Tras la desagradable reacción que había tenido tras coger la espada, decidió guardarla en su bolsa del gremio, lo único que le había quedado tras la batalla. Buscó por la sala pero no encontró nada más, parecía que era el único tesoro que había. Así que siguió su camino yendo hacía el lado contrario a donde había estado yendo para intentar salir de la mazmorra y explorar lo que le faltaba de ella. Por el camino a la salida mató y devoró a muchos más monstruos de los que ya había comido y los efectos secundarios casa vez eran más evidentes pero no había echado demasiada cuenta a ello ya que solo se preocupaba en salir cuanto antes, incluso había acabado con algunos minotauros mucho más veloz que los últimos. Había pocos monstruos que le dieran problemas después de obtener tantas habilidades. Tardó mucho tiempo en encontrar el camino de salida, ya que parte de la mazmorra estaba inexplorada debido a su caída. Cuando logró salir a la superficie se notaba muy cambiado, la luz del sol le molestaba demasiado pero sabía que tendría que acostumbrarse a ella. Sus sentidos estaban muy agudizados y escucho una voz humana y fue a ver si podían ayudarle a volver a casa. Fue lo más rápido que pudo y allí lo encontró, un comerciante el cual había parado su carruaje para comer.

Jack se acercó a él con total naturalidad pero el comerciante comenzó a gritar al verle.

- Jack: oye ¿por qué grita?, ¿Podría escucharme un momento?

Debido a la sorpresa el comerciante se desmayó y el fue a ver qué le había pasado, seguía vivo y en un momento supo el porqué de la sorpresa.

- Jack: normal que se sorprendiera, ¡Sigo estando desnudo!

Buscó en el carruaje del comerciante, y entre muchas cosas de valor, había también ropa por lo que decidió coger algunas cosas para ponerse, como pantalones y camisas anchas, además cogió un abrigo para el frío. Escuchó agua y fue rápido hacia el lugar, ya que lo único que había bebido en mucho tiempo era sangre de monstruo.

- Jack: por fin, un poco de agua fresca.

Había encontrado un pequeño estanque natural, cuando se acercó al agua todos los peces huyeron inmediatamente, y esta vez era él quien se sorprendió al ver su aspecto reflejado en el agua como si fuera un espejo, y vio lo que habían provocado los efectos secundarios de devorar tantos monstruos.
Tenía muchas partes cubiertas de pelo por las bestias que comió, al igual que sus dientes y sus garras parecías dagas de lo afiladas e imponente que eran, le habían crecido cuernos de más de diez centímetros en la frente como si fuera un demonio, además tras comer tantos goblins su piel comenzó a tonarse de un color verdoso.

- Jack: ¡Que horror! Con razón se desmayó el comerciante, soy un híbrido de monstruos con capacidad de hablar.

Tras ver los graves efectos secundarios decidió echar un vistazo a sus habilidades y esto es lo que de encontró.

"Asimilación rápida nivel 43"
"Asimilación genética"
"Visión nocturna nivel 22"
"Dentadura afilada nivel 17"
"Piel impenetrable nivel 8"
"Garra animal nivel 15"
"Veneno nivel 12"
"Resistencia al fuego nivel 6
"Regeneración nivel 3"

Las únicas que no subieron fueron las dos últimas debido a que solo se enfrentó a un dragón, pero las demás estaban por las nubes. El camino de vuelta había sido demasiado productivo para subirlas, algo que no le importó hasta que vio su aspecto y el terror que causaba en los demás humanos. Y esas solo eran las habilidades específicas, tras mutar tanto, su fuerza, velocidad y agilidad había llegado a ser sobrehumana.

- Jack: decidido, me quedaré en algunos lugares durante el día, y solo me moveré de noche.

Y así lo hizo, esperó y esperó en la cueva durante todo el día para no encontrarse con nadie y aprovechó para dormir, en cuanto llegó la noche se puso en marcha.
Era mucho más veloz que un caballo, a veces iba por el camino y otras acortaba saltando de árbol en árbol con total facilidad. Estuvo así durante unos días y al tercero consiguió llegar, se quedó fuera de la ciudad y evitando a cualquier aventurero que saliera a cazar. Cuando fue de noche de nuevo usó sus habilidades para saltar el muro de la ciudad y la ropa que consiguió por el comerciante para cubrirse por completo, no quería llamar la atención en una ciudad de aventureros. Y pensó en quién podría ayudarle, por lo que cuando esa persona pasó por un callejón apareció ante ella.

- Jack: no se asuste, necesito hablar con usted.

- ???: No me mate por favor, soy un humilde comerciante.

- Jack: eres un gran comerciante, por eso necesito tu ayuda, si lo haces no pasará nada.

- Comerciante: de acuerdo. ¿Qué necesitas?

Al no verle el cuerpo ni la cara, el comerciante del pueblo pudo mantener la calma al pensar que solo era un simple ladrón.

- Jack: ¿existen los inhibidores de habilidades? ¿Cómo puedo conseguir uno?

- Comerciantes: ¿Para qué lo quieres?

- Jack: responde, si o no.

- Comerciante: si existen.

- Jack: ¿puedes conseguirme alguno?

- Comerciante: son imposibles de conseguir para mí. Es lo que usan los guardias reales para los criminales, así no pueden usar sus habilidades.

- Jack: si tú no puedes, ¿Quién me lo podría conseguir?

- Comerciante: hay alguien, o algo. Se escuchan historias de un ser, que es capaz de conseguir cualquier cosa mientras puedas pagar el precio. Se encuentra en la colina del oeste en una mansión apartada de todo, solo recibe personas por la noche.

- Jack: perfecto, muchas gracias.

- Comerciante: ten cuidado, dicen que hacer tratos con él, es como hacer un pacto con el diablo.

- Jack: no me pasará nada.

Dió un salto tan grande que llego al techo de un edificio y aprovechó la noche para ir al lugar. Cuando llegó, vió que se trataba de una oscura mansión, con paredes negras bañadas por la luz de la luna llena, además todas las ventanas cerradas sin signos de luz en su interior, algo que le extrañaba ya que según el comerciante solo recibía visitas de noche.

Llamó a la puerta pero nadie contesto, hasta que se dió cuenta de que estaba abierta.

- Jack: ¡Hola! ¡¿Hay alguien?!

Al poco de entrar su cuerpo se entumecía, se encontraba en un lugar tenebroso y oscuro abrumado por un miedo que no comprendía. La oscuridad no era problema gracias a su nueva visión, pero su parte de monstruo le había dado un sexto sentido para preveer el peligro, y lo sentía por todos lados, una intensa sensación de muerte. Y cuando menos se lo esperó, se vió acorralado, alguien o algo le sujetaba el cuello con fuerza sobrehumana con un brazo y con el otro apuntaba lo que parecían ser uñas o garras pinchando su cuello.

- ???: ¿Quién eres? O mejor dicho, ¿Qué eres? Hueles a humano, pero también noto muchos otros olores en ti.

- Jack: soy un aventurero, y he venido para negociar.

- ???: ¿Un aventurero? He probado muchos mestizos, pero a ninguno como tú. ¿Por qué hueles tanto a monstruo? ¿Y como tienes este aspecto?

- Jack: por eso necesito negociar. Necesito inhibidores de habilidades para volver a mi forma inicial.

- ???: ¿Qué estarías dispuesto a pagar?

- Jack: todo lo que me pida.

- ???: Entonces, tenemos un trato.

Jack sólo pensaba en volver a parecer un humano normal, para saber qué había sido de Mina y poder ir a buscarla, pero con el aspecto actual era imposible hacerlo, lo tratarían de monstruo y aventureros irían a por él. Por lo que decidió aceptar cualquier precio que le pidiese este ser.