Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Prólogo

 —¿Quiénes son? 

 —Son unos primos.

El muchacho castaño de ojos dorados, frunció el ceño al escuchar aquellas palabras y la observó.

—¿Primos?

—Es una broma entre nosotros.— le respondió la rubia, apartando la mirada de la ventana para observar al chico.— Son los primos Cullen, comparten nuestra misma alimentación.

—¿Cullen?— preguntó, volviendo su atención hacia la ventana, apreciando el auto estacionado a unos metros de la casa.— Por lo que si no mal recuerdo, ustedes fueron a la boda de uno de ellos ¿No?

La rubia de rulos y mirada dorada colocó una mano en el hombro y dijo.

—Si, la boda de él.— señaló al muchacho que bajaba del auto.— vamos a ver que quiere.

El castaño aún con su ceño fruncido asintió con la cabeza. Ambos rápidamente salieron de la casa siendo seguidos por la única pareja en el clan y la otra mujer rubia de cabellos lacios.

Alexander se quedó atrás del clan de brazos cruzados, mirando con ojos calculadores al vampiro de cabellos cobrizos que se acercaba encorvado, con dudas, que observaba a cada uno de su familia para luego clavar su mirada en él, confundido.

—¿Edward está todo bien?— preguntó una mujer de cabellos castaños.

El cobrizo apartó la mirada del vampiro que no conocía y sus orbes dorados se dirigieron hacia Carmen Denali, la mujer que había hablado.

—¿Por que no nos dijiste que vendrías?— preguntó esta vez, sin dejarlo hablar, Tanya Denali, la líder.

—¿Es Irina? ¿Sabes algo de ella?

—Creo que deberíamos dejarlo hablar.— le interrumpió Eleazar a su mujer.— Cuéntanos Edward la razón por la que estas aquí.

—Es difícil de explicar.— comenzó dudando.— sobre Irina no se directamente...

—¿Por qué dejaste a tu esposa en el auto?— se animó a preguntar de vuelta el hombre.

—¿Por qué trajiste a un lobo contigo?— preguntó con desagrado Tanya, en donde Alexander todavía en silencio, arrugó la nariz de desagrado al oler un aroma como de perro mojado, que ignorando ese hedor decidió seguir observando la actitud y comportamiento del vampiro Cullen, que le comenzaba a desagradar. Sentía en su interior que lo única razón para estar aquí es porque traería problemas.— Lo puedo oler desde aquí.— siguió la rubia con un gruñido de asquerosidad.

—Mi familia está en peligro, necesito su ayuda.

Alexander chasqueó la lengua de desagrado, apretando sus brazos que todavía se encontraban cruzados.

—¿Que ha pasado?— saltó Carmen, preocupada.

—Solo...— suspiró.— solo pido que mantengan la mente abierta, ¿Pueden hacerlo?

—Por supuesto.— respondió Kate, también preocupada, mirándose cada uno a los ojos.

El castaño entrecerró los ojos al ver cómo bajaban del vehículo una mujer de cabellos castaño, delgada, alta de unos ojos rojos tirando a marrones, dándose cuenta que recién comenzaba a entrar a la dieta vegetariana. A la vez, bajó el chico lobo, también alto, musculoso, de cabellos cortos y negros, de piel rojiza junto con una niña de apariencia de unos cinco u seis años.

Alexander arrugó la nariz al haberse intensificado el aroma a perro pero también al escuchar los jadeos de sorpresa y temor de su familia. Sus labios se aplanaron en disgusto al saber que tenía razón.

Ese idiota solo traía problemas.

Y Alexander odia los problemas.

—Los Vulturi vendrán por nosotros.— escuchó la voz temerosa de su hermana, Kate, hacia Tanya.

—Tienen que llevársela.— demandó la rubia de rulos.

—Ella no es lo que piensan.— intentó explicar el Cullen.

—¡Esto es un crimen!— rugió Tanya furiosa, lanzándose sobre el Cullen, en donde el cobrizo la mandó a volar.

Kate rápidamente contraatacó usando su don de electricidad, tocando al vampiro lastimándolo, que la castaña al ver como lastimaban a su marido, salió a defenderlo, arrojando a la rubia lejos.

Isabella y Edward sintieron como debajo de sus pies, la nieve subía por sus piernas, en donde ambos se miraron preocupados, soltando un quejido de dolor al sentir como algo frío, más helado que su piel, se adentraba en su cuerpo, congelándose sin poder moverse.

—Mamá...

—No... te... preocupes...—susurró adolorida a su hija, cuando sus piernas cedieron, cayéndose sobre la nieve, que como si estuviera viva, se trepaba por su cuerpo apareciendo escarcha filosas como dagas adentrándose en su interior.

—No vengas Jacob.— habló el lector de mentes con dificultad, adolorido.— por favor para...

—¿Por que debería?— preguntó Alexander mirándolos desde arriba, con superioridad.

Bella y Edward sufriendo del dolor, como la nieve crecía y se volvía más rígido sobre su cuerpo, ambos observaron como los ojos de aquel vampiro, que no conocían, eran grises con matices azules.

—Irina... trajo el problema...— logró hablar el lector de mente al leer los pensamientos del muchacho que decía que solo traían problemas.

—¿Irina?

—Alexander, por favor para...— suplicó la matriarca.— déjalos hablar.

Alexander a regañadientes dejó de usar su don sobre ellos, en donde la nieve descendió de sus cuerpos, dejando de sentir ese fuego helado en sus venas, que podrían morir congelados.

Era una sensación tan rara, tan extraño pero que sabian, tenían ambos el mismo pensamiento, no querían volver a sentir eso.

—¿Por que mencionaste a Irina?— preguntó Kate, colocándose al lado de su hermano, mirando a los Cullen con desconfianza.

—Ella vio a la niña y creyó que es una niña inmortal.

—¿Y no lo es?— preguntó tosca, con un gruñido voraz, Tanya.

—La sangre corre por sus venas.— volvió a hablar el Cullen.— Pueden sentir su calor..

—Lo siento, puedo sentirlo...— murmuró sorprendida Carmen.

—Yo soy su padre biológico.— siguió.— y ella es su madre biológica, la tuvo cuando aún era humana.

—Eso es imposible.

—Es verdad.— habló desesperada la castaña.— estuvo en mi vientre cuando seguía siendo mortal.

—Nunca había visto algo como esto.— habló sorprendido Eleazar.

—Dejen, por favor, que ella les muestre.— suplicó el lector de mentes.

Alexander observó como los Denali se miraban uno con otros y asintieron con la cabeza. Con una mueca de fastidio, observó como la niña se acercaba a upa sobre el niño lobo hacia ellos.

—Por favor.— volvió a hablar el cobrizo.— nos lo deben, su hermana nos sentenció a muerte al creer que mi hija es una niña inmortal, yendo con los Vulturi.

》No nos dejó explicarnos.《

Alexander alzó una ceja al escuchar aquellas palabras y arrugó la nariz en fastidio al notar que todo el problema comenzó con su hermana.

El vampiro observó con curiosidad cómo la niña llevaba su mano hacia la mejilla de su hermana, Tanya, sacándole un jadeo de sorpresa de sus labios.

Los ojos dorados de la rubia paró hacia la niña para luego mirar a los padres y por último a cada uno de ellos.

—Es verdad.— murmuró sorprendida. — no es inmortal.

Con esas palabras se acercaron hacia la niña, quedándose atrás Alexander sin interés en ver el punto de vista de la niña ya que con la palabra de su hermana confiaba.

Lo único que lo fastidiada era que su tranquilidad se acabó.

Sabía que su nueva familia irían a ayudar a sus primos y él no los abandonaría, ayudaría con el caso, sin saber que se encontraría con personas del pasado.







<><><><><><><><><><><><><><><><>

¡Aquí el prólogo! Espero que les guste.

Vimos un poco del don de Alex, es estilo a Elsa y Jack Frost jsjsja perdón pero los amo.

¡Vota - comenta - comparti!

Muchísimas gracias por su apoyo, votos y comentarios.

¡Las amo!

Besitos.

~M.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro