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Capítulo 23 - Aclarando todo

Lucy POV

Pasamos todo el día en el gremio, por la noche estaba totalmente dispuesta a contarle la verdad pero no me atrevía, me faltaba valor... Finalmente me armé de fuerza y...

- Gray... —me senté a su lado en el sofá.

- ¿Qué pasa?

- Yo... verás... T-tengo que contarte algo... —me miró preocupado.

- Dime.

- Ah... —suspiré— Seré directa... Layla no es mi hija...

- ¿Qué...? ¿De qué estás hablando? —se le veía confuso.

- Cuando aún me encontraba entrenando con Sting, una de las noches que pasamos en una posada una mujer dio a luz a una niña, no tenía familiares y falleció tras el parto. Yo contacté con Levy quien me dijo que un matrimonio de Magnolia la adoptaría por eso regresé antes de terminar mi entrenamiento pero una vez aquí, Levy me dijo que ya no se la podían quedar, después de un tiempo cuidando de ella le tomé mucho cariño y decidí adoptarla yo aunque en los papeles pone que yo soy su madre biológica, nadie sabe que es adoptada, solo Levy y Sting.

- ... ¿Entonces Sting no es su padre tampoco...?

- Sting sí es su padre, en una de las ocasiones en las que nos alojamos en esa posada, Sting dejó embarazada a esa chica aunque no tenía ni idea, como le preocupaba que pudiera ser su hija y necesitaba saberlo decidió hacerle una prueba de paternidad a Layla pero una vez que descubrió que era su padre se agobió y le entró el pánico, desde entonces no volvió a cuidar de ella, ni si quiera es capaz de tenerla entre sus brazos...

- A ver... ¿Me estás diciendo que estás cuidando de la hija de Sting porque él no quiere hacerse cargo de ella?

- Sí y no... Yo la adopté antes de saber que Sting era su padre...

- Madre mía... —creo que está agobiado con tanta información de golpe— Lucy... Si tienes más cosas que contarme este es el momento, no quiero más sorpresas...

- Eso es todo... ¿Estás enfadado...?

- Ah... —suspiró— No estoy enfadado pero me duele que me hayas mentido... ¿No confías en mí?

- Claro que sí pero no sabía cómo decirte algo así... Siento mucho haberte mentido... —se levantó del sofá y se dirigió hacia la puerta— ¿A dónde vas...?

- A pasear, necesito ordenar mi mente. Volveré tarde... No me esperes despierta.

- Está bien...

Pero no volvió, ni esa noche, ni la siguiente, ni la siguiente... ¿Dónde estará? Estoy preocupada, nadie sabe dónde está ni lo ha visto en tres días. ¿Y si le ha pasado algo? Esto es mi culpa... Si tan solo hubiera pensado mejor las cosas desde el principio quizás no me habría equivocado tanto...

- ¡Lucy! —escuché que alguien gritaba mi nombre mientras seguía buscándolo por toda Magnolia.

- Natsu, ¿qué ocurre?

- Lo hemos encontrado.

- ¿Dónde está?

- ... En la enfermería del gremio...

- ¿Qué...? ¿Qué le ha ocurrido?

- No lo sabemos, lo encontró Gajeel inconsciente en la playa, Wendy y Porlyusica lo están examinando ahora mismo. —nos dirigimos hacia el gremio rápidamente, una vez allí entré en la enfermería sin llamar.

- ¿Qué le ha pasado? ¿Cómo está? —dije muy nerviosa y preocupada sobre todo porque vi que seguía inconsciente en la cama.

- La verdad, no lo sabemos —dijo Porlyusica muy seria.

- ¡¿Cómo que no lo sabes?!

- ¡A mí no me grites niña!

- ¡Apártate! —la empujé para ver a Gray, estaba aterrada, no soportaría perderle. Mientras Porlyusica gritaba y decía cosas no muy agradables, yo la ignoré por completo y examiné a Gray, tenía unas extrañas marcas por la piel y mucha fiebre— Un momento, yo conozco estas marcas...

- ¿Sabes lo que son Lucy? —preguntó Wendy.

- Sí, mientras entrenaba con Sting vi algunos casos, es un parásito que se pega a las conchas marinas intentando llegar a un humano del cual alimentarse.

- Lo encontramos en la playa, puede ser —respondió Wendy— ¿Sabes cómo curarlo?

- Sí, apunté los ingredientes de la medicina y cómo prepararla, tengo el papel en mi apartamento, voy a buscarlo.

- De acuerdo.

Me dirigí rápidamente hasta mi apartamento para buscarla, una vez la tuve en mis manos me dirigí de nuevo al gremio donde Wendy junto con Porlyusica se pusieron a prepararla, hicieron una especie de ungüento que debían ponerle a Gray por todo el cuerpo. La fiebre debería desaparecer en unas horas, las marcas irían desapareciendo poco a poco pero permanecería dormido unos días. Me quedé a su lado el resto del día, ya era de noche cuando alguien más entró en la enfermería.

- Lucy, deberías regresar a tu apartamento y descansar.

- No es necesario, estoy bien.

- No dejaste de buscarlo ni un solo segundo y llevas aquí todo el día, tienes que descansar además ¿qué pasa con Layla? Ya es tarde, Mirajane está esperando a que la recojas para poder irse.

- ... —es cierto, Layla lleva todo el día con Mira.

- Hazlo por mí Luce... Yo me quedaré aquí con él, ¿vale?

- Está bien... —me levanté para irme— Gracias Natsu... —sonrió y me fui.

Tres días después, Gray seguía profundamente dormido pero ya no tenía fiebre, incluso sus marcas habían desaparecido casi del todo. Pasé todo el día con él, ya era de noche y estaba a punto de irme cuando vi que Gray abría los ojos lentamente.

- ¿Gray? ¿Me oyes? —me miró un poco confuso pero a los pocos segundos me abrazó con fuerza— ¿Te encuentras bien?

- Mejor que nunca. Además nada puede compararse con ver tu rostro nada más despertar —sonreí.

- Me tenías muy preocupada ¿sabes? ¿Por qué desapareciste?

- ... Estaba un poco confuso respecto a todo... Necesitaba despejarme un poco... Siento haberte preocupado —me abrazó de nuevo pero en ese momento se me cayó la concha de hielo que me hizo aquel día en la playa la cual miró sorprendido. La verdad es que siempre la llevo conmigo, la cogió y tras observarla dijo— ... ¿Todavía la tienes...?

- Sí... 

- ¿Tanto me quieres?

- Ya sabes la respuesta a eso... —sonrió— Un momento... Gray, ¿recuerdas esa concha...?

- Sí, y no solo eso—dijo con una sonrisa.

- ... ¿Has recuperado tu memoria...?

- Sí. —volvió a sonreír.

- ¡Eso es genial! —lo abracé— ¿Cuándo la recuperaste?

- Un poco antes de caer inconsciente en la arena... Estaba paseando por la playa cuando vi una concha muy bonita que pensé que te gustaría, me agaché para recogerla pero cuando la tenía en la mano se me resbaló y se la llevó el agua. Me pareció algo que ya había vivido, intenté recordar y de repente un dolor terrible de cabeza se apoderó de mí, toda mi vida comenzó a pasar por mi mente a modo de imágenes a medida que iba recuperando todos mis recuerdos incluido el momento en el que te hice esa concha. Unos segundos después caí inconsciente en la arena, cuando desperté estaba aquí. 

- Así que esta concha es la que te ha hecho recordar... —dije mirando la concha entre mis manos dándole las gracias.

- Se podría decir que sí. —volvió a sonreír.

- Ara Gray, veo que has despertado —dijo Mirajane quien acababa de entrar.

- Ah, Mira, ¿dónde está Layla?

- Te sorprenderías... La están cuidando Natsu y Lisanna.

- ¿En serio...?

- Sí.

- Por cierto, ¿no es increíble? ¡Gray ha recuperado la memoria!

- ¿De verdad? ¡Eso es fantástico! Voy a darle la noticia a todo el gremio, haremos una fiesta para celebrarlo.

Y a los pocos segundos la pequeña enfermería se llenó de gente, todos nuestros compañeros estaban allí visitando a Gray, todos habían estado realmente preocupados por él. Hicieron una fiesta tal y como dijo Mirajane, todos celebraban la recuperación de Gray. Aproveché un segundo que lo vi solo para agarrarlo del brazo y sacarlo fuera del gremio, necesitaba hablar con él. 

- ¿Qué ocurre? —preguntó confuso.

- Gray... Yo... Necesito saber si vas a ayudarme con Layla ahora que sabes que no es mi hija...

- ... Sí es tu hija, tú la adoptaste... —se acercó a mí y rodeó mi cintura con sus brazos— Claro que voy a ayudarte con ella... ¿Pensabas que iba a dejarte por eso? 

- ...

- Lucy, te quiero, siempre lo he hecho. Me enamoré de ti nada más verte aunque sabía que elegirías a Natsu antes que a mí. Ni te imaginas lo feliz que me hiciste cuando me dijiste que te habías enamorado de mí... Siento haber sido un estúpido y no sabes cuánto me arrepiento de haber escogido a Juvia en vez de a ti aquel día... Pero no voy a dejarte ir otra vez, siempre cuidaré de ti y de Layla, si me dejas... 

No sabía qué decir así que simplemente rodeé su cuello con mis brazos y lo besé. Es cierto que estaba muy asustada, tenía miedo de no encontrarlo, después de que no despertarse, y ahora de que se marche de mi lado, pensé que no aceptaría a Layla al saber que no es mi hija y que encima es de Sting... Pero me ha dejado mucho más tranquila, siempre ha sido tan bueno conmigo... No se merece lo que le estoy haciendo. Cuando dejamos de besarnos lo volví a agarrar del brazo y tiré de él, me había decidido. 

- ¡Escuchadme todos! —grité con todas mis fuerzas— Tengo que confesaros algo... —todos me miraron atentos aunque no voy a ser sincera del todo— Sting y yo... Hemos roto... La verdad es que nunca nos quisimos, me quedé embarazada en una noche loca e intentamos tener una relación pero lo nuestro no funciona, especialmente por la distancia entre nuestros gremios. Además cuando volví a Fairy Tail no pude evitar que mis antiguos sentimientos de amor resurgieran... Antes de marcharme estaba enamorada de Gray, fue uno de los motivos por los que me fui pero al regresar no pude controlar esos sentimientos más y surgieron a flote... Y... bueno... Gray me ha correspondido así que... 

- ¿Así que estáis saliendo juntos? —preguntó Mira feliz dándome un último empujón.

- Sí. —sonreí y miré a Gray quien me miraba muy sorprendido, supongo que no se lo esperaba.

- ¡Enhorabuena! —respondió Mirajane a quien siguieron todos los demás.

- ¿Pero qué pasará con Layla? —preguntó Bisca.

- Aún no está muy claro, tengo que hablar con Sting... Pero de momento me la quedaré yo. Supongo que cuando crezca nos la iremos turnando.

Tras mi interrupción, la fiesta prosiguió. Bailamos, bebimos, peleamos... Lo de siempre. Gray me llevó hasta una esquina dónde me besó varias veces mientras que algunos miembros del gremio nos observaban felices.

- Gracias por todo Lucy. Apareciste cuando más te necesitaba y me devolviste la felicidad, las ganas de vivir. Me liberaste de Juvia e incluso hiciste que me volviera a enamorar de ti consiguiendo que hasta recuperara mis recuerdos. Realmente eres mi salvadora, no sé qué habría sido de mí sin ti, te quiero muchísimo. 

- Yo también te quiero, Gray Fullbuster.    

Estaba siendo un gran día y una gran noche, una diversión increíble y por fin todo se había aclarado con Gray, pero por desgracia mi felicidad no duró mucho pues el maestro me llamó a su despacho y tenía una expresión muy seria.

- ¿Va todo bien...?

- Lucy... Ha llegado una carta de Sabertooth y bueno... Pensé que deberías saberlo tú primero...

- ¿Una carta? ¿Qué dice? —me preocupé mucho. Después de todo ya había pasado un mes desde que Sting se marchó y salvo la carta que llegó unos días después no he vuelto a saber nada de él. ¿Le habrá pasado algo?

- No sé si sabes algo de esto pero Sabertooth lleva meses persiguiendo a un gremio oscuro muy poderoso. Al parecer hartos de los continuos ataques de Sabertooth, decidieron atacar ellos... Han destruido el gremio y bueno... Sting está gravemente herido... Rogue nos ha mandado una carta pidiendo nuestra ayuda. 

- ... ¿Pero corre peligro su vida...? 

- No lo sé... Pero mañana un grupo irá a ayudarlos, imagino que tú querrás ir... 

- Por supuesto. 

- Bien, voy a llamar a los demás.

Llamó a Natsu, Erza, Gajeel y Wendy. Les explicó lo mismo que a mí y todos me miraron preocupados pero yo estaba metida en mi mundo. ¿Cómo han podido herir tanto a Sting? ¿Estará bien? Quiero salir ahora mismo hacia allí. Cuando terminamos de hablar con el maestro volvimos a casa pues debíamos descansar. 

- Lucy, ¿para qué os ha llamado el maestro? —preguntó Gray al llegar a casa con una expresión preocupada— La sonrisa ha desaparecido de tu rostro desde que saliste de su despacho.

- Ah... —suspiré— Sabertooth necesita nuestra ayuda... El gremio ha sido destruido por un poderoso gremio oscuro y Sting está malherido. El maestro ha decidido enviarnos allí a los que nos ha llamado. 

- ... Yo también iré.

- Aún no te has recuperado del todo, necesitas descansar además necesito que te quedes con Layla.

- No voy a dejarte ir sola además Layla puede quedarse con Mirajane. 

- No voy sola...

- Me da igual, no te dejaré ir sin mí. Con mi memoria de vuelta también lo están mis hechizos, ya no soy un inútil. 

Discutimos un rato más sobre si iría o no hasta que nos quedamos dormidos. A la mañana siguiente al final no pude evitar que Gray nos acompañara, Mirajane se haría cargo de Layla en mi ausencia pues no podía llevarla hasta allí. Fue un viaje largo pero finalmente llegamos a lo que quedaba de Sabertooth, la mayoría estaban heridos, pedimos hablar con Sting pero no nos dejaron verlo. Los demás se quedaron ayudando mientras que yo me escabullí en busca de Sting. 

- Exijo ver a vuestro maestro —dije a unos pocos que se encontraban custodiando una puerta donde supuse que se encontraría él. 

Me miraron extrañados pero abrieron la puerta un poco y escuché como Sting se negaba a recibir a alguien, creo que estaba discutiendo con Minerva... Pero yo aproveché que abrieron la puerta para entrar a la fuerza.

- ¿Ni si quiera a mí vas a recibirme? —se giró muy impactado. Tenía muchas vendas por su cuerpo pero me aliviaba ver que se encontraba bien, incluso estaba de pie.

- ¿Lucy...? ¿Qué haces aquí...?

- Estaba preocupada por ti —no pude evitar ir hacia él y abrazarlo con delicadeza para no hacerle daño, él me miró aún más sorprendido pero correspondió mi abrazo.

- ¿Dónde está Layla...? —en el fondo me sorprendió que preguntara por ella.

- En Fairy Tail.

- Dónde deberías estar tú, no es seguro estar aquí, ¿por qué has venido?

- Rogue pidió ayuda a Fairy Tail y soy una de las enviadas. 

- ¡¿Por qué ha hecho eso sin consultarme?! ¡Vuestra ayuda no es necesaria, marchaos! 

- No es lo que parece viendo vuestro estado...

- Lucy, ese gremio es muy peligroso, no quiero que te pase nada así que regresa a Fairy Tail, ¿de acuerdo?

- Sting, puedo luchar... 

- Sí... y puedes morir... Esta vez no puedo protegerte.

- No necesita tu protección, de eso me encargo yo  —dijo Gray a medida que entraba por la puerta.

- ¿Qué hace este idiota en mi gremio? —dijo con una expresión irritada.

- Sabes perfectamente que no iba a dejarla venir sola...

- ¿Por miedo a que le pasase algo o por celos? —preguntó burlón mientras me agarraba de la cintura— No voy a entregarte a la rubia.

- "La rubia" ya es mía, así que quita tus asquerosas manos de ella.

- No soy un objeto ¿sabéis? No soy de nadie —dije irritada apartando las manos de Sting.

- Lucy... Por favor vuelve a Fairy Tail... —dijo Sting cambiando el tono de su voz, estaba serio y preocupado.

- ¡Puedo defenderme sola! Dejad de tratarme como si fuera una inútil —me dirigí hacia la puerta muy molesta.


Gray POV

- ¡Mira lo que has conseguido! —dije enfadado.

- ¿Yo? ¡Ha sido tu culpa!

- Eres un idiota. Aléjate de ella. 

- ¿Por qué? No quiero hacerlo y no creo que ella quiera alejarse de mí... —de nuevo esa asquerosa sonrisa. Estaba furioso, no soporto a Sting así que en un arranque lo agarré por el cuello.

- Escúchame bien cretino, Lucy está saliendo conmigo, como vuelvas a poner un solo dedo sobre su delicada piel te juro que te mataré. 

- ¿En serio piensas que me das miedo hielo andante? —sonrió de manera perversa antes de susurrar— Hakuryū no Dageki...

Fui muy descuidado... Al no esperarme su ataque lo recibí de lleno haciéndome sangrar en el abdomen por el fuerte golpe. 

- Voy a matarte maldito hijo de perra... Ice make: Issei Ranbu... —pero cuando estaba a punto de lanzarlo alguien intervino.

¡Karyū no Hōkō! —su ataqué nos dio de lleno a los dos— ¿Pero qué hacéis idiotas? Lucy estaba muy enfadada cuando me la crucé en la entrada. ¿En serio creéis que es momento para discutir?

- ¿En la entrada? ¿Ha salido del gremio? —preguntó Sting.

- Sí...

- Tsk... 

- ¿A dónde vas?

- ¡Cállate idiota! Los del gremio oscuro podrían estar ahí fuera, voy a buscarla antes de que le pase algo —respondió Sting. 

Tenía razón, ¿en qué estaba pensando? La buscamos por todos lados pero no la encontramos, maldita sea... ¿Le habrá pasado algo? He sido muy descuidado. Si le hacen daño no me lo perdonaré en la vida.

- No la encuentro... Tampoco veo a Wendy ni Gajeel...  —dijo Natsu un poco preocupado pero antes de poder responderle llegó Sting.

- Hielo andante, no la encuentro por ningún lado, te juro que como le pase algo acabaré contigo.

- Tsk... —tras mi gesto irritado Natsu me miró enfadado. ¿Por qué los dos me culpan a mí?— ¡Cállate idiota! ¡Estoy tan preocupado o más que tú por la seguridad de Lucy! ¡¿Crees que ella no me importa?! ¡Te aseguro que me importa mucho más a mí de lo que a ti te importará jamás!

- ... —ambos me miraron impactado pero una conocida voz rompió el ambiente tenso.     

- ¡¡Natsu!! —gritó Wendy, estaba un poco herida.

- ¿Qué te ha pasado?

- Los del gremio oscuro están en la montaña... Nos atacaron a mí y a Lucy, ella se quedó luchando mientras que yo vine a avisaros. Están preparando un potente cañón de poder para aniquilar a Sabertooth por completo. 

- ¡¿Has dejado a Lucy sola?! —gritó Sting.

- N-no... Gajeel ha ido a ayudarla... —respondió un poco asustada.

- Tsk... ¡Evacuad el gremio! Wendy ¿no? Atiende a los heridos. —ordenó Sting— Dobengal, ayuda a los heridos a salir de aquí. ¡Rufus, Olga, Minerva y Rogue! —los cuatro se giraron— Vamos a salir. 

Los cinco de Sabertooth, Natsu, Erza y yo, fuimos hacia la montaña. Una vez allí nos dividimos en parejas, Erza con Minerva, Sting y Rogue, Olga con Rufus y Natsu conmigo. Al menos por nuestro lado no había rastro ni de Gajeel ni Lucy. Seguimos caminando hasta que vimos un cuerpo tirado en el suelo, nos acercamos más para ver de quién se trataba.

- ¡Lucy! —grité y corrimos hacia ella. Estaba inconsciente tirada en medio del camino muy malherida— Natsu, creo que no respira... 

- ¿Qué...? No puede ser... —agarró su muñeca— No le encuentro el pulso... 

- No, esto no puede estar pasando... ¡Lucy! ¡Lucy! No me hagas esto por favor... 

- Luce por favor... Despierta... 

Intenté reanimarla, le realicé compresiones torácicas y respiración boca a boca pero no reaccionaba, Natsu comenzó a llorar desesperado y yo... Yo lo imité pues no fui capaz de soportarlo. ¿Qué voy a hacer sin ella...?


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