- Eu, Nayeon, frena ahí.- el llamado de Chaeyoung sonó detrás de sí, haciendo que respirase profundamente para no perder la paciencia.

- Que raro no verte sin tu novia.- comentó tratando de molestar. Para su sorpresa, recibió una risa por parte de la contraria.

- Vengo en son de paz.- levantó sus manos.

- ¿Vos? ¿En paz? Que salga Sana de donde esté y ya váyanse, tengo que ir a-

- ¿Ver a Mina? - interrumpió.- Si, bueno, siempre está en el salón de biología cuando no tiene ninguna clase. Pero creo que ya sabes eso.

- ¿Qué estás tratando de hacer?

- Las paces.- inocentemente levantó sus hombros.- Al menos, de mi parte. No voy a molestarte más.

- No te creo.

- Bueno, es una pena. Hablo en serio. Tampoco voy a molestar a Mina o a alguien más.

- Nos vemos, Chaeyoung.- no creería ese cuento.

- Nos vemos, Nayeon.- ese susurro fue suficiente para darle escalofríos.

Ella nunca conseguiría creerle algo a Chaeyoung o Sana, no después de lo malas que habían sido con ella y con Mina.

Aunque debía admitir, durante esas dos semanas en las que su muñeca se recuperaba, ninguna de las dos se había vuelto a meter en su camino. No entendía porqué, pero esperaba siguiera así.