Capítulo 4
La noche ya había caído en el pueblito de Forks, dejándose ver un aura oscura y fría en el bosque que lo rodeaba. La casa Cullen era el único lugar que brillaba aunque el ambiente no era distinto que el exterior.
Todos se encontraban tensos.
Nadie había venido.
Bueno... excepto aquella vampira nómada que no ha parado de molestar a la loba blanca, que cuando la Quileute se fue a la Reserva, la vampira desapareció ante los ojos de los demás, sin saber a dónde fue.
Aunque sabían que no se iría lejos por lo tanto, se quedaron tranquilos con ella.
Pero los nervios y el miedo todavía estaban, solo se encontraban el clan Denali y los dos Cullen junto con su hija que ésta dormía en una de las tantas habitaciones de la casa, ignorando por completo el ambiente tenso y lúgubre del lugar.
Varios susurros de preocupación se lograba escuchar por la casa, en donde a Alexander en este momento no le interesaba, ya que su atención se encontraba completamente en el álbum de fotos que tenía en sus manos.
Sus orbes dorados miraba cada foto, cada momento congelado de su vida anterior. En donde se sorprendió al encontrarse a él de chiquito junto con una niña con dos coletas sonriendo a la cámara.
Realmente no creía, no se esperaba que conociera a aquella loba desde niños. Alexander solo pensaba que fue una amistad pasajera, un amigo de secundaria y no de tantos años, no desde pequeños.
Apreció la foto, en donde una puntada en su corazón apareció al verse tan feliz.
Le gustaría recordar.
Le gustaría recuperar esa amistad.
Siguió pasando las hojas, encontrándose varias fotos de dos personas adultas que supuso que eran los padres de la niña, sorprendiéndolo al ver la imagen de él siendo abrazado por ellos, como si fuera un hijo más.
Suspiró.
Pasó otra hoja, encontrándose esta vez a él mismo teniendo en brazos a un bebé, que supuso que era el lobito sacándole una sonrisa divertida al ver que detrás de él estaba la niña de brazos cruzados mirándolo con un puchero.
Siguió pasando, ya encontrándose a él de unos 12 años con una loba de su misma edad y entre ellos un niño de unos 7 años, los tres sonriendo a la cámara y festejando el cumpleaños del menor al tener una torta en frente.
También se sorprendió al ver fotos de él y su cumpleaños, de navidad, día de gracias... en la playa junto con varios chicos con él, que no reconocía, que hizo una nota mental para preguntarle luego al cachorro quienes eran.
Siguió pasando hasta encontrarse dos fotos que le derritió el corazón. La primera era de él junto con una señora mayor, que supuso que era un familiar suyo ya que tenían los mismos rasgos, los mismos ojos, los mismos orbes de un color verde jade que él tenía en su vida pasada.
Volvió a hacer una nota mental para preguntarle quien era aquella persona. Cuando sus orbes esta vez pararon hacia la segunda foto, sacándole una sonrisa al verse a él ya de unos 18 u 19 años y que junto a él, abrazándolo por los hombros a un lobo de unos 12 o 13 años que lo miraba solo a él sonriendo con esa sonrisa tan especial, dándole mucha ternura.
—Mmm...
Alexander saltó del susto y miró sobre su hombro encontrándose aquella vampira apoyada sobre el borde del sillón, observando sobre él las fotos del álbum, que molesto al tener a una intrusa viendo fotos suyas con el lobo, lo cerró de un golpe.
—Oye... estaba viendo.— se quejó infantil-mente.
—¿En serio?— exclamó sarcástico, rodando los ojos.— ¿Nadie te enseñó lo que es la privacidad?
La castaña rodó los ojos y sonrió burlonamente.
—Sabes que entre nosotros no puede haberlo.— le respondió subiéndose al sillón para sentarse al lado de él, como si no le importara arruinar las cosas ajenas.— ¿Y por qué tanto secretito eh? Yo también quiero ver.
—No.— respondió cortante.
—¿Por que no?
—Porque el lobito me lo dio a mí.— exclamó con el ceño fruncido.— Además esta mi vida pasada aquí, no es de tu incumbencia.
—Oh, claro que es de mi incumbencia.— sonrió señalando el álbum.— allí hay fotos de mi futura esposa.
—Si.. claro... cuando te de la hora.
—Lo hará.— sonrió.— ¿Acaso no lo viste? Se arrodilló ante mi.
El vampiro la miraba como si le hubiera salido un tornillo y dijo.
—No cayó de rodillas por ti... algo le paso.
—Pero me vio a mi y pasó.— respondió obvia, ambos mirándose fijamente hasta que la castaña frunció el ceño recordando lo que había sucedido en la tarde.— ¿Por que pasó? ¿Por que cayó de rodillas? Aunque no me quejo... me gustaría que fuese en otro contexto... ya sabes, a solas en una habitación...
—Ok... cállate.
—Ay que aburrido.— rodó los ojos.— pero en serio.. lo que pasó hoy a la tarde, me pareció raro ya que estoy segura que ella estaba punto de arrancarme la cabeza.
—Todos vimos que estaba a punto de saltar a tu yugular.— se burló el vampiro para luego pensar también lo que había sucedido.— pero lo que haya pasado con ella debe ser cosa de lobos.
》Y digamos que no estaba tan contenta.《
—Si... parecía aterrada.— arrugó la nariz al recordar como esos orbes negros la miraban con ese sentimiento para luego pasar a la furia.— le preguntaré que fue eso.
—Si no te arranca la cabeza primero.— se burló.
Amber se rió negando con la cabeza.
—Siento que.. aunque quiera no podrá.— susurró pensativa-mente al recordar ese tirón que sintió en su pecho al verla a los ojos de esa loba.— y yo tampoco podré hacerlo.
》Me desagradan los chuchos... bueno, excepto esos dos.《
Alexander asintió con la cabeza mientras acariciaba la tapa del álbum que todavía tenía en sus manos.
— Hay algo que me une a ella y se que esa loba lo sintió también.— murmuró mientras se distraía con su anillo la castaña.— por lo tanto quiero saber que es...
》Como tu con el lobito.《
Alexander levantó la mirada del álbum y la miró confundido al escuchar aquellas palabras. Amber al ver como la miraba rodó los ojos y dijo.
—No me digas que no te has dado cuenta.— le habló que al ver ese ceño fruncido bufó.— cuando lo viste por primera vez... ¿No sentiste algo? ¿un tirón que te une a él?
Alexander lo pensó.
—Si... lo sentí.— murmuró confundido.— pero creo que es porque yo lo conocía de antes... a ambos.
》Una unión, conexión de amigos... de hermanos.《
El vampiro aplanó los labios llenos de disgusto al escuchar la carcajada que soltó la vampira a su costado, las risas fuerte de la castaña se podía oír por toda la casa mientras que la vampira se tiró a un costado, en el sillón mientras se agarraba la panza de la risa.
—No se que es tan gracioso.— murmuró molesto.
—¡Me haré pipí!— se carcajeó.
—Nosotros no... agh...— se quejó.—Ya... sigo sin ver lo gracioso.
—¡De eso es lo que me estoy riendo! ¡No lo ves!— chilló la castaña emocionada, ya sentándose apropiadamente para luego mirar seriamente al vampiro, que lo intimidó al verla tan seria.— puede que con mi esposa..
—¿Esposa? No lo es.
Amber rodó los ojos.
—Lo será.— exclamó con un puchero.— bien como decía...
》Puede que con mi esposa sientas una unión de hermanos.. de amigos, pero ¿Con el cachorro? Pff... eso no lo cree ni Jesús... es más... Jesús se debe estar riendo a carcajadas con los 12 apóstoles por la estupidez que acabas de decir.《
—¿Jesús? ¿12 apóstoles?
—¡Te estas yendo del foco!
—Tu mencionaste la religión.— se defendió.
—¡Porque soy Cristiana idiota! ¡Agh olvídalo!— gritó molesta.— ¡Como decía!
》Con mi lobita puede que sientas la unión de hermano, pero déjame decirte que con ese cachorro... es cualquier relación menos de amigos ni de hermanos.《
—Mmm...
—¿Por que dudas?.— preguntó agarrando el álbum de fotos, para mostrar la imagen de ellos dos.— este chico... te mira con otros ojos. ¿Ves?
Alexander aun con dudas en su corazón, observó detalladamente la foto de ellos dos. Se observó primero así mismo en donde se vió que él sonreía a la cámara, ajeno por como lo miraba el apenas adolescente mientras que la mirada del lobito brillaba como dos soles en su punto más alto y esa sonrisa que solo le dirigía a él era tan radiante que por un momento sintió su pecho derretirse de un agradable calor.
Pero no.
No podía verlo de otra manera.
Él era solo un niño en la foto.
Sigue siendo un niño.
¿Como podría mirarlo a él con otros ojos?
Debía ser un amor de hermanos.
No lo otro.
Imposible.
Se negaba.
—Estas mal.— miró seriamente a la vampira, arrancándole el álbum de las manos de la castaña.— el lobito no me mira como tú dices.
—Si bueno... veamos quién tiene razón más adelante.— se burló la vampira, disfrutando ver el ceño fruncido del vampiro para luego su sonrisa desparecer y mirarlo seriamente.— pero eso si no te atrevas a romperle el corazón...
》Si realmente lo llegas a lastimar, yo te lastimaré a ti. ¿Entendido?《
—Nunca lo lastimaría.— se defendió.— espera... ¿Por qué diablos tu me lastimarías?
—Duh... porque es mi cuñado.— respondió obvia.— además... ¡es tan adorable!
》Si lo veo llorar por tu culpa te arrancaré lo que tienes ahí colgado... ahora.. ¡Déjame ver las fotos de mi esposa!《
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¡Hey! ¡Aquí nuevo capítulo!
Primero que nada... ¿¡Vieron el hermoso banner/gif que me hizo SiriRz!? ¡ES PRECIOSO! Gracias bebé <3
Segundo... iba a ser diferente pero me encanta la relación de esos dos, Amber es una pillina.
Tercero... en el próximo capítulo van a morir de ternura.
¡Espero que les haya gustado!
¡Voten - comenten- compartan!
¡En mi perfil van a encontrar mi historia de Carlisle Cullen con personaje masculino! VAYAN A DARLE AMOR. (Al igual que Best Friend y Amante de lobo)
Las amo con todo mi corazón.
Besitos.
~M.
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