Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo.


Despierto por el escándalo, provocado por nada más y nada menos que la alarma de mi celular con la canción a todo volumen de Tremor, mierda. ¿Quién mierda selección eso para despertarme? Ni siquiera tengo idea, observó la pantalla que marca la hora de seis y cuarentena.

Diablos, se hace tarde.

Me levanto de un solo brincó de la cama, cuál resorte, y me desvistió, para luego tomar dos toallas e ir corriendo hacia el baño. Diez minutos después salgo volando a mi habitación, sin antes azotar ambas puertas.

—¡Alisson! ¡¿Estás loca?! —escuche perfectamente el grito con protesta de mamá desde la cocina.

Le contesto una disculpa, mientras continúo con mi trabajo, ponerme la ropa interior y el vestido azul claro de verano, al terminar mi tarea. Lave mis dientes y cepillé en un dos por tres mi cabello, y tomé la maleta debajo de mi cama. Contemplé mi armario con ganas de matarme, está totalmente desordenado. La idea de hacer mi maleta ayer en la noche, ahora no era tan mala, pero como la mayoría de las personas, suelo dejar todo para última hora. Luego de rebatir y poner más desorden en mi ropero, termine con dos vestidos, dos short, dos pantalones, tres camisas y tres blusas, seis bragas y tres sostenes. Sumandole dos pares de tennis y dos de sandalias, más los botines que llevo puestos.

Todo termian dentro de la maleta, pero también en desorden.

Mierda, es tarde.

Con el cargado y teléfono en mano, hago andar la maleta hacia abajo. Al pasar por el umbral, la mirada asombrada de mamá y la sonrisa burlona de mi padre. Hacen que detenga mi andar y comience a replantearme si mis amigas son realmente mis amigas.

—No puede ser... —susurre—. Las odio.

—Me debes cien grandes, mi amor —mi padre le dice a mi madre.

No había duda que manipuraron mi teléfono para que estuviera lista antes de tiempo. En realidad era demasiado temprano, regrese sobre mis pasos y saque todo de la maleta para acomodarlo bien, mentalmente me prepare para maldecir a Valentina y Martina, cambie la contraseña de mi celular y jure no volver a confiar en ellas.  Desayune con mis progenitores antes de que se fueran al trabajo, no sin antes tener la conversación sobre mis aspiraciones futuras.

—Hare el examen de adminsion —revele, ambos estuvieron de acuerdo, pero no insistieron en saber a que profesión aspiraría. Eso solamente lo daría a conocer al ser admitida, porque decir que quiero estudiar medicina es un sueño de varios, y muy pocos lo logran.

Doctora Alisson Franco.

No sonaba mal.

. . .

Media hora después estaba con las chicas, tratando de acomodar las malestas en el auto.

—Madre mía, ¿por qué llevas tantas cosas? —se queja Martina—. ¿Dónde putas está Tadeo?

—Tal vez esta poniendo de espaldas a una pelirroja en... —le doy un pellizco a Lucas antes de que terminara su oración, esté gimió—. Potter, ayuda a Louis con las cosas de Judy.

—Bien, así me gusta Aliss —me felicitó con orgullo, palmeando también uno de mis hombros—. ¡Qué el chucho entienda quien manda, carajo!

—Si, hay que domesticar a los perros —concuerda Valentina, dandole una mirada seria a su novio.

—¿Hoy andan muy a la defensiva o es idea mía? —escuchamos a Zack—. ¿Qué cojones les pasa?

—Seguramente San Andrés está dentro en ellas —la voz inconfundible de Judy, hizo presencia—. No te sugiero que entierres tu espada en ese sitio... Ni hoy ni mañana, ni pasado mañana... ¿cuántos días llevas, Alisson?

Oh, no.

Sentí como mi rostro empezó arder en llamas y al estar cara a cara con Lucas, note como un sus mejillas tomaron ese color carmesí, que tanto me vuelve una lunática.

—¡Oye! ¡¿No piensan venir acaso?! —exclama Tadeo desde el otro auto—. ¡Puta madre, Lucas ven y ayuda!

—¡También, Zack! —grita Louis—. ¡Valentina, no desaparecerá! ¡Traté tu trasero aquí, ahora!

—Oficialmente Tadeo y Louis han salvado el momento —murmuró Martina. Observado a Lucas alejarse de nosotras, no sin antes llevarse con él, mi maleta—. ¿El embarazo te quito el tacto o que Judy?

—Sí, me dejo sin frenos.

Las carcajadas de las futuras poseedoras del Carrier, no fueron muchos de esperar, al poco tiempo la futura Potter y yo nos unimos. Ya cuando todas las cosas estaban dentro de los carros, nos dividimos en cuatro. Al no tener Lucas aún el permiso para manejar -porqué hace unos días, el detective Williams, lo atrapó manejando-, iríamos de pasajeros en el de Tadeo. El cuál va de segundo, guiado por el de Zack, en donde Ana es su copiloto y en el asiento trasero va Louis y Judy. La misma distribución es en el del novio de Mar, a diferencia que su copiloto es Martina y atrás vamos Lucas y yo.

—¿Crees qué estudiar derecho es para mí?

Mire al castaño y a la rubia de adelante, pero ambos iban en su propio mundo, con una mano sobre la otra en la palanca. Haciendo así caso omiso a mi dato acerca de la seguridad y las leyes vehiculares, me removí y descansé mi cabeza en el hombro de mi novio.

—¿Crees qué medicina es para mí?

—Lo es, simplemente creo qué te vas a volver loca —hablo sinceró. Apretó con tranquilidad nuestras manos entrelazadas—. Bueno, más de lo normal...

—Imbécil —solté en bajó, rodando los ojos—. Pero si creo qué derecho es perfeto para ti.

—Además… —escuchamos a la rubia—. A mí como futura psicología, no me vendría nada mal, un abogado...

Lucas asintió despacio algo inseguro y yo le di un apretó tratando que así deje de pensar en el futuro. Me incline un poco y deje un beso casto en sus labios, para después volver a mi cómoda posición. El futuro es incierto e impredecible, por lo que pensar demasiado en el es una perdida de tiempo y energía. Eso digo yo, sé que él chico que acaba de reclinar su cabeza en la mía, está preocupando por su futuro, la presión qué tiene de parte de su abuelo es sumamente grande y el convertirse en un Abogado para él, sería cumplir uno de sus sueños.

Yo confío plenamente en qué lo logrará.

Como él confía en mí.

Observo nuestras manos entrelazadas y aunque no fueron hechas a la medida -puesto que la de él, es más grande que la mía-, ahuecan excelentemente como dos piezas gemelas. Y se ven muy bien juntas, no esperaba menos.

Si alguien cuatro o seis semanas atrás me hubiera dicho, qué el castaño de ojos azules que siempre a formado parte de mi círculo social intimó, era el chico para mí. No lo creería, hasta lo hubiera mandado lejos por semejante locura e imaginación.

—Quizás esté demás que te diga que no te preocupes, Luc —murmuré en bajó y me acomodó mejor, descansado está vez en su pecho. Levanté levemente mi cabeza y le miré a los ojos—. El tiempo es oro y más, no vale la pena preocuparse más de la cuenta ¿sí?

Sonrió de lado y se soltó de nuestras manos, pasando su brazo por mi hombro atrayéndome más a sí. Perdiéndome de inmediato con su deliciosa loción, mierda.

—Vale...

Giré mis ojos y bajé la mirada, pero su mano viajo a mi quijada levantándole, para dejar un beso como el que hace unos minutos, yo le dejé a él. Y me apreté más a él, ganado así terminar en su regazo. Sonreí, porqué había logrado que dejar esos pensamientos atrás -no para siempre-, pero si lo suficiente para que disfrute lo que resta de caminó. Coloqué mis brazos al rededor de su cuello y le robé un rápido beso, Lucas se rió y rodó su azulina mirada, haciéndome saber que él los roba mejor que yo.

Alisson 1 y Lucas 250000.

Algún día lo alcanzaré, mientras tanto lo dejaré con esa tan buena racha. Miré hacia a la ventana y me perdí en el camino. Las casa de colores y los jardines delanteros, que dejábamos atrás, cada vez que avanzábamos hacia nuestro lugar. Descansé mi cabeza en el cuello masculino y me perdí en su olor, al sentir mi respiración ahogó una risita, y me imitó, haciéndome templar un poco.

Muchas veces las personas nos enamorados o creemos estarlo de una persona. Imaginamos un mundo al lado de él o ella, nos ilusionamos de personas en quienes no deberíamos fijarnos y damos la típica justificación de, que el corazón es el qué manda.

¡Claro qué el corazón manda!

Pero él te va a mandarte a enamorarte de alguien que no es -ni será- para tí. No digas qué estás enamorada de una persona, sin siquiera saber qué ese realmente estarlo.

Te lo digo yo, mierda.

Viví en carne propia estar enamorada de alguien equivocado, porque crei que era amor a primera vista, ese alguien al qué no le debí profesar y mucho menos esperar amor.

Sólo dejarlo ir y ver más allá de lo veía.

Porque al final de cuentas, sólo tenía qué observar a mi alrededor y percatarme de a quién tenía a mi lado, de lo qué realmente quería. De lo visible e invisible ante mis ojos, sólo tenía qué estar más atenta y sentir, lo que estaba conmigo, y qué era para mí.

¡No de lo qué no estaba -ni estará- para mí!

Yo tenía qué entender y comprender qué, aunque esté interesada y enamorada de una persona, qué no lo está por mí, está demás intentar y aferrarte a ese sentimiento unilateral con todas tus fuerzas. Lo único que logras así, es dañarte, romperte en pedazos y fragmentos pequeñitos.

Algo qué duele, pero no mata.

Me aferré a lago que no era mí, pero con orgullo y satisfacción puedo decir que lo dejé ir, que lo superé al lado del que siempre estuvo -y estará- para mí.

Igual qué yo, para él.

El amor no correspondido es una droga natural, muy potente y cuesta abstenerse de ella. Aunque te duela y cuesta dejar de consumirlo, aunque te lleves por delante no sólo a tí mismo, sino al las personas de tú alrededor.

Pues los amores no correspondido para mí, no solo los sufre uno, ni dos, aveces puede qué hasta tres o más... La situación fue algo irónica, yo quería a Louis, Louis a Judy y Lucas me quería a mí. Mientras yo sufría por un amor no correspondido, y yo no correspondía el amor de él.

Yo quería que Louis me mirará a mí, sin tener en cuenta que no era mío e ignoraba inconscientemente las miradas qué recibía de Lucas, pero ya no volverá a pasar.

Louis jamás me miró como a ella, y jamás lo haría. Era algo qué sólo yo tenía que aceptar y procesar por una simple y sencilla razón: No Soy Ella.

Y agradezco enormemente qué jamás lo seré...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro