Capítulo 13 - Celos... y más celos... y besos... (primera parte)
Lucy POV
Fui junto con Layla y Gray a una cafetería cercana, Layla dormía plácidamente en el cochecito mientras yo charlaba con Gray. Estaba un poco cambiado pero no me importaba, Gray era Gray aunque él no me recordase, todo iba bien hasta que de repente me dijo
- Lucy, ¿qué tal si nos vemos esta noche? -dijo con una sonrisa pícara-
- ¿Esta noche?
- Sí, solos tú y yo -noté como mis mejillas comenzaban a ponerse rojas en cuánto me di cuenta de lo que quería-
- ¿Para qué? -dije intentando que lo tomase como un rechazo a su invitación pero él para mi sorpresa sonrió aún más, se acercó a mi oído y susurró-
- Para continuar con lo que no terminamos antes... -¿por qué siempre me hablaba con esa voz tan irresistible? mientras pensaba eso mordisqueó mi oreja de nuevo pero antes de poder responder, una voz gritó-
- ¿Se puede saber qué haces Gray? -gritó Juvia enfadada la cual estaba con... ¿Lyon? me extrañó mucho verlos juntos-
- Ah... -suspiró Gray mientras se alejaba de mí- Huir de ti -dijo fríamente mientras la miraba con indiferencia-
- Creo haberte dicho que no te acerques a ella -respondió muy enfadada. ¿Por qué le ha dicho eso? Comencé a irritarme-
- Y yo creo haberte dicho que haré lo que quiera
- ¿No te da vergüenza tener novia y estar aquí coqueteando con otra chica? -respondió furiosa-
- Lo mismo podría decirte -dijo Gray mientras miraba a Lyon- Últimamente pasas más tiempo con él que conmigo y yo no te digo nada, ¿por qué no puedes dejarme relacionarme con otras chicas?
- ¿Esto es porque estás celoso?
- ¿Huh? No te equivoques, por mí mientras más tiempo estés con él mejor, así no tengo que aguantarte yo -el rostro de Juvia pasó a una expresión de odio extrema mientras me miraba, yo comencé a sentirme muy incómoda y al parecer no era la única, Lyon tenía la misma expresión que yo.
- ¡Aléjate de él! -gritó Juvia tras agarrar uno de los refrescos de la mesa y echármelo por encima, parte del líquido cayó sobre Layla la cual comenzó a llorar-
- ¡¡Juvia!! ¡¿Qué narices haces?! ¡¿Te has vuelto loca?! -gritó Gray furioso dirigiéndose a ella pero antes de que él llegara yo me adelanté y le di una fuerte cachetada en la mejilla-
- No vuelvas a hacer eso -dije en un tono calmado pero intimidante- No pagues conmigo el fracaso de tu relación, yo me fui y acabo de regresar, si las cosas se jodieron fue por tu culpa, porque eres una loca obsesiva que no para de intentar controlarlo como a un muñeco, agobias tanto a Gray que hace cualquier cosa por escapar y huir de ti un rato por no hablar de tus celos incontrolables, y en vez de intentar cambiar todo lo que no está bien en ti intensificas todos tus defectos, al final lo único que has conseguido es que él te odie. Si hubiese sabido todo lo que sufriría Gray contigo y lo infeliz que lo harías nunca te lo habría dado
- Lucy... -dijo Gray muy sorprendido-
- ¡Cállate estúpida! ¿Con qué derecho vienes aquí a criticarme cuando llevas dos años fuera? No sabes nada, sólo eres una inútil que necesita agarrarse a alguien para que la proteja -la miré furiosa y la agarré por el cuello de su vestido-
- Ni se te ocurra pensar que soy la misma Lucy de hace dos años, tanto mi fuerza como mi personalidad han cambiado aunque los demás piensen que no lo hice en absoluto -tras eso la solté y le di la espalda dirigiéndome a Layla la cual no dejaba de llorar, la cogí en brazos y volví a girarme- Te advierto de que como a Layla le pase algo por tu culpa tú y yo tendremos problemas -dije amenazante, Juvia me miraba sorprendida y no me respondió, tras eso miró a Gray y le dijo-
- Ya hablaremos en casa -tras eso volvió a marcharse con Lyon. Yo me senté de nuevo y comencé a limpiar a Layla, por suerte tenía su bolsa conmigo así que podía cambiarle la ropa, luego en casa la bañaría-
- Lo siento, ha sido culpa mía -se disculpó Gray-
- No es culpa tuya que Juvia esté obsesionada contigo, siempre lo ha estado aunque no con esa intensidad, además creo que siempre ha estado resentida conmigo por mi buena relación contigo -solo pude escuchar un irritado suspiro por parte de Gray- ¿Te encuentras bien?
- Sí... solo me irrita no poder recordar nada -bajó su mirada y en un susurro dijo- Me irrita no poder recordarte a ti... -¿había escuchado bien? Estaba a punto de preguntarle cuando él habló- Tengo varias cosas qué hacer así que me voy ya
- Está bien, yo también debería irme ya, se está haciendo tarde y Sting me estará esperando -o eso creo, dije mientras dejaba a Layla en su cochecito-
- Nos vemos Lucy -sonrió y se giró para marcharse. En ese momento algo se apoderó de mí y lo abracé por la espalda-
- Gray... sé qué estás pasando por un momento muy difícil en tu vida... si necesitas hablar o cualquier otra cosa por favor, búscame -en ese momento Gray se giró y me agarró el rostro con ambas manos-
- Te necesito a ti -tras eso me besó y yo correspondí su beso, en cuánto terminamos de besarnos me abrazó- Desde que desperté aquel día en la enfermería de Fairy Tail todo mi mundo ha estado completamente oscuro y vacío, hasta que esta tarde entraste por esas puertas... tan brillante... tan hermosa... por primera vez desde entonces he podido ver una luz en mi vida. Puede que no te recuerde pero de alguna manera puedo sentir que eras muy importarte para mí, que tú llenarás ese vacío, y eso hace que no quiera alejarme de ti
- Gray... -no sabía cómo responder-
- Ven a verme esta noche Lucy... -susurró en mi oído con esa voz tan sexy- A las 12 en el acantilado -tras susurrar eso me dio un tierno beso en la mejilla y se fue, yo me quedé embobada sin saber cómo reaccionar-
Cuando conseguí reaccionar me fui a casa un poco asustada pues Sting debía seguir furioso pero para mi sorpresa cuando llegué, no se encontraba en casa, preparé la cena y bañé a Layla, le di de comer y la acosté, como Sting seguía sin venir decidí cenar sin él, mientras recogía las cosas alguien llamó a la puerta, Sting tenía llaves así que él no era, ¿quién podría ser? Fui a abrir la puerta y me llevé una gran sorpresa...
- Hola Luce
- ¿Natsu? ¿Qué haces aquí a estas horas? ¿Y cómo sabías que vivo aquí?
- Levy me dio tu dirección. Yo... necesito hablar contigo... ¿puedo pasar?
- Claro -la expresión de Natsu era muy seria, ¿qué ocurrirá?-
- ¿Estás tú sola? -preguntó tras echarle un rápido vistazo a todo el apartamento-
- Sí, Sting aún no ha regresado
- Lucy... ¿va todo bien entre él y tú? Os vi discutir esta tarde en el gremio
- Ah... eso... ya se le pasará... -o eso espero- ¿De qué querías hablar? -no dijo nada, simplemente se acercó a mí y dijo-
- Te he echado mucho de menos todo este tiempo sabes... -dijo mientras acariciaba mi rostro con su mano derecha- Y aún a riesgo de que te enfades, voy a hacer algo que quiero hacer desde hace tiempo -tras esas palabras me acercó a él y me besó. Yo no entendía nada, ¿por qué actuaba así Natsu de repente?-
- N-natsu... ¿qué haces? -dije intentando alejarme de Natsu pero él me abrazó fuertemente con ambos brazos así que no podía escapar de él- Natsu... suéltame... -dije intentando escapar de alguna manera pero no me soltaba-
Me tiró al sofá tumbándose sobre mí, si antes tenía pocas posibilidades de escapar ahora era imposible, comenzó a besar mi cuello hasta que volvió a mi boca para volver a besarme, pero esta vez sin saber por qué rodeé su cuello con mis brazos y correspondí su beso, por alguna razón comenzó a resultarme difícil resistirme... después de todo a pesar de tanto tiempo, algunas veces todavía extrañaba los cálidos besos de Natsu... No sé cómo habría terminado todo de haber seguido pero para bien o para mal, mientras nos besábamos Sting llegó a casa, el ruido de la puerta siendo abierta hizo que Natsu se alejara rápidamente de mí, cuando Sting llegó al salón ambos estábamos sentados en el sofá
- ¿Huh? ¿Qué hace Natsu aquí? -iba a responderle pero antes de que pudiera decir nada volvió a hablar- Escúchame bien pelirosa, la rubia es mía así que ni se te ocurra tocarla -le dijo a Natsu muy irritado. ¿Cómo que yo era suya?-
- Ven rubia, dame un beso -dijo mientras se acercaba a mí pero le costaba mantener el equilibrio, además no hablaba bien y apestaba a alcohol. Lo sorprendente fue que Natsu no le contestó, se limitó a observarlo-
- Sting, ¿has bebido? -pregunté preocupada-
- Sí, ¿tienes algún problema con eso? -dijo intentando mantener el equilibrio-
- Madre mía... ¿cuánto has bebido para acabar así? Tienes mucha tolerancia al alcohol, te he visto beber y beber y nunca te has emborrachado
- mmm a las 3 botellas perdí la cuenta... -dijo con una sonrisa intentando andar pero no era capaz- Lucy... ayúdame... -dijo con ojos de cachorro asustado-
- Ah... -suspiré. Me acerqué a él y le dejé apoyarse en mí, mientras íbamos hacia el sofá dijo-
- Qué buena estás rubia... -tras eso me tocó uno de mis pechos-
- ¡Sting por favor! ¡Contrólate! -no sé cómo pero conseguí sentarlo en el sofá-
- Lamento que hayas presenciado todo esto -le dije a Natsu-
- No importa... debería irme ya
- Sí... -me dirigí con Natsu hacia la puerta-
- ¿Estarás bien? ¿Podrás manejarlo tú sola?
- Sí, no te preocupes
- Bueno... nos vemos mañana entonces...
- Sí, hasta mañana -Natsu se fue. Yo volví al salón para hablar con Sting, ya tendría tiempo mañana de preocuparme por lo ocurrido con Natsu... Cuando llegué Sting seguía bebiendo, ¿de dónde ha sacado esa botella?-
- Sting, deja de beber -le quité la botella-
- ¿Qué haces? Devuélvemela -dijo irritado, yo me senté a su lado-
- Sting, ¿qué ocurre? Solo bebes mucho cuando tienes algún problema y aún así nunca te he visto en este estado, ¿qué pasa?
- Vaya... ¿tanto me conoces ya...?
- Bueno... hemos pasado mucho tiempo juntos -sonreí, me devolvió la sonrisa y acto seguido apoyó su frente en mi pecho-
- Soy despreciable... -fue lo único que dijo, lo vi tan hundido que no pude evitar abrazarlo-
- ¿Por qué dices eso? -pregunté preocupada y confusa-
- Ah...-suspiró- Porque no quiero hacerme cargo de mi hija
- ... ¿De qué estás hablando Sting...? -me quedé en shock, tras eso él me dio una carta-
- La recibí esta tarde -era el resultado de una prueba de paternidad donde ponía que Sting era el padre biológico de Layla... yo no sabía qué decir, estaba muy impactada- Su parecido conmigo me inquietaba... así que la llevé sin que lo supieras
- ...
- Soy despreciable Lucy... -volvió a decir pero noté como algunas lágrimas comenzaban a bajar por su rostro- Solo veo a las mujeres como objetos sexuales, me acuesto con ellas y luego no las vuelvo a ver más, ¿y si tengo más hijos por ahí y yo ni lo sé? -el llanto de Sting se iba volviendo más intenso-
- ... -yo no sabía qué decir- No creo que tengas más hijos por ahí... ¿pero cómo es posible...?
- Casi todas las veces que nos quedamos en esa pensión tuve sexo con Hana, saber que estaba casada solo hacía que me gustara más la idea de hacerlo con ella, en una de esas veces la dejé embarazada pero no me dijo nada
- A lo mejor pensaba que era de su difunto marido...
- Tal vez...
- Sting... si no te quieres hacer cargo de ella, ¿por qué le hiciste la prueba?
- La duda me estaba matando, necesitaba saber la verdad, pero no quiero hacerme cargo de ella, ni si quiera quería saber con quién se quedaría ni dónde, no quiero verla crecer ni tener la tentación de ir a por ella algún día
- ... ¿Por qué...?
- Oh vamos Lucy, mírame, ¿me ves capaz de poder ser padre? Eso no es para mí... simplemente quería olvidarme de ella pero al quedártela tú todo es más difícil... -dijo llevándose las manos a la cabeza- Incluso ahora sé su nombre...
- Sting... -dije abrazándolo de nuevo- Creo que simplemente estás asustado... Layla tiene la suerte de tener a su padre vivo, no la eches de tu vida... ella no tiene la culpa de tus errores, es cierto que tienes tus defectos pero todos los tenemos, a pesar de ellos no eres una mala persona, deja a Layla conocerte, yo no me arrepiento de haberlo hecho además no estás solo, yo te ayudaré
- ... -Sting no me respondía-
- ¿Por qué no te duermes? Ahora mismo estás cansado y bebido, no puedes pensar con claridad
- ... -sin decir nada se soltó de mi abrazo y se dirigió a una de las habitaciones en la cual estaba Layla dormida, Sting la observó durante un rato y luego dijo- Lucy... duerme conmigo esta noche... -mientras miraba a Layla se le veía aterrado, lo veía sufrir tanto que no pude negarme-
- Está bien
Mientras me dirigía a la cama recordé la cita con Gray, mierda... miré la hora y ya eran la 1... ah... mañana le explicaré a Gray... espero que no se enfade aunque tampoco le dije que iría... la verdad es que me moría por ir pero no podía dejar a Sting en ese estado, ni si quiera podría cuidar así de Layla y ya no creo que me siga esperando allí. Al final me metí en la cama con Sting y al poco tiempo ambos nos quedamos dormidos, Sting me abrazó y yo no fui capaz de decirle nada, simplemente lo dejé
A la mañana siguiente, Sting no se levantaba de la cama y según vi, no lo haría en todo el día...
- Sting, ¿estás bien?
- Sí... -respondió apático sin moverse de la cama y sin abrir los ojos-
- ¿Seguro? ¿Puedo irme o prefieres que me quede?
- Puedes irte... pero no me dejes aquí la niña...
- Está bien... -me dirigí al gremio con Layla. ¿Será que ahora que ha confirmado que es su hija comenzará a rechazarla...? Espero que no...-
Mientras charlaba en la barra del gremio con Mira, Levy y Bisca, escuché que alguien me llamaba
- ¡Luce! -solo una persona me llama así... me giré y era Natsu-
- Hola Natsu... -dije nerviosa al recordar lo que pasó la noche anterior-
- ¿Todo bien con Sting?
- Sí... aunque hoy no ha sido capaz ni de salir de la cama... -aunque el alcohol no es la única causa de eso-
- Normal... -dijo- Esto... Lucy... ¿podemos hablar un momento en privado...? -dijo Natsu nervioso, supongo que quiere hablar de lo que pasó anoche pero no sé qué decirle, comencé a ponerse muy nerviosa y a sonrojarme por recordar lo ocurrido-
- C-claro -dije nerviosa pero antes de poder decir nada más, alguien me vertió un refresco encima. ¿Otra vez? Me giré y esta vez era Lisanna-
- ¡Aléjate de Natsu! -gritó. Todos voltearon a ver qué ocurría-
- ¡Lisanna! ¿Se puede saber qué haces? -la regañó Mira-
- Sí Lisanna, ¿puedes explicarme por qué has hecho eso? -preguntó Natsu irritado-
- Anoche te vi saliendo de casa de Lucy, ¿qué hacías en su casa tan tarde?
- ¿Sabes? Empiezo a cansarme de tus celos, sobre todo de tus celos obsesivos hacia Lucy... Estaba allí porque ella me pidió ayuda -¿Huh? ¿Por qué le miente? comencé a inquietarme-
- ¿Ayuda? ¿Con qué? ¿Te pidió que le bajaras el calentón? -me miró con desprecio, antes de que Natsu pudiera contestar hice lo mismo que el día anterior y le di una cachetada-
- ¿Me estás llamando zorra? Porque te recuerdo que fuiste tú quien tuvo una aventura con Natsu cuando salía conmigo, la única zorra aquí eres tú, ¿qué pasa? ¿Es que tienes miedo de que pueda quitártelo? -dije con una sonrisa arrogante... Ah... creo que se me pegó un poco la personalidad de Sting-
- ¿Miedo? ¿Por qué debería? ¿Tengo que recordarte que Natsu te cambió por mí? -ahora sonrió ella arrogante. Tras esas palabras todo el gremio se quedó en silencio y la verdad es que yo no sabía qué contestar, en ese momento, habló quien menos esperábamos todos-
- Uff eso fue un golpe muy bajo ¿sabes? -tras esas palabras agarró la barbilla de Lisanna y la subió obligándola a mirarlo a los ojos- Si vuelves a decirle algo así o vuelves a molestar a mi chica, tú y yo tendremos problemas... ¿y no quieres problemas verdad? -sonrió-
- No...
- Bien -soltó su barbilla- Ahora vete a molestar a otra parte niñata
Lo sorprendente es que ni si quiera Natsu la defendió... ella salió corriendo del gremio, Natsu al final decidió ir tras ella
- ¿Qué haces aquí Sting? -pregunté sorprendida, además parecía de buen humor... hace solo un rato estaba totalmente hundido-
- ¿Ni si quiera vas a darme las gracias? Te he quitado a esa niñata de encima
- Claro, gracias -sonreí pero él sonrió con picardía-
- Eso no me vale
- ¿Y qué es lo que quieres? -pregunté confusa y sorprendida-
- ¿Qué tal un beso? -dijo mientras me agarraba por la cintura con una sonrisa pícara-
- ¿Huh? -antes de qué pudiera decir nada Sting me estaba besando... bueno... por un beso no va a pasar nada... decidí corresponder su beso. Tras separarnos me di cuenta de que éramos el centro de atención-
- Ahora todos en Fairy Tail creerán tu historia -me susurró con un poco de burla en mi oído-
- Sí... -dije un poco avergonzada, todos me estaban mirando...-
- Lucy... siento el comportamiento de mi hermana, ten, una camisa limpia para que puedas cambiarte -dijo Mira apenada-
- No eres tú quien tiene que disculparse Mira... pero gracias por la camisa -sonreí-
- Sting, voy a cambiarme -antes de terminar la frase me interrumpió-
- ¿Quieres que te ayude? -dijo con una sonrisa pícara mientras me agarraba por la cintura de nuevo-
- No, quiero que te quedes con Layla -su expresión cambió por completo-
- Por favor Lucy, no me dejes solo con ella... -susurró en mi oído aterrado-
- Ah... -suspiré- Está bien, se la dejaré a Bisca
- Gracias... -respondió aliviado-
- ¿Vas a esperarme o te vas a ir?
- No sé... depende de si encuentro o no algo interesante qué hacer mientras te cambias -volvió a sonreír-
- Bueno... -me giré para ir hacia Busca cuando alguien agarró mi muñeca-
- ¡Espera Lucy!
- ¿Qué ocurre? -pregunté extrañada-
- ¿Pasó algo entre Natsu y tú anoche...? -preguntó sorprendentemente Sting-
- ¿Por qué quieres saberlo?
- Curiosidad...
- Sólo nos besamos... -por un momento pude notar irritación y celos en su expresión. ¿A qué viene todo esto? No entiendo nada-
- ¿Te parece bien lo que estás haciendo?
-¿Huh? No quiero escuchar eso de ti -me giré irritada para continuar mi camino-
- ¡Lucy, espera! -gritó Sting pero lo ignoré-
Tras eso le pedí a Bisca que se quedara con Layla mientras me cambiaba. Fui al baño de chicas para cambiarme la camisa, me quité la mía y la metí rápidamente en el lavabo con agua para quitar lo más gordo, todavía no me había puesto la camisa cuando noté como unas manos me agarraban, alguien puso mis manos juntas en mi espalda, sujetaba mis muñecas con fuerza con una sola mano mientras que con la otra comenzó a recorrer mi espalda... mi brazo... hasta llegar a mi cuello, noté su respiración en mi nuca y finalmente susurró en mi oído-
- No has sido una buena chica... -susurró con esa voz tan sexy que siempre me derrite-
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