Tras la semana de descanso que el maestro les obligó a tomar, volvieron al gremio dónde vieron que estaba más vacío que de costumbre, y fueron a preguntar a Kayla que ocurría.

- Kayla: hola, me alegro de que haya acabado vuestra semana libre. Nos va a venir muy bien.

- Mina: ¿Por qué?¿Dónde están todos?

- Kayla: están todos con peticiones urgentes, hay muchos lugares que están siendo arrasados por monstruos y animales que provienen del este, y cada vez más cerca.

- Jack: pero, ¿saben el por qué de esto?, Los monstruos son problemáticos pero no suelen moverse en masa.

- Kayla: el maestro tiene una teoría, están huyendo, de algo o alguien.

- Emyrson: pero, los monstruos no son de huir como los animales. Prefieren atacar, y ser agresivos ante los peligros.

- Kayla: suele ser así, pero también tienen instintos agudos y hay presencias con las que no se siente el peligro sino la mismísima muerte.

Jack se sintió algo identificado con la sensación que tuvo en su último combate o la primera aparición de Kaiser. Una sensación de muerte que te paraliza el cuerpo y cada célula de ti pide que huyas.

- Jack: debe de ser algo muy peligroso para que todos huyan.

- Kayla: por ello el maestro ha ido a investigar hace tres días, debería venir pronto.

- ???: No conseguirá pararlo.

Un hombre con ropa elegante y con la cara cubierta con una capucha, se encontraba en la sala y se levantó tras decir eso yendo hacia ellos.

- Kayla: perdona, pero ¿Quién eres?

- Jack: ¡Kaiser!

- Kaiser: hola Jack.

- Jack: ¡¿Qué haces aquí?! ¡Es de día!

- Kaiser: no sabía dónde vivías, y tenía que hablar contigo. Tenéis que evacuar la ciudad.

- Jack: ¿Qué es lo que pasa?

- Mina: no quiero interrumpir pero... ¡Quién eres!¡De que se conocen!¡Y por qué necesitas hablar con él!

- Jack: perdona la presentación tardía, él es Kaiser un buen amigo, y Kaiser ellos son Kayla, Mina y Emyrson.

- Kaiser: encantado, pero no hay tiempo. Tenéis que evacuar la ciudad como podáis, yo tendré que solucionarlo.

- Jack: K, explicame lo que pasa.

- Kaiser: viene mi padre por mí. Tardará un día y medio como mucho y arrasa todos los lugares por donde pasa por diversión.

- Jack: ¿Tu padre? ¿Tan peligroso es?

- Kaiser: bueno os lo explicaré. Te conté que soy un híbrido entre una humana y un vampiro. Mi padre es Caín Cromwell.

- Jack: pero tu apellido es Crane.

- Kaiser: era el apellido de mi madre, me lo cambie para que no me encuentre.

- Kayla: no puede ser, Caín Cromwell es sólo una leyenda. No puede existir de verdad.

- Kaiser: créeme, es real. Tengo su propia sangre.

- Mina: para los que no sabemos de leyendas, ¿Nos lo explicáis?

- Kayla: Caín Cromwell es el nombre por el que se conoce al vampiro más antiguo y peligroso. Es el último superviviente de la nobleza vampírica y se dice que tiene más poder que ningún otro no-muerto.

- Kaiser: tras arrasar una pequeña aldea hace unos cientos de años se interesó por mi madre. La hizo su sirviente y quedó embarazada. Tras eso la trató bien para al ser el primer miembro existente con su propia sangre.

- Jack: entonces, si tienes su sangre. ¿Por qué viene por ti?

- Kaiser: se marchó de viaje durante un tiempo y aproveché para matar a cada sanguinario vampiro que él creó y huí durante muchos años con éxito, pero si viene en esta dirección es porque ha conseguido encontrarme. Viene a matarme.

- Mina: pero el maestro es muy fuerte, podrá con él ¿Verdad?

- Kaiser: Baldric no podrá con él. Puede que en su juventud fuera posible pero ya no.

- Emyrson: ¿También conoces al maestro?

- Kaiser: yo fui quién le entrenó para llegar al rango de Obsidiana. Pero mi padre es mucho más poderoso. Debo ser yo quien lo enfrente, huid con todos los humanos de la ciudad que podáis.

- Jack: ¡No te dejaré solo!¡Iré contigo!

- Mina: pero morirás.

- Jack: si no fuera por él, jamás hubiera aguantado contra Dyrk. Me ha enseñado y ayudado a ser más fuerte. Se lo debo.

- Kaiser: no dejaré que arriesgues tu vida por mi. Tengo 379 años y la mayoría he estado huyendo. Busca venganza contra mí, y si debo morir lo haré.

- Jack: ¡Y luego qué! Es de los seres más peligrosos de todos los tiempos, si matarte no aplaca su venganza. ¿Qué pasará con los ciudadanos de todos los alrededores?

- Kaiser: morirán. Ninguno podría detenerle.

- Jack: por eso iré contigo, lo detendremos juntos.

- Mina: ni siquiera el maestro puede con él.

- Kaiser: pero el daño que le haga le debilitará. Aún sigue siendo muy fuerte y posee una gran habilidad.

- Emyrson: ¿Su habilidad?

- Kaiser: Baldric tiene la habilidad de drenar maná de sus oponentes. Contra humanos y monstruos normales los debilita y él se vuelve más fuerte. Pero contra algo como mi padre nos dará más posibilidades de vencer.

- Jack: de acuerdo, entonces nosotros iremos ahora a por él. Eso lo cogerá desprevenido.

- Mina: nosotros tres intentaremos evacuar la ciudad por si pasara lo peor. Por favor, no mueras.

- Jack: tranquila, aún nos quedan muchas aventuras a los tres juntos.

- Emyrson: ten cuidado.

- Jack: lo haré. K, ¿necesitas coger algo antes de ir?

- Kaiser: tranquilo, tengo todo lo que necesito aquí. He venido preparado.

Le mostró a Jack una bolsa como la que él tiene del gremio pero más antigua. Debe de tener artefactos poderosos considerando la colección personal en su casa. No se demoraron más y salieron en dirección a la batalla. Jack fue a coger un caballo pero Kaiser le levantó y lo puso sobre su espalda. Se agarró fuerte mientras Kaiser saltaba y corría a grandes velocidades, mucho más que cualquier otro animal que hubiera visto antes. Su poder era increíble.

- Kaiser: le esperaremos aquí. El vendrá aquí tras sentir mi presencia.

- Jack: de acuerdo, ¿cuál es el plan?

- Kaiser: ¿recuerdas que te dije lo peligrosa que era tu espada? En cuanto aparezca debes sacarla, pero antes no o lo notará. Sacaré lo que he traído, sabía que te querrías unir a la lucha por lo que he venido preparado.

Sacó de la bolsa varías cosas, lo primero fue un anillo oscuro con una gema roja, unas botas de cuero de color verde y por último una gran espada que estaba seguro que estaría maldita.

- Kaiser: este anillo es sagrado, impedirá que pueda controlar tu mente. Y las botas están hechas por los elfos y te permiten correr a grandes velocidades. Lo necesitarás.

- Jack: pero si pueden controlar la mente, ¿Qué será del maestro?

- Kaiser: tranquilo, le enseñé hace mucho cómo evitar esas situaciones. Pero contigo no hay tiempo para eso.

- Jack: K, siento un maná concentrado en esa espada. ¿Está maldita?

- Kaiser: lo está, aunque es diferente de la tuya. Es la espada Misteltein que pertenecía a un antiguo hechicero. Se nutre de la muerte y absorbe el maná de todo ser que mata y lo presta al usuario al precio de ser maldecido con una muerte sangrienta. Con ella maté a todos los vampiros por lo que me prestará un gran poder, aunque mi muerte llegue hoy porque me llevaré a mi padre al infierno.

Tras eso, Jack decidió que era mejor no sacarle el tema ya que recordarle todas esas muertes no serían sus momentos más agradables de la vida. Por lo que se puso el anillo y las botas, y esperaron en silencio a que apareciera el monstruo que tantos temían. Pasaron las horas hasta que mucho antes de verlo ya notaban su presencia. Ambos se sentían algo abrumados por tal poder sintiendo como se acercaba hacia ellos, con una sensación de terror, muerte y destrucción. Los animales huían en dirección a ellos dos para escapar del monstruo e hizo su gran aparición a medianoche con el lugar iluminado por la luna llena. Se trataba de un hombre alto con ropajes negros y rojos con aspecto de nobleza, su piel era tan blanca que la luz de la noche se reflejaba en ella y su cabello tan oscuro como el abismo más profundo. Sus ojos eran rojizos como los de Kaiser y su presencia tan abrumadora que haría huir al mismísimo diablo, pero ellos es algo que no podían permitirse.

- Kaiser: hola padre.

- Caín: ¿no eres algo mayor para jugar a esconderte de tu padre? ¿Cuánto llevas huyendo de mí?

- Kaiser: 281 años.

- Caín: y aún así, el número de vampiros que mataste es superior.

- Kaiser: masacrando a su antojo a cientos de humanos.

- Caín: hablas de los humanos como si fueran algo más que ganado.

- Kaiser: ¿mi madre era ganado?

- Caín: tu madre era una esclava, y la única cosa útil que hizo se volvió en contra de mi y de los míos. Has traicionado a tu raza.

- Kaiser: mis vampiros no son mi raza.

- Caín: ¿entonces eres humano? Claro que no, solo eres alguien que no encaja en ningún lugar y que lo único que te ha ayudado a sobrevivir es tener mi sangre, mi poder. Eres el primer heredero de la nobleza vampírica en cientos de años y tú matas a todos tus futuros sirvientes.

- Jack: ¡Necesita amigos no sirvientes!

- Caín: vaya, parece que me has traído un aperitivo. Siento no haber notado tu presencia humano, pero te ves tan insignificante que no valía la pena saber que estabas aquí.

- Jack: ¡Qué le ha pasado al maestro!

- Caín: creo que te refieres aquel viejo aventurero que me ha enfrentado. Me lo ha puesto difícil pero le he dejado escapar, no quería perder mi tiempo en seres inferiores.

- Jack: este ser inferior va a acabar contigo.

- Caín: Kaiser, ¿dejas que la comida hablé así a tu padre?

- Kaiser: no es comida, es mi amigo. Y los dos juntos vamos a acabar contigo.

- Caín: os mataré a ambos gustosamente, luego a todos los humanos del territorio y usaré sus cabezas para empalarlas y recordar al mundo que Caín Cromwell es más que una leyenda. Seré el próximo rey demonio tras acabar contigo y devorarte. Tu sangre es mi sangre, y quiero recuperarla.

Jack agarró su bolsa del gremio y sacó la espada de la mazmorra, por lo que su maná se elevó a niveles que jamás había sentido. El poder tras entrenar un mes era increíble, pero nada comparado a cuando Kaiser sujetó la suya, notó una presión a su lado de gran fuerza y su padre sonrió como si estuviera orgulloso de él. Y así dió comienzo la batalla contra un terror de leyenda.