Caminó rápidamente hacia su puesto al final del salón mientras sentía que JiMin lo seguía, aunque supuso que se dirigía a su puesto. De igual forma, su atención fue capturada por otra persona, un desconocido que se sentó en el asiento que estaba justo al suyo, sorprendiéndolo bastante porque acostumbraba a sentarse solo.

Velozmente tomó asiento y fijó la mirada en el chico que estaba a su lado, tenía el cabello oscuro, casi negro, y su piel era blanca. Lamentablemente no pudo observar mucho más porque el desconocido sonrió cuanto al darse cuenta que lo miraba y YoonGi no hizo más que mirar hacia otro lado mientras evitaba sonrojarse e intentó concentrarse en el profesor, quien no estaba pendiente de ninguno de sus desaliñados alumnos.

—Hola —dijo el desconocido tendiendo una mano hacia él, aún sonriendo ampliamente—, soy HoSeok.

Le sonrió tímidamente de vuelta y alzó la mano para estrellarla con la del contrario—. Soy YoonGi —murmuró un poco extrañado por la confianza del otro.

Claramente él no era una persona de muchos amigos. Únicamente tuvo cierta conexión con TaeHyung, ya que eran compañeros de clase y continuamente se la pasaban juntos, sin embargo, durante ese último tiempo lo tuvo que soportar todo sin él. Por otra parte, para él JungKook siempre fue una buena persona. Era un chico de otro instituto, así que no mantenían mucho contacto más allá del que mantenía gracias a TaeHyung, pero de igual forma siempre le tuvo aprecio.

—¿Por qué entraste al instituto a estas alturas del año? Ya lo vamos a acabar —preguntó por decir algo y se acomodó mejor en la silla.

Si no tendría a TaeHyung por mucho tiempo estaría bien que hiciera un amigo, especialmente cuando ya faltaba tan poco por salir de esa mierda de lugar. Necesitaba crear algo así como redes de apoyo porque con su madre lejos terminaría una y otra vez hallándose en situaciones como lo estaba actualmente con JiMin.

—En realidad, no tenía que llegar hasta el año siguiente. Estoy en una academia que tiene convenio con este instituto.

—¿Y para qué entraste al instituto si tienes que ir a la academia?

—No terminé mis clases en el instituto cuando me llamaron, así que exigí terminarlas antes de entrar a la academia. —El contrario le sonrió y él solo asintió con suavidad.

—¿Qué harás en la academia? —interrogó por mera curiosidad.

—Bailar —dijo sin mirarlo mientras sonreía por lo bajo.

—¿Bailar?

—Es una academia de baile.

El profesor los hizo callar a todos y rápidamente los alumnos se sentaron en sus puestos para atender al hombre, clase que por suerte no duró mucho tiempo. Por primera vez en su vida a YoonGi no se le hizo eterna una clase y todo ello fue gracias a HoSeok, quien era demasiado hablador como para que pudiese llegar a aburrirse.

El día transcurrió con rapidez y antes de que se dieran cuenta ya era medio día.

—¿Hablas en serio? —preguntó sorprendido y se acomodó mejor sobre la silla.

—Debes mirar más televisión y actualizarte —bromeó el otro, dando por finalizado el tema de la nueva marca de yogur descontinuada.

Ambos se sentaron en una de las tantas mesas que habían en el comedor. Las clases terminaron hace unos minutos y en ese momento se preparaban para comer la insípida comida del sitio.

—¿Cómo se llama ese chico de allí? —HoSeok apuntó con descaro frente a él, haciendo que se viese en la necesidad de mirar sobre su hombro para saber a qué se refería.

Al voltearse mantuvo los palillos entre sus labios y para su extrañes el chico al que se refería era JiMin.

Rápidamente se giró hacia HoSeok para mirarlo con el ceño fruncido—. Se llama Park JiMin —soltó sin muchas ganas antes de meterse los palillos com comida a la boca—. Va en nuestra clase.

—¿Son amigos? —preguntó el castaño con la boca llena.

—¿Qué? No —Arrugó el entrecejo al escuchar la pregunta del otro.

—¿Lo eran? —indagó el contrario y dejó la mirada fija en él.

—Ni siquiera hablamos —mintió con descaro y jugó con su comida.

—¿Es tu archienemigo o algo?

—¿Por qué tan interesado en él? —interrogó al sentir algo extraño que le molestaba inusualmente el pecho.

—No deja de mirar hacia acá.

Se volteó para mirar a JiMin y rápidamente volvió a posar los ojos en HoSeok. Tenía razón.

—No le prestes atención —dijo con simpleza para después morderse el labio inferior repetidas veces.

—Viene hacia acá —soltó su compañero entre dientes mientras abría los ojos.

—¡¿Qué?! —gritó a través de un murmuro sin voltearse a ver.

—¡YoonGi, viene hacia acá y tiene cara de que mata gente por las noches! —chilló HoSeok en el mismo volumen.

¿Estaba entrando en pánico?

Se volteó asustado solo para darse cuenta que JiMin seguía sentado en la misma silla de siempre, aunque aún miraba hacia ellos con el ceño fruncido. Bueno... Había razón, HoSeok hizo un escándalo.

Giró para ver al pelinegro con su mejor cara de enfadado y HoSeok saltó ligeramente sobre la silla para acomodarse luego.

—¿Estás molesto? —le preguntó el otro en un murmuro.

Suavizó sus expresiones y suspiró—. Me asustaste —confesó y dejó descansar su cuerpo contra la silla.

—Tengo un presentimiento —dijo su compañero y puso los codos sobre la mesa, acercándose más hacia él.

—¿Qué cosa?

—Tú conoces a JiMin y hablas con él —dijo lentamente mientras lo miraba a los ojos—, todos los días...

—¿Qué? ¡No! —Rio nerviosamente a la vez que jugaba con los palillos que se enredaban entre sus dedos.

HoSeok se empezó a reír fuertemente, haciendo que de nuevo tuvieran la mirada de la mitad de la cafetería encima.

—Deja de jugar conmigo —se quejó.

—YoonGi —lo llamó el pelinegro.

Al girarse se encontró al otro apoyado sobre la mesa, acercándose a él y mirándolo a los ojos directamente para luego sonreírle. Que extraño era este chico.

—¿Quieres ser mi amigo? —El contrario le sonrió ampliamente y luego se sentó correctamente en la silla. Volvió a tomar los palillos y a comer.

—Eh... ¿Cómo? —preguntó imitando las acciones del pelinegro, pero con movimientos un tanto estúpidos.

—Te pregunto si quieres ser mi amigo. En el otro instituto no tenía muchos. Soy un poco hiperactivo, así que asustaba un poco a la gente —dijo abriendo un poco la boca para mostrarle una hilera de dientes blancos—. Aunque tú pareces un poco serio.

—En realidad...

—Creo que lo eres —dijo HoSeok sin dejarlo continuar—. Entonces, ¿qué me dices?

—Eh... Claro. Podemos ser amigos. —Se encogió de hombros. Un amigo era lo que más necesita.

—¡Perfecto! —gritó el otro levantando los brazos, llamando la atención otra vez.

—¿Te podrías quedar tranquilo? —murmuró con ninguna intención de ofenderlo.

—¿Podrías disfrutar un poco de la vida? —se burló el contrario.

¿Disfrutar un poco de la vida?, pensó seriamente, por lo que sonrió y luego se acomodó mejor sobre la silla, poniéndose realmente cómodo. Estiró la mano abierta hacia él.

—Desde ahora seremos amigos —dijo, haciendo que HoSeok levantara una ceja, de nuevo mostrando una sonrisa.

—¿Qué es esto? ¿El sello de la amistad?

—No lo arruines y solo dame la mano —refunfuñó y el chico se rio un poco, pero de igual manera estrelló su mano con la de YoonGi otra vez.

—No eres un chico de muchos amigos.

YoonGi se quedó estático unos segundos en los que pudo ver la preocupación en los ojos del pelinegro. Para su propia sorpresa este rio sonoramente y luego negó con la cabeza de manera divertida.

—Tienes razón. No soy de muchos amigos. —Hizo un gesto con la nariz.

—Me caes bien —dijo el contrario apuntándole con sus palillos para comer.

HoSeok volvió a untar los palillos dentro de la comida y él hizo lo mismo. Lo que comía estaba demasiado frío como para llegar a disfrutarlo, pero de igual manera lo comieron.

Desde ahora quizás... podría disfrutar un poco más la vida.