Capítulo 16
—¿Quién eres?
—Hola Alexander.— saludó el Quileute.— Me da gusto volver a verte, chico.
Alexander frunció el ceño y con cuidado se acercó a la persona que se encontraba, ahora, en frente suyo. Se acuclillo, debido a que el joven se encontraba sentado sobre la dura y fría nieve apoyado en el tronco del árbol mientras le sonreía.
Era muy parecido a su Seth... pero era muy obvio que no era.
Hasta que un recuerdo del álbum familiar que había visto, le recordó en una esquina de aquella hoja una foto bastante joven de dos personas, que Amber y él habían creído haber visto a Leah y Seth, sin embargo... si recordaba mejor, ahí abajo de esa foto, decía...
》Harry y Sue.《
—¿Ha-Harry?— preguntó en voz baja, procesandolo.
—El mismo.
Alexander abrió sus orbes rojizos de la sorpresa y gritó.
—¡¿Pero que mierda?!
—Cuida tu vocabulario jovencito.
Alexander agachó la cabeza avergonzado y susurró.
—Si, lo siento.
—Porque me vea más joven y guapo sigo siendo mayor que tú muchachito.— le habló, apartando su mirada del vampiro para clavarlo en el paisaje en frente suyo.— Extrañaba este paisaje.
》No es La Reserva, ni es Forks pero... es tranquilo.《
Alexander aplanó los labios disgustado ya que él odiaba ese lugar.
—Siéntate a mí lado.— le volvió a hablar palmando al lado suyo.— Tranquilo, no te arrancaré la cabeza.
Alexander hizo una mueca de disgusto y dijo, sentándose al lado del mayor Clearwater.
—Preferiría que lo hicieras.
—¿Por qué?
—¿Cómo que por qué?— preguntó confundido mirándolo.— Por lo de... olvídalo.
Los dos se quedaron en silencio observando el lago congelado. Alexander no recordaba nada de su vida pasada y aunque Seth se había esforzado en hacerlo recordar, no tenía ningún flashback de Harry con él, hablando con él o estando siquiera con él, más que haberlo visto en esas fotos.
Sin embargo, el estar sentado junto con él le era cálido, como si su cuerpo reconociera ese calor y el ambiente a su alrededor, como si ya lo hubiera hecho antes tantas veces que le era familiar.
Alexander parpadeó al ver a un ciervo a unos metros suyo, tranquilo, buscando comida como si no se enterara que él estaba allí, un depredador. Su vista cambió hacia el lago debido al reflejo que estalló ante sus ojos debido a un pequeño rayo del sol que chocaba contra el agua congelada y después de varios segundos en silencio, lo rompió.
—¿Por qué aquí?
—¿Aquí?— preguntó suavemente Harry, aun mirando hacia el lago.
—¿Por qué estamos aquí?— lo miró.
—Porque aquí comenzó todo. ¿No lo crees?
Y la realidad... era que si.
Alexander apartó su mirada de Harry y volvió su atención hacia el lago.
El lago donde había muerto.
Verlo, le daba terror.
Verlo, era recordar aun más como había muerto.
—Dolió, ¿Verdad?
La pregunta lo hizo volver a la realidad en donde estaba y lo miró, prefiriendo mil veces mirar a Harry y dejar de ver aquel lago. Al procesar, la pregunta frunció el ceño y le preguntó.
—¿El qué?
—Morir.
Alexander se quedó callado, era como si tuviera un gran nudo en su garganta y el recuerdo de haber luchado contra el agua congelada vino a su mente, donde se abrazó hacia sí mismo y no dijo nada.
—Aunque tú falleciste antes que yo.— volvió a hablar Harry.— Se cuáles fueron tus últimos pensamientos ¿Sabes?
Eso le llamó la atención al castaño y lo miró, lo miró a los ojos, sintiendo calidez y ya no frío.
—¿Cuáles..?— susurró doliéndole su cuerpo, su don otra vez apareciendo su acto en todo su cuerpo, como obligándolo a que se alejara de él. Sin embargo, lo ignoró y volvió a formular la pregunta.— ¿Cuáles fueron?
—Pensaste en mi familia, tu familia, somos tu familia.— respondió suavemente al verlo luchar contra si mismo.— Y principalmente pensaste en Seth, pensaste en él.
》 Pensaste que ya no lo verías más, pensaste que no lo verías graduarse, no lo verías divertirse, no lo verías con sus amigos, no lo verías crecer y volverse en un hombre, verlo enamorarse o casarse y tuviste miedo, tuviste terror el pensar que no podrías ver ello... pero principalmente pensaste en él para querer olvidar el dolor que estabas sintiendo al estar muriendo y deseaste desde lo más profundo de tu corazón que Leah y él fuesen felices.《
Alexander al terminar de escuchar lo único que salieron de sus labios fue un sollozo, luego otro y otro, uno detrás de otro, abrazándose así mismo, llorando, que a pesar de no poder llorar como un humano, lloró igual.
Gritó.
Soltó el dolor que estaba sintiendo.
A la vez que su don luchaba para controlarlo pero estaba fuera de control. La nieve incrementó, el hielo del lago se quebrajó y los animales a su alrededor huyeron, menos el ciervo.
—Perdón.— susurró, abrazándose más hacia si mismo.— Perdón.
》Perdóname por haber lastimado a Seth, yo no... yo no quise lastimarlo... 《
—Perdóname a mí por haberte puesto... en aquella situación.— le interrumpió Harry mirándolo fijamente con cariño, como el padre que fue para él.— Creí que... la imprimación los uniría aún más, pero, me equivoqué.
》Pensé en los sentimientos de Seth pero no en los tuyos, pensé en mi hijo y no en ti, que te veo también como mi hijo, cuidaste a Seth y a Leah siempre, como un hermano y no pensé en ti y en la situación que te pondría. Pero, me di cuenta que otra vez me equivoqué.《
—No, no... yo no...
—Me equivoqué con Leah y con Seth, con mis dos hijos, que mal padre soy ¿No?
Alexander negó la cabeza con fuerzas susurrando varios 》No, no es así.《 doliéndole el oírlo tan triste, castigandose así mismo.
—Siempre creí que la imprimación era lo más importante para nuestra gente, para los lobos y tarde me di cuenta que no es así.— susurró.— ¿Sabes qué es lo más importante que la imprimación? Importa los sentimientos de los involucrados, no puedes unir a dos personas porque son almas gemelas y no pensar en los sentimientos de esas personas y en los terceros.
》Y yo no lo entendí hasta después de morir... de ver como mi hija se hundía en el odio, en el enojo, en el rechazo hacia si misma creyendo que nadie la podrá amar. Creyendo ¿Qué hizo ella mal para no ser feliz? Y ella no tiene la culpa de nada y yo no le ayudé en ver la realidad, solamente le insistí que aceptara las cosas tal como son... que aceptara que Sam estaba con Emily debido a una fuerza mágica e increíble que los uniría para siempre. Estaba equivocado, ella no.《
—Ella... tenía todo el derecho de estar enojada y dolida.— susurró Alexander aún abrazándose, ignorando al ciervo que se acercaba aún más al lago.
—Pero... yo le insistí que los dejara en paz, ignorando por completo sus sentimientos, los sentimientos de mi hija.— susurró cabizbajo, arrepentido.— ¿Cómo pude lastimarla así? Fui un completo idiota, no debería llamarme padre.
》¿Y sabes que es lo peor de todo?《
—¿Qué?
—Que ella se culpa por mí muerte.— susurró dolido.— Y no lo tiene, ella no tiene la culpa de haberse transformado en frente mío perdiendo por completo el control y del susto mi débil corazón no lo soportó.
》No soporté el pensar lo que sufriría aún más mi hija siendo un metamorfo, quise... en ese momento, decirle que estaba todo bien, que se calmara pero me estaba muriendo y no fui para nada útil. Estaba, sigo estando tan arrepentido.《
—¿Has... intentado hablar con ella?— preguntó con cuidado, dolido al darse cuenta que no estuvo para su mejor amiga cuando más la necesitaba.— ¿Has intentado hablar con ella como lo estas haciendo conmigo?
—Si, varias veces pero ella... ella no quiere verme, no lo soporta. La culpa y el dolor no dejan que me acerque a ella.— respondió.— Por eso, creí ingenuamente que enviarle a su impronta lograría sanarla... Sin embargo, también la rechaza y eso no solo le afecta a ella... también a su impronta.
—Bueno... por lo que tengo entendido, las cosas entre ellas va bien.— comentó Alexander volviendo su atención hacia el lago.— Leah de a poco se está abriendo a Amber y ella lo entiende, Amber es capaz de esperar toda la eternidad si es necesario.
—Espero que Amber... logre sanar a mi hija.— respondió aliviado al saber que la impronta de su hija iba a ser una muy buena compañera en la vida de su niña.— Pero tampoco quiero dejar todo ese peso en ella, porque se que la impronta de mi hija tiene sus propios problemas.
—Sí, los tiene pero se esfuerza.
—Si, al igual que tú.
Alexander aplanó los labios y bajó la mirada, abrazando sus rodillas y con una sonrisa amarga saliendo de sus labios, respondió.
—Soy un inútil y cobarde.
—No lo eres, estás confundido, dolido por la muerte de tu familiar e hiciste bien en frenar los sentimientos de mi hijo hacia ti.— susurró.— Lo hiciste de una manera mal pero comprendo perfectamente que te sentiste acorralado y no veías la manera de escapar... como cuando moriste en el lago.
Alexander se sorprendió al oír aquello y lo miró a Harry que le sonreía calmadamente provocando ese sentimiento familiar, ese sentimiento de ser querido por un padre hacia un hijo causando que su don reaccionara negativamente, atacando su cuerpo y a su alrededor donde el lago congelado se quebrajó aún más.
—Seth tiene que entender que apesar de los sentimientos que tiene por ti y que la imprimación solamente causó que se incrementara aún más, no significa que tenga que aceptar que tu también sientes lo mismo.— explicó suavemente.— La misión del lobo con su impronta es ser lo que ella o el mas necesite y lo tiene que cumplir. No puede forzarlo... algo que tampoco entendí en un principio con el tema de Leah, Emily y Sam.
—¿Él será para mí lo que yo necesite?
—Así es.— respondió.— Un compañero, un amigo, una pareja, lo que más necesites.
—Entiendo.— susurró mirando hacia el lago cuando se sorprende el ver al ciervo en el medio del lago en el medio de las grandes grietas.— El ciervo.
—Pero... al notar tu dolor, tus sentimientos, el no saber lo que necesitas... debo hacerte esta propuesta.— comentó Harry, llamando la atención de Alexander.— Estoy aquí gracias a mis ancestros que me dieron la oportunidad de arreglar la situación, para dejar de ver sufrir a mis dos hijos, para evitar que sigan muriendo lentamente. Dime Alexander, ¿Quieres romper la unión que tienes con Seth?
》Ninguno de los dos seguirá sufriendo como lo están haciendo en estos momentos.《
—¿Q-Que? ¿Romper la unión?— preguntó sorprendido y... asustado.— ¿Se puede? Pero...— el crujido del hielo rompiéndose llamó su atención causando que su atención se dirigiera hacia esa zona, encontrándose para su desesperación al ciervo luchando contra el agua helada.— El ciervo cayó, hay que ayudarlo.
—Préstame atención Alexander.— le ordenó seriamente causando que el vampiro lo mirara.— ¿Quieres dejar de ser la impronta de Seth Clearwater?
—Y-yo... yo...— el chillido del animal indefenso aturdió sus oídos y con desesperación se levantó al ver la situación en frente de sus ojos, en el lago.— El hielo se rompió Harry, el animal está sufriendo y en cualquier momento morirá, hay que hacer algo...
—Responde mi pregunta.— ignoró por completo al animal.— ¿Si o no? ¿Lo quieres? ¿Quieres romper la unión?
Alexander volvió su atención hacia Harry cuando el animal lo vuelve a llamar. No respondió sino que sus piernas y pies se movieron por si solos hacia el lago y al animal, varias veces se cayó debido a lo debilitado que estaba cuando el hielo bajo sus pies se abrió y cayó.
Sus ropas se empaparon pero no le importaba, el hielo peleaba contra el, su don por completo peleando por el control y la desesperación notandose en su orbes rojizos al ver al animal hundirse en la helada agua. No dudó en ningún segundo y se sumergió para salvarlo, peleó contra la corriente como si reconociera quien era el y luchara con alejarlo de su objetivo, pero no lo logró.
Al agarrar al animal, ambos se vieron, viendo esperanza en el ciervo como si supiera que él era su salvador. Lo agarró con cuidado y subió hasta la superficie dejando al animal en tierra firme.
El ciervo se sacudió y con cuidado comenzó a caminar, alejándose del lago y adentrándose al bosque. Sin embargo, antes de perderse en la arboleada, el animal giró una vez más hacia él para luego desaparecer.
—Lo hice.— susurró aliviado.— Logré salvarlo Harry.
Sus orbes rojizos se dirigieron hacia donde estaba el Quileute pero Harry ya no estaba.
Seth frunció el ceño al reconocer que estaba en el bosque de Forks, sin embargo no recordaba cómo había llegado ahí y para su sorpresa... no reconocía del todo bien la zona.
¿Dónde estaba?
¿Por qué estaba en el bosque?
¿Por qué estaba vestido con su pijama?
Y principalmente... ¿Por qué no podía transformarse?
Seth miró a su alrededor y giró sobre sus talones en búsqueda de alguna zona reconocida pero no encontró nada. Sus pies comenzaron a moverse por si solos sin entender a dónde se dirigía pero el ruido a unos metros suyos, entre unos arbustos llamó su atención.
—¿Hermana?— llamó con cuidado acercándose de a poco.— ¿Jake?
Se acercó de a poco viendo como se movía cada vez más los arbustos cuando salta del susto al ver a una ardilla salir de esta. Seth sonrió aliviado y sintiéndose un poco tontín al haberse asustado por una simple ardilla cuando los crujidos de ramas rompiéndose, detrás suyo, llama su atención. Gira sobre sus talones, sorprendiéndose al encontrarse a un lobo en frente suyo, mirándolo fijamente.
Pero eso no era lo que lo tenía por completo sorprendido.
Sino era que... ese lobo era muy parecido a él.
A su lobo.
—¡Oye! ¡Espera!— gritó anonadado al ver cómo el lobo se alejaba de él. Sus pies instantáneamente corrieron detrás del animal, frustrandole el hecho de que no lo alcanzaba y que no podía transformarse para llegar más rápido.— ¿A dónde se fue?
Seth suspiró cansado y se apoyó sobre un árbol para recuperar el aire cuando se da cuenta en donde se encontraba. Sus orbes brillaron de lágrimas que no dejó escapar al reconocer el río donde siempre iba a pescar con su papá.
—Este... este lugar...— susurró con una gran mezcla de sentimientos, sin poder entenderlo ya que desde que había fallecido su padre nunca más había vuelto.— ¿Por qué... por qué estoy aquí?
—Cuanto has crecido.
Seth se sobresaltó al oír aquella voz que no reconocía y giró sobre sus talones encontrandose a un joven de cabellos negros, un poquito más alto que el, de piel rojiza que le sonreía en su dirección.
—¡¿Quién eres y por qué te pareces a mí?!— señaló enojado y más al verlo soltar una risita.— ¡No te rías!— frunció el ceño, que viéndolo abrir su boca para decir algo más, Seth lo interrumpió al ver lo parecido que eran.— ¡No me digas! ¡Eres mi gemelo! ¡¿No es así?!
—Seth...
—¡Siempre quise tener un gemelo!— gritó emocionado para luego fruncir el ceño confundido.— ¿Cómo sabes mi nombre? Espera... si eres mi gemelo tiene sentido que sepas mi nombre...
—Seth...
—¿Eres mi gemelo malvado?— preguntó con curiosidad ignorando el hecho de que el joven se encontraba acariciando el puente de su nariz por la interrupción constante del menor Clearwater.— ¡Lo sabía! ¡Sabía que tenía un gemelo mal..!
—¡Hijo!
¿Qué?
¿Qué, qué?
Seth trastabilló hacia atrás sorprendido al oír aquella palabra salir de los labios de esa persona. Estaba a punto de replicarle por una explicación cuando inmediatamente reconoce esa mirada.
Esa mirada...
Él conocía perfectamente esos ojos...
—¿Hi-Hijo?— susurró anonadado.— ¿Pa-Papá?
—Hola cariño.— sonrió abriendo los brazos, esperando por recibir el calor de su niño.
Seth sin poder evitarlo pequeñas lágrimas recorrieron por sus mejillas al por fin reconocer a la persona en frente suyo y sin contenerse más corrió hacia él, recibiendo con gusto la calidez del abrazo.
—¡Papá! ¡Papá!— lo llamó sin poder creerlo mientras sollozaba y las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas.— Papá te extrañé mucho.
—Yo también te extrañé cariño.— lo abrazó con fuerzas mientras daba varios besos en la cabeza de su bebé.— Demasiado, mi pequeño lobo.
Harry lo siguió abrazando hasta calmar a su niño que seguía llorando como si fuera un bebé.
Aunque realmente era su bebé.
—Ya cariño.— susurró acariciando la espalda de su hijo.— Todo va a estar bien, cálmate.
—Per-Perdón, perdón no puedo parar de llo-llorar.
—Y está bien, está bien que llores.— murmuró apartándose un poco de el para llevar sus manos a la mejillas del menor y poder acariciar su piel e intentar limpiar sus lágrimas.— Saca todo lo que tengas dentro, papá ya está aquí.
—Yo... Y-Yo... realmente siempre esperé que vinieras, siempre esperé con muchas ganas de soñarte papá.— susurró disfrutando de las caricias de su progenitor.— Pero no entendía porque no me visitabas, el porqué no te podía soñar.
—Yo debo disculparme por no haber podido venir antes.— suspiró.— Pero hay reglas que se deben cumplir, los ancestros me dieron esta oportunidad de arreglar el conflicto que tienes.
—¿Conflicto?— preguntó confundido, ya un poco más calmado, dejando de llorar.— Y por cierto... ¿Por qué te pareces a mi?
—La realidad es que tu te pareces a mi Seth.— respondió sonriendo burlonamente a su bebé provocando que el menor Clearwater se sonrojara avergonzado.
—Cierto...— susurró siendo abrazado por su progenitor por los hombros, comenzando a caminar siendo guiado por su padre hacia un tronco caído para sentarse allí y apreciar el paisaje del río y del bosque.— ¿Y... y que conflicto?
—Tú sabes muy bien de lo que estoy hablando.
Seth aplanó los labios sintiéndose desnudo ante su padre e inseguro de todo lo que pensaba y sentía por la situación con él.
—Hablo del conflicto que tienes aquí.— exclamó luego de varios segundos de silencio, apoyando su mano en el pecho del lado del corazón de su hijo.— Sobre tus sentimientos y el deber de un lobo.
Tragó saliva y avergonzado miró de reojo a su padre y susurró.
—¿L-Lo sabes?
—Lo sé.
Seth nervioso miró al paisaje y dijo.
—A-Aquí ve-veníamos a pescar, ¿Lo recuerdas?
—Seth, no me cambies de tema jovencito.
Seth puchereó más avergonzado que antes.
—Y claro que recuerdo que aquí veníamos a pescar.— susurró con cariño, abrazándolo, acercandolo más hacia él para que se sintiera más seguro con su presencia.— Por eso elegí este lugar para encontrarnos, en nuestro lugar.
》Quería que te sintieras cómodo y cálido contigo y conmigo para que pudieras hablar sobre lo que llevas encima de tus hombros.《
—Y-Yo... yo no entiendo...— susurró jugando con sus dedos, con la cabeza gacha. Pero al notar que su padre no le iba a interrumpir y que lo iba a escuchar, sintiéndose un poco más seguro, continuó.— No entiendo porqué él no siente lo mismo que yo, ya se que no puedo obligarlo pero...
》Creí... Realmente creí que con la imprimación él me querría como yo a él, pero no es así. ¿Que hice mal?《
Harry suspiró y le acarició la espalda.
—Solo una cosa hiciste mal.
Seth se animó a levantar la cabeza y miró a su padre esperando la respuesta.
—¿Qué? ¿Que hice mal?
—Olvidar el deber de un lobo.— respondió.— El deber y los sentimientos no siempre van de la mano Seth.
》El deber de un lobo es seguir lo que necesita tu impronta de ti y lo que tu necesitas de tu impronta.— continuó.— Y tus sentimientos son lo que tu sientes por cualquier persona.《
—Pero... pero no entiendo.— frunció el ceño molesto.— Si me dices eso... ¿Cómo explicas lo de Sam y Emily?
》Sam estaba enamorado de Leah papá... Y... Y aparece Emily ¿Y qué? ¡Él se imprime de ella y se enamoran! ¡Ambos están enamorados! ¡Se están por casar! ¿Cómo es posible que ellos tengan sentimientos mutuo cuando la imprimación se debe al deber y no a los sentimientos?《
—Hay excepciones.
—¡¿Excepciones?!— estalló enojado, alejándose de su padre como si quemara.— ¡¿Excepciones con qué?! ¡Leah sufrió demasiado con lo de Emily y Sam! ¡Papá tu lo viste! ¡Por culpa de esa imprimación tuviste una pelea con mi hermana y moriste! ¡La imprimación te mató!
—No.
—¡¿No?! ¡Papá podrías estar conmigo y con Leah en estos momentos! ¡Podrías estar todavía con mamá!
—La imprimación no me mató Seth.— lo interrumpió mirando hacia el suelo, no animandose los ojos de su hijo.— Morí por ser un mal padre.
—No.
—Seth...
—¡No fuiste ni sos un mal padre!— gritó de vuelta enojado.— Hiciste lo que pudiste.
—Pero no fue lo suficiente.— respondió levantándose del tronco y acercándose a su hijo.— Seth, abandoné a tu hermana... deje que sufriera, que se encerrara y se odiara así misma.
》¿Y todo por qué? Por no haber entendido el dolor de tu hermana y solamente creer en nuestra cultura como algo imposible de romper.《
Seth no respondió porque para su pesar y su dolor, su padre tenía razón. Y realmente tocar el tema de la imprimación de Samuel y de su prima segunda era demasiado difícil de comprender y más al saber que, igualmente, ellos sufrieron las consecuencias de algo más allá de su comprensión, algo que realmente no tenían pensado para sus vidas.
Seth recordaba perfectamente cómo Emily se alejaba constantemente de su hermana y de Samuel por la imprimación, aunque en ese momento no lo comprendían, el como ante la alejanía que estaba dando su impronta Samuel perdió el control de su lobo y la lastimó de gravedad. Después, cuando se transformó, también recordaba perfectamente cómo sufría Samuel con el hecho de tener también a Leah en la manada, el dolor constante de tener que verla sufrir por su culpa, por algo que no estaba en sus planes de vida.
Era como si el destino así lo quisiera y no tuviéramos el control de ella.
Era doloroso.
—Se que lastimé demasiado a mi hija y a ti también.— volvió a hablar Harry, sacando de los pensamientos al menor.— Estoy intentando de arreglar las cosas, trato de visitar a tu hermana pero... es difícil.
—Si... todo que tenga que ver relacionado a ti... le duele mucho papá.
—Solamente quiero decirle que no debe sentir culpa y que estoy muy orgulloso de ella.— susurró con una mini sonrisa en sus labios.— también quiero ayudarte a ti, o mejor dicho, a salvarte mi niño.
—¿Salvarme?
—Seth, tanto como tú y Alex... están muriendo lentamente.— susurró de dolor, viendo a su hijo con pesar y tristeza, llamando por completo la atención de Seth y sorprendiéndolo al escuchar aquellas palabras.— Por eso he venido aquí para salvarte.
》Ya te he dicho que la imprimación va más allá de tus sentimientos, tienes que pensar realmente lo que necesita tu impronta de ti y dárselo, ser un compañero, un amigo, un hermano... o una pareja y tú tienes que ver en tu interior.— apoyó su mano en el pecho de su bebé.— que es lo que realmente necesitas de Alexander.《
Seth se quedó en silencio.
—Pero...
—¿Pero?
—Pero... para salvar a ambos, te daré una propuesta, para que ambos dejen de sufrir.— respondió apoyando sus dos manos sobre los hombros del menor y lo vio a los ojos.— ¿Quieres romper la unión que tienes con Alexander?
Seth se sorprendió al oír aquella pregunta hasta quiso apartarse de su padre sin embargo este lo agarraba con fuerzas. De repente, varios aullidos de lobos, que no reconocía, se escuchó en el ambiente.
Seth abrió sus orbes como platos al ver como del otro lado del río, entre los árboles, salían varios lobos de diferentes tamaños y colores, tan cálido y familiar que inevitablemente las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.
Como si ellos al estar allí, le dieran su apoyo. No importara que decisión tomara.
—Y-Yo...— dudó, sin embargo, inmediatamente las palabras de Charlie que le había dicho aquella noche le llegó a su mente y lo decidió.
Miró fijamente a su padre.
Y Seth dio su respuesta.
Y Harry desapareció.
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