—¡Deprisa Keith!–gritó un pequeño Lance haciendo movimientos con la mano.

—¡Espérame! –contestó un joven Keith a sus espaldas.

El alteano reía al ver que a su amigo le costaba trabajo correr, fué hacía él tomándolo de la mano para guiarlo a través de los enormes corredores del castillo.

—Ya casi llegamos. –dijo Lance.

Llegaron a una puerta con marcas azules en el centro, era de las más grandes y suponía ser la habitación del pequeño príncipe alteano; al pararse frente a ella un sensor detectó el movimiento y se abrió de par en par dejando a los niños pasar. Aún tomado de la mano de Keith, Lance entró a la habitación y la puerta se cerró tras ellos.
El lugar parecía de primera instancia un enorme salón lleno de juguetes, una cama y muchos libros junto a un escritorio del tamaño perfecto para un niño, en la parte de arriba había unas columnas que sobresalían del techo hacía abajo que eran parte de la iluminación del cuarto. Las luces se encendían automáticamente apenas alguien pisaba el lugar pero Lance las apagó de nuevo en cuanto tuvo un libro particular entre sus manos.

—¡Quiero mostrarte algo mágico!. –le dijo el alteano a su amigo mientras se sentaba en su cama y le hacía señas al otro para que se sentara a su lado–. Pero tienes que cerrar los ojos primero.

—¿Cómo sé que no es alguna de tus bromas?–preguntó Keith sentándose a su lado algo nervioso.

—Vamos, confía en mí. Te gustará, ya lo verás. -sonrío y ante eso su amigo suspiró y cerró los ojos con algo de inseguridad–. ¿Estás mirando?

—No, Lance.

Lance movió su mano libre frente al rostro de Keith para cerciorarse que en verdad no estaba haciendo trampa. Una vez que estuvo seguro, abrió el libro que tenía.

—¡Puedes abrirlos!

Ante la autorización de Lance, Keith abrió lentamente sus ojos para encontrarse con una vista maravillosa: La habitación entera se había llenado de estrellas y planetas, era un mapa estelar alteano, el libro en especial era para mostrar hologramas de estos con luces de color celeste dándole un aspecto cósmico. Keith estaba asombrado, nunca antes había visto algo tan maravilloso.

—¿Qué tal? –Lance posó su brazo en el hombro de Keith mientras sostenía el libro en una de sus manos–. ¿Te gusta?

—S-Si... Es increíble. Nunca antes había visto algo así.

—Dijiste que en Daibazal no les enseñan sobre el espacio... Así que pensé en enseñarte yo mismo. –comentó Lance orgulloso.

Era verdad, en Daibazal no tenían nada de eso, ni cerca de lo que tenían en Altea.

Keith venía de Daibazal un planeta bastante complicado en todos los aspectos, su raza era Galra, una de las consideradas más fuertes. Por desgracia, el planeta no lo era. Las cosas dentro del planeta eran más difíciles cada quintante que pasaba, había mucho más galras muriendo de hambre, había peleas dentro del planeta dejando decenas de muertos inocentes, el emperador Zarkon era un tirano que no veía por su pueblo que estaba siendo destruido lentamente.

Así era el mundo que conoció Keith cuando nació. Sus padres eran guerreros rebeldes, miembros honorables de La Espada de Marmora, una organización que se encargaba de brindar seguridad, agua y comida para los necesitados en Daibazal. Keith creció mirando la miserable situación de su hogar.
Cualquier niño galra sabía que sus opciones eran limitadas en cuanto crecieran, morir de hambre o vivir y servir a Zarkon.
En las escuelas galra comunes solo enseñaban cosas relacionadas con la grandeza de su emperador y la historia antigua de su planeta, para ellos no había nada más allá de lo que conocían.

El planeta agonizaba y el bello cielo nocturno que alguna vez adornaba las noches en Daibazal se había transformado en una espesa niebla roja que lo cubría casi por completo. Por eso Keith no conocía las estrella y Lance quería mostrárselas.

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ACLARACIONES:

⭐Este es un AU de Voltron por lo que los acontecimientos de la serie no pasan aquí.

⭐Keith es Galra y Lance es Alteano. Por lo que ambos padres de Keith están vivos y ambos Galra.

⭐La idea de inspiración está en los fanarts de: @ikimaru. Aunque la idea del fanart fué cambiada ligeramente.

GLOSARIO:

⭐ Quintante: Día.