Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 24 - ¿Lucy ha muerto?

Gray POV

- ¡Lucy! —grité y corrimos hacia ella. Estaba inconsciente tirada en medio del camino muy malherida— Natsu, creo que no respira...

- ¿Qué...? No puede ser... —agarró su muñeca— No le encuentro el pulso...

- No, esto no puede estar pasando... ¡Lucy! ¡Lucy! No me hagas esto por favor...

- Luce por favor... Despierta...

Intenté reanimarla, le realicé compresiones torácicas y respiración boca a boca pero no reaccionaba, Natsu comenzó a llorar desesperado y yo... Yo lo imité pues no fui capaz de soportarlo. ¿Qué voy a hacer sin ella...?

- No va a despertar... La maté hace rato... —dijo una voz femenina con una risa.

- ¡Déjate ver maldita! —se bajó de un árbol tras las palabras de Natsu.

- ¿Queréis vengar su muerte...? —volvió a reír como una loca— Intentadlo, la rubia fue demasiado fácil, muy aburrido... Espero que vosotros consigáis divertirme un poco.

- Voy a matarte... —iba a explotar de rabia. Esa zorra había matado a Lucy, no iba a dejarla vivir ni un solo segundo más pero Sting quien apareció de la nada, se me adelantó.

- ¡¡Hōrī Nova!!

Prácticamente la destrozó con ese ataque... Pero el precio fue alto... Sting estaba malherido antes de venir a la montaña, ese ataque lo dejó aún más debilitado. Tras acabar con ella se acercó al cuerpo de Lucy y después de observarla serio y con una tristeza disimulada, se giró para vernos a nosotros, especialmente a mí. Su expresión cambió a una con ira.

- ¡¡Esto es tu culpa!! ¡¿Por qué dejaste que viniera?! ¡¿No decías que ibas a protegerla?!

Gritó Sting a medida que se acercaba a mí hasta que terminó de decir la última palabra antes de golpearme la cara con todas sus fuerzas. No le dije nada... Incluso dejé que me golpeara... Tenía toda la razón, era culpa mía.

- Sting, basta. No es su culpa, no podíamos obligarla a que se quedara, ella quería venir y ayudarte. — dijo Natsu apartando el brazo de Sting de mí.

- Tsk... Maldita sea... —varias lágrimas recorrieron el rostro de Sting aunque se las limpió enseguida.

- ¡Sting! He encontrado a Gajeel... —dijo Rogue quien acababa de llegar ayudando a Gajeel a caminar, estaba muy malherido.

- ¡Gajeel! ¿Quién te ha dejado en ese estado?

- Escuchadme bien... —dijo con la respiración agitada— Son siete miembros... Yo derroté a uno, Lucy a otro, y Rogue ha acabado con otro.

- Y yo acabo de destrozar a esa zorra... Por tanto quedan tres.

- Sí pero uno es el maestro, es quien me ha dejado en este estado... Tenéis que encontrarlo rápido, tras derrotarme se fue a activar el cañón.

- Rogue, vamos a buscarlo, ese maldito es el que me dejó así —dijo Sting y ambos se marcharon.

- ¿Dónde está la coneja...? —preguntó de nuevo con dificultad.

- Lucy... no... —Natsu intentó responderle pero no le salían las palabras así que la señaló— Está allí...

- ... —se levantó con dificultad— Voy a llevarla con los demás... Id con los dragones, necesitarán vuestra ayuda.

- Está bien... —nos marchamos siguiendo los pasos de Sting y Rogue aunque sin ella no me apetecía mucho seguir viviendo.

Lucy POV

Oscuridad... Silencio... Era lo único que percibía... Y un intenso dolor en todo mi cuerpo. Lentamente fui recuperando el oído pero no era capaz de mover ni un solo milímetro de mi dolorido cuerpo. Comencé a escuchar una voz conocida pero estaba muy lejos, no podía comprender lo que decía. Poco a poco noté que se trataba de la voz de Gajeel y pude saber lo que decía.

- Coneja... Sigues viva ¿verdad? Porque Levy nos espera impaciente a ambos, ni pienses en faltar a nuestra boda... Además no puedes dejar a Gray solo de nuevo... Te necesita... Igual que la pequeña Layla... Así que por favor Lucy... No te mueras...

- No está en mis planes morir aquí... —dije con mucha dificultad y casi en un susurro pues mi voz no salía.

Al menos recuperé la vista y pude visualizar la figura de Gajeel al abrir los ojos quien me observó con una sonrisa aliviada. Estaba malherido pero no tanto como yo, aún así me cargó con delicadeza.

- ¿A dónde me llevas...?

- Con Wendy.

- Espera Gajeel, yo quiero ir con Gray...

- ¿Para qué? Estamos malheridos, ahora mismo solo somos un estorbo para ellos... Ya has peleado, has luchado bien y has derrotado a uno de ellos, les has ayudado mucho, da las gracias que sigues con vida y recupérate para poder darles la bienvenida cuando regresen.

- Pero...

- No seas terca coneja.

- ... Bájame... Creo que puedo caminar sola... —obedeció y sin soltarme me dejó apoyar los pies en el suelo, aún me dolía todo pero de alguna manera recuperé algo de fuerza— Si tú quieres volver vuelve, yo voy a buscarlos.

Tras eso comencé a caminar antes de que me detuviera pero hizo todo lo contrario, seguirme. Nuestro ritmo no era precisamente rápido pues con nuestras heridas nos era imposible ir menos lento. Los buscamos y buscamos pero no veíamos a nadie hasta que a lo lejos vi flechas de hielo.

- ¡Gray!

Sin pensármelo dos veces salí corriendo en su dirección dejando a Gajeel atrás, estaba luchando solo contra uno de ellos en la orilla de un pequeño manantial. Me puse extremadamente nerviosa de que vi como caía de rodillas al suelo con toda esa sangre que goteaba de su cuerpo, estaba muy herido, ni si quiera sé si soportaría otro impacto... Rápidamente coloqué la llave de Loke en mi pecho para utilizar mi magia Star Dress la cual desarrollé durante mi entrenamiento con Sting. Gray estaba a punto de recibir el último golpe el cual no intentaba ni evadir.

- ¡Regurusu Rūshī Kikku! —utilicé el ataque de Loke y golpeé al enemigo alejándolo de Gray. Tras mi ataque me acerqué rápidamente a Gray quien me miraba totalmente impactado y pálido, como si estuviera viendo un fantasma— ¡Gray! ¿Te encuentras bien? ¿Por qué no te defendiste de ese ataque...?

- ... Estás... viva...

- Por poco pero sí...

- Estás viva... —volvió a repetir antes de abrazarme y comenzar a llorar— Menos mal... Pensé que ya no volvería a oír tu voz... Ni a ver tu hermosa sonrisa... No vuelvas a asustarme así por favor... Creía que te había perdido y no podía soportarlo... Tú eres mi vida, sin ti no quiero seguir en este mundo... 

- Gray... 

Le devolví el abrazo pero cometimos un gran error... Le dimos la espalda al enemigo y nuestra distracción podría costarnos la vida... De hecho, el enemigo aprovechó ese momento en el que estábamos desprevenidos para atacarnos a ambos a la vez haciéndonos caer juntos al agua del manantial. Definitivamente ya no podíamos más, estábamos sin fuerzas, ni si quiera podíamos levantarnos otra vez.

- Perdóname Lucy... Por no ser capaz de protegerte... —me acerqué a él todo lo que pude y agarré su mano, en ese momento se me ocurrió una idea aunque no sabía si funcionaría.

- No vamos a morir aquí Gray...

Como pude me levanté un poco quedando de rodillas en el agua, agarré mis llaves y saqué la de Acuario, me la coloqué en el pecho para usar de nuevo el Star Dress aunque esta llave es la que me quedaba por dominar.

- Gray —le tendí mi mano— Te necesito. Hagamos un Unison Raid.

Agarró mi mano con fuerza tras mirarme muy sorprendido, nos concentramos y conseguimos realizar la fusión de nuestras magias con éxito logrando derrotar al enemigo con un potente torrente de agua lleno de espinas de hielo extremadamente afiladas. Nos quedamos totalmente exhaustos tendidos en el suelo tras lanzar el hechizo. No sé cuánto tiempo pasó exactamente pero finalmente llegaron a donde estábamos primero Gajeel y después Natsu con los dragones gemelos.

- Oh dios mío, Natsu, estás terriblemente herido. —dije levantándome y poniéndome de pie con ayuda de Gajeel.

- ¿Luce...? —alzó la mirada para encontrarse con mis ojos preocupados.

- Estás viva... —dijo Sting mirándome tan impactado como Gray cuando me vio aunque rápidamente se dirigió hacia mí y me abrazó con fuerza.

- Ouch... —me dolía hasta el mínimo roce en mi cuerpo.

- ¡¿Sabes el susto que me has dado idiota?! ¡Nunca jamás se te ocurra hacer algo tan imprudente!

- ... ¿Lo siento...? —cuando me liberó de su abrazo sentí como otros brazos volvían a rodearme.

- No vuelvas a darme un susto así Luce... Por favor... No lo resistiré...

- Lo siento... Siento haberos preocupado a todos... 

- Bueno, lo importante es que todos estamos bien y hemos derrotado al enemigo —dijo Erza quien acababa de llegar con Minerva. 

Al parecer ellas derrotaron a otro de los miembros y Natsu derrotó al maestro. Unos más heridos que otros pero todos volvimos con vida, fuimos hasta al escondite donde se encontraban los miembros de Sabertooth tras haber abandonado lo que quedaba de su gremio. Dos días después seguíamos allí intentando recuperarnos un poco antes de volver a casa pero al parecer casi todo Fairy Tail por orden de nuestro maestro viajaría hasta Sabertooth para ayudarlos a reconstruir su gremio. Inesperadamente Sting se mostró realmente agradecido en especial con nuestro maestro. Por fin de uno en uno iban apareciendo todos nuestros compañeros hasta que vi como aparecía Mirajane por la puerta con Layla, rápidamente me dirigí hacia ella para cogerla en brazos.

- Mi pequeña... Cómo la he echado de menos...  

- Ha crecido desde la última vez que la vi... —dijo Sting a mi espalda asustándome.

- Sí...  —dije con una sonrisa— ¿Quieres cogerla?

- Por supuesto que no. 

- Vamos, cógela. —se la puse a la fuerza en sus brazos y de repente todo el lugar se quedó completamente en silencio.

- ... ¿Sting... con un bebé... en brazos...? —dijeron algunos miembros de Sabertooth totalmente impactados— Qué imagen más extraña...

- ¿Qué tiene de extraño que un padre coja en brazos a su hija? —respondió Rogue serio. 

- ¡Rogue! —gritó Sting furioso— ¡Cierra esa maldita boca!

- ... ¿Su... hija...? ¿Sting tiene una hija...? —de nuevo el silencio inundó el lugar hasta que un gran grito por parte de todos me asustó especialmente porque comenzaron a rodearnos.

- ¡Enhorabuena! ¿Por fin has asentado la cabeza? ¡Debes estar muy feliz! ¡Además es muy linda! ¡Y pequeña! ¡Es igualita a Sting! —gritaban sin parar los miembros de su gremio— ¡Seguro que de mayor será una mujer muy hermosa y fuerte! ¡Sí, con un gran pecho, unas bonitas piernas y unas definidas curvas!

- ¡¿En qué narices estás pensando?! ¡¡Vuelve a decir eso y me aseguraré de que te arrepientas hasta de haber nacido!! —nadie esperaba esa reacción por parte de Sting, de nuevo todo se quedó en silencio hasta que solté una pequeña risa pues me hizo mucha gracia verlo tan irritado por ese comentario— ¿De qué te ríes? 

- Me hace gracia verte tan sobreprotector con Layla... —se sonrojó y tras hacer un gesto de irritación me dio a Layla y se fue un poco avergonzado. 

Todos comenzaron a bombardearme con preguntas sobre Layla, en especial sobre mi relación con Sting. Les expliqué lo mismo que a Fairy Tail y lo comprendieron enseguida, supongo que porque saben de primera mano la personalidad de su maestro... Permanecimos en Sabertooth durante dos semanas más en las cuales terminamos de reconstruir el gremio. Me despedí de Sting y me fui con todos de vuelta a Fairy Tail donde todos nos encontrábamos ansiosos por la boda de Gajeel y Levy la cual tuvieron que posponer debido a los acontecimientos. Me encontraba en mi cama esperando a Gray quien estaba acostando a Layla, cuando terminó se acomodó a mi lado y me abrazó.

- ¿Sabes? Todavía no consigo olvidar lo que sentí cuando pensé que te había perdido... Dolía más que cualquier dolor físico, fue muy desagradable... No quería seguir viviendo sin ti por eso me rendí al enemigo... 

- No vuelvas a hacer eso... Aunque yo muera tú tienes que seguir viviendo... Además Layla te necesita. 

- ... —se quedó pensativo un rato—Lucy... Siento la pelea que tuve con Sting... Por alguna razón me pongo muy celoso de él y no soporto que se te acerque... Sé que seguirá en tu vida por Layla así que intentaré actuar de una manera más madura cada vez que venga o vayamos de visita...

- Te lo agradecería mucho —le dediqué una sonrisa.

- Cambiando de tema... ¿Esa nueva magia que usaste es el resultado de tu entrenamiento con Sting?

- Sí.

- Te has vuelto muy fuerte ¿sabes? Y me salvaste la vida... Otra vez. Definitivamente no sé qué haría sin ti.  

- Ni yo sin ti. —dije con una sonrisa acariciando su rostro— Te quiero.

- Y yo a ti. 

De repente se quedó observándome con detenimiento, comenzó a acariciar mi rostro lentamente hasta llegar a la zona de los labios, donde depositó un dulce beso sobre ellos. Tras ese tierno beso comenzó a recorrer el contorno de mis labios con pequeños y dulces besos mientras acariciaba mi rostro con ternura aunque no tardó en introducir su lengua en mi boca lentamente y comenzó a acariciar mi lengua con la suya aumentando progresivamente la intensidad de sus movimientos. 

Mientras me besaba me tumbó con delicadeza en la cama y se colocó sobre mí, una de sus manos se coló por debajo de mi camiseta acariciando mis pechos, al poco tiempo bajó hasta mi cuello y comenzó a besarlo suavemente, poco a poco se convirtieron en excitantes mordiscos mientras sentía sus manos recorriendo mi piel excitándome mucho. Se alejó un poco de mí para quitarme la camiseta, no llevaba sostén así que quedé con mis pechos al descubierto. Sonrió mientras los observaba y bajó su cabeza hasta ellos donde depositó suaves y tiernos besos por todo mis senos alternándolos con algunas lamidas hasta que sentí como daba un lametón a uno de mis pezones antes de succionarlo y mordisquearlo consiguiendo que mi cuerpo entero se estremeciera. Mientras jugaba con mis pechos yo no podía parar de suspirar y soltar pequeños gemidos. De repente sentí una de sus manos en mi entrepierna donde comenzó a acariciar mi parte íntima haciéndome estremecer y gemir con más intensidad.

- G-Gray... mmm... —excitado me besó con deseo— M-mi vida... Quiero sentirte... N-no me hagas esperar mucho... —dije con la respiración agitada.

- ¿Quieres que entre ya?

- S-sí... —sonrió ansioso y me quitó las bragas. Sentí su miembro bien erecto rozando mi entrada y eso me excitó, lentamente y con delicadeza entró dentro de mí.

- mmm... —gemí muy excitada, rápidamente comenzó con el movimiento de vaivén— Ahh... Sí... mmm...

- Se siente muy bien estar dentro de ti —dijo con la respiración un poco agitada— Ha pasado tiempo desde la última vez que te probé...

- Un poco... —tenía razón, unas tres semanas creo...

No tardé en rodearle con mis piernas y atraerlo hacia mí para besarlo con cariño mientras me abrazaba, el ritmo era lento y las embestidas suaves pero era realmente agradable y placentero, se quedó cerca de mí mientras seguía penetrándome lo cual me encantó ya que quería sentir su cuerpo pegado al mío, la verdad es que no podía parar de gemir mientras recorría su espalda con mis manos acariciando toda su piel suavemente hasta que me levantó y me sentó sobre él, rápidamente me abrazó y me besó. Comencé a moverme mientras me besaba el cuello y acariciaba mis pechos, se sentía muy bien. Al rato volvió a tumbarme en la cama para controlar de nuevo el ritmo de la penetración, me penetraba con más intensidad, tras un rato de fuertes y rápidas embestidas entre intensos jadeos y gemidos, estaba a punto de llegar al orgasmo.

- G-Gray... Ah... mmm... yo... v-voy...

- Lo sé —respondió jadeante con una sonrisa satisfecha— Yo también...

Nada más decir eso se vino dentro de mí, sentía como Gray me llenaba... Era realmente excitante. Al acabar se dejó caer sobre mi cuerpo sin salir de mí, yo lo abracé y lo besé.

- Te amo... Te amo muchísimo... —dije antes de volver a besarlo.

- Me encanta escucharte decir eso... Después de todo estuve mucho tiempo enamorado de ti en secreto... —me dedicó una sonrisa encantadora— Me haces muy feliz Lucy. 

- Y tú a mí.

- ¿Preparada? —dijo repentinamente tras sonreír de manera pícara.

- ¿Preparada para qué? —pregunté confusa pero en ese momento gemí con intensidad pues comenzó a penetrarme de nuevo, había olvidado que seguía dentro de mí.

- Para la segunda ronda. —respondió travieso.  

Y así pasamos toda la noche, haciendo el amor una y otra vez... No sé cómo Layla no se despertó... Tres semanas después Gray aceptó una misión que lo haría estar fuera unos días pero volvería a tiempo para la boda de Levy y Gajeel la cual sería en siete días. Layla estaba un poco resfriada y Gray llevaba dos días fuera así que me quedé en mi apartamento, ni si quiera tenía hambre pero decidí cenar algo aunque poco, en los últimos dos días me he sentido un poco mareada y he tenido náuseas por las mañanas, tengo el estómago un poco extraño últimamente. Dejé a Layla en su cuna y me puse a cenar, cuando terminé fui al baño a lavarme los dientes pero en ese momento escuché que la puerta se abría, ¿cómo es posible? Saqué la llave de Tauro por si acaso y me asomé desde el baño pero no veía a nadie, me acerqué lentamente a la cocina pero en ese momento sentí que dos brazos me agarraban desde atrás...

- ... —¿Agarraban o abrazaban...?

- Cómo te he echado de menos... —reconocí esa voz al instante, me giré y ahí estaba.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro