Los rayos del sol pegaron directo en su cara, haciendo que con  molestia arrugara la nariz.

Una pequeña risa resonó en sus oídos, haciendo que girara sobre la cama para quedar frente a la dueña de aquella voz que adoraba.

—¿Tanto te molesta despertar así en las mañanas? —al oír aquella pregunta no pudo evitar soltar una ligera risa.

—Te traeré tu desayuno, Soyeonnie —sonrió la pelinegra besando su nariz—. Vamos a celebrar nuestro primer año juntas.

La mayor sonrió con ternura y asintió como una niña pequeña, le gustaba que Shuhua le mimara.

La pelinegra dejó un fugaz beso en sus labios para después incorporarse con dificultad, Soyeon no pudo evitar morderse en labio cuando pudo apreciar pequeñas marcas púrpuras en sus clavículas.

Shuhua salió de la habitación con una gran sonrisa en el rostro.

No pasó mucho tiempo para que ella también se incorporara y se dispusiera a salir de la cama. Examinó la habitación en busca de su ropa, que estaba regada por toda la habitación, su mirada cayendo de inmediato en la cómoda con una cubierta negra bastante sencilla, lo que llamo aún más su atención.

"Cómo salir de la friendzone
By: Yeh Shuhua"

Al momento de que leyó las letras escritas en la primera página, sus ojos se agrandaron en demasía y la curiosidad reemplazó toda emoción en su rostro.

Quería leer su contenido.

Llevó una mano al borde de la página para leer lo que seguía, pero justo cuando iba a hacerlo...

—¡Soyeon! —el llamado de la menor le sobresaltó e hizo que cerrara bruscamente el cuaderno—. Creo que tengo un problema con el desayuno.

La más baja soltó una carcajada, más de alivio que por la situación que pasaba su pobre Shuhua; su novia era única.

—¡Ya voy a rescatarte, Shushu! —vociferó entre risas.

Admiró el cuaderno que tenía entre manos y lo guardó en su bolso para después dirigirse aún en pijama a la cocina.

A Shuhua no le importaría demasiado que tomara su cuaderno prestado, ¿no?