𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 Ց
Cuando pensé que había estado nerviosa mi primera vez me equivoque al compararlo como.estaba en estos momentos. Los nervios y la ansiedad me comían por dentro al pensar solo la idea de lo que iba a pasar aquí, a Jungkook no le importó seguir las reglas si se trataba de poder fundirnos en uno solo después de anhelarlo tanto, soltar chispas por los ojos y no comernos por las malditas reglas que nos tenían a raya.
Justo cuando sonó el timbre de mi apartamento mi corazón casi se me sale del pecho y el pulso se me disparó. Corrí fuera de mi habitación, antes de tomar el pomo de la puerta, pasé mis manos por la ropa que traía para verificar que todo en mi estuviera más que perfecto, la primer impresión siempre es la mas importante. Agarré aire en mis pulmones y abrí la puerta de una vez, Jungkook se encontraba del otro, miraba al suelo y justo cuando abrí me miró a la cara.
-Hola -saludó, según lo que había percibido, estaba muy tranquilo, o tal vez estaba muy ansioso e intentaba controlarse.
-Hola -lo dejé pasar y cerré la puerta detrás de él -¿Quéres algo de tomar? ¿O tal vez de comer? -me golpeé internamente por mis preguntas estúpidas antes de un momento sexual, pero estaba claro que buscaba relajarme o sino estallaría.
Kook rió por mis ocurrencias y caminó a mí, observándome, retándome a lo prohibido con sus ojos oscuros y brillantes, desprendiendo llamarada pura. Trague saliva cuando lo tuve cerca, era tan grande y ancho que me ponía cachonda ser tan pequeña.
-En realidad si que tengo hambre Yeong -pronunció, remojandose los labios.
-¿En serio? ¿Quieres que te trai...
-Tengo hambre de tí bebé -su mano subió por todo mi glúteo, erizando cada vello de mi piel y poniéndolo de gallina -¿Y tú tienes hambre Yeong? -su rostro se acercó más al mio, su voz no podía ser más seductora que en esos momentos, y si seguía hablándome así, tendría un orgasmo allí mismo.
-Mucha -logré decir. Su sonrisa me hizo ver el blanco de sus dientes, y fue cuando su boca se abrió agarrando la mía en beso sediento.
Nuestras lenguas danzaban fogosamente mientras con mis brazos rodeaba su cuello y el sujetaba mi cintura, levantando levemente el.vestido que traía, el cual me lo había puesto pensando en él cuando me dijo que no era necesario tanta ropa, y tampoco tenía el valor de abrirle la puerta desnuda, por lo.que decidí llevar vestido.
Caminamos tan torpe hasta llegar al sofá que pensé realmente que ni llegaríamos nunca. Pero estaba claro que no era el momento de caminar. Jungkook quedó sentado en el sofá conmigo encima, rodeándolo con mis piernas, me agarré de sus hombros para no perder el equilibrio sin perder en ningún momento el compás del beso, que mas obsceno, no podía ser.
-Creo que la ropa estorba, quiero estar dentro de tí ya Yeong, no se si pueda aguantar más -y no tenía que decírmelo, su miembro estaba por atravesar la tela de ropa interior y también su pantalón.
Por mi parte, tampoco quería esperar.
-Quiero estar encima -dije, mientras hacía fricción en su bulto, sus mejillas estaban rojas y sus labios hinchados entreabiertos.
-¿Estás segura? -abrió sus ojos lentamente por la sobreexcitación.
-Sí ~ -solté un gemido desesperada por cabalgarlo, por hacerle ver que realmente fue un buen maestro, y que no iba a ser una frígida con él.
-Pues te dejo todo el trabajo bebé -me dio luz verde para que hiciera con él lo que yo quisiera, y realmente quería que él disfrutara lo que yo iba a disfrutar haciéndole.
Quité su suéter pasándolo por encima de su cabeza tirándolo a algún lado, su torso quedó desnudo, dándome aquel espectáculo tan bien formado, Jungkook era delgado, pero también era fuerte y tenía un cuerpo muy hermoso. Besé desde su clavícula hasta su cuello, su respiración era entrecortada. Descendí más mis besos hasta llegar su pecho, Lamí cada uno de sus pechos pequeños, oyéndolo suspirar ante mi atención. Continue hacia bajo.
Justo cuando llegué a la parte superior de su pantalón tragué saliva, Jungkook iba a ser el primero en recibir un oral de mi parte, ya que siempre que he estado con hombre eso no me parece interesante. Me ayudó levantando su trasero para sacar sus pantalones y ropa interior completamente. Miré su erección, hinchada y esperando ser atendida cuanto antes.
-No tienes porque hacerlo Yeong -lo escuché decirme al ver mi inseguridad.
-No...yo quiero hacerlo -no mentía, realmente quería hacerlo para él.
Agarré con mi mano derecha su tronco, tibio y este palpitó en mi mano. Moví mi mano de arriba hacia bajo como pensé que se hacía, lo oí gruñir y más me incitó a mi a que moviera mi mano con mas rapidez. Acerque mi boca a la punta que estaba llena de presemen. Pasé mi lengua al rededor sintiendo como se tensó ante mi cometida.
Introduje todo lo que pude en mi boca, haciendo lo que había hecho con mi mano esta vez con mi boca, me dolía, pero por verlo.disfrutar valía la pena el dolor. Lo cubrí de saliva, tuve arcadas y lo saqué cuando mi boca no pude soportar más el tamaño cansando mis quijadas.
-Desnúdate para mí bebé, anda, quiero verte -Jeon estaba hiperventilando me necesitaba a mí cubriendo su anatomía.
Me puse pie como él me pidió, dándole la visión de mi yo entera, tenía un calor inexplicable en todo el cuerpo y mis bragas estaban empapadas. Remojé mis labios y agarré el final de mi vestido, comenzando a subirlo poco a poco hasta pasarlo por mi cabeza y quedar en ropa interior. Bajé mi braga ante su mirada, examinando cada movimiento que hacía y sin perderse ningún detalle. Safé mi sujetador quedando por fin completamente denuda ante él.
Necesitaba fundirme en él, sentir lo que me ha faltado desde que comenzamos con este juego que ya no lo era, y que necesitaba decírselo en algún momento. Jeon Jungkook ya era más que cualquier cosa desde hacía unas semanas para acá.
Me incorporé nuevamente encima de él, quedando su erección pegada a mi vientre, nos miramos a los ojos.
-A partir de ahora, ya nada será igual linda -sus palabras me llegaron al alma, por alguna razón, quería llorar y decirle que se quedara conmigo después de esto, pero estaba el miedo a ser rechazada -Pero si no lo hago moriré -sus manos agarraron mi rostro.
-Nada tiene que cambiar Jungkook -me elevé y con mi mano dirigí su miembro en mi entrada, mojándolo con mis fluidos para que la entrada fuera más sencilla.
-Joder -hechó su cabeza hacia atrás, su longitud comenzó a entrar en mí a un paso lento, hasta quedar, todo su miembro, dentro de mí, me sentí en el paraíso, se sentía jocosamente bien y por alguna razón me sentí por fin aliviada, realmente pensé que esto nunca iba a pasar -Ya todo ha cambiado bebé -sus manos agarraron mis caderas y por fin pudo volver a mirar mis ojos.
-Pero para bien -mordí mi labio cuando comencé a moverme encima de él.
-Aún no te has dado cuenta de que necesito esto contigo todos los días, si no te buscaba y te besaba mi día no estaba bien Yeong, y me preguntaba que mierda era lo que me pesaba si solo eramos amigos con derecho y yo te ayudaba a poder satisfacer a un hombre -sus palabras me hicieron mojar mis ojos y luego mis mejillas por las lágrimas.
Jeon Jungkook me estaba diciendo que más haya de todo me necesita a su lado para estar bien, y yo sinceramente, siento lo mismo que él.
Sonreí acercándome a su boca para besarlo, mis movimiento aumentaron de nivel, sus dedos se enterraban en mi piel, clara acción de su ansiedad. Mordí su labio inferior cuando nos separamos del beso. Su boca se acercó a mi pecho, agarrando uno entre ella y chupándolo, gemí agudamente agarrándome más fuerte de sus hombros.
Mis movimientos en ves de ir más lentos con el.tiempo, iban más rápido por que me sentía al límite. Temblaba y no quería correrme hasta que Jungkook lo hiciera antes que yo.
-¿Puedes aguantar? -me preguntó observándome.
-No creo que por mucho tiempo Kook -lo vio en mis ojos.
Besé sus labios, intentando calmarme, disminuí mis movimientos haciéndolos esta vez más profundos y más lentos. Fue cuando sentí el agarre brutal de la mano de Jungkook en mi muslo, además de su gruñido, sabía que se iba a correr y no se tardó mucho, llenándome de su orgasmo sin ninguna preocupación. Casi milésimas de segundos después me corrí yo. Relajándome por fin.
Me fui hacia el pecho de Jungkook exhausta y sin una gota de energía en mí.
-No eres una frígida Yeong, y no lo serás jamás.
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El capítulo siguiente es el final, y lo siento por hacerlo tan corto, pero tampoco tenía pensado hacerlo muy largo.
Todos necesitamos a Jungkook en nuestras vidas ¿no es así?
No quise hacer un lemon como comúnmente se ven en las historias, lleno de brutalidad y desespero, aquí ambos se deseaban a mas no poder, pero también empezaban a sentir otras cosas por el otro.
L@s sarangheo❤
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