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Bienvenido

—Cuéntame otra vez, ¿cómo fue que te rechazó?—Harry rodó los ojos al escuchar las carcajadas de su amigo.

Había pasado una semana desde que Skyler decidió dejarlo en la Friendzone, y él solo había atinado a esconderse de ella cada vez que estaba a punto de topársela por alguno de los pasillos de la secundaria.

—Ya cállate, Chase—lo empujó por el hombro, pero su amigo continuó riendo. —Por lo menos tuve la valentía, ¿tú qué? Apenas si dejaste de orinar la cama.

El chico dejó de reír abruptamente mientras abría la boca lentamente.

—¡Fue una vez en el campamento del año pasado! —se lanzó sobre el rizado tirando la revista que estaba leyendo. —¡Quedamos en que nunca lo mencionaríamos! —chilló tratando de golpearlo en la cara, pero Harry usó sus largas piernas para golpearlo en el estómago logrando tirarlo a un lado y así quitárselo de encima. —Espera que entre en el gimnasio—lo señaló agonizante a lo que su amigo rodó los ojos.

—Entonces deja de molestarme—gruñó enfurruñado agarrando nuevamente la revista para sacudirla por haber caído sobre el cesped y continuar leyéndola.

Qué sigue después de que te rechazan—leyó Chase logrando que el ojiverde se sonrojara y apartara la revista de su vista. —¡Estás leyendo una revista para mujeres! —volvió a carcajearse fuertemente sintiendo cómo poco a poco le faltaba el aire. —Eres... eres... peor que mi hermana.

—Necesito consejos—se intentó justificar avergonzado. —Y ya que mi mejor amigo parece solo querer burlarse de mí, tuve que recurrir a otras tácticas.

—Harry... Harry, escucha—limpió las pequeñas lágrimas de sus ojos. —Te ayudaré, ¿de acuerdo? Pero una ayuda de verdad, no esa mierda que lees.

El rizado achicó los ojos en su dirección viendo cómo su amigo agarraba su bolso y rebuscaba en él, para luego sacar un pedazo de papel.

—Mi primo, Jonathan, el que es mayor que nosotros, ¿recuerdas? —él asintió recordando al chico de dieciocho con pinta de maleante que aun no se graduaba. —Me habló sobre esto, pero yo lo tiré en el bolso.

—¿Qué es? —preguntó con curiosidad aceptando la hojita. 

—Es una reunión que se dará hoy después de clases para cuadrar una super mega fiesta en casa de uno de sus amigos, quiero que vayas y formes parte del comité organizativo—enganchó su brazo sobre los hombros de su amigo. —Será la demencia, Styles; y cuando Skyler se entere que estás organizándola, correrá a tus pies para pedirte perdón y rogará ser tu novia.

Ohhh, eso sonaba bien.  

—¿Tú no irás? —quiso saber tratando de mantener su emoción a raya.

—Mi mamá quiere que pode el césped hoy—rodó los ojos separándose de él para recostarse sobre el terroso suelo. —Pero ve tu y luego me cuentas cómo te fue, ¿de acuerdo?

Harry sonrió ampliamente. 

Por supuesto que iría y le demostraría a Skyler de lo que Harry Styles estaba hecho.

—De acuerdo, gracias amigo.

—Para eso estamos, hermano—le guiñó un ojo y luego de chocar puños continuaron con una conversación llena de trivialidades. 

Salón 112

Harry ladeó la cabeza en cuanto estuvo frente a la puerta verificando que, en efecto, ese era el número donde se estaría llevando a cabo la reunión.

—Eres un chico cool y con actitud ganadora, Harry—murmuró para sí guardando el papel en el bolsillo de su jean. —Así que entrarás ahí con postura de motociclista—asintió varias veces enérgico. —Y les demostrarás que no eres un adolescente cualquiera—agarró la manilla y tomó una bocanada de aire. —Aquí voy...

Abrió la puerta y se sorprendió al escuchar... nada. Absolutamente nada. Ningún tipo de ruido que unos chicos de dieciocho deberían estar haciendo si se encontraban solos en un salón. 

Con el ceño fruncido se aventuró a entrar por completo y al cerrar detrás de él, se percató de la presencia de una chica, la cual observaba con atención una libreta que sostenía, en el centro de un círculo formado por varias sillas. No había más nadie a excepción de ella.

—Disculpa...

La chica alzó la mirada y Harry la estudió al igual que ella lo hacía con él. Tenía el cabello amarillo, pero de un tono dorado, tirando al color arena, y las puntas estaban pintadas de rosado. Era de estatura mediana y sus ojos azules expresaban amabilidad. 

—Hola—saludó sonriente acercándose a él. —Vaya llegas temprano, eres nuevo, ¿verdad? No te había visto en las reuniones anteriores.

—Ahm..., ¿suelen hacer varias de estas reuniones?

—Tres veces por semana—se encogió de hombros. —Nos divierte mucho, ¿sabes?

—Supongo—pensó entonces en la cantidad de fiestas que hacían.

—Puedas tomar asiento, los demás están por llegar—señaló las sillas con su lapicero y Harry le dio una rápida ojeada.

—¿Cuántos somos?

—Mhm... Contigo somos diez.

—¿Tan pocos?

—No todos se atreven a venir, ya sabes como es esto.

Se imaginó qué clase de cosas tenía que hacer para que los demás no se "atrevieran". Tal vez tendría que robar algunas bebidas alcohólicas, a lo mejor llevar algunos condones...

Condones que claramente él no usaría.

—Sí, sí, claro. Debe ser un trabajo arduo organizarlo todo.

—Mhm... No realmente, solo ofrecemos las mejores opciones según el caso—se encogió de hombros y Harry asintió mientras pensaba a qué se refería exactamente.

"¿Se referirá al tipo de alcohol que hay que llevar dependiendo de la fiesta?"

—Oh, soy Grace por cierto—le tendió una mano y Harry acercó la suya para estrecharlas. 

—Soy Harry, Harry Styles.

—Te conozco—ella asintió con una pequeña sonrisa.—Eres el tierno amigo de Skyler.

—No soy tierno—murmuró desviando la mirada y acercándose a una de las sillas.

—Perdona, no quería incomodarte, solo... Te me haces tierno, es todo—carraspeó su garganta y Harry pudo percatarse como sus mejillas se tornaban rosadas. —Traeré el pizarrón. 

El rizado sacudió su cabeza y se cruzó de brazos dejando que su mirada vagara por el amplio y vacío salón.

Nunca pensó que una chica estaría involucrada en las clase de fiestas que ofrecía Jonathan. Él no tenía muy buena reputación y sinceramente, Grace parecía ser muy "chica buena" para estarse juntando con alguien como él.

¿Será que las mujeres tenían cierto fetiche por ese tipo de chicos?

Suspiró dirigiendo rápidamente sus pensamientos hacia su querida Skyler y lo que probablemente estaría haciendo en esos momentos. ¿Se habrá arrepentido de haberlo dejado en la FriendZone? Porque no se habían hablado si quiera por mensajes y mucho menos por llamadas. Sinceramente, extrañaba pasar las tardes en su casa.

—¿Y tú quién eres?—el rizado saltó en su lugar, y como estaba sentado muy cerca de la orilla, que se cayera, fue algo inevitable. Una carcajada resonó en el lugar, y malhumorado, subió la mirada observando a una chica baja, con cabello negro y rellenita de la cual no se había percatado antes. —¡Eres muy torpe!

—¡Ruth! ¡No seas grosera con nuestro nuevo compañero!—exclamó Grace acercándose a él. Harry rechazó su ayuda con un movimiento de cabeza y se levantó como pudo.

—¿Compañero? Vaya, vaya, después de Lauren no creí que otro niño bonito se uniría a nuestra tropa.

—Pues ya ves.

Harry frunció el ceño sin entender de qué hablaban hasta que la puerta sonó fuertemente al ser abierta con extremada fuerza.

—¡Grace, no pude evitarlo! ¡Rompí la tercera regla de Dua Lipa!—exclamó llorosa una morena con curvas, traje de porrista y estatura mediana. Detrás de ella, entraba una chica pelirroja y bajita que sostenía un libro frente a ella.

El rizado ladeó la cabeza preguntándose cómo hacía para caminar sin tropezarse mientras leía.

—Le dije que no contestara el celular, pero cuando me quise dar cuenta ya rompía la regla número dos.

—¡Es que no pude evitarlo! ¡El hombre me mandó un nude! ¡¿Qué pretendías que hiciera?!

—Lauren, no le grites a Eli—regañó Grace con un suave tono de voz. —Y Elizabeth, cariño, debes intentar arrebatarle el celular la próxima vez, ¿de acuerdo?

La pelirroja sacudió la mano y se acercó al círculo. Cuando pretendía sentarse, se fijó en la presencia del confundido chico.

—¿Quién eres y por qué tienes cara de haber leído El Psicoanalista?

—Es Harry Styles—comentó Ruth abriendo una bolsa de Pringles. —Y es nuevo en nuestro grupo, ¿no es guapo? Aunque te falta más grasa, amigo—se giró en su dirección y extendió su bolsa de papas. —¿Quieres? 

—No, gracias—hizo una mueca a lo que Ruth se encogió de hombros.

—Más para mi—murmuró llevando tres a su boca.

—¿Por qué decidiste venir?—preguntó Elizabeth bajando un poco su libro.

—La... ¿fiesta?—respondió no muy seguro.

—¡Este chico tiene espíritu! —exclamó Ruth alzando sus papas. —¡Sí! ¡Nos viene a invitar a una fiesta!

Harry frunció el ceño más confundido que nunca.

¿Por qué las cuatro parecían estar locas?

—No, yo me refería a...

—¡Perdona la tardanza, Grace!—exclamó sonriente un alto y realmente blanco chico mientras se acercaba al círculo.

—Está bien, Wes—Grace sonrió recibiendo la bolsa que le entregaba. —¿Lo colocaste en la entrada? 

—Así es—asintió efusivo. —Espero que con eso podamos atraer a más gente. 

—Bueno, tenemos a alguien nuevo, él es Harry.

—¡Al fin otro hombre!—bromeó el chico sentándose de sopetón al lado del rizado asustándolo un poco. —Mi nombre es Wesley, mucho gusto—tomó la mano de Harry y luego de sacudirla con efusividad la soltó.

—Ehh, sí, oye ¿cuando llegará Jonathan?

—¿Quién?—el ojiverde frunció el entrecejo al notarlo confundido. Pretendía volver a hablar hasta que la voz de Grace lo interrumpió.

—Muy bien, como estamos más de la mitad comenzaremos sin el resto de los chicos.

Ruth asintió aun comiendo sus papas, Elizabeth musitó una afirmación sin despegar sus ojos del libro que tenía entre las manos, mientras que Lauren parecía muy ocupada en su celular, y Wesley no paraba de mover su pierna observando con atención a Grace quien escribía algo en el pizarrón. 

Harry en ese momento se preguntó en dónde carajo se había metido. 

—Doy apertura a otra sesión del club de los Friendzonados.

Harry quedó boquiabierto.

Club de los friendzonados.

Club, Friendzonados.

Friendzonados.

Friendzonado...

—Maldita sea—gruñó golpeando su frente jurándose que mataría a su amigo.

—¡Seh! ¡Como dijo rizos! ¡Maldita sea los que nos friendzonaron!—apoyó Ruth sacudiendo una de sus papas en el aire.

—Soy Harry, no rizos—aclaró irritado.

—Y yo como lechuga, pero no soy delgada, no podemos tener todo lo que queremos, ¿sabes?

—Bueno ya, orden—Grace aplaudió captando la atención de todos.—Hoy hablaremos sobre los progresos o atrasos logrados con nuestros objetivos, y luego le explicaremos a Harry en qué consisten nuestras dinámicas—todos asintieron a excepción del ojiverde. —¿Alguien quiere comenzar?

Harry mataría a Chase. Ohhh, como disfrutaría de su venganza. 

—¡Yo necesito hablar antes de que vuelva a romper la regla número tres!—Lauren tiró su celular dentro de la bolsa de papas de Ruth y rápidamente se levantó para estar en el medio del círculo.

—¡Oye, mis papas!—la morena no le prestó atención y luego de acomodar su falda de animadora sonrió ampliamente.

—Hola, soy Lauren.

—Hola, Lauren.

Harry observó a todos como si estuvieran locos al escucharlos responder al unísono.

—Y hoy me atrasé al aceptar tener sexo una vez más con mi objetivo.

—¿Qué prometes a cambio?—preguntó Grace anotando algo en su libreta.

¿Quién se creía? ¿Psicóloga infantil?

—Prometo no contestarle el teléfono.

Y así transcurrió la tarde, entre... "Progresos" y "atrasos".

Harry logró comprender en esa hora que los "objetivos" eran quienes los habían rechazado. Que hablaban sobre lo bien o mal que les había ido con su crush. Que los demás ofrecían sus consejos para sobrellevar la situación. Y también que estaba loco por no haberse levantado e ido en cuanto comenzó todo.

—No te preocupes, Wes, aquí tienes—la rubia le ofreció un pañuelo al alto chico y éste lo agarró para sonarse la nariz.

—¿Por qué tiene que salir con otro tipo frente a mis narices? ¿Acaso no se da cuenta lo mucho que me lastima?—Harry hizo una mueca arrimándose más hacia el lado contrario escuchando como seguía sorbiendo mocos.

iugh.

—Podemos pedirle a rizos que salga contigo para darle celos, ¿te unes, rizos?

—Que soy Harry—comentó con los dientes apretados sin dejar de mirar a Ruth. Sentía que en cualquier momento explotaría. —Y no lo creo, no me presto para actuaciones que podrían terminar con mi rostro lleno de golpes. 

Wesley hizo un puchero antes de romper a llorar una vez más. En eso escuchó otro jadeo, Lauren también había comenzado a llorar.

"¿Qué mierda?"

—Siento haberlos decepcionado, chicos, no volverá a pesar, pero es que la carne es débil.

—¿Eli? ¿Por qué lloras?—preguntó Grace acercándose a ella y dejando a Lauren y a Wes llorando mientras se abrazaban. Harry se levantó de su asiento antes de que el trasero gigante de la morena lo tumbara de la silla.

—Lo mataron... —tanto Harry como Grace se alarmaron al escucharla. Ambos intercambiaron miradas, pero la rubia se acuclilló frente a ella acariciando sus rodillas.

—¿A quién mataron, cariño?

—¡A mi protagonista masculino!—chilló histérica. —¡Lo han matado, Grace! ¡¿Qué voy a hacer ahora?! ¡¿Qué hará ella sin él?!—y así como así, comenzó a llorar. 

—¡A mí se me acabaron mis papas! 

Los llantos de los presentes estaban sacando de sus cabales a Harry. 

Apretó los puños.

Tomó varias respiraciones.

Incluso contó ovejas. 

Pero nada parecía calmarlo de lo inminente. Estaba... Estaba...

—¡Harto!—gritó callando los sollozos de los demás. —¡Estoy harto de todos ustedes llorones! ¡Están locos y llenos de mocos! 

—¡Harry!

—¡No, Grace! ¡Tú luces como la única racional aquí y aun así pareces maestra de kinder!—ella abrió su boca indignada.—¡¿Qué demonios pasa con ustedes?! —los señaló de un manotazo. —¡¿Los rechazaron?! ¡¿Y eso qué?! ¡En vez de estar llorando como nenitas...!

—¡Oye!—exclamaron las cuatro mujeres presentes, pero él las ignoró.

—¡Deberían pensar en por qué los rechazaron y qué hacer para que se arrepientan y quieran rogar para estar con ustedes!

Todos parecían pasmados por las palabras del chico, sin embargo, nadie dijo nada.

—¡Agh!—exclamó molesto y caminó hacia el pizarrón. 

Borró lo que Grace había escrito y tomó el marcado escribiendo en grande:

¡FriendZone Al Ataque!

Lo subrayó varias veces y dejó caer el marcador con fuerza.

—¿Ellos nos rechazaron? Bien—asintió sonriendo de lado dejando a la vista su hoyuelo. —Entonces les haremos ver lo equivocados que están. 

Holaaaaa

Habrán dos publicaciones por semana, los lunes y jueves, esta es una historia corta♥

Por cierto, en cuanto a mi frase del capítulo anterior de "El león no es como lo pintan"... Las invito a ver Crepúsculo jajajajajajaja

Los quiero un montón y espero se rían mucho con esta historia...

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