusto todo."
"¿Serías mi novia?" preguntó como, según Jihyo, una estúpida.
"No, Chaeyoung, me perdiste por completo cuando te metiste con mi hermanita." y finalmente cerró la puerta.
Se quedó ahí parada un par de segundos, hasta que Mina tocó su mano con suavidad.
"¿Quién era?"
Jihyo suspiró y le sonrió. "Un duende muy feo."
"Pero no existen, Ji."
"Bueno, este sí." al ver la carita de confusión de la menor, decidió cambiar de tema. "¿Eso es para mí?"
"Era para el duende feo, pensé que era un amigo tuyo así que vine." Mina miró la porción con cuidado y después volvió a ver Jihyo. "¿Era muy feo?"
"Sí, te vas a asustar sí lo ves."
"Uy, bueno ya no quiero dárselo."
"¿Me lo das a mí?" extendió sus palmas a la espera.
Mina frunció el seño. "Ji, hay que compartir con todos, eso dijo mami. Pero sí me va a dar miedo quiero que se lo des vos, toma." dejó la porción en sus manos y dio pasos para volver a su patio, después volvió a donde su hermana. "Te amo, Ji." y dejó un besito en su frente, finalmente yéndose luego.
Jihyo sonrió más grande, ella en serio haría lo que fuera para proteger a Mina.
🍓🍓🍓
La llegada de Nayeon a la vida de Mina había sido difícil para Jihyo.
Estaba acostumbrada a ser la única que Mina amaba además de sus padres. Quizás compartía ese cariño con Tzuyu, pero sabía bien que no era lo mismo. Esa chica había estado para Mina en muchos momentos así que confiaba en su presencia.
Pero Nayeon era una completa desconocida.
No sabía nada de ella, y eso la atemorizaba. Podría ser otra persona más intentando romper a su hermana y eso jamás lo volvería a permitir.
Cuando Mina la enfrentó finalmente, diciéndole que sería amiga de Nayeon aunque no le guste, algo dentro de ella le dijo que tal vez la llegada de la nueva chica sería bueno para su hermana.
"Es grande ya, Jihyo." había dicho Jeongyeon intentando hacer que se sintiera mejor.
"Pero ella no la conoce, no sabe sí después la va a herir, sí es otra persona más de mierda." resopló sentándose en su cama, a su lado su amiga pensó en sus palabras.
"Mina está descubriendo el mundo por primera vez desde que tiene memoria, Jihyo. Siempre la protegiste y sé que te ama por eso, pero es de humanos equivocarse y ella quiere sentirse así por una vez."
Jihyo lo pensó.
"¿Y sí la lastima? Jeong, la vi llorar con odio cuando volvíamos de la escuela después de que la molestaran, se golpeaba la cabeza repitiendo que era su culpa. Mis padres no saben de eso, pero yo sí. La vi odiarse por ser como es y nadie merece eso."
"¿Por qué siempre pensás en lo malo?" agarró su mano con dulzura. "¿Y sí Nayeon es buena? Capaz que podría ser buena amiga, capaz que por fin encontró a alguien que podría quererla tal y como es."
Fue entonces cuando Jihyo comenzó a dejar poco a poco que Mina conociera a alguien por sí sola.
No sin antes amenazar a Nayeon para que la cuidara.
🍓🍓🍓
El accidente de Mina también había golpeado a Jihyo.
Estaba completamente decepcionada de Tzuyu, pero se sentía bien al sacarla de su vida. Lo único malo era como aquello afectó a Mina.
Después de terminar de publicar toda la verdad, Jihyo buscó a su hermana en su cuarto. Ella estaba mirando su celular con una expresión completamente en blanco.
"¿Mina?" preguntó suavemente entrando, temía lo que pasaría.
"Nayeon." murmuró lentamente.
"¿Qué?"
"Im Nayeon." dijo más fuerte, soltando el celular y poniéndose de pie. "Quiero ver a Im Nayeon, ¿sabés dónde está? Quiero- necesito verla, es urgente, Ji." pero no la miraba a la cara.
"¿Por? ¿Qué pasa?" buscó sus manos para acariciarlas y hacerle saber que estaba ahí, con ella.
"Ji, ¿Im Nayeon también me odia?" la miró por fin, lágrimas en sus ojos. "Sí ella lo hace, entonces voy a llorar mucho. Im Nayeon es linda, Im Nayeon es muy linda y me hace sentir linda también. Necesito saberlo."
"Mina, pará. Respira." con cuidado intentó volver a la cama con ella.
"No, ¡Ji!" se soltó con bruzquedad. "Perdón pero voy a buscarla, ¿sabés dónde vive? Espera yo me acuerdo, sí, la vez que salimos se fue por aquella calle... entonces debe vivir a un par de cuadras. Sí, ya sé. Ya vengo, decile a mami que estoy con Im Nayeon."
"Te acompaño." propuso preocupada.
"No, Ji, estoy bien. Voy a respirar mucho y me voy a calmar, ¿sí?" sin esperar respuesta ella salió.
Horas después, cuando su padre llamó diciéndole que Mina había tenido un accidente corrió de inmediato.
Aceptó la petición de Mina de llamar a Nayeon porque sabía que eso la haría feliz.
Pero cuando la confesión llegó a sus oídos, Jihyo no quería creerlo.
Jihyo más que nadie sabía lo que era amar a Mina, amar esa sonrisa inocente y esos ojos soñadores. Amar su sinceridad y su forma de pensar. Amar todo lo que era.
Así que cuando Nayeon entró a la habitación, Jihyo miró a su mamá.
"No es posible."
"Jihyo, hija, lo es. Tu hermanita ama a Nayeon."
"¡No! Eso... eso no puede pasar."
"Jihyo." habló su papá. "Sabes muy bien que es así. Sé que la amas mucho, pero también es momento de que ella ame. Y ya lo hace, así que tenemos que alegrarnos por ella." le brindó una cálida sonrisa. "Mina está enamorada de Nayeon, otra chica, pero después de todo lo que pasamos no podemos negarle eso."
"Además." agregó la mujer. "Ya sabemos lo que pasó con Tzuyu, así que Mina necesita de un apoyo que no seamos nosotros. Estuvimos toda su vida, ahora ella tiene a alguien nueva que la hace sentir bien, dejala ser feliz, hija."
Jihyo lo aceptó cuando escuchó la risa de Mina al otro lado.
🍓🍓🍓
Su relación con Chaeyoung iba y venía. Rompían y volvían, pero un día la otra chica finalmente la dejó por última vez cuando le contó que viajaría a Europa por sus estudios.
Comenzó su relación con Jeongyeon, iban lento y eso era bueno para su corazón.
Una mañana en su nuevo departamento, Jihyo salió a trotar para liberar estrés. Se sentía muy presionada con los estudios finales.
Por mera curiosidad, recordó su antiguo colegio. El cual no estaba tan lejos de ahí pero que nunca había vuelto a visitar después de que todas terminaron la secundaria.
Cuando pisó la entrada, Jihyo recordó cuando lo había hecho por primera vez años atrás. Una nena temerosa del nuevo mundo, que no sabía sí sería tan valiente para ello.
Pasó por los salones, los nuevos alumnos estaban tan ajenos a lo que esos pasillos tenían para contar. Historias que ni siquiera ella misma conocía.
Se sentía nostálgico.
"Disculpe, ¿es mamá de algún chico? No puede entrar a esta hora, están en clase." una voz a sus espaldas.
Y cuando volteó, recordó el odio.
El odio de Mina a sí misma, el odio de ella por aquella molesta chica, el odio que sintió por todo el mundo cuando hirieron al suyo.
Sonrió. "No, sólo pasaba."
Sana la miró incrédula, incapaz de decir palabra alguna. "Jihyo..." murmuró sin creerlo.
"A veces es bueno volver al pasado, pero yo tengo uno que la verdad no quiero recordar."
Silencio.
Luego, el sonido del timbre y los chicos caminando por todas partes afuera de sus aulas.
Jihyo pasó por el lado de Sana y habló tan bajo que casi no fue escuchada.
"Sí te interesa saberlo, Mina es feliz ahora. Ya no tiene pesadillas. Así que no sientas culpa." siguió caminando.
"Jihyo." la volvió a mirar.
"¿Qué?" preguntó.
Sana no habló más, y Jihyo estaba dispuesta a irse.
"Perdón por todo."
Una amarga risa salió de su garganta. "Sí, bueno, la vida es injusta, Sana." se encogió de hombros. "Pero eso nos hace fuertes, Mina es fuerte, yo lo soy. Así que espero que vos también lo seas."
Sin decir más, esa fue la última vez que habló con Minatozaki Sana.
Jihyo era una persona nueva, era más libre y tenía menos miedo. Ya no sentía odio, no lo necesitaba en su vida.
Ver a Sana fue un cierre para ella, así que finalmente no tendría más cosas qué hacer.
Jihyo jamás dejó de amar a Mina y Mina jamás dejó de amar a Jihyo.
Juntas habían pasado miles de cosas, y ahí estaban, superando cada una de ellas.
La historia de Jihyo finalmente tuvo su final feliz.
🍓🍓🍓
feliz navidad mi gentee
no tenía planeado esto, no
quería volver a entrar a los
capítulos de esta historia pero
me vi obligada a darles este
regalito de mí para ustedes
mucha gente decía que jihyo
era muy sobreprotectora,
pero creo que ahora entienden
todo desde su punto de vista,
ella simplemente quería que
mina fuera feliz y no la hieran
en fin, ahora ya sí no
vuelvo a escribir en este
libro aaaaa
muchas gracias por haber
leído y apoyado mi historia,
no importa sí estás acá
desde el principio o recién
llegaste, yo te quiero y sos
lo mejor que existe muak
pasenla lindo
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