Capítulo XLIII
Se afirmó fuertemente de la mano de su novio mientras veía como todas las miradas estaban puestas en ellos. Echó un rápido vistazo hacia atrás para ver a TaeHyung con el brazo de HoSeok sobre sus hombros, quien entraba con confianza al gran salón.
—No te pongas nervioso. —JiMin le dio un leve apretón de manos.
—Todos nos están mirando. —Dio un rápido vistazo a su alrededor.
—¿Y eso qué? —JiMin pasó suavemente la mano por su espalda y lo hizo caminar hacia una de las mesas en las que ya se sentó la otra pareja que los acompañaba—. Hey —JiMin intentó llamar la atención de HoSeok—, ¿cómo no te ves horrible? Hoy en la mañana te rompí la cara.
—Sigo igual de guapo que siempre, ¿cierto? —HoSeok puso una mano sobre su mejilla y pestañeó repetidas veces.
—¿Te pusiste maquillaje? —preguntó YoonGi sin mirar directamente al pelinegro, solo concentrado en jugar con las flores del centro de mesa.
HoSeok hizo una extraña mueca—. Pues me tenía que ver guapo, aunque ahora descubrí que estuve toda la tarde poniéndome maquillaje para que me viera un chico con cara de chica.
—¡Deja de decir que tengo cara de chica! —TaeHyung suspiró resignado.
—Está bien. Lo siento. —El pelinegro se levantó de la mesa—. Chicos, buscaré algo para beber.
—Me...
—No les traeré nada, estúpidos ancianos. ¡Muévanse! —dijo el chico para después perderse entre la gente.
YoonGi envió otra rápida mirada a su alrededor para darse cuenta que la gente aún no dejaba de mirarlos.
—Deja de preocuparte por eso. —JiMin mantuvo su cálida mano por sobre la suya—. ¿Qué tal si vamos a bailar?
—No quiero bailar —murmuró y se alejó del tacto de JiMin.
—¿Quieres tomar algo? —Negó con la cabeza gacha—. ¿Entonces qué quieres hacer?
—¿Podríamos simplemente quedarnos aquí? —Apretó los labios a la vez que levantaba la cabeza para mirarlo—. Además, no quiero dejar a Tae solo.
—Por mí está bien —dijo el aludido y YoonGi le envió una rápida mirada con los ojos entrecerrados.
Vio de reojo como HoSeok se acercaba hasta ellos con una delicada copa entre las manos.
—Hey, ¿qué pasa? ¿Por qué tienen esas caras? —preguntó el pelinegro a la vez que los juzgaba con los ojos—. ¿Qué les hiciste? —interrogó ahora viendo específicamente a YoonGi.
—¿Por qué no vamos a bailar? —TaeHyung se levantó de su lugar y se acercó a HoSeok para murmurarle—: Salgamos de aquí.
—¿En serio no quieres hacer nada? —preguntó JiMin cuando los otros dos los dejaron solos.
—No me gustan mucho este tipo de cosas. —Hizo una mueca de desagrado y le envió una rápida mirada a la multitud que bailaba.
YoonGi sintió como una cálida mano tomaba la suya con suavidad. No le sorprendió encontrarse con la mirada de JiMin y su afectuosa sonrisa—. Entonces podemos buscar otra cosa para hacer.
—¿Qué quieres hacer?
JiMin tiró de su mano, obligándolo a levantarse del cómodo asiento. YoonGi dejó que el otro lo arrastrara por entre los alterados cuerpos que bailaban mientras que su mirada seguía posada en el suelo.
—¿Podrías dejar de preocuparte? —preguntó el castaño, sonando un poco enfadado. Los hizo detenerse en una de las esquina.
—Está bien. —Gruñó suavemente—. Lo intentaré.
Sintió como las manos de JiMin le cubrieron las mejillas para luego acercarse a él y besarlo con toda esa gente a su alrededor. Él lo separó de un golpe para después mirar preocupado a su entorno y darse cuenta que todas las miradas estaban puestas en ellos otra vez.
—Deja de preocuparte. A la gente no le tiene que importar si nos besamos o no. —JiMin no apartó sus manos de las mejillas de YoonGi.
—Está bien... —volvió a repetir, esa vez dándole una rápida mirada a los ojos y a la sonrisa del castaño.
JiMin volvió a tirar de su mano para que pasaran por la gran puerta que daba acceso a las salas de clase.
—¿Qué quieres hacer? —preguntó al ver que el chico aún no se detenía.
—Al parecer no querías hacer nada allá dentro. así que haremos algo divertido aquí. —JiMin se detuvo y miró a su alrededor. El pasillo estaba demasiado oscuro y daba un poco de miedo.
—¿Qué haremos?
El chico le tomó por los hombros para luego empujarlo contra una de las puertas que daba de entrada a una de la clase.
—Algo que te entretenga. —JiMin tomó la manilla de la puerta y la abrió suavemente para que YoonGi no cayera de espaldas.
—JiMin —murmuró, frunciendo el ceño cuando entraron y el chico cerró la puerta detrás de él—, ¿en qué estás pensado?
El castaño no le dijo nada y solo se acercó a él lentamente, YoonGi retrocedió un poco de manera asustada hasta que sintió como su trasero chocaba contra el gran escritorio del profesor.
Cuando JiMin estuvo lo suficientemente cerca le pasó la mano lentamente por el pecho y llegó hasta el final de su corbata, donde esperó unos segundo sin dejar de mirarlo a los ojos para luego tirar de ella y acercarlo a él para besarlo.
Las caderas del otro chocaron contra las suyas y YoonGi gruñó fuertemente cuando sintió como una de las manos contrarias se iba a su muslo para acariciarlo suavemente. JiMin dio un fuerte apretón en la pierna para luego soltar la corbata de YoonGi y afirmarlo por las dos piernas para subirlo al escritorio.
—¿Qué haces? —preguntó asustado cuando vio como el castaño se sacaba la chaqueta del traje y la dejaba sobre uno de los pequeños escritorios de los estudiantes.
El chico no contestó y solo se limitó a volver a cercarse a él para tirarle de la corbata con bastante rudeza. JiMin llevó las manos con rapidez a el cuello de YoonGi y desabotonó los tres primeros botones de su camisa.
—Hey, JiMin, no hagamos esto aquí —dijo cuando sintió como los labios de su novio sobre su cuello.
—Pensé que estabas aburrido. —El contrario pasó lentamente la lengua por su pálida piel ya un poco caliente.
—No hagas esto. —Apoyó las manos en sus hombros para intentar apartarlo, más por considerar lo que sucedía en el salón contiguo que por las acciones en sí.
El chico no me prestó atención y este solo se limitó a pasar las manos con lentitud por sobre sus hombros, recorriendo por dentro de su chaqueta para luego empujarla un poco y hacer que esta cayera por sus brazos. YoonGi sintió como le mordía con suavidad el cuello y sus manos se dirigieron hacia su pecho para continuar desabotonando la prenda. JiMin tiró con fuerza su camisa cuando ya estuvo abierta y por fuera de sus pantalones.
—JiMin, estamos en el instituto. —Resopló, sintiéndose levemente avergonzado por el afectado generado por el mar de emociones que le hacía sentir el otro.
—¿Qué importa? Siempre lo hacemos en el instituto. —JiMin le dio pequeños besos sobre la clavícula.
—Antes era distinto —logró decir entre jadeos—. Antes nadie sabía lo que hacíamos.
—Ellos ya no importan. —El castaño se alejó para mirarlo seriamente.
—Hoy es nuestra fiesta de graduación —susurró y balanceó un poco los pies mientras mantenía la cabeza gacha. Se sentía abochornado por decirle que no a JiMin, especialmente cuando se trataba de este tipo de cosas.
—¿En serio no quieres hacerlo? —preguntó el otro sumamente.
YoonGi se quedó en silencio por varios minutos mientras se mordía el labio inferior, pensándolo. Sí, quería hacerlo, pero no creía que fuera correcto.
—A la mierda —murmuró para después tirar a JiMin por la corbata y acercarlo hacia sí de la misma manera que el castaño lo hizo anteriormente.
Se apresuró en besarlo con más intensidad mientras que sus manos pasaban con desesperación por sobre el pecho de su novio Con sus pálidos dedos temblorosos intentó quitar cada uno de los botones de la camisa del castaño para luego introducir sus manos y pasarlas por la espaldas del contrario, logrando atraerlo más hacia sí.
—¡Chicos! —Se separó asustado de JiMin para mirar por detrás de él y encontrarse a un HoSeok con cara de asqueado.
—¿Eres idiota? —siseó JiMin con enojo mientras se daba la vuelta—. ¿Qué no te das cuenta en lo que estábamos?
—No me importa qué hagan, par de cochinos. —HoSeok no quitó su expresión y luego desvió su mirada para ver directamente a YoonGi, cambiando drásticamente su expresión en el proceso—. NamJoon está aquí y te está buscando.
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