Itadori miraba intercaladamente a sus costados, estaba en su habitación, desnudo y con dos hombres conocidos en las mismas condiciones que él.

Suspiró profundamente, ocasionando que ambos hombres abrieran los ojos y llevarán toda su atención hacia él con notable preocupación.

— Yuuji ¿Estás bien? Ese fue un largo suspiro— Habló con la voz ronca el joven de cabellos largos y oscuros, acariciando su rostro para después depositar un sutil beso en su mentón.

— ¿Necesitas algo? ¿Agua? ¿Una ducha? ¿Otro raund? — con la misma condición, la voz rasposa, preguntó demasiado cerca de su rostro el joven de profundos e hipnotizantes ojos azules.

— No... — Habló Itadori.— Sólo me preguntaba cómo es que acabé con ustedes en la cama... Cómo es que deje que esto pasara...

— Eso es simple mi amado Yuuji— Gojo se acercó para besar sus rojizos labios y sonreír mientras dejaba que Geto se acercará al pelirosa para besarlo en la cien.

— Porque eres para ambos, Yuuji— Recitaron al unísono ambos jóvenes.

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