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Capítulo 8.





















































Seth removía la comida sin ánimos de desayunar. Miraba con tristeza el huevo frito que se encontraba en su plato que se veía riquísimo, hasta que, frunció el ceño furioso con el color amarillo de la yema que le recordó esos orbes dorados de Alexander, en donde agarró el tenedor con fuerzas y lo clavó en la yema con furia, logrando que el huevo se rompiera y que se quebrara el plato.

Un chiflido en el ambiente logró sacarlo de sus pensamientos en donde miró a su costado, encontrándose a Charlie mirándolo sorprendido a él para luego mirar al plato roto. El carraspeo en frente suyo causó que apartara la mirada del Swan para mirar a su madre, que tragó saliva al ver la mirada furiosa de su progenitora hacia el.

—Lo siento.— murmuró arrepentido.

—¿Que te tiene así?— preguntó curioso y preocupado el Swan.— para... acabar con el huevo y el plato... estás furioso con algo.

—O con alguien.— le interrumpió Sue, sabiendo una parte de la historia gracias a su hija ya que le había contado lo que había sucedido al ver llegar a su hijo llorando que se encerró en su habitación y no salió de allí hasta hoy temprano.— ¿Quieres hablar de eso?

Seth arrugó la nariz y clavó su mirada en el plato roto.

— Me llamó inútil.— murmuró molesto.

—¿Quién te dijo eso?— preguntó enojado el Swan, que cerró el diario con fuerzas y lo dejó en la mesa.— le voy a disparar.

Seth levantó la mirada del plato y miró al Sheriff que se encontró con esos orbes chocolates furiosos que logró hacerlo reír al menor.

—Charlie no le vas a disparar a nadie.— se interpuso la matriarca Clearwater mirando seriamente al Swan que este bajó la mirada avergonzado.— y...— ahora miró a su hijo que llamó su atención.— ¿Realmente te dijo eso?

Seth frunció el ceño y asintió con la cabeza.

—¡Me dijo cosas feas muy feas!— gritó molesto levantándose del lugar comenzando a caminar de un lado a otro.— ¡Me dijo que soy prácticamente un inútil! ¡Que soy un estorbo!— gruñó bajito.—  ¡Y... y puede que no sea tan inteligente pero se lo que es correcto y lo que no!

》¡Ustedes me enseñaron bien! ¡Y... y puede que siempre confíe rápido en las personas pero tampoco voy a estar dudando de mí propia sombra, eso no es vida! ¡Y que... y que... yo quiera proteger a mis amigos, a mi familia no me hace un tonto!《

—Y tampoco un inútil, ni siquiera un estorbo.— interrumpió Sue Clearwater, antes de que su hijo ante la furia e indignación dijera algo de más que los perjudicara y aún más estando Charlie presente.— en eso tienes mucha razón.

》¿Que más dijo?《

—Que no debería estar allí.— murmuró volviéndose a sentar y volvió su atención al plato.— que debería estar en casa, jugando, divirtiéndome con mis amigos...

—En eso ella tiene razón.

Seth levantó la mirada sorprendido por dos cosas, primero que sepa que esas palabras lo había dicho la impronta de Leah, aunque ahora si recordaba bien creía que su hermana, anoche, estalló de la indignación descargándose con su madre como él lo estaba haciendo ahora, y segundo que estuviera de acuerdo con la vampira.

Que estuviera de acuerdo con esos dos, porque Alexander también estaba del lado de la castaña.

—¿Que? ¿Por qué me miras como si te hubiera traicionado Seth?— preguntó molesta Sue.— ¿Crees que a mi me gusta que estés todo tiempo afuera? ¿Que estés haciendo cosas de lobos todo el tiempo?

》No, no me gusta para nada.《

—Así que si... estoy de acuerdo con ellos con ese tema.— siguió cortando con fuerza el huevo frito, en donde Charlie tomó de su café prestando atención que en cualquier momento la matriarca Clearwater romperá el plato como su hijo, tal palo tal astilla.— deberías estar estudiando, preparándote para un nuevo ciclo escolar.

》Tus notas han bajado mucho en el año jovencito.《

Seth hizo un puchero y murmuró avergonzado.

—Lo se... y lo siento por eso, prometo que mejoraré.

— También estoy de acuerdo contigo sobre proteger a la gente que amas.— siguió con la explicación.— pero creo que... como tú quieres protegerlos, ellos te quieren proteger a ti.

》Obviamente no lo hicieron ni te lo dijeron de la mejor manera pero saben que lo que haces es peligroso y no quieren que te metas más en eso porque no quieren verte lastimado.《

Seth lo pensó de la manera que lo decía su madre, y recordó el momento que fue fuertemente pateado por ese vampiro en donde Alexander como Amber saltaron a su defensa, en donde sus rostros se encontraban completamente oscuros, furiosos con esas dos sanguijuelas.

Tembló al recordar la mirada helada y furiosa de Alexander y cuando dijo esas palabras 》que el inútil estaba allí y que no había logrado lastimarlo《había sentido un dolor en su pecho porque en sí, tenía en parte razón.

Solo lo habían pateado y había caído rendido.

Pero no iba a rendirse, el siempre se levantaría.

—Entonces... ¿Ellos me quieren proteger? Pero lo que dijeron fueron palabras feas.

—Te quieren proteger, y si... no fue de la mejor manera supongo que ambos estaban enojados.

Seth asintió con la cabeza.

—Pero porque ellos me quieran proteger no voy a quedarme en casa.— habló decidido, que al mirar los ojos enojados de su madre, se corrigió.— me quedaré en casa cuando deba estudiar pero... agh, ustedes entienden.

—Debes hablarlo con ellos.— habló Sue más tranquila.— y de paso que se disculpen contigo o iré yo y les tiraré de las orejas.

》Principalmente a Alexander, ese niño... ¿Cuando se volvió tan maleducado?《

—Alexander es... ese chico que hablamos la otra noche, ¿No?— habló con dudas Charlie, que se había quedado callado en toda la conversación decidido a hacer oídos sordos como le prometió a su hija.  Además realmente no le interesaba saber cosas fuera de la normalidad, suficiente es saber que los hijo de sus  mejores amigos, tanto Black como Clearwater, se pueden transformar en perros gigantes que realmente te superan de altura. Dios... apenas podía procesar eso.— ¿Es el chico que había perdido la memoria?

》Y que querías mucho.《

Seth se puso rojo hasta las orejas al sentir la mirada de los dos sobre él, pero que el que más le ponía de los nervios era el de su madre.

—Si.

—¿Funcionó tu idea de hacerlo recordar?

Seth se removió en su lugar, nervioso al hablar de el en frente de ellos.

—No... no funcionó.— murmuró.— ¡Pero eso ya no importa!

》¡Él dijo que quiere tener nuevos recuerdos conmigo!《

—¿Solo contigo?— preguntó su madre, curiosa, alzando una ceja al ver las reacciones y los gestos de su hijo menor.

—¡Y con Leah! ¡Con Leah también!— chilló nervioso y rojo hasta las orejas.— ¿¡Que hora es!?— se miró la muñeca, como si tuviera un reloj.— ¡Se me está haciendo tarde!

—Pero...— habló con dudas Charlie.

—¡Adiós!— se levantó rápidamente y corrió hacia la salida.

—No tenía ningún reloj.— murmuró confundido el Sheriff.

—¡Llévate un abrigo!— le gritó su madre mientras bebía un té, ignorando por completo la mirada confundida de Charlie.

Los orbes chocolates del Swan miraron hacia la entrada de la cocina, viendo pasar a un Clearwater corriendo con un saco en la mano.

—¡Me voy!— gritó el lobo ya medio cuerpo afuera de la casa.

—¡Saluda a Alexander por mi!— le gritó a propósito Sue.

Seth casi se cae al suelo al escuchar a su madre gritarle aquello.

— ¡Iré a la Reserva!— chilló nervioso.— ¡No iré a verlo!

Y cerró la puerta de un golpe, quedando un silencio en la cocina.

—¿Me perdí de algo?— preguntó confundido Charlie mirando a su futura mujer.

Sue Clearwater suspiró.

—Nada cariño.— murmuró bebiendo su té y agarrando el diario que tenía Charlie.— solo cosas sentimentales que sus hijos quieren esconder a sus madres.

— Esta bien...— dudó el Swan tomando su té.





















































































Seth suspiró nervioso al estar en frente de la cabaña de su ex-alfa, se sentía incómodo como si en cualquier momento le gritarían traidor o...

—¿Piensas quedarte allí parado por mucho tiempo?

El menor Clearwater se sobresaltó al escuchar esa voz profunda y grave de Samuel Uley. Sus ojos pararon hacia el porche encontrándose al alfa, de brazos cruzados mirándolo fijamente.

—Vamos Seth, entra.— le sonrió al menor haciéndole un gesto con la mano, entrando a su casa.

El menor aún temeroso lo siguió, encontrándose a Emily en la cocina pero ninguno de la manada.

—Oh Seth.— habló sorprendida su prima al verlo allí.— que gusto es tenerte por aquí.

Lo abrazó.

—Hola Emily.— la saludó con una sonrisa incómoda, soltándose del abrazo.— ¿Los demás no están?

Samuel se acercó a su impronta y la abrazó por los hombros.

—No, están enseñando a los nuevos a controlarse.

Seth asintió con la cabeza.

—Yo... yo necesito hablar contigo de algo Sam.

El alfa se sorprendió pero asintió con la cabeza.

—Ven, vamos a la sala.

—Prepararé jugo.— le sonrió a ambos.— y tengo unas galletas, ¿Quieres Seth?

—Oh... bueno.

Seth siguió a Samuel a la sala, en donde varias veces se quedaba con la manada a ver películas y comer hasta la madrugada y una sonrisa de tristeza salió de sus labios al recordar que esos momentos ya no serían iguales.

—Siempre serás bienvenido Seth.— habló el alfa como si que hubiera leído la mente.— sigues siendo familia, aquí siempre habrá un lugar para ti.

—Oh... gracias Sam.— le sonrió, sentándose en el sillón y Sam en frente suyo.

—¿De que quieres hablar conmigo?

Seth se puso nervioso en donde comenzó a jugar con sus manos, sin saber por donde empezar.

—Yo... primero quiero decirte que...— suspiró, negando con la cabeza.— quiero pedirte un favor.

Sam abrió los ojos sorprendido y preguntó.

—¿Un favor?— Sam al verlo asentir con la cabeza, dijo.— amm... si, si creo que puedo ayudarte.

—Quiero que...— el menor se mordió el labio inferior.— quiero que dejes pasar a la Reserva a un vampiro.

》¡No, espera! Dos vampiros.《

Samuel frunció el ceño confundido ante ese pedido y se cruzó de brazos.

— ¿Por qué quieres que deje entrar a dos vampiros?— preguntó.— Si es uno de los Cullen puedo pensarlo.

—Son testigos.— murmuró.

—¿Hacen la dieta de los Cullen?

—Uno si...

—El otro asesina humanos.— sacó la conclusión el alfa, negando con la cabeza.— aunque las leyes se hayan flexibilizado siguen siendo firmes.

》Los vampiros de ojos rojizos no pueden entrar.《

—¿Y si es impronta de uno de los nuestros?

La pregunta lo sorprendió por completo y procesó la pregunta.

—Tú...

Seth se sonrojó y asintió con la cabeza lentamente sabiendo lo que estaba pensando el alfa.

—Vaya... y, ¿Hablaste con ella para que cambie de alimentación?

—Amm... no.— respondió.— no se si yo deba hablar con ella de ese tema.

—¿Por que?— preguntó confundido el lobo.— ¿Te cuesta hablar con ella? ¿Con tu impronta?

Seth parpadeó varias veces al escuchar como Samuel mencionaba que su impronta fuese un ella, tomando la conclusión de que fuese una chica y un sentimiento de molestia nació en su pecho. Que estaba a punto de hablar cuando Emily apareció con una bandeja con dos vasos lleno de jugo de naranja y un plato lleno de galletitas horneadas.

—Aquí tienes Seth.— le sonrió cálidamente al menor.— los dejaré solos, estaré en la cocina si necesitan algo.

—Gracias amor.

—Gracias Emily.— le sonrió tímidamente, hasta que ambos observaron como se marchaba quedando solos una vez más.— y... amm... volviendo a lo de antes...  no es eso.— siguió, frunciendo el ceño.— la impronta que estamos hablando es la compañera de mi hermana.

》Mi impronta es un él, un chico.《

Samuel escupió el jugo que en ese momento estaba bebiendo en donde ensució al menor de arriba a abajo.

—¿¡Que!?

Seth gruñó bajito mirándolo molesto al ex-alfa, en donde Samuel se sonrojó al haber sido maleducado con el menor.

— Lo siento Seth.— le dio un pañuelo que se encontraba en la bandeja que dejó su prometida.— es que me sorprendí.

—No me di cuenta.— murmuró molesto limpiándose la cara.

Sam rió incómodo.

—Lo siento.

—Ya, está bien.— respondió encogiéndose de hombros.— a cualquiera le puede pasar.

—Así que... tu hermana encontró a su impronta.— comentó sorprendido el Uley, en donde un escalofrío le recorrió en su espalda al tener la mirada seria del menor sobre él.— que bueno... estoy feliz por ella.

Seth al escucharlo decir aquello asintió con la cabeza, satisfecho.

—Entonces... la impronta de Leah es una vampira de ojos rojos.

—Sip.

—Deberías hablar con tu hermana sobre la alimentación de la vampira.— habló seriamente.— si ella logra convencer a la mujer de que cambie la alimentación, podrá venir a la Reserva.

》Ambos podrán venir aquí, la impronta de tu hermana como tu compañero Seth.《

—¿¡En serio!?— se emocionó el menor, parándose del sillón.— ¿¡Alexander podrá venir aquí!?

Samuel se ahogó con la galletita al escuchar aquel nombre que hace un montón no escuchaba, no desde que se enteró de su muerte. Miró al menor con los ojos bien abiertos llenos de dudas al pensar lo que estaba pensado.

—Oh...— susurró el menor, sonriendo incómodo.

—Alexander... es... ¿ese Alex?— preguntó con dudas.— es mi viejo amigo... ¿Alexander?

—Si, es ese Alex.— murmuró.— es un vampiro vegetariano, y vive con los Denali un clan amigo de los Cullen que vinieron a ayudar.

—Oh Dios... sigue vivo.— murmuró sorprendido.— bueno, relativamente vivo.

Seth asintió con la cabeza.

—Él no nos recuerda.— murmuró el lobito.— le entregué unas viejas fotos para ver si nos recordaba pero no funcionó.

》Una de las fotos estaba tú pero tampoco logró recordarte, así que les conté un poco de ti, de mi hermana de su vida pasada.《

—Vaya... habrá sido difícil  para ti el que no te recordara.

Seth asintió con la cabeza cuando sus ojos se abrieron como platos al procesar el sentido de aquellas palabras.

—Fue... muy difícil.— dudó ante el significado de las palabras de Sam.

—Seth no soy ningún idiota.— habló con una sonrisa en sus labios.— se que te gusta Alexander desde que tenias 12 años.

》Debo admitir que lo disimulabas muy bien pero... no tanto, tus ojos brillaban cada vez que lo veías y te ponías rojo cuando íbamos a la playa y le veías el torso denudo.《

Seth se removió incómodo en el lugar, rojo hasta las orejas al recordar esos momentos vergonzosos.

—Y creo que tu padre también lo sabia.— murmuró con una sonrisa en los labios.

—¿¡Cómo!? ¿¡Papá!?

Sam sonrió nostálgicamente y le dijo.

—Recuerdo que le había pedido a Alex que me acompañara a hablar con tu padre.— habló, perdido en sus recuerdos.— en ese momento estaba nervioso ya que le iba a pedir matrimonio a tu hermana.

Suspiró.

—Luego de haberme dado una clara amenaza y después el visto bueno para casarme con tu hermana, sus ojos negros se habían clavado en Alexander.— rió negando con la cabeza.— recuerdo que temblamos ante esa mirada amenazante de tu padre.

》Le dijo... "Tú... le llegas a romper el corazón a Seth yo te romperé las piernas."《

Samuel se rió al recordar el asentimiento de cabeza, desesperado de Alexander.

—Salimos de tu casa y nos miramos a los ojos.— negó con la cabeza.— y el estaba lleno de dudas...

》¿Por que tu padre lo había amenazado?《

—Y creí ilusamente de que era por un amor de hermanos, sabía que Alex se iría en algún momento y que tú sufririas porque lo querías mucho.— murmuró para clavar sus ojos en el menor que se encontraba derramando varias lágrimas mirándolo sorprendido. Samuel se levantó del lugar y se sentó al costado del menor y lo abrazó con fuerzas en donde Seth lloró aún más, abrazandolo igual.— pero luego entendí, ví que tú no lo querías de esa manera, tu lo amabas como yo amo a Emily o como tu padre amó a Sue.

》Y él lo sabía, Harry siempre lo supo.《

—Lo extraño.— sollozó.— lo extraño mucho.

—Lo sé.— murmuró abrazándolo con más fuerza al escuchar los sollozos del lobito.— yo también lo extraño.

—Lo necesito.— murmuró soltando varias lágrimas.— necesito que me escuche y me dé consejos...

》No se que hacer con estos sentimientos por Alex... cada vez son más fuertes y no puedo controlarlos, yo lo quiero mucho, demasiado.《

—Debes mantener la calma.— murmuró.— tus sentimientos por el ahora se han intensificado debido a la imprimación.

》Y debes decirle a Alexander, debes explicarle lo que es ser una impronta y lo importante que es para nosotros.《

— Cierto...— murmuró apartándose del alfa y limpiándose las mejillas.— él no lo sabe... debo explicarle...

—¿Y por qué no vas y le explicas ahora?

Seth asintió con la cabeza levantándose del sillón, cuando se sentó de vuelta y se cruzó de brazos, enojado.

—¿Que sucede?— preguntó sorprendido por el cambio de actitud del lobito.

—No iré.— refunfuñó.— no le explicaré nada.

—Y eso... ¿Por qué?

—Porque estoy enojado con él.— arrugó la nariz.— ¡Me trató de inútil! ¡Un estorbo!

—Espera, espera, espera.— interrumpió el alfa.— Alexander jamás te diría aquello, el te quiere un montón nunca te diría algo como eso para hacerte sentir mal.

—¡Él lo dijo! ¡Y me lo dijo en la cara!— estalló indignado y molesto, levantándose del sillón y comenzando a caminar de un lado a otro.— ¡Me dijo aquello porque no pude matar a un vampiro, la sanguijuela me pegó muy fuerte que Alexander y Amber salieron a mi defensa!

—Espera.— interrumpió de vuelta, ganándose una mala mirada del cachorro.— Primero... ¿Quien es Amber? Segundo... ¿Alexander te defendió?

—Amber es la impronta de Leah, ¡Presta atención cuando hablo Sam!— le chilló furioso volviendo caminar de un lado a otro, ignorando por completo la mirada de incredulidad del alfa.— ¡Y si, Alexander salió en mi defensa pero él estaba enojado conmigo porque no logré defenderme!

》¡Y el muy... el muy tonto! ¡Si! ¡Eso! ¡tonto! ¡El tonto cree que no debo meterme en la pelea porque según él soy un inútil! ¡Que seré un estorbo!《

—¡Y mamá me dijo que él solo me dijo eso porque quiere protegerme pero no lo hizo de una manera linda! — siguió tan rápido que apenas se le entendió, con las mejillas rojas.— ¡Si tu quieres proteger a alguien no le dices cosas feas!  ¿¡O si!?

Miró a Sam que este se encontraba comiendo una galletita mientras escuchaba el parloteo del cachorro.

—¡Que me prestes atención!

—¡Te estoy prestando atención Seth!— le gritó al cachorro.— ¡Y no me grites!

—¡Tú me estas gritando!

—¡Porque tu me has gritado!

—¡Ambos están gritando!— se escuchó una nueva voz.— ¡Cállense los dos ahora!

—Si, Emily.— murmuró Seth bajando la cabeza.— lo siento.

—Si... yo también amor.

Emily miró a ambos satisfecha.

—Bien...— suspiró negando con la cabeza.— ahora... estuve escuchando tus gritos Seth y... estoy de acuerdo con tu madre.

》Él te quiere proteger pero no lo hizo de la mejor manera y tu quieres protegerlo pero enfadandote con él no lograrás mucho.《

—Escucha.— le agarró por los hombros dándose un suave apretón.— ¿Estas enojado? Si y, tienes todo el derecho de estar enojado con él, te lastimó... pero él no entiende el deber de los lobos, debes explicarle cual es tu deber, porque no solo protegerás a tu familia, no solo protegerás a la impronta de Jacob también lo protegerás a él, tú impronta.

》Y él debe entenderlo, demuéstrale de la manera contraria a lo que él hizo, se más inteligente que ese tonto y explícale... pero también hazlo sufrir, se lo merece.《















































































—Jane y Alec me atacarán primero.— habló el cobrizo moviendo sus manos, siendo escuchado por algunos vampiros.— porque puedo anticipar sus movimientos.

—Ojalá todos tuviéramos tu escudo.— habló Garrett.

—Pero no me ayudaría a pelear.— comentó molesta la castaña.

—Pero podrías ayudarnos.— habló Tanya mirándola, sentado a su costado Alexander.— podrías proyectarlo.

—¿A qué te refieres?— preguntó curiosa.

—Proteger a alguien que no sea a ti misma.— explicó Alexander por su hermana.

— ¿Es posible?

— El don se desarrolla.— explicó el doctor Cullen.— con el tiempo.

—El único que ha desarrollado su don rápidamente, como si hubiera nacido con él, es Alex.— comentó con una sonrisa en sus labios, Tanya, mirando al castaño que se encontraba de mal humor.

Y todos en la sala sabían el porqué pero todos decidían fingir al no querer recibir bloques gigantes de hielo o morir congelados, por parte suya.

—Al principio solo lo tenia en mis manos.— explicó Kate mirando sus extremidades para luego mirar a la nueva Cullen.— ahora puedo extenderlo por todo mi cuerpo.

—¿Cómo lo haces?

— Ah bueno...— dudó cuando la castaña le agarró la muñeca desesperadamente, apretándole.— auch...

—Lo siento.— apartó la mano.— solo... dime por favor...

Kate vio la determinación en la castaña y suspiró en resignación.

—Vamos afuera.

La mayoría salieron al bosque, en donde Alexander se apoyó contra un árbol y miró de brazos cruzado como el lector de mentes sufriría otra vez, el don de su hermana.

Sonrió.

Necesitaba distraerse y dejar de pensar, de recordar los ojos llorosos y  furiosos del lobito que le dirigió hacia él.

— Tienes que visualizarlo...— comenzó su hermana, sacándolo de ese recuerdo que le agradeció internamente.— ve.. como se mueve, de que color es... ahora imagínalo expandiendose...

》Haz que emane de ti.《

Al ver que no sucedía nada... su hermana volvió a hablar.

—Creo que necesita que algo la motive.— miró a Edward en donde éste con dudas se colocó en el medio de ambas mujeres.

—No.— negó la castaña.

—Esta bien.— interrumpió el cobrizo.— lo aguantaré.

—Eso dice ahora.— se burló Alexander.— vamos a ver cuanto dura.

— Concéntrate.— siguió Emmett con una sonrisa burlona en sus labios hacia la castaña.— o le va a doler.

—Espera... aún no estoy lista..

Edward ignoró las palabras y acercó con lentitud el dedo índice a la palma de la rubia esperando que su mujer logre proyectar el escudo, fracasando rotundamente al sentir ese fuerte choque eléctrico que lo tiró al suelo de rodillas.

—¡Lo siento dije que no estaba lista!— chilló preocupada la castaña al ver a su esposo en el suelo.

— Oye no la estás motivando.— exclamó seriamente el grandulón aunque el tono de burla se escuchó.

— ¿Quieres intentarlo?— le preguntó indignado el cobrizo en donde Emmett levantó las manos en modo de paz.

Alexander dejó de prestar atención a lo que estaban haciendo cuando el aroma característico del Clearwater llegó a su fosas nasales. Buscó con la mirada al cachorro, encontrándolo en la otra punta de la casa, saliendo del bosque en su forma de lobo.

Ambos orbes se cruzaron en donde el lobito lo apartó y se acercó a Esme que le decía que tenia un postre preparado para él. El vampiro observó como agitaba el rabo emocionado y se adentró de vuelta al bosque, en donde supuso que fue allí para volver a su forma humana.

Y tuvo razón.

El menor Clearwater salió entre los árboles y trotó hacia adentro de la casa siendo seguida por la matriarca Cullen.

Suspiró amargamente al notar que lo ignoró por completo.

—¿Que estas haciendo parado allí?— le preguntó molesta Tanya a su hermano.— ve a disculparte con el lobo.

Alexander gruñó ante el tono mandón de su hermana y dijo.

—No me lo debes repetir dos veces.

Fue lo último que dijo y con su velocidad vampírica se adentró a la casa, guiándose por el aroma característico del lobito. Entró a la cocina y lo que vio le sacó una sonrisa. El menor Clearwater sentado arriba del taburete devorando como si no hubiera un mañana el pequeño pastel de crema y moras que le había preparado la matriarca Cullen que no estaba en la cocina.

Solo estaban ellos dos.

—Bien.— pensó para si mismo, acercándose al lobito, en donde apoyó sus codos y inclinó hacia adelante esperando que el menor se dignara a mirarlo.

Pero no pasó.

Seth se encontraba comiendo y saboreando el pastel, ignorándolo por completo.

—Seth...— lo llamó en donde el lobito no lo miró, en donde sonrió divertido ante el silencio del menor.— ¿Podemos hablar?

El menor negó con la cabeza y siguió comiendo.

—¿Por que no podemos hablar?

—Estoy ocupado.— murmuró con la boca llena, llevando un gran pedazo de porción a su boca.

—¿Ocupado? ¿Comiendo?

El menor asintió con la cabeza, que en ningún momento levantó la mirada cuando su rostro estalló de rojizo al sentir el dedo pulgar del vampiro sobre la comisura de sus labios en donde le limpió suavemente aquella zona.

Alex al sentir bajo su tacto como la piel de lobito ardía como fuego, la apartó y limpió su dedo sobre una servilleta que había debajo del plato del pastel.

—Tenías un poco de crema...— se explicó cuando se sorprendió escuchar el gruñido molesto del lobito hacia él.

Provocando que su corazón doliera.

—¡Debo estar enojado contigo! ¡Pero haces eso y..!— gruñó furioso, llevándose otro pedazo de pastel a su boca y lo masticó con rabia.— ¡Nopf fuedo!

—No hables con comida en tu boca, Seth.— le reprochó el vampiro, burlón.

—¡No sonrías! ¡Debes estar triste y pidiéndome perdón!— gruñó furioso luego de haber tragado el pastel.— ¡Agh ni siquiera debía estar hablando contigo!

》Decepcioné a Emily.《

—¿Quién es Emily?— preguntó curioso el vampiro.

—La prometida de Sam.— contestó, agarrándose otro pedazo de pastel y se llevó uno grande a su boca.— me dijo que...— tragó con pesadez.— que te haga sufrir...

》Y yo le prometi que lo haría y la pensé bastante como te podía hacer sufrir, por lo tanto, no iba a hablarte por varios días.《

—Me ibas a hacer... ¿La ley de hielo?

El menor asintió con la cabeza y siguió comiendo, ignorándolo otra vez, retomando su plan de hacerlo sufrir.

Alexander suspiró y sonrió.

—Lo siento.— murmuró.— no quiero que me hagas la ley de hielo, no quiero que me dejes de hablar...por eso debo admitir que fui un idiota contigo y te pido perdón, una vez más.

》Te dije palabras muy feas que no te merecías, estaba cegado del enojo que no medí mis palabras... solo, es que... al verte tirado, lastimado por ese idiota... y no se lo que puede llegar a pasar en la batalla contra los Vulturi... con la sola idea de que te pase algo... no podría soportarlo.《

Negó con la cabeza y lo miró fijamente al lobito, que tenía por completo su atención.

—Realmente... lo siento Seth.— susurró solo para él.— fui un completo idiota que podría habértelo dicho de otra manera...

》Estoy preocupado por ti, me preocupa lo que te puede llegar a pasar... no quiero que te pase nada, te quiero proteger Seth, eres muy importante para mí... eres parte de mi pasado, formas mi presente y quiero que estés en mi futuro.《















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¡Hola! Publico este y AHORA SI, desaparezco jeje.

¿¡Que les pareció!?

¿¡Les gustó!?

¿Que parte más les gustó?

Yo amé escribirlo.

Espero que les haya gustado.

¡Voten y comenten!

Wattpad anda mal y no me deja publicar fotos.

Ayer actualice Naisha por si no les llegó la notificación.

Las amo con todo mi corazón.

Besitos.

~M.




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