¿Bailamos?
Aquella animada tarde Xie Lian se encontraba solo en el salón principal de la Mansión Paraíso. Había vuelto temprano con la esperanza de ver a su esposo pero fue notificado que este estaba fuera y que volvería pronto, sin perder su buen animo Xie Lian se dio su tiempo para curiosear por la mansión, se sentó en el trono de Hua Cheng donde las sirvientas le llevaron la merienda.
Traviesas, le hicieron comentarios de lo bien que le quedaba ser el consorte de la Ciudad Fantasma, logrando que el dios marcial se sonrojara.
- Ahora que esta humilde lo piensa, Su alteza alguna vez fue un príncipe heredero, si esta casado con nuestro señor ¿eso significa que nuestro señor es en realidad el consorte de Xian Le?- comento una de las sirvientas que casi siempre le hacían compañía a Xie Lian.
El dios lo pensó un poco, ciertamente en el pasado si el hubiera contraído matrimonio tendría una princesa consorte, pero dada su realidad mas bien habría sido un príncipe consorte, a todo eso ¿los manga cortadas podían tener consortes masculinos? En aquel tiempo nunca pensó en su futuro matrimonio, su vida entera era el cultivo, de hecho una parte de el creía que reinaría solo o tendría un matrimonio arreglado.
Pensándolo así, prefería sin duda este matrimonio lleno de amor. Ahora que conocía el amor pensar en un matrimonio forzado le revolvía el estomago.
-Supongo que si, pero mi reino ha desaparecido hace muchos años, solo seria un titulo vacío, en cambio el titulo de San Lang como rey fantasma es vigente, en todo caso creo que el consorte soy yo.
Las sirvientas fantasmas a su alrededor se rieron junto al cultivador de blanco.
- Su alteza es un hombre con muchas aventuras por contar, estas humildes sirvientas se sienten complacidas de acompañar a Su alteza mientras espera a Chengzhu- dijo una de las sirvientas que a la que Xie Lian identificaba como QingQiao quien era la líder de sus "damas de compañia".
- Su alteza, si usted fue de la realeza supongo que aprendió a bailar ¿no?- agrego una de las mas jóvenes fantasmas que si mal no recordaba se llamaba Xiao Hei, Xie Lian negó suavemente.
- ciertamente mi madre trato de enseñarme muchas veces, pero a este punto de mi vida no lo recuerdo- respondió de forma tímida rascando su nuca. Las pocas clases de baile que le dio la reina después de 800 años ya las había olvidado. Las fantasmas soltaron pequeños quejidos y soltaron al unísono cosas como "no es posible" o "inaceptable".
Entonces QingQiao le hizo una reverencia alarmando al dios.
- Su alteza, permítanos enseñarle a bailar por favor-
- ¿Ah? s-son muy amables señoritas pero de verdad no quieren ver a este viejo dios bailar-
- ¡No diga eso Su alteza! ¡le hemos visto entrenar con la espada, Su alteza ya tiene mucha gracia en el movimiento de su cuerpo, seguro será un gran bailarín! - alabo una de las fantasmas
- Por favor su alteza, usted se ve muy joven, le aseguramos que puede hacerlo- rogo otra inclinándose ante el dios poniéndole mas nervioso, ¿Qué sentido tenia aprender a bailar de todos modos?
La joven Xiao Hei decidió usar un método infalible para convencerle.
- No insistan chicas, si Su alteza no lo desea debemos respetar sus deseos- soltó un sonoro suspiro- aunque creo que Chengzhu realmente quería una pareja de baile.
Aquello si llamo la atención de Xie Lian, nervioso le dio una mirada a Xiao Hei.
- ¿S-San Lang....baila?- pregunto nervioso, sintiendo sus orejas arder.
- Desde luego, ¿no ha visto a Chengzhu pelear? además de su increíble fuerza y destreza nuestro señor tiene algunos trucos derivados de la danza, él aprendió creyendo que usted al ser de la realeza también bailaba y quiso estar a su nivel- explico satisfecha de que su señuelo hubiera funcionado, ahora sin duda el príncipe estaba interesado.
Xie Lian permitió a su mente divagar e imaginar la imagen de su Hua Cheng bailando, tal vez una danza tradicional o un lento vals como los que se bailaban en su palacio hace mucho tiempo. Hua Cheng bailando, moviendo su cuerpo ligeramente de un lado a otro dejándose guiar por la música, tomando su mano entre la suya y la mano libre en su cintura como apoyo, junto con una sonrisa traviesa que cruzaría su atractivo rostro. El dios marcial sintió su corazón agitarse, sin duda Hua Cheng debía ser un increíble bailarín.
Las sirvientas soltaron risitas al ver que el esposo de Chengzhu lo estaba considerando, finalmente después de alabarlo y rogarle lograron convencerlo.
Así fue como el salón principal se convirtió en un lugar de ensayo para que Xie Lian lograra aprender al menos un vals para bailar con su San Lang.
Después del tercer tropezón que dio el dios QingQiao freno la practica.
- Su alteza, me temo que su ropa le esta estorbando para la practica, deje su túnica de lado para que le sea mas fácil seguir los pasos- le explico con amabilidad
- Oh, tienes razón, la dejare - y así el dios obediente se quito su túnica exterior y las fantasma con respeto siguieron enseñándole, tenían razón al creer que el dios aprendería rápido. Sus movimientos eran faltos de confianza pero elegantes, digno de un miembro de la realeza.
Cuando Xie Lian aprendió los pasos básicos fue emparejado con Xiao Hei para que esta vez practicaran bailar en pareja.
- Deje que Xiao Hei le guie su alteza, en este caso ella tomara el papel masculino- instruyo QingQiao y en base a palmadas marcaba el ritmo para que ambos comenzaran a moverse, a veces Xie Lian se confundía de pasos o trastabillaba sin embargo nunca piso a Xiao Hei.
- Tenga mas confianza alteza, puede hacerlo- le animo Xiao Hei para después darle vuelta a Xie Lian quien tenia el papel femenino - Chengzhu estará complacido de bailar con usted-
- ¿Cómo lo sabes?
- Todos en la mansión sabemos lo mucho que nuestro señor se ha esforzado por estar a su nivel, Qing-jie tiene muchos años siguiendo a nuestro señor, ella dice que cuando comenzó a ayudarle estaba Chengzhu mejorando su educación en todo sentido, artes marciales, leer, escribir, música-
Aquello causo un cálido sentimiento en Xie Lian, a pesar de que emergió como un rey fantasma Hua Cheng tenia un origen humilde, seguramente hasta que se enlisto en el ejercito en aquel tiempo comenzó a aprender a leer, de hecho su mala caligrafía podía deberse a que aprendió a escribir a una edad tardía. Una parte dentro de él sabia que fue gracias a su persona que Hua Cheng se volvió el ser tan educado que era hoy en día, definitivamente aprendería este baile.
Después de tres ensayos mas Xie Lian sentía la confianza suficiente de presentárselo a su esposo.
Sin embargo las fantasmas le miraban cotilleando, finalmente QingQiao lo encaro.
- Su alteza, como sus damas de compañía e instructoras no podemos permitir que ejecuté el baile ....debe cambiarse de ropa-
Xie Lian ladeo la cabeza confundido.
- A decir verdad no tengo mucha ropa en la mansión, esta ropa no esta del todo mal-
Aun así las fantasmas se rieron suavemente y negaron arrastrando al dios hacia sus aposentos donde solo ellas tenían permitido entrar.
Rápidamente, un grupo sentó a Xie Lian en la cama mientras el otro rebuscaba en el armario.
- Su alteza le rogamos use las ropas correctas para su presentación-
Y con ello se lanzaron encima de él para vestirle.
Siempre cuidando no tocar al príncipe mas de lo necesario retiraron su túnica interior blanca para cambiarla por una de color melocotón, muy suave a diferencia de las prendas ásperas que Xie Lian estaba acostumbrado a usar, en seguida lo cubrieron con otra túnica, esta vez de un verde olivo cuyos pliegues de la parte inferior permitirían una presentación mas majestuosa, Xie Lian de pronto se sintió de vuelta en su palacio siendo vestido por Mu Qing, aunque esta vez eran múltiples doncellas fantasma.
Del armario sacaron una túnica exterior blanca, a simple vista se notaba lo exquisita que era, tenia flores bordadas en hilos de oro y las solapas con un ligero encaje floral.
Mientras QingQiao le colocaba con gusto la túnica se tomo el atrevimiento de acercarse a su oído.
- Su alteza, si usa solo esta túnica sin nada de su ropa le aseguro que hará muy feliz a Chengzhu durante la noche- le murmuro de forma traviesa y Xie Lian sintió toda la sangre subir a su rostro, la prenda era preciosa pero usada en las condiciones que QingQiao sugería seguro se vería muy sexy
- y-yo supongo que...deberé considerarlo, gracias- dijo el dios que seguía siendo atendido por las doncellas pronto un grupo se coloco detrás de el para comenzar a peinarle el largo cabello castaño.
Una alta coleta fue formada con facilidad asegurada para que no se fuera a deshacer durante la actuación del príncipe. Finalmente lo dejaron verse al espejo.
No había que preguntar porque había ropa tan fina de su talla en la mansión, sabia que Hua Cheng deseaba que volviera a usar sus finas ropas de cuando era príncipe y en aquel momento eso podía ver Xie Lian en su reflejo, al antiguo príncipe de Xian Le.
Xiao Hei entro con una bandeja que tenia joyas, claro en casa de Hua Cheng no podían faltar las joyas.
Una segunda cuenta de coral roja le hizo juego a la que ya usaba en su lóbulo (que usaba con Hua Cheng como accesorio de pareja)
- Ya que Su alteza es el consorte de nuestra Ciudad Fantasma nos honraría mucho que usara los símbolos de nuestra ciudad- comenzó a explicar Xiao Hei mientras le colocaban un collar adornado de mariposas de plata. - las mariposas plateadas son el emblema de nuestro señor por lo tanto también son el emblema de nuestra Ciudad fantasma.
Con sumo cuidado comenzaron a colocar una corona parecida a la que usaba en sus días como príncipe heredero, sin embargo esta era de plata, decorada con delicadas mariposas plateadas y joyas en color carmesí, sin duda aquel tocado gritaba "consorte de Hua Cheng", era extravagante, bello y exquisito. Xie Lian retuvo el aliento cuando terminaron de colocarle las horquillas de complemento. La corona era muy elaborada pero se sentía ligera.
- Es precioso....- murmuro Xie Lian mirando su vestuario terminado.
- Su alteza, tome este baile como una forma de hacer mas fuertes sus votos matrimoniales, usted y Chengzhu deben compartir un baile como príncipe y príncipe consorte de Xian Le- animo QingQiao, Xie Lian dejo escapar una sonrisita tímida y asintió.
El resto de las damas rieron como si ayudaran a su señorita a vestirse antes de su boda.
- Bien ahora necesitamos que toda la mansión este de acuerdo en ayudarnos y por toda la mansión también me refiero a usted, joven Yin Yu-
En ese momento Yin Yu se atrevió a irrumpir en la habitación, ligeramente nervioso. Xie Lian le saludo con respeto y el subordinado tuvo que frotarse los ojos para mirar nuevamente al dios, Su alteza se veía hermoso con aquel atuendo, se veía elegante y bello pero no perdía ese toque de masculinidad. Su señor se volvería loco.
- No se preocupe su alteza, me asegurare de no informar a Chengzhu para no arruinar la sorpresa-
Xie Lian le sonrió con calidez.
- Muchas gracias-
QingQiao aplaudió varias veces para llamar la atención de los presentes.
- Muy bien, todo el mundo a trabajar, alguien que vaya a vigilar a los cocineros y joven Yin Yu que los guardias nos informen en seguida la llegada de Chengzhu, las mitad de ustedes señoritas se va a acomodar el salón del trono, la otra mitad se queda a hacerle compañía a Su alteza, muévanse.
Rápidamente toda la servidumbre se organizo para organizar lo que llamaban una cena romántica, Xie Lian insistió muchas veces que no era necesario pero ellos le ignoraron, finalmente el dios recolector de basura se rindió, no podía frenarlos cuando se veían tan animados organizando un evento para él y su San Lang.
Xie Lian practico un poco los pasos en su recamara y de pronto entro Yin Yu.
- Chengzhu ha llegado, ¿Su alteza, esta listo?-
Xie Lian aliso sus ropas y se acomodo la joyería asintiendo. Se dio un ultimo vistazo al espejo, asegurándose que todo estuviera en orden, levanto la mirada y salió firme de la recamara. Si hoy iba a actuar como un príncipe, haría bien su papel. Las damas fantasmas le siguieron detrás siendo escoltadas por Yin Yu al salón del trono.
- El consorte de Ciudad Fantasma, Su alteza Xie Lian esta aquí-
Fue presentado por uno de los guardias de la mansión, el príncipe sintió sus mejillas arder al ser llamado por aquel titulo, no sonaba mal.
Hua Cheng que trataba de interrogar a su servidumbre, volteo en seguida curioso cuando anunciaron la llegada de su esposo, nunca le anunciaban. Cuando miro la escena que salía tras la cortina cuentas una de sus comisuras se elevo para después salir una risa satisfecha.
Su tierno esposo venia ataviado en lujosas ropas acompañado de Yin Yu y damas de compañía, verlo de esa forma. Cada paso que daba creaba una perfecta armonía de movimiento de sus ropas y el ligero tintineo de su joyería, tan pulcro, elegante y cubierto de lujo le hizo recordar el pasado, un calor en su pecho se hizo presente y una vocecita en su cabeza le recordó que estaba casado con un príncipe.
Mierda, aquí estaba, casado con el príncipe de su reino. Ochocientos años antes nadie habría imaginado que un plebeyo desposaría al hermoso príncipe de su país.
- Su alteza- sonrió y fue a recibir a su esposo tomándole la mano con delicadez, comenzaba a entender el juego que su esposo y servidumbre habían montado. Beso el dorso de la mano de Xie Lian causando el sonrojo de este - Si me permite decirlo, hoy Su alteza esta increíble - dejo salir una suave risa.
- S-San...- recibió una mirada juguetona de Hua Cheng, quería que siguieran ese juego de cortesías, el dios suspiro y trago saliva junto con su vergüenza. - Mi señor Hua, me alegro que encuentre agradable esta sorpresa.
QingQiao se acerco con una pequeña bandeja.
- Chengzhu, el anillo de su esposo- ofreció la pequeña y exquisita pieza con cuidado sabiendo que Xie Lian la apreciaba, en medio de su cambio de vestuario QingQiao se la pidió prestada para una ceremonia pequeña, con mucho temor Xie Lian acepto.
Hua Cheng en cambio no mostro preocupación alguna y tomo el anillo.
- ¿Gege, me permite?
- Sí- y le paso su mano derecha para que le colocara el anillo en su penúltimo dedo, a un lado del siempre presente hilo rojo, Hua Cheng beso su nudillo y dejo ir su mano con suavidad.
QingQiao se aclaro la garganta:
- A continuación Chengzhu y su consorte afirmaran sus votos con un baile-
Hua Cheng enarco una ceja, ¿debían bailar?, miro a Xie Lian curioso. tiempo atrás creía que su amado definitivamente bailaba, pero después de pasar tanto tiempo a su lado podía asegurar que la danza no estaba en las habilidades de su dios, sin embargo Xie Lian se veía un poco nervios pero confiado y ¿emocionado?
Impaciente, Xiao Hei le indico a los músicos que comenzaran a tocar para dar inicio al vals , Hua Cheng observo la emoción pasar por los ojos de su esposo y le tomo la mano con delicadeza, su mano libre se afianzo en su cintura. Rápidamente Xie Lian tomo su posición y cerro su palma alrededor de la de su pareja mientras su otra mano se afirmaba en su hombro.
En un suave movimiento de lado a lado Lluvia Carmesí que Protege una Flor guiaba al Príncipe que Complació a los Dioses en un romántico vals por el salón principal de la mansión. Sus sirvientes suspiraban de ternura al ver a la pareja tan feliz.
Dejándose llevar por la música Hua Cheng tomo distancia para hacer girar a Xie Lian, la amplia falda de la túnica añadió el toque mágico y romántico al baile, el dios rio suavemente ante el giro volviendo a su posición original para seguir danzando por la mansión. La sonrisa dulce de Hua Cheng derretía el corazón de Xie Lian olvidando incluso que eran observados por los sirvientes, eran solo ellos.
Su San Lang y él.
Cuando el clímax de la música paso y la melodía se volvió a suavizar Hua Cheng lo acurruco en su pecho sin dejar de danzar. Xie Lian sintió su corazón saltar de alegría y levanto la mirada.
- Te ves feliz-
- Nunca creí que tendría el honor de compartir un baile con Su Alteza, este San Lang esta muy agradecido-
Xie Lian rio tímidamente. No creía que pudiera existir alguien tan adulador a su persona como Hua CHeng.
- Escuche de las doncellas que San Lang es un gran bailarín yo....quería verificarlo-
- La curiosidad de Su alteza es una bendición para mi. Años atrás creía que bailabas, pero ahora que te pude conocer mejor creí que estaba equivocado. Para mi fortuna Gege tuvo la cortesía de aprender una danza por mi-
- No sigas, explotara mi corazón-
Hua Cheng se rio y se acerco a su rostro robándole un beso en la mejilla.
- Consorte Xie, su baile ha cautivado mas mi corazón, este rey estaría encantado de llevarlo a cenar- la cara de Xie Lian se torno de mil tonos de rojo al ser llamado así, Hua Cheg iba torturarle el resto del día con el titulo. Lentamente asintió y Hua Cheng lo condujo hasta el comedor donde variados platillos ya los esperaban humeando. Después de tomar su lugar junto a su amado esposo este lo acerco mas a él. Xie Lian complacido se acurruco a su lado, estaban solos con tres doncellas sirviéndoles té.
Podía sentir la pesada mirada de su esposo recorrerle de arriba a abajo, era natural. Estaban enamorados y habían pasado siglos desde la ultima vez que Hua Cheng le vio vestir como cuando se conocieron, el fantasma debía sentirse en un sueño.
Finalmente la barbilla de Xie Lian fue levantada para conseguir un dulce y largo beso por parte de su esposo, puede que Hua Cheng estuviera muerto pero sus labios se calentaban al instante con el toque de los de Xie Lian y eran muy reconfortantes en verano.
Hua Cheng con un ligero jalón del labio inferior del dios lo dejo ir y sonrió embobado.
- Gege, se ve hermoso en sus ropas de príncipe-
- Me siento un poco extraño, la ropa es hermosa y cómoda y la corona es ligera- le sonrió con cariño a su esposo tomando un cuenco de sopa.
- La corona fue una verdadera sorpresa, los herreros de la ciudad debieron obsequiarla a la mansión. Se parece a la que usabas en el pasado-
Xie Lian negó suavemente.
- Esta es mejor... representa a mi San Lang después de todo-
- ¿Entonces....te gusta la ropa? - cuestiono el fantasma, el dios asintió y tuvo que contener la respiración al sentir el cálido aliento de su esposo en su oído. - Siendo el caso....seria mucho pedir que Su alteza se deje la ropa hasta esta noche?-
Como si el terciopelado tono de su voz no fuera suficiente insinuación un largo beso en su cuello fue lo que confirmo las intenciones del fantasma. El gritito que se le escapo a Xie Lian, era nada a lo que sabia le esperaba cuando estuvieran solos en su recamara.
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