Su alteza ha sido corrompido.
Los cálidos rayos del sol se filtraban con un deje de color rojo debido a las cortinas rojas de la Mansión Paraíso.
Sobre una amplia cama con dosel en sedas rojas y blancas descansaba Su Alteza El Príncipe Heredero, Xie Lian. La hora del desayuno hacía mucho que había pasado y el dios no mostraba signos de despertar.
Los sirvientes de la mansión pasaban varias veces por la habitación de su señor para vigilar desde fuera al esposo de rey demonio, si escuchaban movimiento en el cuarto entrarían de inmediato a entregarle el desayuno. Pero ya habían pasado alrededor de 20 veces por la habitación y no escuchaban ruido alguno, solo la suave respiración de Su Alteza o el ruido de las sabanas al moverse cuando Xie Lian se acurrucaba en ellas.
Las doncellas de la mansión eran las únicas que tenían el permiso de Hua Cheng de irrumpir en la habitación cuando este dejaba a su amado solo en casa.
Habían entrado únicamente a cerciorarse que el dios siguiera durmiendo, lo cual les parecía raro. Xie Lian normalmente despertaba temprano, de buen humor y muy activo. Pero no podían culparlo de estar tan cansado.
La noche anterior el dios había llegado cansado a la mansión por estar atendiendo a su creciente numero de fieles, Hua Cheng había pedido que le prepararan la bañera y el rey demonio se ofreció a ayudarlo en su baño.
Claro que Xie Lian sabia que no era solo ayudarlo a frotar su espalda y lavar su cabello.
- San Lang, siempre te aprovechas de mi durante mis baños- reclamo Xie Lian haciendo un ligero mohín con sus labios. Hua Cheng se rio mientras besaba un níveo hombro causándole cosquillas a Xie Lian.
- Gege, no culpes a este San Lang, el cuerpo de Gege es demasiado bello para no pasar un minuto sin adorarlo- dicho esto el travieso demonio comenzó a besar su nuca haciendo su largo cabello castaño a un lado, Xie Lian fue tomado con la guardia baja y soltó un ligero jadeo.
- Tu....demonio desvergonzado...-
Hua Cheng atino a soltar una ronca risa y llevar sus inquietas manos al pecho de su esposo.
- Su Alteza, de antemano le pido perdón por mi atrevimiento.
Dicho aquello Hua Cheng se desnudo con rapidez dejando solo su túnica interior y entro a la tina y se dedico a adorar el cuerpo de su dios una....dos...tres...al final Xie Lian perdió la cuenta de cuantas veces lo hizo con su San Lang. El fantasma era insaciable y la inexperiencia de Xie Lian causaba que se agotara un poco rápido debido al inmenso placer.
Su mente repaso todos los acontecimientos de anoche mientras volvía al mundo y finalmente abría los ojos sintiendo como le pesaban. Por costumbre su mano busco al cuerpo que normalmente estaba a su lado al despertar pero esta vez no estaba. Viendo esto Xie Lian se incorporo en la cama arrepintiéndose casi al instante, su cadera dolía, sus piernas dolían, su garganta estaba muy seca y aunque estaba vestido con una túnica interior blanca sabia que si la abría solo vería marcas y mordidas que el propio Hua Cheng parecía adicto a dejar.
Xie Lian ya consideraba esto algo normal después de la activa vida sexual que llevaba con su esposo, sin embargo esta mañana....
Algo no encajaba, y no era el hecho de que su fiel Hua Cheng no estaba ahí cuando despertó, su cuerpo estaba adolorido pero, el aun quería mas.
Sus piernas de alguna manera hormigueaban en una placentera y dolorosa sensación, el sabia que era. Necesitaba mas, el mas mínimo movimiento lo hacia encenderse y para colmo aquel lugar entre sus piernas reaccionaba a su deseo.
Le resultaba vergonzoso tener un problema así de pronto, estar casado con Hua Cheng lo había vuelto muy lascivo, su cuerpo se había vuelto muy desvergonzado.
Recito el sutra de ética en su mente pero su memoria traicionera solo le traía la imagen de su marido con el torso desnudo, sonriendo de forma seductora y susurrando "Gege" en una voz muy ronca que solo empeoraba la situación en su entre pierna.
Frustrado, tomo la manta entre sus manos para cubrirse por completo y exclamo:
- ¡¡Yin Yu!!-
De inmediato el sirviente de su esposo entro alarmado, su alteza nunca gritaba de aquella manera a ningún sirviente, era muy amable y considerado con todos, que él gritara así debía tener algún problema.
El joven al ingresar a la recamara vio como el dios se descubría el rostro, lo miro en la cama, se veía contrariado y frustrado, con la cara algo roja.
- su alteza, ¿para que me llamo? ¿necesita algo?-
- S-San Lang....¿donde esta?- Xie Lian hizo un gran esfuerzo por contener la urgencia y deseo en su voz, necesitaba rápido la ayuda de su marido. Probablemente durante su encuentro de anoche Hua Cheng le había transferido mucha energía demoniaca y por eso hoy su cuerpo estaba desequilibrado.
-Su alteza no se preocupe, Chengzhu salió a atender unos asuntos menores, incluso dejo a E-Ming en casa. Volverá en seguida- el dios debía estar preocupado ya que normalmente su señor trataba de estar a su lado cuando este despertara.
Xie Lian soltó un quejido y suspiro. Hua Cheng no estaba en casa, ¿Qué se suponía que haría para manejar el problema?
No le importaba que el asunto fuera tan menor como para dejar la cimitarra en la habitación. El necesitaba urgente la ayuda de su marido.
Yin Yu por su parte se acerco y le sirvió un vaso de agua al dios ofreciéndoselo.
- Ya que Su alteza esta despierto haré que le traigan el desayuno en seguida.
Xie Lian solo pudo asentir, no podía decirle a Yin Yu que buscara a Hua Cheng porque estaba anormalmente caliente.
Cuando el sirviente dejo la habitación Xie Lian se removió entre las sabanas buscando consolar su creciente erección la cual solo era estimulada y causaba que el dios emitiera pequeños suspiro de placer. Xie Lian no tenia el valor para tocarse por si solo, nunca había sido capaz de hacerlo, sentía que sería un acto muy denigrante hacia su persona. Por lo que, esperar a su marido era la mejor y única opción.
Pero el tiempo pasaba y no se veía señal de que Hua Cheng regresara, a este punto Xie Lian se encontraba cansado de suprimir su propio deseo y su cuerpo estaba comenzando a sudar. No había tocado su miembro en ningún momento pero este ya palpitaba en el interior de su túnica, creciendo con cada pequeño roce entre la tela provocando que el dios se mordiera los labios con fuerza y estrujara el cojín donde estaba sentado tratando de comer su desayuno.
De un momento a otro soltó un gruñido frustrado y golpeo el suelo jadeando. Necesitaba con urgencia a Hua Cheng, necesitaba que lo besara y acariciara, que lo llenara, que apagara lo que el mismo había causado.
Y el maldito rey demonio no aparecía.
Aun con lo suave que era la ropa que tenia Xie Lian en la Mansión Paraíso esta se rozaba con sus pezones haciéndolos arder, avergonzado tomo la decisión de abrir su túnica y frotar uno de los rosados botones para apaciguar el picor que sentía.
Una vez empezó a tocar su pecho ya no tuvo vuelta atrás y rendido se tumbo en el suelo a seguirse tocando sin poder contener los dulces sonidos que se escapaban de su boca.
Sus ojos estaban cerrados recordando como su esposo acariciaba y jalaba con suavidad aquellos botones rosados durante su intimidad, siempre asegurándose de que su amado se sintiera bien. Teniendo vivo el recuerdo en su mente trataba de copiar los movimientos para aliviarse a si mismo.
- San Lang....ah- el nombre de su esposo se escapo de entre sus labios y tocar solo su pecho no fue suficiente, menos cuando el solo no podía chuparse o lamerse a si mismo. Era tan bochornoso encontrarse en aquella situación. En el pasado Xie Lian lo había tratado de mitigar autolesionándose para cambiar la excitación por el dolor. Usar esa solución ahora seria imposible.
Si se lastimaba a si mismo Hua Cheng no estaría nada contento.
Otro gruñido de frustración salió de la boca de Xie Lian, quien abrió mas su túnica y masajeo sus propias piernas tratando de calmar el creciente cosquilleo que se originaba en estas, pero tocar el mismo su propio cuerpo no se sentía tan bien como cuando Hua cheng lo tocaba.
No tenia experiencia en tocarse y no conocía bien como le gustaba a él mismo. Su esposo era el que conocía todo aquello.
En ese momento Xie Lian se sintió avergonzado por el mismo. Todo el trabajo de cama se lo dejaba a su esposo. Increíblemente Hua Cheng pudo descubrir como a su cuerpo le gustaba ser tocado, pero el no sabia nada de su propio cuerpo, y tenia un conocimiento decadente de donde le gustaba ser tocado a Hua Cheng.
Su alteza llevo avergonzado sus manos entre piernas y al pasar la mano por sus testículos por accidente tembló de placer, detuvo su andar y comenzó a acariciarse esa zona curioso, le gustaba ser tocado ahí. Le gustaba tomarlos entre sus manos y moverlos muy suavemente de arriba a abajo. EL dios sintió su erección ponerse mas dura y las agradables cosquillas extenderse a su cadera. Era una señal de que su cuerpo lo disfrutaba ¿no?.
Después finalmente, tomo el valor para tener aquella erección entre sus manos.
"No es tan pequeño, pero no se compara a San Lang" pensó el dios que a este punto había logrado observar el pene de su esposo en varias ocasiones. Se mordió el labio nuevamente suprimiendo su imaginación y regreso su mente a su propio pene, nuevamente guiándose de como su esposo lo liberaba durante su intimidad comenzó a acariciarse.
Era fácil y placentero, arriba, abajo, varias veces.
El placer hacia que contrajera los dedos de sus pies, abriendo por costumbre sus piernas y arqueando suavemente su cuerpo.
-ah....- se dejo escuchar el ligero gemido, motivado y necesitado movió mas rápido su mano, bajo la mirada y vio como un liquido transparente fluía por la ranura de su glande. Llevado por la curiosidad se detuvo y tomo un poco entre sus dedos llevándolo a sus labios.
De inmediato hizo muecas y trato de quitarlo de su boca.
- No debo dejar que San Lang tome esto de nuevo...¿por qué le gusta tanto? ¡Es extremadamente saldo!- se quejo pero sin perder su motivación tomo mas del liquido pasándolo por todo su tronco para que su mano se moviera mas fácilmente.
De inmediato reanudo su tarea de masturbarse perdiéndose en la sensación de explorarse.
Minutos después acuosos sonidos se fugaban de la habitación de Hua Cheng, donde Xie Lian se encontraba moviendo sus finos dedos dentro de él sin poder obtener la sensación de llenado que deseaba aun así, ya no podía detenerse.
- ahh....aah...San Lang n-no vuelve...- gimió para si mismo, tratando de alcanzar una mayor profundidad.
Siendo ajeno a lo que se perdía en su recamara, el rey demonio finalmente ingreso en su residencia, cuando los sirvientes le informaron que su esposo aun no salía de la habitación Hua Cheng se sintió confundido, su Gege era muy activo, no le quiso dar importancia al hecho de que Xie Lian no salió en seguida a buscarlo cuando despertó, pero ¿llevaba en cama todo el dia? probablemente Su alteza se había resfriado o se sentía indispuesto.
Y así, preocupado, avanzo rápidamente escuchando el tintineo de las cadenas de sus botas a cada paso que daba hasta su habitación, donde curiosamente no había ninguna doncella cuidando alrededor. Estuvo a punto de abrir la puerta cuando un ruidito del interior lo desoriento por completo.
-¡Ah! n-no...-
Hua Cheng de inmediato reconoció ese sonido, era la voz de su esposo.
Con prisa coló una mariposa fantasma el interior de la habitación para ver que sucedía. Al verlo su único ojo brillo con lujuria y el corazón que se suponía ya no latía revoloteo con fuerza.
Xie Lian estaba recostado en el suelo con su túnica blanca abierto dejando apreciar su precioso cuerpo, el castaño cabello estaba desparramado por el suelo vuelto un sexy desastre, los rosados pezones estaban erectos y eran de vez en cuando atendidos por el dios, el pene de Xie Lian estaba despierto y parecía a punto de explotar. Mientras que Su alteza, con la cara roja, los ojos cerrados con ligeras lagrimas de placer cayendo por su rostro se encargaba de penetrar con sus dedos aquella pequeña mancha rosa entre el par de nalgas que Hua Cheng amaba amasar.
El supremo solo tuvo que rechinar los dientes para calmarse, una situación como aquella solo había sido posible en su imaginación....Hasta ahora, claro.
Así que se quedo justo donde estaba mirando que tan lejos podía llegar su esposo.
El dios por su parte abrió mas sus piernas para permitirse mover su mano con mayor facilidad pero desgraciadamente la profundidad que deseaba no llegaba, sus dedos eran muy cortos como para tocar donde él se estremecía.
- no puedo....ahh...no puedo llegar...- movió sus caderas desesperado de empalarse en sus dedos pero no podía y liberando frustrados suspiros, de un momento a otro se rindió y saco los húmedos dedos de su interior. La idea que cruzó rápidamente fue extremadamente desvergonzada, pecadora, impura y poco digna. Sin embargo el picor de sus entrañas no podía ceder y él sentía ganas de mas.
En su desesperación logro captar un brillo plateado en la esquina de la habitación. Yin Yu había dicho que su esposo dejo la cimitarra en la habitación.
Xie Lian se incorporo para sentarse, se hizo los desordenados cabellos castaños hacia atrás tratando de normalizar su respiración y encontrar su voz para que este no sonara rara. Miro a la cimitarra cuyo ojo hacia tiempo estaba abierto mirándole y girando con locura, probablemente avergonzado de presenciar aquel arrebato.
- E-Ming....p-por favor ven aquí- rogo en una voz quebrada por el esfuerzo de tocarse y la cimitarra acudió sin duda al llamado del dios marcial. Xie Lian lo tomo con cuidado y se avergonzó al pensar lo que estaba a punto de hacer. - no me odies por favor, t-tu amo no esta y yo....estoy muy raro, no puedo soportar mas este calor.
Un ligero jadeo se escapo de sus labios al sentir las cosquillas de sus piernas excitadas y sensibles, Su alteza tomo el aceitito con el que había estado lubricándose a si mismo y dejo caer el liquido sobre la empuñadura de E-Ming, el aceite rápidamente se extendió por toda la longitud del mango y unas gotas cayeron sobre el orbe rojo que parecía estar a punto de salirse del espacio designado.
Este definitivamente no era el uso que E-Ming creyó se le daría, pero se trataba de Xie Lian, tanto el como Hua Cheng podían hacer cualquier cosa por el, así que respetando la cara delgada de Su alteza cerro su ojo para no observarlo (y para que Hua Cheng no lo llevara a la armería y reemplazara). Xie Lian se sintió internamente agradecido por el gesto de la cimitarra, el ojo de E-Ming después de todo era el ojo faltante de Hua Cheng.
Tratando de dejar toda su timidez de lado bajo la empuñadura de la espada a su ano y se estremeció cuando la fría vara hizo contacto con su piel.
- ahh....- jadeo y el fantasma que observaba la escena desde sus fieles mariposas también se estremeció. Xie Lian estaba metiendo la empuñadura de E-Ming en su entrada, los músculos del dios se cerraban alrededor de esta y trataban de expulsarla por la estimulación en frio mientras Xie Lian insistía en empujarla mas.
Siguió metiendo el duro objeto hasta que sintió que llegaba a la profundidad que deseaba y se detuvo respirando con dificultad, la vergüenza y la lujuria se mezclaban con armonía en aquella escena y Hua CHeng como espectador sabia que si poseyera respiración esta estaría pausada a ese punto.
- San Lang....date prisa- llamo a la nada mientras reanudaba su voluntad para empezar a empalarse la cimitarra en el. La fría empuñadura del arma creaba una sensación nueva y extraña en Xie Lian, las pequeñas mariposas y bestias grabadas en la empuñadura agregaban una sensación estimulante. Era excesivamente vergonzoso pero para su sorpresa le gustaba, claramente no se podía comprar a la sensación de tener a Hua CHeng en su interior pro aquello era mejor que sus simples dedos.
El rey fantasma no pudo soportar mas la escena que tenia el bulto entre sus pantalones apretando con fuerza, abrió la puerta de la habitación para cerrarla con prisa y asegurarse de que nadie mas entrara.
Xie Lian para sorpresa del recién llegado soltó una ligera risa al verlo parado en el marco de la puerta con el ojo destellando como si estuviera analizando a su presa.
- Sabia que San Lang me espiaría....que cruel, me ha hecho esperar demasiado que incluso perdí cara de esta formaaaaahh- un alto gemido salio de sus labios al sentir incredulo como la espada vibraba, debia ser obra de Hua Cheng utilizando su energía.
- Anoche le pase energía espiritual de más a Gege, este San Lang se encargará de nivelarlo en seguida.
Los gemidos de Xie Lian habían incrementado descontroladamente al sentir el frio objeto dentro suyo hacer vibrar todo su ser. Hua Cheng se agacho y se coló entre las piernas de su amado para tomar a E-Ming y seguir moviéndolo dentro del dios marcial.
- No sabía que Gege estaba interesado en estas practicas- dijo con tranquilidad mostrando un a picara sonrisa.
- E-esposo desvergonzado.....ngh no estabas así que aaah....ah m-más-
- Lo que Su alteza ordene- Hua Cheng se detuvo un momento para sacarse con rapidez la túnica exterior roja, la túnica interna dejo que el desesperado Xie Lian la quitara para tocar su pecho, abrazarlo y sentir finalmente el calor de su marido. La joyería de Hua Cheng pronto comenzó a picarle a Xie Lian al estar tan abrazado a él y Hua Cheng solo tuvo que chasquear los dedos para quedar libre de esta.
De inmediato un tímido y demandante beso lo absorbió y el fantasma comenzó a chupar la energía demoniaca que durante la noche le había pasado a su dios . Las lenguas de ambos se lograron sincronizar a la perfección succionando la lengua del fantasma y Hua Cheng mordiendo sus labios cuando Xie Lian se separaba para respirar.
- D-Date prisa....- logro articular Xie Lian desesperado por ser poseído por su marido, Hua Cheng por su parte ataco su cuello mordiéndolo y besándolo.
- A-Lian.....lamento haberte hecho esperar-
Al escuchar el apodo Xie Lian no pudo evitar avergonzarse más, aquel apodo era muy raro que Hua Cheng lo usara, su esposo casi nunca lo llamaba por su nombre. Ser llamado de aquella forma tan tierna en medio del acto solo le excito.
Cautivado por la sola presencia de Hua Cheng, Xie Lian lo abrazo con fuerza esconciendo su rostro en el hueco del cuello del fantasma.
- A-Cheng...- murmuro con un hilo de voz - Por favor....A-Cheng-
Y entonces Hua Cheng perdió el control de si mismo.
Saco con cuidado la cimitarra del interior del dios y froto la punta de su pene en el lugar obteniendo suaves jadeos y el movimiento de la cadera de Xie Lian deseándole, sin embargo cada que Xie Lian trataba de engullir la punta el fantasma la alejaba para volver a acercarla. Xie Lian no entendía que pasaba y lo miro con desesperción.
-p-por favor....San Lang...no seas así-
Hua Cheng se inclino a tomar los erectos pezones entre sus labios, nunca dijo que se lo dejaría tan fácil.
- Dilo otra vez-
Xie Lian lo miro confundido.
- ¿Decir...qué?-
- Llamame A-Cheng- sonrio con suficiencia y le dio un suave beso en la mejilla - Su alteza, dime A-Cheng y te daré finalmente lo que necesitas.
El dios se sonrojo suavemente, sin embargo era Ha Cheng de quien hablaba. No podía, no, mas bien no quería negarle nada. Paso saliva y lo miro nervioso.
- A-Cheng....¿y-ya no cumples las peticiones de este dios?-
Aquello fue demasiado bueno, demasiado atrevido para haber salido de los labios de su adorable dios marcial, sin duda cuando el efecto se le pasara a su esposo este estaría enterrado bajo las sabanas avergonzado. Sin esperar mas Hua Cheng finalmente se introdujo en el interior de Xie Lian ganándose un largo gemido como premio, comenzó a moverse con suavidad como ya era costumbre para que su esposo se acostumbrara a la nueva longitud que lo invadía, Xie Lian envolvió sus piernas alrededor de la cadera del rey demonio.
Increíble, su San Lang era mucho mejor que la fría cimitarra, cada golpe era delicioso y lo llenaba como tanto deseaba. aruñando el suelo no pudo reprimir su voz llena de placer.
- aaah....A-Cheng...m-más duro- pidió utilizando el mismo apodo para asegurarse de que su deseo fuera cumplido. El azabache no pudo negarse e incremento la fuerza de sus embestidas llevando a Su alteza mas allá de los 3 reinos.
Al paso de la tarde los fuertes gritos de placer del dios invadían la mansión, Hua Cheng levanto un hechizo para evitar que el sonido de su juego de amor saliera de la habitación.
Xie Lian estaba muy avergonzado al escuchar el sonido de sus pieles chocando entre si pero no podía quejarse, se sentía increíblemente bien y reamente estaba calmando el calor de su cuerpo.
Finalmente las embestidas de Hua Cheng perdieron la delicadeza y arremetió con fuerza en el interior de su esposo quien delirante del placer murmuraba su nombre y le pedía claramente que se derramara por completo dentro de el.
- ngh....Dios...- jadeo el fantasma vertiendo toda su escancia en el interior de dios, desde la primera vez que tuvieron intimidad Xie Lian dejo claro que le gustaba que su amado terminara dentro y Hua Cheng claro nunca tuvo queja de ello.
- ¿Dime?-
Hua Cheng miro a Xie Lian aguantándose la risa, claro, su esposo era Dios después de todo, al darse cuenta del error la cara de Xie Lian se sonrojo nuevamente.
- ¡aahh, lo siento!,¡Olvida que dije eso por favor San Lang es muy vergonzoso!-
Hua Cheng finalmente dejo su risa salir y se retiro del interior de su esposo para alzarlo en sus brazos y llevarlo a recostar a la cama.
- Su alteza, disculpe mi descortesía por tomarlo en el suelo- tomo una nueva túnica, esta vez roja para colocarla sobre el cuerpo de su esposo.
- No te disculpes eeh...fui yo quien comenzó a hacer cosas indecentes en el suelo- se rasco la cabeza nervioso, ahora que su energía había sido equilibrada se sentía demasiado avergonzado por sus acciones, tomo la manta y se envolvió por completa en ella.
A Hua Cheng no le extraño aquel tierno comportamiento, abrazo al lindo bollo de sabanas y rio.
- Gege no se avergüence, este San Lang no estuvo aquí para equilibrarlo desde el inicio, E-ming no esta enojado con usted.
Xie Lian solo se cubrió las orejas y soltó una queja.
- ¡E-Ming lo siento mucho, no podre verte a los ojos en un largo tiempo!-
- Jajaja, Gege no se cierre a nuevas ideas de cama, nunca esta mal innovar-
Escuchando aquello Xie Lian recordó su anterior debate interno, el nunca tocaba a Hua Cheng, siempre le dejaba todo al fantasma. Saliendo con valentía de su escondite encaro a su esposo.
- San Lang, debo disculparme contigo también....siempre te dejo todo en nuestra intimidad y ehh...y-yo creo que no es correcto, es decir...ni si quiera sabia como tocarme yo mismo, así que p-puede que me gane la vergüenza pero....yo también quiero tocarte- bajo la mirada nervioso al buscar las palabras correctas.
- ¿eeh?- Hua Cheng parpadeo varias veces, ¿lo que su amado dios dijo, escucho bien? - ya veo....si esos son los deseos de Gege entonces, la próxima vez, este San Lang le mostrara a Gege como tocarme.
Las palabras de su esposo lo tomaron desprevenido, no pudo evitar que sentirse abochornado, no quería que las manos de su dios se ensuciaran tocándole, pero ahí estaba su hermoso dios pidiéndole que lo dejara tocarle, ¿Quién demonios era él para negarse?
Xie Lian le mostro una sonrisa y después lo abrazo buscando refugio en su pecho, Hua Cheng se dejo hacer y lo sostuvo con cuidado entre sus brazos para después pasar a acariciar su largo cabello castaño.
- Solo un poco....solo dormiré un poco y me levantare ¿si?-
Hua Cheng beso su frente con mimo y asintió a sus palabras.
- Descansa A-Lian, estaré aquí a tu lado-
Xie Lian sonrió somnoliento.
- Gracias....A-Cheng-
Fue apenas un murmullo, pero Hua Cheng pudo escucharlo, por años su nombre era dicho con desdén y miedo, ser llamado de una forma tan dulce, no estaba nada mal.
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Hola!!
Si haz llegado al final de esto solo me queda agradecerte y disculparme porque probablemente tienes un nuevo trauma en tu cabeza jsjsjsjsj
Mis kinks con las espadas aparecieron desde el extra del incienso así que muchas gracias a m poderoso Wei WuXian por traumarme y mostrarme el lado oscuro de mi mente.
Noru, Dany, Coney, Lay, Pao y las chicas de mi chat de Gusu en general, si ya me tenían funada por mi amor a Chen Feiyu ahora me van a quemar, pero creo que quedo decente.
Debo decir que no me decidía entre la sombrilla de Hua Cheng p E-Ming, finalmente gano E-Ming porque swords kink.
Arriba el HuaLian y desde ahora solo escribiré one-shots porque soy muy impuntual como para seguir haciendo fanfics, si quieren ver a Lan Zhan aprendiendo a preparar sopita de loto con nuestra bella Shijie los invito a leer "Un tazon de sopa de raíz de loto" escrito por su servilleta (ese esta soft no se me preocupen)
Besitos en la cola y probablemente piense en como torturar al BingQiu ahora.
Bye,bye.
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